martes, 30 de enero de 2024

CATEDRAL DE SANTIAGO DE COMPOSTELA


La tumba de Santiago el Mayor fue descubierta una noche del 813 en el monte sagrado del Libredón, bajo una lluvia de estrellas, y sería la piedra fundacional de una prodigiosa Catedral y de una ciudad que, desde entonces, atraería las huellas de los caminantes hasta convertirse en un destino con el rastro y el eco de toda Europa. Así ocho siglos después de la muerte del Apóstol Santiago, un ermitaño llamado Pelayo o Paio dijo que vio una estrella posada en el bosque Libredón. Se lo comunicó al obispo Teodomiro, obispo de Iria Flavia. Fueron allí y descubrieron en la espesura la antigua capilla, donde existe un cementerio de la época romana. El hallazgo del supuesto sepulcro coincide con la llegada al reino astur de mozárabes huidos de las zonas dominadas por los musulmanes, buscando poder practicar sus creencias religiosas.

Alfonso II de Asturias (760-842), “el Casto”, fue el primer rey que viajó devotamente al enterarse de la noticia del hallazgo del sepulcro del Apóstol, de forma que se le puede considerar el primer peregrino jacobeo. Entre los años 820 y 830 fue cuando se descubrió la cámara sepulcral, posiblemente romana, conteniendo los restos del Apóstol y dos de sus discípulos. Fue muestra de su fe la construcción de una pequeña iglesia, donde se cree que reposan los restos del Apóstol. Aproximadamente desde el año 921, con el hallazgo de las presuntas reliquias del Apóstol y con el beneplácito de Carlomagno, que quería defender sus fronteras de invasiones árabes, Compostela se convertirá progresivamente en un centro de peregrinaje.


La construcción de un sitio destinado a rendir culto a los restos del apóstol Santiago, tenía sus raíces en torno al siglo II, en un mausoleo pagano de Compostela (Campo de Estrellas) que contenía los restos de dos mártires cristianos. Este edificio sepulcral, despertó el interés del obispo Teodomiro, quien en torno a 829, identificó los restos como pertenecientes al apóstol Santiago y a dos de sus discípulos, Atanasio y Teodoro.
Pero Almanzor el invasor musulmán, sobre el año 997 quemó el templo prerrománico dedicado a Santiago, respetando el sepulcro. Las peregrinaciones por el Camino continuaron de todas formas. Se reconstruyó, pero se quedaba pequeña para atender a los fieles.  Ya la iglesia se quedaba pequeña para albergar tanta gente, por lo que Alfonso VI, el Bravo, inició las obras de la catedral románica en el año 1075, con unos 50 canteros, datos que nos ofrece en detalle el famoso Códice Calixtino. La construcción de la Catedral comenzó promovida por el obispo Diego Peláez. 

Tras derruir una parte de las antiguas construcciones, el sepulcro pasó a figurar en el presbiterio y más tarde se impulsó las obras del primitivo claustro, los trabajos se mantuvieron de forma intermitente, hasta quedar completada en 1105.
El número de peregrinos aumentó considerablemente gracias a contactos culturales entre las naciones europeas. La noticia se extiende por toda la Europa cristiana y los peregrinos comienzan a arribar al venerable lugar del sepulcro, el denominado “Campus Stellae”, que devendrá en el famoso vocablo Compostela.
Un privilegio concedido en 1122 por el papa Calixto II declaró que serían “Año Santo” o “Año Jubilar” en Compostela todos los años en que el día 25 de julio, día de Santiago, coincidieran en domingo; este privilegio fue confirmado por el papa Alejandro III en su bula Regis aeterni en 1179. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1896,2​ y la ciudad vieja de Santiago de Compostela, que se concentra en torno a la catedral, fue declarada bien cultural Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985.

Ya en el siglo XV, la iglesia se convirtió en centro de peregrinación de la Cristiandad, dando origen a los que llamamos “El camino de Santiago”, que desde luego hay muchos.
Por esta vía se expandieron en la Península los nuevos estilos arquitectónicos que triunfaron en Europa.
La gran catedral ocupa una superficie de ocho mil metros cuadrados. Ya en el siglo XII tiene nueva naves inferiores y tres superiores. La primera y principal es la que se extiende des la puerta  principal  hasta los cuatro pilares centrales que sostienen la iglesia  y a su lado hay don naves pequeñas.

