sábado, 21 de junio de 2025

GRUPOS ANTITERRORISTAS DE LIBERACIÓN - GAL

Pocos son los que se acuerdan de la página más trágica del Estado Español en democracia.
GAL es la abreviatura de "Grupos Antiterroristas de Liberación", una organización parapolicial que llevó a cabo acciones terroristas en España y Francia entre 1983 y 1987, con el objetivo de combatir a la organización terrorista ETA. Los GAL asesinaron a 27 personas y se demostró que estaban financiados por altos funcionarios del Ministerio del Interior del gobierno español, liderado por Felipe González. 

Fue creado por altos cargos del gobierno del PSOE, no disidentes ni hijos incontrolados de la dictadura franquista. Estas acciones se enmarcan dentro de la denominada "guerra sucia" o terrorismo de Estado. Además, tenían unos objetivos políticos claros y eran supervisados por altos mandos de las fuerzas del orden, tanto de la Guardia Civil, como de la Policía y de la inteligencia militar. Lo que esto implica es que, creando a estos grupos terroristas, el gobierno español, democráticamente elegido, estaba a favor de asesinar a terroristas de ETA sin un juicio, en un país donde la pena de muerte estaba abolida. Y no solo a terroristas de ETA: los GAL estaban dispuestos al asesinato de civiles, considerándolo un daño colateral, pero efectivo en la consecución de su objetivo más importante: el fin de ETA y su apoyo social.
El fin de la llamada guerra sucia comenzó el mismo día en que la Audiencia Nacional condenó a más de 108 años de cárcel a cada uno a los policías José Amedo y Michel Domínguez, por organizar los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL). La sentencia, dictada el 18 de septiembre de 1991, fue la primera de una serie que provocaría el encarcelamiento de varios miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado y de la cúpula del Ministerio del Interior durante los gobiernos del PSOE.
Aunque la justicia nunca respaldó la existencia del grupo como tal, y negó que su estructura “se encontrase inserta en los aparatos del Estado”, más de una decena de altos cargos de la Administración fueron condenados por alguna de las acciones atribuidas a los GAL.

ATENTADO EN MADRID DE ETA 
Papeles de los GAL aparecen en un bolsillo de Segundo Marey, un español residente en Francia secuestrado al ser confundido con un etarra. El entonces ministro del Interior, José Barrionuevo, y el director para la Seguridad del Estado, Rafael Vera, secretario de Estado para la Seguridad, ambos miembros del PSOE, encabezaron la lista de responsables de la lucha antiterrorista acusados por el fiscal de utilizar contra ETA sus mismos métodos, fueron encarcelados.
Por otro lado las cuentas abiertas en Suiza a nombre de las mujeres de José Amedo y Michel Domínguez, en las que se han llegado a ingresar alrededor de 400 millones de pesetas, las declaraciones que involucran directamente a sus jefes, al gobernador civil Julián Sancristóbal secretario de Estado de Seguridad, gobernador civil de Bizkaia y alcalde de Ermua en los años 80, siendo condenado en 1998 por varios casos de corrupción y terrorismo de Estado. Y a Ricardo García Damborenea secretario general del Partido Socialista de Euskadi en el secuestro con la disposición de los “Fondos Reservados”.

ETA ANUNCIA EL FIN DE LA VIOLENCIA ARMADA
Felipe González ha sido acusado de estar tras la misteriosa figura del "Sr. X" (nombre con el que se refieren los medios de comunicación al hipotético dirigente del entramado GAL, cuya identidad real no ha trascendido), toda vez que el entonces Presidente del Gobierno declarase, en relación con los GAL, que "me enteré por la prensa". El PSOE siempre ha negado toda responsabilidad respecto a los GAL y González nunca ha sido acusado formalmente ante un tribunal por estos hechos. Sin embargo, durante su administración, González no permitió la investigación completa de los fondos reservados con los que se había financiado a los GAL.
El sur de Francia había sido un “santuario” de ETA. Como consecuencia de los asesinatos de los GAL se produjo el final del santuario francés. Los atentados afectaron a inocentes ciudadanos franceses, creando una situación de miedo en el sur la zona exigiendo al gobierno el fin de la “protección” a los etarras.

