jueves, 5 de octubre de 2023

NAVARRA - Primera parte

Los vascones, antiguo pueblo autóctono, posiblemente una de las tribus íberas, ocupaban la actual Navarra y parte de Aragón. Con la llegada de los romanos el territorio formó parte de la provincia romana Tarraconensis. Luego a la caída de los romanos, los vascones fueron sometidos por los visigodos pero se sublevaron en tiempos de Leovigildo, en el 581, invadiendo y conquistando la Aquitania, que por ello se llamó Gascigne, (Gascuña), en el 587. Hubo entonces una Vasconia francesa (Aquitania), y otra propia o española.
Frente a ambos se alzaban los pueblos Visigodos al sur y los Francos al norte.
Con la invasión de los árabes en el 711, la época musulmana para los vascones fue una continuación de las luchas para defender su independencia de cualquier invasor, ya fuesen romanos, visigodos o musulmanes. No obstante, con los musulmanes, su aristocracia se convirtió y respetaron las posesiones y ascendencia social.

NAVARRA EN EL 1035 

Aunque los musulmanes consiguieron penetrar en los Pirineos occidentales, nunca la ocuparon por mucho tiempo, dejando zonas aisladas, entre ellas Navarra, lo que impidió asimismo que se convirtiera en parte de la Marca Hispánica de Carlomagno, quien aprovechando la rebelión del gobernador de Zaragoza para intervenir en la Península, atravesó en el año 778, con un ejército franco el territorio vascón y destruyó y redujo a ruinas a Pamplona, capital de los vascones que eran aliados. Abandonó el proyecto de tomar Zaragoza dada su dificultad. Pero, en agosto de 778 con un poderoso ejército se dirigió al norte, por Roncesvalles. Allí fueron objeto de una hábil emboscada por los vascones (o árabes, posiblemente), que ocasionaron una gran pérdida en la retaguardia del ejército de Carlomagno que estaba dirigida por un familiar, Roldán, Se hizo famosa, incluso hoy en día se conoce La Chanson de Roland, que inmortalizó el evento.
Destacó una estirpe la de los Banu Qasi, (siglos VIII al X), convertidos al Islam para proteger el territorio que ejerció su predominio en la región, sometidos al Califato de Córdoba, y entonces aparece un tal Velasco que se convirtió en el héroe de la liberación  navarra. Una sublevación poco antes de terminar el siglo VIII terminó con la vida de Al-Mutarrif y proporcionó la jefatura a Velasco. Este caudillo fue reconocido por varias tribus como jefe y gobernó el territorio navarro hasta poco después del 816, fecha en que luchó en la batalla de Orón, junto al asturiano  Alfonso II.
Al morir Carlomagno hubo un intento frustrado de rebelión contra la monarquía franca. El fracaso y la muerte de los cabecillas dieron preminencia en las tierras vascas a la familia Íñigo y es con esta familia cuando los navarros adquieren la primacía sobre los núcleos del Oeste y del Este, cuyos jefes habían sido abatidos. Los vascos vieron así la conveniencia de aunar esfuerzos y designar a Íñigo Iñiguez apodado Arista o Aritza, sobrenombre que pudo significar el fuerte o el roble. El triunfo de este caudillo en la segunda batalla de Roncesvalles frete a las tropas carolingias en el 824 permitió a Íñigo instaurar en Pamplona el primer reino navarro.

ÍÑIGO ARISTA REY DE PAMPLONA 

La dinastía de los Arista gobernó sujetos a los emires cordobeses hasta comienzos del siglo X. Al romperse el entendimiento entre Banu Qasi y los Arista ocasionó que Navarra dependiera del reino asturleonés. Al desaparecer los reinos visigodos, Vasconia quedó sometida a la influencia de los reyes francos por un lado y por el otro al poder de las monarquías asturleonesa primero y al Condado de Castilla más adelante.
El rey asturleonés Alfonso III avaló la sustitución de la dinastía de los Arista por la familia Jimeno, eligiendo a Sancho Garcés (905-925). Las diferencias entre el condado de Castilla y León permitieron una autonomía a Navarra que se afianzó y desempeñó un importante papel por el cristianismo. Y se expandió hacia el sur. En el año 923 el rey pamplonés Sancho Garcés I junto a Ordoño II de León recuperan Nájera y La Rioja del dominio musulmán. Estos territorios quedan en manos de García Sánchez, hijo del anterior, denominándose Reino de Nájera. También se convierte en rey de Pamplona, estableciéndose en Nájera, con lo cual el reino pasa a llamarse Reino de Nájera-Pamplona.
La desaparición del Califato de Córdoba liberó a los navarros de enemigos por el flanco sur, lo que permitió a su rey Sancho III el mayor, (992-1035), concentrarse en sus ambiciones expansivas. 

