viernes, 5 de enero de 2024

BENITO PÉREZ GALDÓS

Galdós nació en las Canarias, en las Palmas el 10 de mayo de 1843, y murió en Madrid el 4 de enero de 1920, hace hoy 104 años. Fue un novelista, dramaturgo, cronista y político.
Que un escritor haya llegado a ser tan popular como en su día lo fue Lope y tan universal como lo fue Cervantes habla de la importancia y de la magnitud de este escritor que supo entender al pueblo español, que conoció al país de primera mano y que aunque se le recuerda, no le tenemos en cuenta hoy en día como se merece. Decir Galdós es decir “Los Episodios Nacionales”. 


Evidentemente quien quiera conocer los sucesos que marcan al país desde la desastrosa batalla de Trafalgar, pasando por todo el siglo XIX, que si hay un siglo nefasto en España es ese, se hace necesario y primordial leer los “Episodios” para entender la política de los años siguientes. Nació a mediados del siglo XIX y murió en 1920. Con los relatos de primera mano de su padre, que había intervenido en la Guerra de la Independencia contra Napoleón y la época que le tocó vivir, es decir, el reinado de Isabel II, el de Amadeo de Saboya, la Primera República y la llegada de Alfonso XII, pudo componer los relatos de los “Episodios”, (50 novelas), una crónica de los sucesos que recogen la historia del país. Llegó de su Canarias natal a Madrid y eran frecuentes su visitas al primer Ateneo en la calle Montera, centro de charlas y discusión de la intelectualidad del momento, donde pudo trabar cierta amistad con gente incluso opositora a sus ideas progresistas, como Menéndez Pelayo, o Francisco Silvela. Allí conoció al que sería su gran amigo, Leopoldo Alas, Clarín.
Galdós era un hombre culto que prefería la lectura de Shakespeare, Dickens, Cervantes, Lope de Vega y Eurípides. Supo conocer al pueblo español viajando en ferrocarril y recorriendo el país, alojándose en hostales de segunda. Fumaba mucho y leía en las plazas escuchando las conversaciones de la gente, lo que le hacía conocer las inquietudes del personal. En 1881 se publica “La desheredada” que describe la sociedad de la segunda mitad del siglo. La historia de una prostituta le sirve al autor para descubrir unos personajes que ya no son estáticos y analiza el visión masculina del egoísmo y el romanticismo femenino que le conduce a su debilidad. Considerada por algunos estudiosos de su obra como la más cervantina. En 1886, por su amistad con Sagasta ingresa por el partido Liberal, en el Congreso como diputado de una provincia de Puerto Rico, que jamás visitó.


Allí pudo observar, como mudo parlamentario, el insólito mundo de la política que más adelante definiría como “novenable”. En 1897 ingresa como académico en la Real Academia Española pese a las oposiciones de los católicos. Su obra teatral “Electra”, estrenada en 1901, todo una denuncia contra la manipulación de los poderes de la Iglesia Española en la sociedad, interviniendo en los avances liberales después de la revolución “La Gloriosa” de 1868, hizo que la influencia de esos poderes se usaran para una revancha importante al impedir que Galdós fuera reconocido con el Premio Nobel de Literatura al que había sido propuesto en 1912. En 1909 junto a Pablo Iglesias, presidieron la coalición republicano-socialista, si bien Galdós, se apartó pronto “Por el acta y la farsa” según sus palabras y continuó con sus pocas energías ya a su labor de escritor. En sus últimos años fue perdiendo la visión completamente. Se fue endeudando continuamente. En enero de 1919 se descubrió en el Parque del Retiro de Madrid una escultura erigida por suscripción pública. Lloró de emoción al palpar la obra que un joven escultor había realizado sin cobrar.
Galdós murió en Madrid al año siguiente. Mucho se ha escrito que murió solo, pobre y olvidado. Pero solo es cierto en parte. 


Según crónicas de la época unas 30.000 personas del pueblo acompañaron al féretro hasta el cementerio. Si fue olvidado institucionalmente, según denunció Ortega y Gasset al día siguiente. Unamuno ese mismo día escribía que, “Leyendo su obra, nos daremos cuenta del bochorno que pesa sobre la España en que él ha muerto” No era costumbre que las mujeres acudieran a los entierros en aquella época, pero en el caso de Galdós, las mujeres del pueblo, las obreras, las madres y todas aquellas que sabían que aquel hombre las había entendido, que era un hermano, merecía ser acompañado por ellas en su último viaje.

jueves, 4 de enero de 2024

LA GRANDE Y FELICÍSIMA ARMADA ESPAÑOLA

Anoche tuve la desgracia de ver la película “Isabel, la edad de oro” que trata de los movimientos de la reina Isabel I de Inglaterra en los momentos en que su mala relación con el monarca español Felipe II, ve como éste decide enviar una fuerza naval contra Inglaterra.