Las tres naves principales se extienden a los más alto de la basílica, Rodean el templo veinticinco capillas y la actual cúpula  gótica del crucero sustituye a la linterna románica originaria.
Pero lo más extraordinario de la catedral es su exterior, sus magníficas portadas, tres principales y otras siete pequeñas.
La fachada que mira a occidente es el “PÓRTICO DE LA GLORIA" realizada en el 1188 por el maestro Mateo. Obra cumbre de la escultura románica que se desarrolla en un pórtico con tres arcos. En el central se representa la Gloria, destino final de los justos, presidida por un gran Cristo resucitado. En el izquierdo al pueblo judío esperando en el Limbo de los Justos la llegada de Cristo y en el derecho el Juicio final al que serán sometidos todos los seres humanos.

La gran fachada barroca del OBRADOIRO, del siglo XVIII, es obra de Fernando Casas y Novoa, (1738-1750) Arriba, en el centro, aparece la figura de Santiago Apóstol, en medio la urna y la estrella (representación de las luminarias que vio el ermitaño Pelayo) entre ángeles y nubes. Una combinación de piedra y vidrio, destacando el gran ventanal del cuerpo central, de los mayores anteriores a la Revolución Industrial.
En la fachada de las PLATERÍAS destaca el desbordamiento de la escultura fuera del marco de los tímpanos, donde se narra el ciclo de la Redención. La naturaleza divina queda reservada al tímpano de la izquierda, presidido por las figuras del Salvador y el colegio apostólico. En las jambas, escenas del Génesis y la figura elegante del rey David. La Puerta Santa, barroca (1611), sólo se abre los años santos. En la de Platerías encontraremos la única fachada románica que se conserva de todo el templo, haciendo honor al oficio que allí se llevaba a cabo.


La fachada este o de la QUINTANA tiene dos puertas. La puerta santa está dedicada a Santiago y a su lado los discípulos Teodoro y Anastasio. A ambos lados de la puerta están colocadas veinticuatro estatuas sedentes de Apóstoles, patriarcas y profetas. La otra es la puerta real, cuyo nombre hace alusión al escudo que tiene. Y la Puerta Santa y rodeado por la casa de la Parra y el convento de la Quintana de Vivos.
La fachada da ACIBECHERÍA (Azabachería), es neoclásica (Ventura Rodríguez y Lois Monteagudo), antiguamente Puerta del Paraíso, por la que entraban los peregrinos. Corresponde a la zona Norte de la Catedral y fue, durante mucho tiempo, la puerta principal del templo. 

En la plaza, los peregrinos lavaban sus manos y harapos. El nombre de esta fachada viene dado por el gremio de los “azabacheros”, en cuyo material Compostela era destacada y  de nuevo en honor a los puestos de venta ubicados en la misma; a día de hoy aún podremos encontrar algunos de ellos aquí mismo.
Varias plazas rodean esta mastodóntica catedral.
Por último, la catedral se encuentra custodiada por la plaza de la Inmaculada y por la de Azabachería.
Cabe resaltar la parte superior de la catedral: sus cubiertas. Estas se pueden recorrer bajo previa reserva gracias a una visita guiada.

lunes, 29 de enero de 2024

PARADORES NACIONALES- LEÓN

 Fortalezas árabes, antiguos conventos, palacios, castillos medievales…  Edificios singulares antiguos recuperados para hoy, con el objeto de que el viajero tenga la ocasión de alojarse entre viejos y nobles muros, donde la sombra del pasado todavía cobija recuerdos imperecederos grabados  en la piedra, el adobe, la madera, en las escaleras, en las habitaciones y pasillos, en comedores y salones; donde las esculturas, pinturas y la propia arquitectura nos hablan de nuestra larga, grande y formidable historia.