MONUMENTO A SANTIAGO BROUARD ASESINADO POR LOS GAL
Ricardo Arques, fue el lobo solitario que descubrió el caso GAL, el periodista que destapó la guerra sucia contra ETA. Sus investigaciones en “Diario 16” lograron la condena de los policías Amedo y Domínguez.
Ese mismo medio periodístico destapó la actuación de Luis Roldán, del PSOE, entonces Director General de la Guardia Civil, que aprovechándose de su cargo se ilegalmente y acumuló un enorme patrimonio, además de cuentes millonarias ocultas en Suiza. Huyó de España y fue detenido en 1995.
Muchos españoles apoyaron al GAL en aquel momento porque se decía aquello de "el mejor etarra el etarra muerto". O simplemente hacían la vista gorda ante un grupo de gente que asesinaban terroristas..
Fue uno de los casos más claros de corrupción con miembros de la organización robando fondos reservados para gastárselos en putas.
Cuando por fin Felipe González comparece en el Congreso echa  balones fuera, por lo tanto mucho más escándalo, provocando poco a poco el fin del felipismo.
El juez Baltasar Garzón le tenía muchas ganas a Felipe González porque habían hablado de que sería nombrado Ministro de Justicia, pero luego lo engañó.

REFUGIO DE UN ETARRA EN FRANCIA 
El gobierno francés no era inocente.El Gobierno galo consideraba que estos terroristas eran “refugiados” que habían huido de un país en el que su libertad no estaba asegurada. Esta postura fue sostenida incluso después de la muerte de Franco, la llegada de la democracia a España e, incluso, de que el País Vasco gozara de un estatuto de autonomía con unas cotas de autogobierno impensables para cualquier provincia francesa.
Solo aceptó el asunto y miró para otro lado. Y después comenzaron las extradiciones de los etarras.

viernes, 20 de junio de 2025

LA UNIVERSIDAD LABORAL DE GIJÓN

Las Universidades Laborales fueron una instituciones de enseñanza orientadas a los hijos de los obreros y trabajadores que nacieron a partir de 1955 dependientes del Ministerio de Trabajo.
Los fondos para sufragar estas Universidades salían de las boyantes Mutualidades del Trabajo. Los alumnos (con un máximo de 430 internos y 230 externos por universidad) eran seleccionados en última instancia por el Ministerio de Trabajo, después de una selección previa por las Mutualidades de aquellos que más lo necesitaban por motivos sociales. 


Los criterios para la selección eran tres, teniendo preferencia los huérfanos de mutualistas e hijos de familias obreras con pocos recursos, las familias numerosas y aquellos descendientes de padres con méritos sociales (que no se especificaban, pero que podían resumirse en colaborar con la obra social del Régimen y la ejemplaridad en el desempeño de su trabajo).Se estableció que cada Universidad Laboral tendría como mínimo tres secciones:- Sección de Formación Profesional, distribuida en 4 grados académicos, desde los 12 hasta los 21 años (para los que eligieran seguir este itinerario en el tercer grado). Existían dos especialidades, laboral y agrícola.


- Sección de Formación Profesional, distribuida en 4 grados académicos, desde los 12 hasta los 21 años (para los que eligieran seguir este itinerario en el tercer grado). Existían dos especialidades, laboral y agrícola.
- Sección de Formación Técnica, para los alumnos con mayor capacidad intelectual, organizada en Bachillerato Laboral, Bachillerato Laboral Superior, Graduado Laboral (concebido como una especialización del anterior) y Estudios Superiores Laborales (en realidad, ingenierías técnicas).
- Sección de Capacitación Social y Perfeccionamiento profesional.
Un ejemplo interesante es la Universidad Laboral de Gijón



Construida entre 1946 y 1956 a tres kilómetros de la ciudad, es el edificio más grande de España, (abarca 270.000 metros cuadrados), más todavía que El Escorial. El objetivo fundacional concreto fue el de formar a niños huérfanos de padres víctimas de accidentes laborales en la minería, para lo que se proyectó un edificio que pudiera atender a mil alumnos y que contara con las distintas dependencias requeridas para el desarrollo de la vida estudiantil, como residencia, escuela, talleres industriales, granja, instalaciones deportivas o campos de cultivo.
Un equipo de los mejores técnicos diseñaron las instalaciones. Residencia, escuela, talleres industriales, granja, instalaciones deportivas y campos de cultivo, todo funcional y moderno pero sin renunciar a ciertos toques artísticos, como la volumetría del Partenón de Atenas, o bellas esculturas, mosaicos y frescos. El edificio ideado por Luis Moya fue concebido como una gran ciudad ideal autárquica y cerrada sobre sí misma.