La producción es de los estudios Universal Pictures, es decir que son americanos, no ingleses. Pero ya esperaba yo que pusieran en ridículo a España y quedaran los ingleses como víctimas que salían vencedores ante un enemigo atrasado y meapilas. Las fotos que aporto son del final de la película, donde ya las frases hablan claramente lo que por el mundo anglosajón nos conceptúan.
BATALLA DE LAS GRAVELINAS 


En 1585, como consecuencia de los constantes ataques de los corsarios ingleses a la flota española y del apoyo inglés a las Provincias Unidas de los Países Bajos, que en aquella época estaba enfrentada a España en la guerra de los Ochenta Años, se desataron las hostilidades entre Inglaterra y España, lo que  dio comienzo la guerra anglo-española.
En 1585 es cuando comienza la guerra. Francis Drake zarpó de Plymouth. Al alcanzar la costa oeste de Galicia, saquea las islas de Bayona y bloquea la villa de Vigo. Los vigueses acudieron a la defensa y obligaron a que huyeran abandonando su botín.
Rumbo de las Indias, desvalijó varias carabelas en La Palma y El Hierro de las Canarias y las islas de Cabo Verde. Atacaron la isla La Española y luego Cartagena de Indias.
La flota de Drake llegó a Portsmouth.
En 1587 dirigió una campaña contra la flota que Felipe II estaba preparando para invadir Inglaterra. En una expedición sin precedentes, la flota de Drake atacó y saqueó Cádiz, destruyendo más de 30 barcos destinados a la Armada Española. El éxito rotundo de la expedición de Drake retrasó un año más los planes españoles.
El famoso corsario, comerciante de esclavos, luego político y almirante Inglés al servicio de Isabel I de Inglaterra, hizo que a Felipe II se le hincharon las narices, supo de la ejecución de María Estuardo en febrero de 1587, una reina católica, ejecución ordenada por Isabel de Inglaterra, este hecho decidió al monarca español  a intervenir en Inglaterra. Además Felipe quería acabar con la piratería inglesa y sus constantes incursiones en las posesiones hispánicas. Por lo tanto, y al tratarse de una isla de poco menos de 3.000.000 de habitantes, de los cuales menos de un cuarto se encargaban de su protección, una fuerza militar anticuada y falta de experiencia, Felipe II estimó que un pequeño contingente sería suficiente para someter en pocas semanas todo el país
Lo que en un primer momento hubo fue  terror ante la reacción del monarca más poderoso de su era, Felipe II y pánico después ante la cercanía de la mayor flota, en esfuerzos, que ninguna nación ha conseguido nunca reunir, y, finalmente, estupor ante la posibilidad de un contraataque.
El propósito de Felipe II, tal y como incide en sendas cartas del 4 de septiembre de 1587 al marqués de Santa Cruz y al duque de Parma es el "restaurar Inglaterra para la Iglesia católica y poner fin a los ataques ingleses contra los intereses de España". Nunca existió la idea de ocupar y extender el imperio español a las islas, sino el de acabar con un enemigo muy concreto: la reina Isabel I de Inglaterra, de la casa Tudor. La monarca estaba en contra de los católicos y patrocinaba la piratería contra los intereses españoles con corsarios como Francis Drake.
España era un Imperio, el país más poderoso de Europa y tras el triunfo en la Batalla de Lepanto  en octubre de 1571, quedó clara la consolidación del poder naval español.
La expedición y el ataque se desarrolló desde el 12 de julio al 23 de septiembre de 1587.