De las mejores ideas y realizaciones que se han hecho en España aprovechando lo que hay, mejorando su situación, conservando y además consiguiendo un beneficio. Buena forma de mantener y utilizar nuestro gran patrimonio arquitectónico histórico-artístico. En realidad son una serie de edificios históricos convertidos en hoteles de categoría, localizados en sitios privilegiados, muy bien seleccionados. Podría haber muchos más, pero el dinero manda. Detrás de esto está la empresa “Paradores de Turismo de España, S.A”. que es una empresa cuyo capital es, en su totalidad, de la Administración General del Estado. Es decir de toda España. La empresa cuenta con un valioso patrimonio histórico, seguramente en su aspecto artístico el más valioso del mundo en manos de una cadena hotelera, con edificios, de los cuales 45 están declarados Bien de Interés Cultural. Además conserva entre su oferta una propuesta de gastronomía propia de la zona en que se encuentra cada Parador, recuperando la cocina tradicional del lugar.

En 1926 el Marqués de la Vega-Inclán fue la persona de la cual nace este gran proyecto, convertido en realidad, por suerte. Construyó un alojamiento en la sierra de Gredos, que sería el primer Parador. Posteriormente se constituyó la Junta de Paradores y Hosterías del Reino. Parajes de belleza, poblaciones con riqueza cultural e histórica donde se encontrarán monumentos históricos y artísticos factibles de remodelar y convertirlos en hotel. Esa fue la idea original. Y así se hizo. Al de Gredos siguieron otro en Alcalá de Henares, Madrid, en Ciudad Rodrigo en Salamanca, el de Oropesa en Toledo, el de Úbeda en Jaén. Y el de Mérida en Badajoz. Esto hasta 1933. A la vez se construyeron doce Albergues de Carretera, que posteriormente también fueron Paradores. En la década de los 60, durante el ministerio de M. Fraga, fue cuando la red de Paradores alcanzó más impulso y llegó a tener 83 Paradores. Pero ahora hay 98 (hay uno en Portugal). Luego se perdieron los que había en Marruecos. En la década de 1980, algunos hoteles se incorporaron a la red de Paradores como el Hostal de los Reyes Católicos en Santiago de Compostela, una auténtica belleza.
En el año 2012 las dificultades económicas de la red que fueron encontradas decidió el cierre temporal de varios establecimientos.


Hay personas que exclusivamente se aloja en Paradores, y no les hables de otras cosas, no hay nada comparable para ellos. Sibaritas que aprecian el gusto por el detalle, por lo antiguo, lo histórico. En el Monasterio de San Estebo, por ejemplo se aprecian claramente los estilos barroco y románico, con tres impresionantes claustros, uno románico, uno gótico y otro renacentista, por los que podrás pasear en noches tranquilas, bajo tenue iluminación y con un leve sonido de música religiosa acompañándote. La belleza y monumentalidad del edificio han hecho que fuese declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1923.

Un moderno hotel con todas las comodidades, nunca podrá ofrecerte el arte, la historia y el monumento de un Parador.
Iré presentado uno a uno los Paradores más interesantes, porque además de los amigos españoles que pueden conocerlos, tenemos muchos amigos cruzando el océano y alejándonos por Europa que no conocen esta maravilla. Aunque muchos han venido y han sabido de su existencia y han aprovechado al menos un par de días para gozar de la placentera estancia que ofrece un Parador.
Un aperitivo, nada más. 
Se trata de “El convento de San Marcos”. 

Es una de las grandes joyas de la arquitectura de la ciudad española de León junto con la Catedral, la Basílica de San Isidoro o la Casa Botines. Se encuentra hoy convertido en Parador y es uno de los monumentos más importantes del Renacimiento Español.
Su fachada es una perla del plateresco español. Es un solo lienzo con muro de dos cuerpos y dos pisos, rematado en crestería calada y candeleros. El primer cuerpo posee ventanas de medio punto y pilastras platerescas. El segundo balcones y columnas con balaustradas. En el zócalo se presentan medallones con personajes grco-latinos y de la Historia de España. Tenemos a Hércules, Príamo. Héctos, Alejandro Magno, Aníbal, Julio Cesar Trajano, Lucrecia, Isabel I de Castilla, Carlomagno, el Cid, Fernando el católico, Carlos I y Felipe II. 