Sancho III el mayor
 
Impulsó el reino, lo amplió, fomentó el camino de Santiago, acuñó moneda y celebró Cortes, originando una legislación. Estaba casado con la hermana del conde de Castilla, García Sánchez, y al morir éste asesinado, Sancho el mayor incorporó a su reino el condado castellano como protectorado y también otros condados como el de Gascuña y el de Barcelona que le rindieron vasallaje. Al casarse su hermana Urraca con el rey leonés Alfonso V, el rey navarro pretendió afianzar la unión de los reinos, pero al morir el leonés se avivaron las diferencias entre los reinos. Vermudo III rey de León, se casó con una hija de Sancho, Jimena, lo que animó a defender la causa de Vermudo contra los levantiscos nobles asturianos.
Sancho III el mayor (992-1035), fue el primer monarca moderno, el que siguió las prácticas europeas de feudalismo. Guarda para sí el título de Emperador hasta entonces reservado a los reyes de León. Facilitó la entrada de la orden del Cluny y abrió la ruta hacia Santiago a los peregrinos europeos. Pamplona consiguió su mayor hegemonía cuando se extendió desde Astorga, León, hasta Ribagorza, Huesca. O sea el límite de Galicia al de Cataluña, lo que suponía casi el tercio de la Península. Esto lo consiguió Sancho Garcés III que reinó entre el 1004 al 1035.
Muerto Sancho III el reino se desmembró. Como dejó entre sus hijos la herencia repartida. A García Sánchez le correspondió Navarra  y parte de lo que le correspondía de herencia materna. Castilla fue para Fernando, que desde entonces fue con la categoría de reino, y Aragón, también como reino a Ramiro. Los condados de Sobrarbe y Ribagorza fueron para Gonzalo. Estamos en el año 1035.
El último rey de Nájera, Sancho Garcés IV es asesinado por su hermano, con lo cual ya no existen los reyes de Nájera. Se divide el reino y la parte navarra quedó anexionada al Reino de Aragón, poniendo fin al "Reino de Nájera", pasando a denominarse Señorío de Nájera y Ducado de Nájera.
En el 1063 reina Sancho Ramírez I de Aragón y sucedió a su padre cuando murió en lucha contra la Taifa de Zaragoza que estaba ayudado por Sancho de Castilla, el futuro Sancho II, y por el joven Rodrigo Díaz de Vivar. Casado con su segunda mujer tuvo varios hijos del que destacan Alfonso, el que sería Alfonso I el batallador y Ramiro, el monje, que sería Ramiro II de Aragón. 

Sancho IV de Pamplona 

fue ayudado por Sancho Ramírez I de Aragón en su lucha contra Sancho II, el fuerte, rey de Castilla. Lo que se llamó la “Guerra de los Tres Sanchos”, derrotando al castellano.
Sancho Ramírez fue proclamado rey de Pamplona en el 1076 y se consideró a la vez rey de Aragón ejerciendo con total independencia. En el 1084 fue vencido por “el Cid” quien apoyaba a los musulmanes de la Taifa de Lérida-Tortosa-Denia en la batalla de Morella, Castellón. Tuvieron que levantar el sitio para hacer frente a los Almorávides que habían entrado en al-Andalus. Perdieron en la batalla de Sagregas en Badajoz. Después Sancho Ramírez prosiguió con la conquista de varias localidades de Huesca. Ayudó a Alfonso VI en la defensa de Toledo y firmó un tratado de ayuda mutua con el Cid, al que ayudó junto con castellanos, genoeses y catalanes en un intento de la toma de Valencia.
En 1093 muere Sancho Ramírez de un flechazo, en el asedio de Huesca cuando inspeccionaba una fortaleza.

miércoles, 4 de octubre de 2023

CONDADO PIRENAICOS SIGLOS X-XI

En el año 987, el conde Borrell II fue el primero en no prestar juramento al monarca de la dinastía de los Capetos, (francos), pero se sometió en vasallaje al poderoso Califato de Córdoba.
La idea romántica que, gracias a él nació la actual Cataluña, es obra de Serafín Pitarra. Esta surgió de la Gesta “comitum barchinonensius” escrita en el siglo XII por los monjes de Ripoll. En ella se sobredimensionó su figura. La realidad es que la independencia de facto de los condados se debe a la decadencia del Imperio carolingio y no a un afán independentista de Wifredo. Con respecto al escudo de armas, del cual se estableció a senyera, la historia es romántica, pero falsa. Se dice que Carlos el Calvo, antes de morir Wifredo, puso la mano en su herida y con los dedos ensangrentados pintó su escudo de defensa. La leyenda es romántica, pero nada más. Los escudos heráldicos se empezaron a utilizar 400 años después de la muerte de Wifredo. Tampoco Carlos el Calvo no pudo hacerlo, pues murió en el 877, veinte años antes, en 897 murió Wifredo. Los escudos heráldicos se empezaron a utilizar porque los caballeros iban completamente tapados y no se les reconocía. Con un dibujo en su escudo se sabía quien era cada uno de ellos. Por otra parte, la senyera empezó a ser emblema de Cataluña cuando Ramón Berenguer IV se casó con Petronila, uniéndose el condado de Barcelona al reino de Aragón. La senyera es de origen aragonés.