NOTA FINAL DE LA PELÍCULA 

Otra cosa importante es la de denominar “Invencible” a la Armada Española. En el mundo anglosajón no ha hecho, en absoluto, desde 1588 y hasta hoy la nota predominante, siendo el término “Spanish Armada” el mayormente utilizado. Sin embargo, en España se ha dado pábulo a esa creencia de “Invencible” durante años. El padre Pedro de Ribadeneira en su “Tratado de la tribulación” de 1589 escribe: “Una armada grande y poderosa, y que parecía invencible, aprestada para volver por la causa de Dios y su santa fe católica, y acompañada de tantas oraciones y plegarias y penitencias de sus fieles y siervos, se haya deshecho y perdido por una manera tan extraña que no se puede negar, sino que es azote y severo castigo de la mano del Muy Alto”.
Con todos los datos anteriormente, creemos pues, que el término “Armada Invencible” si bien fue usado ocasionalmente en Inglaterra, cuando lo fuese, rara vez se hizo de una manera especialmente histriónica o denigrante
El ataque que llevó a cabo ocurrió en el contexto de la guerra anglo-española de 1585-1604.
Los españoles, a su vez, sufrieron cerca de 10 000 bajas debido a un feroz temporal que los sorprendió bordeando la costa occidental irlandesa. Un hecho muy importante, y que al mismo tiempo es poco conocido, es que los marinos ingleses fueron a su vez diezmados por causas ajenas al combate, ya que unos 9.000 marineros ingleses fueron víctimas de sendas epidemias de tifus y disentería que estallaron a bordo de los barcos ingleses inmediatamente después del enfrentamiento con la flota española. Además, el ambiente en Inglaterra tras la batalla distó mucho de ser la algarabía de fervor patriótico y festejos.
Hasta la altura del Canal de la Mancha no se efectuó el único gran combate de toda la campaña, por llamarlo de algún modo, pues Francis Drake no tuvo más ocurrencia que prender fuego a sus barcos y estamparlos contra la armada (los llamados brulotes) causando ciertos estragos. Bien, el resultado del único enfrentamiento directo fue el de un solo barco español hundido.
Temerosos de iniciar un prolongado enfrentamiento, la armada inglesa se batió en retirada. La flota española, exhausta, con sus objetivos demasiado desdibujados, incapaces de llegar a ningún puerto aliado y con numerosas pequeñas averías se vería obligada a rodear la isla británica. Las condiciones fueron horribles. Los pequeños arañazos alcanzados por los ingleses fueron transformando los barcos en ruinas flotantes por las tempestades y la defectuosa cartografía portada por los españoles.


NOTA FINAL DE LA PELÍCULA 

Esto es la gran victoria por la que brindan: que los españoles tuvieran que dar media vuelta debido al temporal y a la imposibilidad de combate. Y es que más que una victoria Inglesa fue un cúmulo de desastrosos contratiempos que bien resumió Felipe II en su célebre frase: “Yo envié a mis naves a pelear contra los hombres, no contra los elementos”.
En 1589 Inglaterra llevó a cabo una expedición militar para destruir los barcos españoles que estaban siendo reparados en La Coruña, Santander y San Sebastián, así como para iniciar una insurrección antiespañola en Lisboa. Esta expedición fue conocida como Contra armada y fracasó en sus objetivos. En la batalla de La Coruña fueron rechazados.
La Contra armada inglesa, desplegó unas 160 naves de varios tipos y perdió 40 navíos entre hundimientos y capturas causando fuertes pérdidas en las arcas inglesas. A la vez permitió la reconstrucción de la flota española. Ayudados por corsarios, los ingleses continuaron con sus robos en alta mar. Pero un sistema de escolta frustró los ataques. Expediciones de piratas como Martin Frobisher y John Hawkins fueron derrotadas. El navío “Revenge” uno de los más importantes de su marina fue apresado cerca de las Azores en la Batalla de Flores (1591), cuando una flota inglesa pretendía capturar la Flota de Indias. En 1592 Pedro de Zubiaur vencía a un convoy inglés de 40 buques incendiando la nave capitana y capturando otros tres barcos. En 1593 en la batalla de Blaye derrotaba a una pequeña flota de seis buques ingleses hundiendo sus dos unidades principales.
Entre 1595 y 1596, Drake y Hawkins murieron en las derrotas sufridas por los enfrentamientos de una expedición inglesa contra los asentamientos españoles en el Caribe, primero en Las Palmas de Gran Canaria y luego en diferentes localizaciones caribeñas.
Muere Felipe II en 1598 y su hijo Felipe III de España proseguiría la guerra contra Inglaterra. En mayo de 1600 se iniciaron conversaciones de paz en Boulogne-sur-Mer, que no dieron resultado
Aprendida  la lección de la forma de combatir de los ingleses, la mejora en la escolta de las flotas procedentes de América y la rápida recuperación ente las pérdidas militares, muertos la reina inglesa y los corsarios Drake y Hawkins, se debilitó la decisión inglesa y el sucesor Jacobo I firmó un tratado de paz en Londres, posiblemente favorable a Felipe III, en 1604.
Ahora son los prestigiosos historiadores británicos Geoffrey Parker y Colin Martin, expertos en Historia Naval del periodo, quienes publican un gran volumen sobre la mítica historia, La Gran Armada. Un nuevo acercamiento a "la historia de la mayor flota jamás vista desde la creación del mundo" a través de un tocho de 800 páginas que, si te descuidas, lo acabas en tres días.