La portada y entrada principal tiene dos cuerpos más peineta de estilo plateresco, aunque en el siglo XVIII son añadidos elementos barrocos. En el primer cuerpo hay un gran arco de medio punto con roseta e intradós decorado. La clave es de tipo exaltado representando a San Marcos. Hay medallones con inscripciones bíblicas y un altorrelieve de Santiago triunfante en la batalla de Clavijo. Posee un vano de estilo barroco, con el escudo de armas de Santiago y los del Reino de León. En la peineta están representados el Escudo de armas reales y una estatua de la Fama, obra de Valladolid. Arriba hay un óculo en forma de rosetón coronando la portada.

jueves, 25 de enero de 2024

ÁLVARO DE BAZÁN Y GUZMÁN

El marino más laureado de España nació y se crió en las casas de los Bazán que ocuparon una manzana en el entorno de Reyes Católicos-Plaza Isabel la Católica en Granada, el 12 de diciembre de 1526 y murió en Lisboa el 9 de febrero de 1588.

Era marqués de Santa Cruz, grande de España, miembro del Consejo de su Majestad Felipe II, capitán general del Mar Océano y de la gente de guerra del Reino de Portugal. Fue célebre por el uso de galeones de guerra, por utilizar por primera vez infantería de marina para realizar operaciones anfibias y por no haber sido derrotado nunca.

ÁLVARO DE BAZÁN Pintura de Rafael Tejero 1828
Museo Naval de Madrid 

El escudo familiar es un tablero de ajedrez.​ En el de los marqueses de Santa Cruz se han añadido las ocho cruces de San Andrés que rodean al tablero de ajedrez.

Siempre fue un hombre de mar que siguiendo la tradición de su padre y de su abuelo fue marino desde los cinco años. Le llevaba su padre en el barco para que aprendiese el oficio.

Fue uno de los grandes almirantes de la historia naval española y muy probablemente el hombre decisivo para que ante el turco ganáramos la batalla de Lepanto, y protagonista de otras muchas hazañas y venturas sobre la Mar Océana.

Él debía haber sido el gran capitán de la Gran Armada de Felipe II, pero la Parca se lo llevó de entre nosotros y del mandato de Felipe II algunos meses antes.

Álvaro de Bazán en diciembre de 1576 fue nombrado Capitán General de las Galeras de España.

Quizás el único fracaso de su existencia le llegó cuando ya estaba muerto: el desastre de la Armada Invencible. El almirante ideó acabar con las continuas ofensas de Inglaterra mediante una invasión. Convenció a Felipe II en enero de 1586; pero tres meses después, todos los espías extranjeros estaban al tanto de la que se preparaba. El marino de Granada recibió el encargo de planificar la invasión británica y empezó a armarla en Lisboa, por entonces unificada con las Españas. Serían no menos de 700 naves y unos 100.000 hombres. En este ambicioso proyecto trabajó Don Álvaro hasta el 9 de febrero de 1588, cuando el tifus le debilitó y acabó con su vida en la capital portuguesa.

GALEÓN ESPAÑOL

Fue un militar y almirante célebre por el uso de galeones de guerra y por utilizar por primera vez infantería de marina para realizar operaciones anfibias.

En la batalla de Lepanto, la flota reunida por la Santa Liga estaba compuesta por 207 galeras, seis galeazas y 76 buques ligeros. Álvaro de Bazán y Guzmán se unió con las 30 galeras de la Escuadra de Nápoles. Desde el principio dio muestras de prudencia en sus consejos y se convirtió en uno de los más eficaces colaboradores de Don Juan de Austria a quien que buscase sin demora un enfrentamiento contra el enemigo porque comenzaban a surgir roces entre los aliados.
En el centro de la batalla, la galera La Real, nave capitana de Don Juan de Austria, se abalanzó contra la nave capitana turca de Alí Bajá, La Sultana y ambas naves se enzarzaron en un combate cerrado. Marco Antonio Colonna apoyó a la nave de Don Juan de Austria, situándose a la retaguardia de La Sultana y aislándola de socorro y refuerzo.

Álvaro de Bazán envió a 10 galeras y un grupo de fragatas y bergantines para apoyar el éxito que puede suponer la captura de la nave capitana otomana. Como resultado de este refuerzo, el centro otomano quedó totalmente deshecho.

Álvaro de Bazán fue el hombre clave en la victoria de Lepanto, sus órdenes salvaron la situación de la flota cristiana en tres momentos críticos y actuó en cada momento de la forma correcta maximizando los pocos recursos que tenía.
Tras la Batalla de Lepanto, Álvaro de Bazán participó en la ofensiva que Don Juan de Austria dirigió con éxito sobre Túnez.