LA SEÑERA 

Hemos de tener en cuenta que en el año 1017 estaba ya muy avanzada la guerra civil cordobesa que desmembró el califato de Córdoba en decenas de reinos de taifas y que provocó su caída en el 1031. Incluso ya existía un reino taifa independiente, el de Tortosa. Este reino dominaba prácticamente toda la actual provincia de Tarragona y continuaba hacia el sur, seguramente hasta Sagunto, donde lindaba con la taifa de Valencia. El resto de la zona andalusí de la actual Cataluña, con Lérida y Balaguer como centros más importantes, se integrará luego en la Taifa de Zaragoza aunque, en ese momento, pertenecía teóricamente al califato de Córdoba. Esa era la situación de la actual Cataluña hace 1000 años: un mosaico de condados de origen franco, aún lejos de estar unidos, que estaban tratando de expandirse hacia el sur aprovechando la debilidad del poder musulmán.
A Berenguer Ramón I le sucedieron sus hijos Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II, (no confundir). El primero murió asesinado y su hermano fue acusado por lo que se le llamó “el fratricida”. Éste conde fue el que inició una campaña contra Zaragoza, aliado de Aragón, Navarra y los los reinos musulmanes de Lérida y Tortosa, y acabó fracasando en Almenar en el 1082.

EL CID 

Lucharon las tropas del rey musulmán de la Taifa de Zaragoza al mando del Cid Díaz de Vivar, contra las tropas del rey de las Taifa de Lérida, apoyado por el rey de Aragón y el conde de Barcelona Berenguer Ramón II. El resultado fue favorable al Cid Campeador, que hizo prisionero al conde. Luego lo liberó a cambio de un importante rescate.
Le sucedió su hijo Ramon Borrell y tuvo que soportar incursiones de Almanzor entre los años 1000 y 1002. En el año 1010 el Califato de Córdoba había entrado en crisis y organizó una expedición militar que derrotó a Sulaimán lo que puso de forma definitiva el dominio musulmán sobre Barcelona. En el año 1035 heredó los condados su hijo Ramón Berenguer I y gobernó junto a su madre Ermesenda, lo que provocó descontento en la forma de actuar entre los nobles. Ermesenda era la regente de sus nietos menores de edad que eran los titulares de los demás condados. Debido al descrédito del poder condal durante el cogobierno en Barcelona, Gerona, Osona y especialmente en la zona del Panadés, área fronteriza con los musulmanes, los nobles, prescindiendo totalmente de la potestas del conde, tomaron ellos mismos el control de las fortalezas de las que dispusieron para cederlas como feudo como si fuesen de su propiedad. Las disputas patrimoniales entre oligarcas y nobles rechazando a su vez a la abuela y a Ramón Berenguer I llegamos al 1035 en que éste fallece.
La batalla de Almenar se produjo en 1082 entre las tropas del rey Al-Mutamán de la Taifa de Zaragoza, comandadas por Rodrigo Díaz de Vivar, contra las tropas del rey de la Taifa de Lérida, que contó con el apoyo del rey de Aragón, Sancho Ramírez, el conde de Barcelona, Berenguer Ramón II y el conde de Cerdaña y Berga, Guillermo Ramón I. El resultado fue favorable al Cid Campeador, que hizo prisionero al conde de Barcelona. Luego lo liberó a cambio de un importante rescate.

