jueves, 5 de octubre de 2023

NAVARRA - Primera parte

Los vascones, antiguo pueblo autóctono, posiblemente una de las tribus íberas, ocupaban la actual Navarra y parte de Aragón. Con la llegada de los romanos el territorio formó parte de la provincia romana Tarraconensis. Luego a la caída de los romanos, los vascones fueron sometidos por los visigodos pero se sublevaron en tiempos de Leovigildo, en el 581, invadiendo y conquistando la Aquitania, que por ello se llamó Gascigne, (Gascuña), en el 587. Hubo entonces una Vasconia francesa (Aquitania), y otra propia o española.
Frente a ambos se alzaban los pueblos Visigodos al sur y los Francos al norte.
Con la invasión de los árabes en el 711, la época musulmana para los vascones fue una continuación de las luchas para defender su independencia de cualquier invasor, ya fuesen romanos, visigodos o musulmanes. No obstante, con los musulmanes, su aristocracia se convirtió y respetaron las posesiones y ascendencia social.

NAVARRA EN EL 1035 

Aunque los musulmanes consiguieron penetrar en los Pirineos occidentales, nunca la ocuparon por mucho tiempo, dejando zonas aisladas, entre ellas Navarra, lo que impidió asimismo que se convirtiera en parte de la Marca Hispánica de Carlomagno, quien aprovechando la rebelión del gobernador de Zaragoza para intervenir en la Península, atravesó en el año 778, con un ejército franco el territorio vascón y destruyó y redujo a ruinas a Pamplona, capital de los vascones que eran aliados. Abandonó el proyecto de tomar Zaragoza dada su dificultad. Pero, en agosto de 778 con un poderoso ejército se dirigió al norte, por Roncesvalles. Allí fueron objeto de una hábil emboscada por los vascones (o árabes, posiblemente), que ocasionaron una gran pérdida en la retaguardia del ejército de Carlomagno que estaba dirigida por un familiar, Roldán, Se hizo famosa, incluso hoy en día se conoce La Chanson de Roland, que inmortalizó el evento.
Destacó una estirpe la de los Banu Qasi, (siglos VIII al X), convertidos al Islam para proteger el territorio que ejerció su predominio en la región, sometidos al Califato de Córdoba, y entonces aparece un tal Velasco que se convirtió en el héroe de la liberación  navarra. Una sublevación poco antes de terminar el siglo VIII terminó con la vida de Al-Mutarrif y proporcionó la jefatura a Velasco. Este caudillo fue reconocido por varias tribus como jefe y gobernó el territorio navarro hasta poco después del 816, fecha en que luchó en la batalla de Orón, junto al asturiano  Alfonso II.
Al morir Carlomagno hubo un intento frustrado de rebelión contra la monarquía franca. El fracaso y la muerte de los cabecillas dieron preminencia en las tierras vascas a la familia Íñigo y es con esta familia cuando los navarros adquieren la primacía sobre los núcleos del Oeste y del Este, cuyos jefes habían sido abatidos. Los vascos vieron así la conveniencia de aunar esfuerzos y designar a Íñigo Iñiguez apodado Arista o Aritza, sobrenombre que pudo significar el fuerte o el roble. El triunfo de este caudillo en la segunda batalla de Roncesvalles frete a las tropas carolingias en el 824 permitió a Íñigo instaurar en Pamplona el primer reino navarro.

ÍÑIGO ARISTA REY DE PAMPLONA 

La dinastía de los Arista gobernó sujetos a los emires cordobeses hasta comienzos del siglo X. Al romperse el entendimiento entre Banu Qasi y los Arista ocasionó que Navarra dependiera del reino asturleonés. Al desaparecer los reinos visigodos, Vasconia quedó sometida a la influencia de los reyes francos por un lado y por el otro al poder de las monarquías asturleonesa primero y al Condado de Castilla más adelante.
El rey asturleonés Alfonso III avaló la sustitución de la dinastía de los Arista por la familia Jimeno, eligiendo a Sancho Garcés (905-925). Las diferencias entre el condado de Castilla y León permitieron una autonomía a Navarra que se afianzó y desempeñó un importante papel por el cristianismo. Y se expandió hacia el sur. En el año 923 el rey pamplonés Sancho Garcés I junto a Ordoño II de León recuperan Nájera y La Rioja del dominio musulmán. Estos territorios quedan en manos de García Sánchez, hijo del anterior, denominándose Reino de Nájera. También se convierte en rey de Pamplona, estableciéndose en Nájera, con lo cual el reino pasa a llamarse Reino de Nájera-Pamplona.
La desaparición del Califato de Córdoba liberó a los navarros de enemigos por el flanco sur, lo que permitió a su rey Sancho III el mayor, (992-1035), concentrarse en sus ambiciones expansivas. 