Las universidades laborales dependían del Ministerio de Trabajo como entidades de previsión social a cargo de las Mutualidades Laborales. Su promotor fue un falangista, Girón de Velasco, por lo que nacieron a partir de fundamentos ideológicos falangistas, que se asentaron en su etapa de consolidación (1955-1962) y luego irían atenuándose progresivamente. Las Universidades Laborales se extinguieron durante la democracia entre 1979 y 1981, y se convertirían en "Centros de Enseñanzas Integradas".
Durante los años 80 el edificio es prácticamente abandonado, quedando deteriorado con el transcurso de los años.
Más tarde el Gobierno del Principado contempla la posibilidad de derribarlo y dedicar su superficie a la construcción de viviendas. No obstante, finalmente se aprueba la rehabilitación de este, recuperando alguna de sus primitivas funciones, constituyéndose asimismo la fundación “Ciudad de la Cultura”
La rehabilitación tiene lugar desde 2001 hasta 2007. Actualmente se dedica a ofertas culturales.
 

jueves, 19 de junio de 2025

COLÓN LLEGA A AMÉRICA -3-

El viernes 3 de agosto de 1492 estaban listos para zarpar. Para Colón era un día glorioso, al fin podría demostrar su sueño. Solo eran tres navíos y noventa hombres pero llevarían la cultura europea, la religión y un objetivo trascendental de ambición y fe a un mundo desconocido. Partió del puerto de Palos de la Frontera, en Huelva, con las tres carabelas, la Niña, la Pinta y la Santa María en su primer viaje hacia la India, y navegando hacia el oeste, todo lo contrario que se hacía hasta entonces. 

El Almirante llevó un diario de a bordo, que afortunadamente aún se conserva. También tenemos una carta que escribió a los Reyes a su vuelta relatando el suceso. Se puede reconstruir el viaje con estos datos y otros posteriores.
Salió de Palos y se dirigió al suroeste, a Las Islas Canarias, que están a la misma latitud en que está lo que hoy llamamos Japón. A los nueve días llegaron a la Gomera, allí esperaba una persona muy especial entonces, la gobernadora, Beatriz de Bobadilla. Se provisionaron antes de partir hacia lo desconocido. Aquella mujer era de gran belleza y en la corte deslumbraba, por lo que la reina, sabedora de la debilidad que su marido había tenido por las mujeres, hizo que la destinaran cuanto más lejos mejor. Las Canarias eran prácticamente el fin del mundo, por entonces.
El 6 de septiembre zarpan y comienzan realmente a cruzar el océano. Las órdenes eran de ir al oeste. Los vientos los alejaban de lo conocido fácilmente, pero entonces la pregunta era ¿cómo volveremos teniendo los vientos en contra? La fórmula del tiempo que se empleaba para saber la distancia recorrida era simplemente un reloj de arena que se volcaba por espacios determinados de tiempo, y multiplicar esto por la velocidad. Colón llevaba las crónicas diarias pero una para él y otra para la tripulación.

La vida a bordo era soportable para esos tiempos. Hoy sería impensable de todo punto. Al amanecer comenzaban las tareas. La hora de la comida era además de la alimentación en sí motivo de vida en común. Los alimentos eran malísimos. Sabemos por crónicas de otros viajes posteriores que por ejemplo las galletas se pudrían, los guisos eran apestosos con carne ya rancia. No tenían especias que disfrazaran algo el sabor. La fruta y la verdura se acababan a los pocos días. También la tripulación tenía un comportamiento deplorable a la hora de comer.
Hoy podemos reproducir el viaje de aquellos hombres pero algunas cosas son imposibles ni siquiera imaginarlas. También la inquietud, la intranquilidad de no saber si volverían, o si encontrarían siquiera la tierra buscada. 