BERENGUER RAMÓN II 

En el año 1096 el conde participó en la I Cruzada a Tierra Santa dejando a su sobrino Ramón Berenguer III. Éste supo consolidar y ampliar los límites del condado. Conquistó parte del condado de Ampurias y, al frente de una amplia coalición, emprendió también la conquista de Mallorca, narrada en el documento pisano llamado “Liber maiolichinus” (1117), en el que se llama a Ramón Berenguer III “Dux Catalanensis” y catalanicus heros, mientras que sus súbditos son denominados “Christicolas catalanenses”, en lo que se considera la referencia documental más antigua a Cataluña. Se trata de un libro sobre las luchas para liberar a los esclavos cristianos y vencer a los corsarios musulmanes que, con base en las Baleares, sembraban el terror por todo el Mediterráneo “desde Hispania hasta Grecia”.
Sin embargo, el conde tuvo que abandonar sus conquistas ante el avance de las tropas almorávides en la península. Recibió asimismo mediante herencia los condados de Besalú y Cerdaña, formando progresivamente un espacio territorial muy similar al de la llamada Cataluña Vieja, además de avanzar hacia Lérida y repoblar territorios fronterizos como la ciudad de Tarragona, restaurándola efectivamente como sede episcopal. Éste se casó con la hija del Cid, María, y acudió en ayuda de Valencia en el 1099, ciudad que estaba gobernada por Jimena, viuda ya del Cid. Murió su esposa y se casó con la condesa Dulce, de forma que pudo ampliar sus dominios transpirenaicos al incorporar el condado de Provenza gracias a su matrimonio. Éste conde legó a su hijo, que sería Ramón Berenguer IV los condados de Vic, Barcelona, Gerona, Cerdaña y Besalú.
Con una sociedad de aire eminentemente feudal, se inició una importante expansión territorial, que empezó, en el tránsito de los siglos XI al XII, en tiempos del conde Ramón Berenguer III desde 1097 al 1131, el más importante entre los condes de esta zona, además de conde de Barcelona y Gerona, lo era de Osona, Provenza y Cerdaña. Tras asegurar el control de los territorios de su tío, Ramón Berenguer III, supo consolidar y ampliar los límites del condado que heredó. Fruto de esta expansión fue la incorporación de la llamada Cataluña Nueva al sur y a poniente del río Llobregat y hasta la línea del Ebro, que fue conquistada y repoblada en el siglo XII. Cataluña Nueva es el nombre que se da, a partir del siglo XII, a los territorios conquistados por Ramón Berenguer IV, hasta entonces pertenecientes a los reinos taifa de Tortosa y Lérida.
Su frontera con la Cataluña Vieja es aproximadamente una línea formada por el río Llobregat.
Cataluña vieja, el obispado de Gerona, la mitad del obispado de Barcelona (marcando la división en el río Llobregat) y la mayor parte del obispado de Vich.

RAMIRO II DE ARAGÓN

Y ahora hablaremos de Ramón Berenguer IV. En noviembre de 1137, Ramiro II, rey de Aragón, ofreció a su hija (de un año de edad), en matrimonio al conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV, pero la boda lógicamente se celebró años después. Depositó el rey en su yerno el reino, pero no la dignidad real, firmando éste al casarse como Conde de Barcelona y Príncipe de Aragón (la reina era su mujer Petronila). Luego Ramiro II renunció al gobierno, aunque no a su título de Señor Mayor de la Casa de Aragón.

RAMÓN BERENGUER IV Y PETRONILA DE ARAGÓN 

Ramón Berenguer IV, era conde de Barcelona, y Gerona, Osona y Cerdaña fueron los condados que Ramón Berenguer IV aportó a su matrimonio. La boda se celebró en Lérida en agosto de 1150. En 1157 nacía en Huesca el primogénito de la pareja, llamado Alfonso. Tras la muerte de su marido, Ramón Berenguer IV, Petronila abdicó en su hijo Alfonso II el Reino de Aragón y el Condado de Barcelona, hecho aprobado por el papa. A partir de esto, se retiró y vivió privadamente el resto de su vida. El abuelo, Ramiro II, después de su muerte, cumplió su sueño de salvar la monarquía y además unir el Reino de Aragón con el Condado de Barcelona en un heredero suyo.
Petronila y Ramón se habían casado conforme al derecho aragonés, es decir, en un tipo de matrimonio donde el marido se integraba a la casa principal como un miembro de pleno derecho. El acuerdo supuso, como dijimos, la unión del condado de Barcelona y del Reino de Aragón en la forma de lo que luego fue conocido como Corona de Aragón. En un contexto de alianzas medievales, la asociación de ambos territorios no fue, pues, el fruto de una fusión ni de una conquista, sino el resultado de una unión dinástica pactada entre la Casa de Aragón y la poseedora del Condado de Barcelona. De hecho, originalmente los territorios que formaron la Corona mantuvieron por separado sus leyes, costumbres e instituciones.
Así es que con el hijo de estos, Alfonso II, quedaron asentados Aragón y el condado bajo las cuatro barras de la monarquía aragonesa. Las primeras Cortes documentadas del reino se celebraron en Zaragoza en 1164. Sus dominios con la incorporación del reino de Valencia constituían a finales del siglo XII la denominada corona de Aragón, pues gobernó como rey de Aragón, con sus condados de Sobrarbe y Ribagorza, y como conde de Barcelona el condado de Gerona, Besalú y Osona.
Hacemos un apartado para aclarar que los términos “Catalania y catalanenses” no se encuentran escritos hasta 1117 en los Usatges de Barcelona,(condiciones de los usos y costumbres).
Y la denominación Principado de Cataluña (Principatus Cathaloniae) no la encontramos escrita hasta 1350. Siendo una denominación jurídica, no exactamente un título de casa real.
En la época de la unión con Aragón se hablaba del Condado de Barcelona, que no abarcaba todo lo que hoy es Cataluña. No podemos hablar todavía de Cataluña, sino de los que ahora llamamos los Condados Pirenaicos.