Sancho III el mayor
 
Impulsó el reino, lo amplió, fomentó el camino de Santiago, acuñó moneda y celebró Cortes, originando una legislación. Estaba casado con la hermana del conde de Castilla, García Sánchez, y al morir éste asesinado, Sancho el mayor incorporó a su reino el condado castellano como protectorado y también otros condados como el de Gascuña y el de Barcelona que le rindieron vasallaje. Al casarse su hermana Urraca con el rey leonés Alfonso V, el rey navarro pretendió afianzar la unión de los reinos, pero al morir el leonés se avivaron las diferencias entre los reinos. Vermudo III rey de León, se casó con una hija de Sancho, Jimena, lo que animó a defender la causa de Vermudo contra los levantiscos nobles asturianos.
Sancho III el mayor (992-1035), fue el primer monarca moderno, el que siguió las prácticas europeas de feudalismo. Guarda para sí el título de Emperador hasta entonces reservado a los reyes de León. Facilitó la entrada de la orden del Cluny y abrió la ruta hacia Santiago a los peregrinos europeos. Pamplona consiguió su mayor hegemonía cuando se extendió desde Astorga, León, hasta Ribagorza, Huesca. O sea el límite de Galicia al de Cataluña, lo que suponía casi el tercio de la Península. Esto lo consiguió Sancho Garcés III que reinó entre el 1004 al 1035.
Muerto Sancho III el reino se desmembró. Como dejó entre sus hijos la herencia repartida. A García Sánchez le correspondió Navarra  y parte de lo que le correspondía de herencia materna. Castilla fue para Fernando, que desde entonces fue con la categoría de reino, y Aragón, también como reino a Ramiro. Los condados de Sobrarbe y Ribagorza fueron para Gonzalo. Estamos en el año 1035.
El último rey de Nájera, Sancho Garcés IV es asesinado por su hermano, con lo cual ya no existen los reyes de Nájera. Se divide el reino y la parte navarra quedó anexionada al Reino de Aragón, poniendo fin al "Reino de Nájera", pasando a denominarse Señorío de Nájera y Ducado de Nájera.
En el 1063 reina Sancho Ramírez I de Aragón y sucedió a su padre cuando murió en lucha contra la Taifa de Zaragoza que estaba ayudado por Sancho de Castilla, el futuro Sancho II, y por el joven Rodrigo Díaz de Vivar. Casado con su segunda mujer tuvo varios hijos del que destacan Alfonso, el que sería Alfonso I el batallador y Ramiro, el monje, que sería Ramiro II de Aragón. 

Sancho IV de Pamplona 

fue ayudado por Sancho Ramírez I de Aragón en su lucha contra Sancho II, el fuerte, rey de Castilla. Lo que se llamó la “Guerra de los Tres Sanchos”, derrotando al castellano.
Sancho Ramírez fue proclamado rey de Pamplona en el 1076 y se consideró a la vez rey de Aragón ejerciendo con total independencia. En el 1084 fue vencido por “el Cid” quien apoyaba a los musulmanes de la Taifa de Lérida-Tortosa-Denia en la batalla de Morella, Castellón. Tuvieron que levantar el sitio para hacer frente a los Almorávides que habían entrado en al-Andalus. Perdieron en la batalla de Sagregas en Badajoz. Después Sancho Ramírez prosiguió con la conquista de varias localidades de Huesca. Ayudó a Alfonso VI en la defensa de Toledo y firmó un tratado de ayuda mutua con el Cid, al que ayudó junto con castellanos, genoeses y catalanes en un intento de la toma de Valencia.
En 1093 muere Sancho Ramírez de un flechazo, en el asedio de Huesca cuando inspeccionaba una fortaleza.

CAPTURA DEL STANHOPE - 1710

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