miércoles, 3 de enero de 2024

ORIGEN DE CRISTÓBAL COLÓN

Existen hipótesis en abundancia sobre el asunto, algunas descabelladas, otras risibles, inverosímiles y hasta de procedencia extraterrestre. En fin, de todo hay. 
Así, de vez en cuando, se leen noticias sobre intentos de examinar el ADN de los restos de las dos supuestas tumbas de Colón en Sevilla y en la República Dominicana para compararlo con el de las familias hispanas que portan ese apellido. Tales verificaciones no probarían que Colón hubiera nacido allí, salvo que se pudiera seguir el rastro del árbol genealógico de los sujetos correspondientes hasta mediados del siglo XV.
Su hijo don Hernando, sabía la procedencia de su padre, pues  esclareció de modo transparente, aun cuando sus precisiones hayan pasado inadvertidas.
Sin salir de España, se ha considerado a Colón castellano de Guadalajara, convirtiéndolo en hijo ilegítimo del conde de Treviño, Diego Gómez Manrique, lo que explicaría el silencio sobre una mancha que todos los contemporáneos acordaron callar. Para algunos, era extremeño y para otros gallego, se insistía con forzadas referencias lingüísticas y toponímicas en la pretendida identidad gallega. También se le ha hecho catalán de distinto pelaje, pues si, para unos, luchó junto a Renato de Anjou, para otros lo hizo a favor del príncipe de Viana. Ibicenco, por creer erróneamente que algunos de los nombres que dio Colón a los lugares descubiertos solo se hallan en Baleares.
Se ha pretendido identificarlo como hijo del príncipe de Viana y en consecuencia, como sobrino de Fernando el Católico, lo que habría obligado a silenciar su origen. No ha faltado tampoco la defensa de una ascendencia judía, buscada desesperadamente por muchos en las más destacadas figuras de la Castilla cuatrocentista. 
Otros le han adjudicado una procedencia judaica remota, como hizo Salvador de Madariaga, quien alegó que el descubridor, aun cuando genovés, descendía de judíos españoles, emigrados generaciones antes, de manera que la facilidad con que se movió más tarde por la corte castellana se habría debido a los conversos que rodeaban a los reyes.


CELSO GARCÍA DE LA RIEGA


Desechados el origen hispano y la presunta ascendencia judía, que carecen de la más mínima base, hay que remachar que el propio Colón se consideraba extranjero en Castilla. Así, por ejemplo, en el Diario del primer viaje, al dar cuenta de la gran tempestad que se desató a su vuelta, el 14 de febrero de 1493, comenta, entre otras cosas, que "le dava gran pena dos hijos que tenía en Córdoba al estudio, que los dexaba güérfanos de padre y madre en tierra estraña” Y en declaraciones notariales, pleitos o cartas él y sus hermanos se confesaron foráneos. Igualmente, los coetáneos con los que mantuvo trato lo juzgaron extranjero: verbigracia, en un documento del tesorero Francisco González, firmado en Sevilla, el 5 de mayo de 1487.
En dicho documento se le cita como "Cristóbal Colomo extranjero"; como "Colomo extranjero" se le nombra también en una cédula de 12 de mayo de 1489, al concedérsele ayuda para su traslado a la corte; Juan Martín Pinzón, hijo de Martín Alonso Pinzón, lo calificó en 1535 como “estranjero destos reinos”.


VILLAGARCÍA DE AROSA-PONTEVEDRA

Todas estas declaraciones coinciden con el examen de la lengua empleada en sus múltiples escritos, la cual tenía como cimiento el castellano, si bien, como en repetidas ocasiones remachó Bartolomé de Las Casas en su Historia de las Indias (cuya primera redacción corresponde a los años 1527-1531,aunque admite interpolaciones posteriores), no lo hablaba bien por “ser natural de otra lengua”, pues “en Castilla no había nacido”, de modo que algunas de sus palabras eran “no de perfecto romance castellano, como no fuese su lengua materna”, sino palabras “defectuosas cuanto a nuestro lenguaje castellano, el cual no sabía bien”.
Por supuesto, a partir de su estancia y matrimonio en Portugal, se ha barajado asimismo, al menos desde la segunda década del siglo XX, la ascendencia portuguesa.
Años antes, un reconocido investigador español suponía que en Castilla pudo estimársele durante cierto tiempo como portugués a causa de los años de residencia en el país vecino, además de por su matrimonio y sus portuguesismos; pero no pasa de ser una conjetura más o menos posible. Fuente: Nicasio Salvador, Catedrático de Literatura Medieval.