MUJERES DE LA GENERACIÓN DEL 27

Coincidieron con una generación de grandes poetas y escritores y también con una época de cambios revolucionarios. El reconocimiento no fue por igual, pero no es cuestión de buscar culpables, la época en que vivieron era la que era. Ellas tienen el mérito de que siendo mujeres supieron abrirse paso y haber roto moldes en una época muy difícil Solo una pequeña semblanza de estas personalidades. Maruja Mallo, Marga Gil-Roësset, María Zambrano, María Teresa León, Josefina de la Torre, Rosa Chacel, Ernestina de Champourcín, Concha Méndez, Zenobia Camprubí, Cristina de Arteaga, Margarita Manso.

MARÍA ZAMBRANO ALARCÓN, Málaga, 22 de abril de 1904, murió en Madrid, en febrero de 1991. Filósofa y ensayista fue discípula de Xavier Zubiri y colega de José Ortega y Gasset. Su extensa obra, entre el compromiso cívico y el pensamiento poético, no fue reconocida en España hasta el último cuarto del siglo XX, tras un largo exilio. Recibió los galardones literarios, el Premio Príncipe de Asturias en 1981, y el Premio Cervantes en 1988.
CONCHA MÉNDEZ nació en Madrid en 1898. Amiga de Luis Buñuel, de García Lorca y Rafael Alberti, frecuentó reuniones, lecturas poéticas y exposiciones con la joven generación artística de los años treinta. En 1926 publicó su primer libro, "Inquietudes". En 1932 se casa con el también poeta Manuel Altolaguirre, en cuyos proyectos intervendría.
MARÍA TERESA LEÓN fue compañera y amiga durante más de cuarenta años del poeta Rafael Alberti. Ella fue una gran escritora, novelista, ensayista, dramaturga y traductora. Escribió libros tan emotivos como su libro de memorias, Memoria de la melancolía.
ERNESTINA DE CHAMPOURCÍN fue la mujer de otro poeta Juan José Domenchina secretario durante la guerra de Manuel Azaña. Gerardo Diego sufrió presiones para no incluirla en la obra antológica “Poesía española contemporánea”. Pero él la incluyó como miembro de su propia generación
ZENOBIA CAMPRUBÍ AYMAR una catalana que se casó con Juan Ramón Jiménez, que no es un poeta considerado de la generación del 27, sí tuvo mucha influencia en esa generación en sus inicios. Ella se convirtió desde el primer momento y hasta su fallecimiento, 40 años más tarde, en compañera inseparable y decisiva colaboradora del poeta. Ya de joven escribía cuentos en castellano y en inglés, y a desarrollar sus dotes literarias. Interesada por la obra del poeta y pensador indio Rabindranath Tagore, lo traduce al castellano partiendo de las prosificaciones en inglés que de su obra hiciera el propio Tagore.
ROSA CHACEL nació el 3 de junio de 1898 en Valladolid. En 1915 se matricula en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando para estudiar escultura, materia que abandona en 1918. Comienza a frecuentar el café Granja del Henar y el Ateneo, donde dará su primera conferencia polémica sobre "La mujer y sus posibilidades". En abril de 1921 se casa con el pintor Timoteo Pérez Rubio. En 1922 se trasladan a vivir a Italia. En 1930 publica su primera novela, Estación. Ida y vuelta. Tres años después viaja a Berlín por seis meses. En estos años formativos recibe la influencia de Proust y del Joyce de Retrato de un artista adolescente, pero también de Freud y Nietzsche. Entra en el círculo de Ortega y Gasset. Publica en la Revista de Occidente dos relatos, y también en La Gaceta Literaria. Con la llegada de la Guerra Civil Pérez Rubio se alista y Chacel firma el Manifiesto de los intelectuales antifascistas. En febrero de 1937 se trasladan a París hasta que en marzo 1939 se mudan a Sudamérica a vivir entre Río de Janeiro y Buenos Aires.
CRISTINA DE ARTEAGA era hija del XVII Duque del Infantado, Joaquín de Arteaga y Echagüe Silva y Méndez de Vigo Nació en Zarauz, Guipúzcoa, en septiembre de 1902. A los 24 años era doctora en Ciencias Históricas. Escribió poesías, libros y artículos de temas históricos y religiosos. Entró en el Monasterio de la Concepción Jerónima de Madrid en 1934, donde profesó en 1936. Fue una gran historiadora y entre otras obras escribió la biografía de su familia “La Casa del Infantado" así como "Una mitra sobre dos mundos" la del Venerable Don Juan de Palafox y Mendoza. La obra ocupó toda la vida de Sor Cristina de la Cruz Orteaga: desde los 15 años, en que descubrió en su propia casa los legajos inéditos del archivo personal del Venerable, lejano pariente suyo; a la tesis doctoral de 1925, premio extraordinario de la Universidad Central de Madrid.