ESCUDO FAMILIAR DE LOS BAZÁN

Una gesta importante, de las muchas, fue la victoria para conseguir la corona de Portugal para Felipe II. La candidatura de Felipe II al trono portugués tenía el apoyo de la nobleza y el clero, pero no del pueblo llano.

Antonio de Portugal, prior de Crato, era sobrino de los reyes Juan III y de Enrique I de Portugal. Tras la muerte de Enrique, último representante de la Casa de Avís, fue proclamado rey de Portugal. Pero Felipe II planteó sus derechos a la corona como hijo de Isabel de Portugal.

La candidatura del rey Felipe II era clara y en junio de 1580 las tropas del Duque de Alba

persuadieron a este de apoyar sus reclamaciones con la ocupación militar del país; ya a mediados de febrero de 1580 en la corte de Madrid se preparaba la expedición.5​ En junio, el ejército español reunido por Felipe II en Badajoz entraron en Portugal. Y en Cádiz se formó una flota con el mando de Álvaro de Bazán.

Mal armada y peor instruida, la hueste seguidora del pretendiente portugués no supuso ningún obstáculo para los tercios españoles del duque de Alba de Tormes que marcharon por tierra sobre Lisboa, y para la armada de Álvaro de Bazán, que penetró en el estuario del río Tajo neutralizando a la fuerza naval adepta al prior de Crato. Felipe II pudo entrar triunfante y ser proclamado rey de Portugal en las Cortes.

Un hombre que siguiendo la tradición de su padre y de su abuelo fue marino desde los cinco años le llevaba su padre en el barco para que aprendiese el oficio

ESTATUA EN MADRID  

Estatua erigida por iniciativa particular, fue realizada en bronce por Mariano Benlliure tomando como modelo la conocida escultura de Carlos V, obra de León Leoni.

La estatua fue inaugurada por la reina regente María Cristina el 13 de diciembre de 1981.

viernes, 19 de enero de 2024

CORONA DE ARAGÓN - 9 -

Alfonso V de Aragón estuvo en guerra contra Génova desde1454 hasta su muerte en junio de 1458, en Nápoles. La falta de descendencia, hicieron recaer en su hermano Juan II la categoría de heredero en1458, por lo que pudo actuar en el reino de Aragón como auténtico soberano. Al igual que en Navarra, Juan II desarrolló en Aragón una política personalista en la que primaron sus intereses dinásticos en Castilla; el reino aragonés se vio inmerso en un conflicto que le exigía una aportación continuada de dinero y de hombres, además de sufrir las zonas lindantes con Castilla los devastadores efectos de la guerra.


JUAN II 
En mayo de 1441 moría su esposa Blanca de Navarra. La muerte de la Reina se producía mientras su marido, Juan, seguía inmerso en las banderías internas castellanas, capitaneando la liga de nobles castellanos que, aliada circunstancialmente con los “infantes de Aragón”, conseguía desterrar del reino al valido Álvaro de Luna y capturar al rey de Castilla, su primo,  en Medina del Campo; durante los dos años y medio siguientes, Juan de Navarra pudo actuar, siquiera momentáneamente, como amo y señor del gobierno de Castilla.
La sucesión al reino de Navarra iba a generar un prolongado enfrentamiento entre dos bandos irreconciliables, los agramonteses y los beamonteses. Los distintos estados de la Corona de Aragón se negaban en Cortes a seguir suministrando ayuda económica a su lugarteniente para la guerra frente a Castilla. En Navarra el gobierno quedaba en manos del príncipe de Viana que, por ley, debía ser coronado, ya que, según el testamento de doña Blanca el primogénito Carlos quedaba como heredero universal de sus bienes, aunque le instaba a no tomar el título real sin contar con la anuencia paterna. El viudo rey consorte no tenía ninguna intención de perder su regio cargo, aunque, todavía ocupado en los asuntos castellanos, dejaba momentáneamente el gobierno de Navarra en manos de su hijo Carlos.
Juan II en Navarra firma las capitulaciones matrimoniales en 1443 con Juana Enríquez. La boda se celebró en 1447, y de este segundo matrimonio nacieron cuatro hijos: Fernando, el futuro Rey Católico,  las infantas Leonor y María y Juana.
Ya en la batalla de Olmedo habían sido vencidos los infantes de Aragón en 1445, con lo cual ese asunto se fue diluyendo. Juan II decidió en 1450 instalarse, junto con su nueva familia, en la Corte navarra, agravando así la crisis sucesoria. La destitución del príncipe de Viana, su hijo, del cargo de lugarteniente, se completó con la pérdida de poder de los beamonteses, partidarios de Carlos y de la legitimidad sucesoria, y el ascenso político de los agramonteses, partidarios de Juan II, culminando así la ruptura entre padre e hijo, que arrastró al reino de Navarra a una situación de guerra civil.