La capital romana de la cristiandad en oriente, Constantinopla cayó en manos musulmanas en mayo de 1.453. Esa ciudad era por entonces el centro de la cultura, la religión y el comercio. Génova, una ciudad-estado vio perder sus colonias. Peligraba el comercio de Europa occidental. Evidentemente había que encontrar un camino alternativo. Colón que era joven pudo presenciar el ocaso de Génova y a los 25 años se marchó en una expedición comercial a Occidente. Portugal fue su destino. Esto es parte de la teoría de que era genovés. 
La teoría de que fuese gallego se inició con Celso García de la Riega, un historiador y escritor español, impulsor de la teoría gallega de Colón, fue el primero en atacar abiertamente la teoría genovesa en una conferencia realizada en Madrid en 1898 a petición de la Sociedad Geográfica de Madrid. Según el investigador Colón era gallego porque escribía en el gallego de aquella época, con los mismos giros, y por la toponimia, porque los nombres de los sitios que fue bautizando en el descubrimiento constituyen un calco de las Rías Baixas, de las costas pontevedresas, de hecho hay más de 200 lugares que coinciden. Además en ese momento el único sitio del mundo en donde existía el apellido Colón tal cual, sin que fuese Colombo ni Colóm ni nada por el estilo era en Pontevedra. Además se sabe que Cristóbal Colón era noble, un personaje que era recibido por los reyes, tanto los castellanos como los portugueses, franceses, ingleses, todos lo trataron como noble antes, durante y después del descubrimiento, tanto a él como a su hermano Bartolomé y en esa época ningún plebeyo podría tener acceso a esas cortes, llegar a donde llegó Colón, si no era de origen noble. Entonces había que buscar un noble gallego que tuviera tratos que tuviera tratos con la corte portuguesa y castellana, y en 1976-77 Alfonso Philippot enlaza a Pedro Álvarez de Sotomayor, apodado Pedro Madruga (por combatir de madrugada),  con Cristóbal Colón y todo empieza a tener forma.
Supuestamente muere en 1486, pero más que morir desaparece porque no hay entierro, no se encuentra el cuerpo, nadie lo reclama, y casualmente el día que Cristóbal Colón visita a los Reyes Católicos está documentado que es el mismo día que Pedro Madruga visita a los monarcas, en la misma corte, en el mismo día y a la misma hora, estuvieron sentados en el mismo banco. Después desaparece misteriosamente y no se sabe nada de él pero curiosamente aparecen más de 100 documentos que lo dan por vivo hasta 1506. Se trata de reclamaciones de dinero, pleitos etc. donde se menciona a Pedro Madruga como una persona viva. ¿Por qué habría cambiado su identidad, si los reyes sabían quién era realmente? ¿Para qué promover tanta confusión sobre su identidad? Pedro Madruga (realmente Pedro Álvarez de Sotomayor),  había sido uno de los varios nobles enemigos más importantes de los Reyes Católicos en la guerra de Sucesión de Isabel y Fernando contra el reino de Portugal, pero ya habían pasado muchos años y en ese momento ya no había problemas, los reyes sabían perfectamente quien era Cristóbal Colón pero públicamente no podían darle todas las posesiones que le dieron llamándose Pedro Madruga porque el resto de la nobleza se les echaría encima, después de que Madruga hubiese sido un enemigo declarado. La clave es que Pedro Madruga conocía los secretos mejor guardados de la navegación portuguesa, era un experto navegante (algo que muy poca gente sabe), entonces los reyes lo que hicieron fue decirle que no le devolverían el condado de Sotomayor. Pero “a cambio de lo que te daré me entregarás esos secretos de la navegación de Portugal”. Y ahí empezaron las negociaciones, aclarando que le darían mucho, concesiones que no se las habían dado a nadie, a cambio de que esos secretos fuesen para Castilla, se ocultaría el nombre de Madruga, se usaría el apellido materno etc. De hecho hay varios autores contemporáneos a Colón que lo llaman Pedro Colón, en la corte y también en Portugal. ¿Cómo había sido hasta entonces la vida de Pedro Madruga? Era hijo natural del señor de Sotomayor, que lo mandó a estudiar con Esteban de Soutelo, su tío. Los Soutelo estaban emparentados con los Colón. Lo manda al monasterio, de ahí sale a los 14 años, se hace a la mar y se marcha a Portugal y aprende todo de la navegación de la mano de su hermano, Bartolomé Colón, casualmente una persona cuya vida es tan misteriosa como la de su hermano, pero ahora se sabe que Pedro Madruga tenía un hermano de padre y de madre, que se llamaba realmente Joao Goncalves de Sotomayor, que encaja totalmente, absolutamente, con Bartolomé Colón. Joao Goncalves era hijo del mismo padre y de la misma madre, que nosotros creemos que era Constanza de Colón.
El libro de García de la Riega recoge las últimas investigaciones sobre la teoría coloniana. Además de ello hay varios detalles, por ejemplo que se hablaba de un centenar de topónimos de la ría de Pontevedra, nombres con los que Colón fue bautizando localidades en el descubrimiento, pero gracias a Portos del Estado, que sacó hace un par de meses un mapa con las coincidencias de los nombres de la ría, hoy sabemos que son casi 200 topónimos, solo un marinero muy experimentado, un gran conocedor de las rías gallegas, podría saber tal número de nombres.
En 1917 y en 1928 se realizan estudios sobre los papeles que aporta García de la Riega que ya había fallecido sin conseguir aclarar con seguridad su antigüedad. Finalmente el caso fue reabierto y estudiado ya con técnicas modernas, sobra la documentación aportada por de la Riega. El 23 de mayo de 2013, María Del Carmen Hidalgo Brinquis -Jefa del Servicio de Patrimonio Documental del IPCE- dio una conferencia sobre los análisis efectuados a los documentos, después de dos meses de estudios y se obtuvieron las conclusiones. El papel de los documentos era del Siglo XV, con Filigrana, marca de agua de la época. Las tintas se correspondían con las tintas empleadas en el siglo XV. Mediante fotografías comprobaron que los papeles no fueron: raspados ni tachados, con intención de engañar, es decir, no había intención dolosa por parte de García de la Riega.
En colaboración con la policía científica, comprobaron que lo escrito por encima era lo mismo que aparecía debajo, es decir, que García de la Riega lo que hizo fue avivar o recalcar por encima las letras que ya estaban escritas con la intención de resaltar los nombres que aparecían en los documentos, es decir apellidos De Colón.