MARUJA MALLO gallega de nacimiento nació en 1902 y murió en 1995. Fue una pintura surrealista muy comprometida con la República. Considerada de vanguardia interior española. En la década de los 20 trabaja para varias publicaciones como La Gaceta Literaria, El Almanaque Literario o la Revista de Occidente y realiza portadas de varios libros. Frecuenta a Ortega y Gasset. Colaboró con Alberti, conoció a Miguel Hernández. Colaboró intensamente con Alberti hasta 1931, quedando constancia de este trabajo conjunto los decorados del drama "Santa Casilda" Al estallar el conflicto bélico del 36, Maruja Mallo huye a Portugal, donde la recibe Gabriela Mistral, quien en aquel momento era embajadora de Chile en Portugal. Gabriela Mistral, le ayudó a trasladarse a Buenos Aires, recibiendo una invitación de la Asociación de Amigos del Arte, a dar una serie de conferencias sobre la temática popular en la plástica española, "Proceso histórico de la forma en las artes plásticas", en Montevideo y luego en Buenos Aires, iniciando así su exilio en Argentina que desde 1937, duraría 25 años. Allí siguió pintando, dando clases y cultivando amistades, entre ellas, Pablo Neruda.
MARGARITA GIL ROËSSET Nació en Madrid en 1908 y murió en 1932 Fue escultora, ilustradora, poetisa española, fue una niña prodigio. A los siete años ya mostraba una extraordinaria capacidad para el dibujo. Gracias a su escultura, Marga Gil, quien se instruyó por sus propios medios, fue aceptada en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1930 y de 1932. Su mejor escultura fue el busto de la esposa de Juan Ramón Jiménez, Zenobia Camprubí. En el ámbito de la ilustración, combinaba modernismo y simbolismo e ilustraba los cuentos que escribió Consuelo Gil Roësset de Franco, su hermana. Es probablemente uno de los ejemplos más duros y singulares del expresionismo español. Margarita era admiradora de Zenobia Camprubí, conocida por ser traductora del poeta bengalí Rabindranath Tagore y esposa de Juan Ramón Jiménez. En 1932, en un recital de ópera Margarita y el matrimonio fueron presentados. La escultora quedó enamorada de él. Marga decidió de inmediato hacer un busto de Zenobia. Como era imposible el amor con un hombre casado y Margarita era muy religiosa, decidió suicidarse.
MARGARITA MANSO Nació en Valladolid en noviembre de 1908 y murió en Madrid en marzo de 1960. Después de morir su padres cuando aún ella era muy joven, su familia se instaló poco después en Madrid. Acudió a la Academia San Fernando, donde Julio Romero de Torres fue su profesor más destacado. En dicho recinto educativo la pintora hizo enorme amistad con Maruja Mallo y Alfonso Ponce León (con quien se casó en 1933), sirviendo de fuente inspiradora constante en sus pinturas destacadas. Quedó así conformada la Generación del 27. El relato de la visita del grupo de amigos al monasterio de Santo Domingo de Silos es muy famoso: como el ingreso era exclusivo para hombres, Maruja Mallo y Margarita Manso decidieron disfrazarse de hombres y así pudieron visitar el cenobio. “Las Sin Sombrero”. Este ensayo “surrealista” lo ejecutaron Dalí, García Lorca, Manso y Mallo como forma de plantarse ante ciertas normas absurdas. En esa época era impensable acudir a espacios públicos con la cabeza descubierta, pero eso fue exactamente lo ocurrido en La Puerta del Sol de Madrid a principios de 1920. El sangriento conflicto armado desatado en el año 1936 significó la desaparición pública de las obras de Margarita Manso. En diciembre de ese mismo año se casó con Alfonso Ponce de León, quien era un falangista militante. Este fue secuestrado en la puerta de su domicilio por los franquistas. Durante el año 1939, la dictadura le quitó todo a Margarita Manso. Su esposo apareció muerto en una cuneta el 9 de octubre. La musa de la Generación del 27 comenzó a desaparecer. A tal punto, que sus hijos desconocieron las vivencias de su madre adolescente.

martes, 3 de octubre de 2023

CONDADOS PIRENACOS

Del año 770 al 986, aquella región unificada en torno al Condado de Barcelona, se conoce, al estilo germánico de la época, con el nombre de "Marca Hispánica". Su línea fronteriza, colocada primero entre Gerona y Barcelona, desciende más tarde en alas de la reconquista hasta la comarca del Penedés y tiene como meta, no lograda, el curso del Ebro y la sumisión de Tortosa. 