CARLOS DE VIANA 
Desde 1450 el príncipe Carlos, derrotado entró en negociaciones con Castilla, pactos firmados en septiembre de 1451, que sirvieron para ser acusado por su padre de alta traición. El enfrentamiento civil se saldó, momentáneamente, con la derrota de los beamonteses en Aybar, en octubre de 1451, en la que el príncipe Carlos fue hecho prisionero. Mientras que la mujer de Juan, que estaba en estado de gestación se trasladó a Sos, Aragón, donde nació Fernando, en 1452.
Juan II llegó a nombrar a Juana Enríquez, su segunda mujer, como gobernadora de Navarra, y negoció, en 1455 en Barcelona, la sucesión al trono navarro, desheredando para ello a Carlos de Viana y a su hermana Blanca, en beneficio de su hija menor Leonor.
El príncipe Carlos, derrotado en Navarra, acudió a Nápoles, donde fue acogido por su tío, el rey  Alfonso V de Aragón. Con la muerte del rey de Aragón en 1458, Juan heredó el trono aragonés y su hijo Carlos se convirtió en el príncipe heredero de la Corona. Navarra desde entonces ocupó un lugar secundario en el desarrollo del conflicto por la sucesión entre padre e hijo.
Alfonso V dejó a Ferrante, su hijo natural, el reino de Nápoles, mientras que su hermano Juan II fue reconocido como rey de Aragón y heredero de los diversos estados de la Corona, que eran muchos.
Juan II de Aragón y de Navarra en julio de 1458 se coronó rey de Aragón. Y encumbró a su hijo Fernando en detrimento de Carlos.  Juan era ya hombre de avanzada edad, sesenta y un años.
Por su parte, el gobierno municipal de Barcelona, que asumía la capitalidad del Principado, se dirigió a Juan II para reclamar su presencia en la ciudad. Tanto las Cortes del reino de Aragón  como las catalanas exigieron a Juan II que designara a su primogénito Carlos de Viana como príncipe heredero y futuro rey de la Corona de Aragón. El monarca aragonés decidió, firmar la llamada Concordia de Barcelona en enero de 1460 por la que perdonaba a su hijo Carlos, y, reconoció obligado a Carlos como primogénito. El acercamiento entre padre e hijo duró poco tiempo ya que el príncipe Carlos, desde Barcelona, negoció con Enrique IV de Castilla su boda con Isabel de Castilla. Estos contactos, a espaldas de su padre, sirvieron de justificación para que Juan II ordenara la detención y encierro de su propio hijo en diciembre de 1460 en Lérida. Esto provocó revueltas en Cataluña donde las clases privilegiadas que eran contrarias a Juan obligaron al rey a liberar a su hijo y a firmar unas capitulaciones, en las que no podría entrar Juan en Cataluña y reconocía a Carlos heredero de todos sus reinos. Fernando y su madre llegan a Barcelona y entre diciembre de 1461 y febrero de 1462, la reina conspirará contra las autoridades catalanas desafectas a su esposo.
Pero inesperadamente muere Carlos de Viana enfermo y se complicó la situación. Fernando II es reconocido heredero de la corona aragonesa.