martes, 2 de enero de 2024

PRIMERA VUELTA A LA TIERRA -MAGALLANES - ELCANO

 

Hace mucho tiempo recibimos en clase de secundaria la lección oral del profesor de historia y narró la gesta de la primera vuelta al mudo. Tal fue el impacto que despertó en mi un interés por la historia. Y con un buen amigo  y compañero lo hemos comentado. Nada de apuntes, sólo la narración que parecía una magnífica novela de aventuras. Muchas décadas después, mi amigo y yo, en continentes diferentes, seguimos recordando aquella clase como si hubiera sido un momento estelar de nuestra vida. Y quizá lo fue, ya que a partir de entonces necesitamos empaparnos del conocimiento de hechos pasados, de gentes y lugares que marcaron la ruta de la historia con mayúsculas. No soy historiador, ya quisiera, sino un mal aficionado que recién ahora puede dedicarle algo de tiempo a la lectura y a contar lo que lee. Es tan amplia y tan inmensa la cantidad de narraciones posibles, que me he centrado sólo en aquello que se refiere a España e Hispanoamérica. Gracias a aquél profesor supe que para un europeo del siglo XV o XVI era muy difícil imaginar un mapamundi de aquellos tiempos. No habían viajado por toda la tierra conocida. Tenían los escritos antiguos y mapas de navegación, pero eran reconstrucciones de viajes hechos por hombres de mar que antiguamente habían surcado las aguas. Y de viajeros, casi aventureros, que se habían internado en remotos países, con otras costumbres, diferentes idiomas y comerciado con ellos con productos nuevos en Europa. Sin embargo, por el siglo XV la gente culta ya sabía de la redondez de la tierra, pero no estaba demostrado. Colón llegó a lo que el pensaba que era la India, pero no era cierto y murió sin saber que había descubierto un nuevo continente. El que supo explicarlo fue Américo Vespucio en 1503. Pero aún quedaba por seguir navegando hasta llegar a las tierras de las especias, que había sido el objetivo de Colón.