SIGLO X 

Hay aquí como un símbolo claro de esta idea clave de la misión: dos condados, el del Pallars y el de Ribagorza, que estuvieron libres de la invasión sarracena, es decir, que nunca fueron conquistados por fuerzas extrañas y que, por lo tanto, nunca fue preciso reconquistar, no entran ni constituyen la “Marca Hispánica”. Lo hispánico comienza, pues, con la Reconquista, con la liberación de lo que constituye después el contorno geográfico de España. Aquello que no es preciso reconquistar ni liberar, se hace hispánico por su aportación a la empresa común, de tal modo, que si replegado en sí mismo hubiera estado ausente de la aventura, jamás habría merecido el lustre de Hispania y el patronímico de hispánico, que en aquel entonces se identifica con lo que denominamos hoy, Cataluña.
Sabemos que Carlomagno envió a su hijo y heredero el 3 de abril del 801, Luis el Piadoso, con sus tropas en Barcelona, y ponían fin a una efímera etapa de dominación árabe.
Los barceloneses hispanogodos, abrirían las puertas de la ciudad al ejército franco; y aquel paisaje de relativa libertad e independencia desaparecería engullido por la nueva superestructura carolingia.
Carlomagno fundó ese territorio de su protección que le servía de escudo. A principios del siglo IX creó la Marca Hispánica. Denominación geográfica de una serie de condados vinculados a los monarcas carolingios, con amplia autonomía, desigual desarrollo y problemática existencia.
En los tiempos visigodos, los obispos, reunidos en concilios toledanos, han sido casi un Estado. Carlomagno en el 792 obliga a retractarse al obispo Félix de Urgel. Este movimiento permite el control total por parte de los clérigos carolingios de la sede de Urgel, elemento fundamental para la consolidación del poder franco en la Marca Hispánica. Y, lo que es más importante, sella la alianza entre los monarcas asturianos y el imperio carolingio, una alianza que marcará el destino de España. El destino, en primer lugar, de la sede compostelana, pues el entendimiento entre Oviedo y Aquisgrán (sede de Carlomagno), supondrá el apoyo incondicional del imperio carolingio hacia el mito jacobeo; Carlomagno enviará mucho dinero a la sede compostelana, y Santiago se convertirá en la gran luz de la cristiandad medieval, construyendo un cordón umbilical entre la España y la Europa cristianas. Más a largo plazo, esta alianza, unida a la empresa de la Reconquista, convertirá a España en el principal baluarte del proyecto imperial romano y del catolicismo en el mundo. Sin embargo es en esa región donde termina el imperialismo carolingio en España. Carlomagno sólo conseguirá el control del territorio y el impulso de la ruta jacobea. Su gran fracaso será controlar a la Iglesia local.
La peregrinación jacobea será fundamental para España y para Europa. El control de la Marca Hispánica como único territorio hispano de influencia carolingia tenderá a tener una diferencia con los posteriores reinos cristianos. Carlomagno de esa forma contribuya a plantar un hecho diferencial entre los condados pirenaicos (posteriormente Cataluña), y los reinos del resto de la península.
A partir del año 820 se sucedieron varios condes de origen franco. Con el título de marqués, que controlaban la Marca. La guerra civil por derechos dinásticos hizo que los condes (de la futura Cataluña) en las sucesivas políticas de alianzas van teniendo cada vez más poder.