FERNANDO II 
La reina, temiendo también ella por su vida y por la de su hijo Fernando, se refugia en Gerona. Los enemigos del monarca formaron un ejército para terminar con el levantamiento campesino y destituir al monarca en 1462. Aragoneses, valencianos y mallorquines, mientras tanto, prestan su apoyo a Juan II, además de los de la Busca y los remensas, y algunos nobles y clérigos.
Juan II consiguió ayuda de Luis XI de Francia a cambio de las rentas del Rosellón y Cerdaña. El 28 de mayo de 1462 el Monarca rompió la Capitulación y entró con sus tropas en el Principado; era el comienzo de la guerra civil catalana iniciada desde las instituciones más representativas, la Generalitat, el Consell de Cent de Barcelona y el Consell del Principat, dominadas por los grupos oligárquicos. Pudo invadir Cataluña en 1462, lo que le costó su destitución según los acuerdos tomados en su día.
El ejército de la Generalitat entra en Gerona y asedia la ciudadela, donde se encuentran la reina Juana y el infante Fernando. Aquellos días, tropas populares formadas por campesinos la ayudan a resistir, testimonio elocuente de la profunda división de la sociedad catalana. La reina supo defenderse en espera de ayuda. La Diputació de Cataluña desposee a Fernando de los derechos de su primogenitura y ofrecen su gobierno a Enrique IV de Castilla, nombrándole Conde de Barcelona, pero se encontró la resistencia del rey francés y Enrique la rechazó. Luego se lo ofrecieron a Pedro de Portugal, pero este muere en la batalla de Calaf. Ofrecieron la corona también a Renato de Anjou, que había sido vencido por el padre de Juan II, (Alfonso V), en Nápoles y estaba refugiado en Francia. En 1466 que aceptó ser rey de Aragón pero envió a su hijo Juan que muere cuatro años después.
En 1468 muere el infante Alfonso de Castilla, (el hermano de Isabel), por lo que después de numerosos conflictos, se llega al pacto de los Toros de Guisando, y se reconoce a la infanta Isabel, la hermana de Enrique IV, rey de Castilla, como heredera. El rey Juan II, padre de Fernando, trató de conseguir por todos los medios posibles el matrimonio de Fernando con Isabel. Se firmó un acuerdo según el cual los contrayentes actuarían conjuntamente y tomarían decisiones entre los dos. Además, este enlace no era del agrado del rey Enrique IV, por lo que se lleva a cabo en secreto.
Mientras tanto el rey aragonés Juan II seguía luchado y en 1471, en octubre tomó Gerona, y venció en la batalla de Santa Coloma de Gramanet. Y continuó con otras localidades menores. Muchas pueblos se rendían sin problema, dado la forma de trato del rey. Barcelona seguía resistiendo aunque estaba sitiada por tierra y por mar. Pero en el mes de octubre de 1472 se firmó la Capitulación de Pedralves que suponía la capitulación de  toda Cataluña, no solamente de Barcelona.
La guerra civil catalana ha durado diez años. Se ponía fin a la guerra pero no a la crisis económica ni al conflicto entre los campesinos y los señores. También quedaba por recobrar los condados del Rosellón y Cerdaña que el francés retenía. Cosa que consiguió con una rendición, y aceptó el pago de las deudas, pero cuyas condiciones el francés no cumplió y que el aragonés no pudo recuperar por la falta de medios. Cataluña saldría a medio plazo bien librada porque mantenía sus estructuras políticas y sociales con capacidad de reforma y esto la hizo entrar en la modernidad. Sin embargo no fue igual para Aragón que había contribuido a la victoria de Juan II para que mantuviera unida a la Corona y asegurarse el comercio marítimo en el Mediterráneo. La fuerza de los nobles detuvo cualquier cambio.
Juan II dejó a su hija de su primer matrimonio, Leonor, el reino de Navarra. Desde aquí es cuando Navarra queda desprendida de la unión con las fuertes coronas de Aragón y Castilla  Y Fernando, que era hijo de su matrimonio don Juana Enríquez, heredó el reino de Aragón y los condados catalanes. Todavía en 1478 Cerdeña se sometía definitivamente a la Corona de Aragón, viéndose así el anciano Monarca reconfortado en los últimos meses de su vida.
Murió Juan II en enero de 1479. Fue enterrado en el real monasterio de Poblet.

COLÓN LLEGA A AMÉRICA -3-

El viernes 3 de agosto de 1492 estaban listos para zarpar. Para Colón era un día glorioso, al fin podría demostrar su sueño. Solo eran tres ...