El deseo de llegar por las rutas de Occidente a las islas de las Especias, la acababan de descubrir los portugueses navegando por las costas africanas, pasando por el Cabo de Buena Esperanza. Los portugueses tenían colonias por las costas de África y Asia, controlaban las rutas a las islas de las especias en dirección este. La primera vuelta al mundo partió de la idea de Hernando Magallanes, un marino portugués nacido en 1480, experto en las artes de navegar e intrépido aventurero. Había realizado unos primeros viajes por la India y Malaca entre 1505 y 1511, regresando a Portugal sabedor de la enorme riqueza que generaba la importación a Europa de las especias asiáticas.  Su proyecto trataba de buscar una ruta alternativa a la ya establecida por la corona portuguesa, en dirección oeste buscando un estrecho marítimo en América que permitiera pasar al mar del Sur, el mismo que la expedición de Vasco Núñez de Balboa llamó también Pacífico. Pero su proyecto fue rechazado por el monarca luso Manuel I el Afortunado. 
MAGALLANES
Sólo España tenía las condiciones necesarias para abordar semejante proyecto. Tenía además de la experiencia marinera, el conocimiento geográfico y cartográfico, la audacia humana, la voluntad política y los recursos económicos para emprender tal aventura marítima. Por eso, en 1517 Fernando de Magallanes viaja hasta Sevilla, donde se puso en contacto con Juan de Aranda, factor de la Casa de Contratación. Ambos consiguieron que en 1519 llegase su proyecto expedicionario a manos de Carlos I quien recibió al portugués en Valladolid, la capital de España. El objetivo era llegar a las islas Moculas para obtener especias. El plan consistía en abrir una ruta por el oeste, rodeando el continente americano por su extremo sur, y pasando sólo por dominios españoles. Surgió una dificultad diplomática, ya que según el Tratado de Tordesillas firmado en 1494 entre Castilla y Portugal, ambos países se habían repartido el mundo en dos mitades. Por tanto, si las islas Moculas quedaban del lado luso, Carlos I quebrantaría las relaciones diplomáticas con Portugal. Magallanes, basándose en los mapas de su tiempo, creyó que el camino occidental es viable y que las primeras islas asiáticas están cerca de la barrera americana. El rey de España confió en la empresa y puso al portugués al frente de 265 hombres y cinco barcos: la capitana Trinidad, la Concepción, la Victoria, la Santiago y la San Antonio. Es la llamada Flota de las Malucas. Juan Sebastián Elcano, un marino guipuzcoano con amplios conocimientos náuticos. tuvo conocimiento del proyecto y tomó partida en él como contramaestre de la nave Concepción.
 ELCANO
La expedición parte de Sevilla el 10 de agosto de 1519. Tras una prolongada escala de avituallamiento, el 20 de septiembre la expedición zarpó definitivamente de Sanlúcar de Barrameda, Cádiz,  partieron del puerto de Sevilla el 10 de agosto de 1519. Cruzaron el océano Atlántico en dirección a Sudamérica. Bordeando la costa de Brasil, hicieron un breve descanso en Río de Janeiro y exploraron la gran boca del Río de la Plata y el litoral de la Patagonia. Pero comenzaban a surgir los problemas y las desconfianzas de la tripulación con respecto a Magallanes debido a varios motivos: el primero era que Magallanes mantenía en secreto el objetivo de su viaje, lo cual inquietaba al resto de capitanes; el segundo, los capitanes españoles desconfiaban en buena parte por las discusiones establecidas en Sanlúcar con agentes portugueses; y tercero, la costa suramericana parece interminable, no aparecía ningún paso hacia el otro lado y, además, a bordo hacía un frío insoportable. La armada navegó por el hemisferio sur, donde en invierno empieza en marzo, las temperaturas eran tan bajas que decidieron invernar en la bahía de San Julián, en la Patagonia, donde hubo un intento de sublevación. Magallanes pudo resolver el problema con astucia, pero fue severo con los cuatro cabecillas del complot.