CONDE DE BARCELONA 

Los condes tenían funciones militares, políticas y judiciales, apoyándose en otros señores que aseguraban la defensa del país a partir de castillos repartidos por el territorio; junto con ello, se estableció también una red de parroquias dependientes de una diócesis, según el modelo típico carolingio.
El primer bloque se centraba en los condados del Rosellón, Besalú y Perelada, a los que se añadieron Gerona, Conflent, Cerdaña, Urgel, Berga, Osona y Barcelona, estableciéndose la frontera natural en el río Llobregat. En poco tiempo trataron de ampliar su esfera de influencia, aunque con escaso éxito, hacia los condados tolosanos del Pallars y la Ribagorza, y hacia el sur, llegando a intentar la toma de Tortosa entre 805 y 809.
Aquisgrán (sede de Carlomagno), dejará de confiar en los nobles locales y nombrará gobernadores francos, como Bernardo de Septimania. El tratado de Verdún (843), creaba el territorio occidental para el rey franco Carlos el Calvo, y supuso su cese inmediato y su sustitución por los hermanos Sunifredo y Suñer. Ambos conseguirán que sus hijos les sucedan en el cargo condal, creando con ello el germen de un poder hereditario.
Un hecho importante. Con la muerte de Carlos el Calvo en 877, los condes locales, gobiernan sobre prácticamente sin oposición. Se rompe la línea dinástica carolingia en París lo que generará toda una serie de rebeliones de nobles que, a lo largo de todo el territorio franco, entenderán que dicha ruptura les otorga fuerza moral a ellos para independizarse. Flandes, Borgoña o Aquitania inician estos procesos, como lo inician los condados pirenaicos. El rey franco Luis el tartamudo, repartió sus condados en el año 878 y los de Barcelona y Gerona correspondieron a Wifredo el velloso, considerado el primer gobernante autónomo de la región, y que a su muerte dejará sus tierras a sus hijos: a Sunifredo Urgel; a su hijo Mirón II Cerdaña y Besalú; y a sus hijos Borrell y Suñer, Barcelona y Gerona.
Una vez conseguido el poder civil los condados se aplican a construir una Iglesia propia. En el año 888, crean un arzobispado en Urgel; su arzobispado propio, lo que explica que sea tan importante la Seo para el catalanismo.
Aquí es importante que tengamos en cuenta que habrá con el tiempo una división, los que posteriormente serán Cataluña y los que serán Aragoneses.
Estabilizada la frontera, el conde de Urgel y de Cerdaña, Wifredo el Velloso, fue investido en 877 también con los condados de Barcelona y Gerona; rápidamente se lanzó a conquistar otros señoríos menores de las zonas centrales, que habían quedado fraccionados hacia 825, tras una revuelta contra el poder franco.
Centralizado el poder, Wifredo estableció un sistema sucesorio en sus territorios, centrándose en la casa condal de Barcelona. Durante el siglo X, ésta se iba a consolidar, y los restantes condados se fueron vinculando poco a poco a la misma, a medida que se iban independizando del poder franco gracias al debilitamiento y desmembración del imperio carolingio tras la muerte de Carlos el Calvo.
Aprovechando la crisis de la monarquía carolingia, a partir de Wifredo el velloso, los condes de la Marca Hispánica dejan de ser nombrados por el rey francés y pasan a un régimen sucesorio.  En el año 947 el conde de Barcelona, Osona y Gerona era Borrell II. Procuró tener buenas relaciones con los francos y los musulmanes. Ratificó los acuerdos de paz con el califa cordobés (vasallaje). No obstante el caudillo Almanzor atacó Barcelona, y en mayo del 985 Almanzor avanzó a sangre y fuego hacia Barcelona, mientras el conde Borrell II organizaba a la desesperada la defensa de sus territorios. Monasterios de los alrededores de Barcelona fueron destruidos y sus comunidades asesinadas. La resistencia duró poco, Almanzor arrasó Barcelona llevándose consigo un cuantioso botín y un elevado número de cautivos que serían vendidos como esclavos. Borrell II pidió ayuda a los reyes francos, que estaban en grave crisis y no obtuvo la ayuda pedida. La nueva dinastía de los Capeto tampoco atendió a las peticiones de ayuda.
Porque cuando Hugo Capeto exigió renovar los vínculos con el condado barcelonés, Borrell II  no respondió y fue seguido por los demás condes de la Marca Hispánica, consiguiendo así la independencia de hecho de los Capetos francos. A la muerte de Borrell II le sucede su hijo Ramón Borrell que repobló los territorios. Se abstuvo de jurar lealtad a los reyes francos aunque fue requerido para ello. Esto es lo que el nacionalismo  interpreta como el comienzo de la independencia de hecho y se reconoce “de iure”. Ramon Borrell y tuvo que soportar incursiones de Almanzor entre los años 1000 y 1002. En el año 1010 el Califato de Córdoba había entrado en crisis y organizó una expedición militar que derrotó a Sulaimán lo que puso de forma definitiva el dominio musulmán sobre Barcelona.
El siguiente conde de Barcelona es Berenguer Ramón I, nacido en 1005. Desde la muerte de su padre, en los condados de Barcelona, Gerona y Osona, gobernaba su viuda Ermesenda, y su hijo, Berenguer Ramón I (1017-1035).

SEPULCRO  RAMÓN BERENGUER I 
Y SU ESPOSA

 Se casó con la hija de Sancho García, conde de Castilla, con la que tuvo dos hijos. Fue un hombre de paz. Promulgó un decreto que liberaba a los propietarios de tierras de cualquier vinculación jurisdiccional que no fuera la del condado y los liberó de los impuestos. Le sucedió su hijo Ramón Berenguer I llamado el viejo, (1035-1076) y también “Hispaniae subjugator”, (Apoderador de España). Legó a sus hijos más territorio reconquistado. Impuso el pago de parias, (tributos), a los reinos musulmanes de Zaragoza, Lérida y Tortosa con lo cual se enriqueció el condado y pudo formar un ejército. En 1068 sancionó un código regulando las relaciones y reafirmando la primacía del conde de Barcelona.

CRISTOBAL COLÓN Y LA FUERZA DE SU PASIÓN - (1)

Para un europeo del siglo XV era muy difícil imaginar un mapamundi de aquellos tiempos. No habían viajado por toda la tierra conocida. Tenía...