 Más bien prefirió contemporizar con unos marineros muy necesarios para continuar el viaje. Uno de los más beneficiados por aquella indulgencia fue Elcano, subordinado de Gaspar de Quesada, que estaba entre los cabecillas del motín. Elcano se vio atrapado en un conflicto de fidelidades: o seguir al capitán de su barco, o seguir al jefe de la expedición. Primero se amotinó, pero luego contribuyó a sofocar el motín, ganándose la confianza de Magallanes. Sobreviven durante cinco meses bajo el frío, cazando animales como avestruces, zorros y moluscos y derritiendo el agua de bloques de hielo. La nao Santiago, durante un reconocimiento, se estrella contra la costa por un temporal, sin consecuencias. Y toman contacto con los indios tehuelches, los "patagones" por las enormes huellas que sus abarcas dejan en la nieve. El 21 de octubre de 1520, se adentraron en el deseado paso al que Magallanes bautizó como estrecho de Todos los Santos y de las Once Mil Vírgenes. El 28 de noviembre salieron al mar del Sur, al que denominaron con el nombre de mar Pacífico o mar de las Damas por los suaves vientos alisios que soplaban. Por él navegaron durante tres meses en condiciones calamitosas, los marineros mueren a mansalva al carecer la tripulación de agua y provisiones frescas y, en consecuencia, padecieron de escorbuto. Cuando los víveres se agotaron, llegaron a alimentarse de cuero, ratas, cucarachas y todo lo que encontraban. En enero de 1521 llegaron a la isla de Guam. Luego llegan a Cebú, perteneciente a Filipinas, establecen buenas relaciones con los indígenas y descansan. Pero luego los nativos se revelan y son atacados. Magallanes pereció en la llamada batalla de Mactán con una tribu cebuana encabezada por el jefe tribal Lapu-Lapu, en la isla filipina de Mactán. Magallanes había desembarcado con 60 hombres armados pero los aborígenes contraatacaban con flechas envenenadas. Realmente los había infravalorado. Hubo otra emboscada donde muere otro capitán. Decidieron hundir la nao Concepción porque estaba carcomido el casco por los moluscos. La cada vez más mermada tripulación se repartió entre las dos únicas naves efectivas. Gonzalo Gómez de Espinosa mandaba la Trinidad, y Juan Sebastián Elcano recibía la Victoria. Elcano, al mando de la expedición, llegaron a las Molucas, el archipiélago de las ricas especias, a finales de 1521. Allí, en la isla de Tidore, establecieron tratados con los príncipes nativos y cargaron un importante cargamento de especias, con lo que se cumplió el objetivo del viaje. En diciembre, la expedición se divide. La Trinidad sufre una avería, por lo que se acuerda su permanencia en las Molucas. La proximidad de los portugueses, hizo que Elcano al frente de la Victoria pusiese rumbo al oeste. Allí se gestó el proyecto de dar la vuelta al mundo. Regresar a España por el océano Índico suponía la violación del Tratado de Tordesillas. Acompañado de 47 españoles y 13 naturales, arribó a la isla de Timor, ya en 1522, donde supo de la existencia de otras tierras e islas, las actuales China, Java e Indonesia. La expedición de Elcano cruzó el océano Índico por una ruta lo más meridional posible, pasando un calvario de hambre, sed y enfermedades. Por otra parte, el rey Juan de Portugal se propuso sabotear la nueva ruta, por eso, ordena a todos los puertos portugueses que negaran cualquier ayuda a las expediciones españolas. El 19 de mayo de 1522, doblaron el cabo de Buena Esperanza. En Cabo Verde, en el África occidental, Elcano decide enviar a trece hombres. La colonia es de dominio portugués, y su gobernador se ofrece a comerciar, cuando consiguieron agua y comida, cometen el error de pagar en especias, descubriendo su ilegal procedencia, por lo que los marineros son apresados. Es en Cabo Verde donde supieron que llevaban un día de retraso como consecuencia de haber navegado de este a oeste, dando la vuelta a la Tierra. Un descubrimiento más, comprobado empíricamente por la expedición. Elcano comprenden la situación, nadie puede aportarles ayuda, y pone rumbo final por la costa oeste del Atlántico hacia España. Muchos días y días interminables por el Atlántico, los supervivientes navegaron sin probar alimento fresco. El escorbuto se cebó en los hombres, a los enfermos se les hinchaban las encías y se les caían los dientes, muchos murieron completamente extenuados entre grandes dolores.   Cuando ya estaban cerca, una enorme tormenta desvía la nao Victoria hacia las portuguesas islas Azores. Por fin, después de tres años menos catorce días de navegación, el 6 de septiembre de 1522 la expedición al mando de Magallanes-Elcano, tras recorrer 14.000 leguas, entraba en el puerto gaditano de Sanlúcar de Barrameda. Llegó con sólo 18 supervivientes, exhaustos, hambrientos y enfermos, a bordo de la nave Victoria, la única que quedaba de las cinco que partieron, eso sí, con las bodegas cargadas de especias. Los 18 supervivientes que llegaron a Sevilla se dirijen a la iglesia y arrodillados llegan al altar a agradecer a Dios el haber podido volver con vida. El cargamento traído en la nao Victoria es de 381 sacos. Su venta en el mercado español y europeo cubre los gastos de la expedición y arroja un beneficio. Carlos I, Rey de España y el V Emperador del Sacro Imperio Romano Cristiano llenó de honores a los héroes, recibió personalmente a todos los supervivientes y, además, se preocupó de que fueran liberados los marineros apresados por los portugueses tanto en Filipinas como en Cavo Verde. Elcano recibió una cuantiosa renta anual y un escudo de armas cuya cimera, un globo terráqueo, lleva la leyenda “Primus circumdedisti me” (El primero que me diste la vuelta).

CRISTOBAL COLÓN Y LA FUERZA DE SU PASIÓN - (1)

Para un europeo del siglo XV era muy difícil imaginar un mapamundi de aquellos tiempos. No habían viajado por toda la tierra conocida. Tenía...