ESTATUA DE MARTÍN ALONSO PINZÓN EN PALOS 
Solo la tenacidad de Colón, su personalidad, la fe cristiana y la ambición eran lo que empujaban a esas gentes a un destino tan incierto.
El 26 de septiembre creyeron ver tierra. Para colmo la brújula que marca el norte magnético, y concuerda con la estrella polar, el día 13 había discrepado. Esto era una tragedia. No era concebible por entonces que la brújula no coincidiera con la estrella polar. La realidad es que la rotación de la tierra produce esa diferencia. Estaban a 1.600 millas de Canarias. Japón no podía estar lejos, según sus cálculos. Por suerte, la brújula corrigió su marca.
El 2 de octubre se avistan pájaros dirigiéndose al suroeste. No era lo pensado ir algo hacia el sur, pero cambiaron el rumbo. Si no lo hubieran hecho habrían llegado a Florida. Con el cambio el viaje se prolongaría, aunque pensaban lo contrario. Llevaban poco más de un mes en alta mar sin divisar tierra en ninguna parte. El miércoles 10 de octubre, el descontento aumentaba entre la tripulación. La preocupación por el regreso crecía, sobre todo al no haber vientos que permitieran volver a España. En la Santa María se sucedían las peticiones a Colón para dar la vuelta. Ante su impavidez, las peticiones se transformaron en amenazas. Tuvo que intervenir Martín Alonso Pinzón, quien logró calmar los ánimos con la promesa de regresar si no se hallaba tierra en el corto plazo. Pero en realidad, sólo Colón sabía cuán lejos estaban y que el retorno era difícil.
Es más, el Almirante llevaba dos registros de las distancias recorridas día a día. Este día 10 se formó algo parecido a un motín a bordo, y Colón comunicó a sus hombres que habían navegado 44 leguas (unos 245 kilómetros), cuando en realidad el trayecto de ese día habían sido 59 leguas (casi 329 kilómetros), la mayor distancia recorrida en un día de navegación durante toda la travesía. El objeto de esta doble cuenta era no asustar a la tripulación, táctica que estuvo a punto de fracasar aquel 10 de octubre. Con clima tenso prosiguieron.
El Descubrimiento
La tripulación, muy desanimada, dio tres días para encontrar tierra, de lo contrario darían la vuelta. También parece posible que el mismo Colón estuviese inseguro. Consultando con Pinzón éste aconsejó continuar con la ayuda de Dios. Yáñez dijo 2.000 millas más. Al día siguiente apareció en el agua un junco verde unas tablas y hierbas. Esto indicaba tierra, sin duda, pero el día transcurrió sin poder divisarla. Colón prometió un jubón de seda al primero que viera tierra.
La Pinta navegaba por delante, era el navío más rápido.

RODRIGO DE TRIANA SEÑALA LA TIERRA
¡Tierra! - Eran las 2 de la noche del bendito 12 de octubre de 1492 cuando el marinero que pasaría a la historia, Rodrigo de Triana, gritó ¡Tierra!! ¡Tierra! ¡Tierra!, gritaba sin cesar el hombre apostado en la cofa del palo mayor. Todos corrieron a cubierta a mirar hacia el horizonte y contemplaron la silueta de una tierra baja y verde. La luna reflejaba posiblemente la isla El Salvador. Pinzón hizo los avisos acordados. Por la mañana del 12 de octubre, Colón, ataviado con sus mejores ropas y portando el estandarte real, encabezó la comitiva que se acercó a la orilla de una playa de arenas blancas. Era la isla de Guanahani, bautizada inmediatamente como San Salvador por parte de los recién llegados.
Sorprendidos, los habitantes de aquella isla, pertenecientes a la cultura de los taínos, observaban el acercamiento del bote que transportaba a los extraños seres que para ellos eran los españoles. Al desembarcar, Colón y los taínos intercambiaron gestos y objetos. Fue un primer encuentro pacífico y amistoso, tal como consta en el diario del Almirante. Pero lamentablemente, esta situación no se prolongaría por mucho tiempo.
Se realizó el encuentro de dos mundos, entonces muy diferentes. El conocimiento del hecho viene de una sola fuente, el libro que escribía Colón, el diario de a bordo. Llamó indios a las gentes que encontró, porque pensó que había llegado a la India legendaria.

            FUERTE DE LA NAVIDAD 
Realmente estaban en lo que hoy llamamos Las Bahamas, y aunque ya estaban en tierra y la desesperación por llegar había pasado, pero pasarían aún muchas penurias.
Tras recorrer algunas islas del archipiélago de las Bahamas, Colón y sus hombres arribaron a la actual Haití, isla que bautizaron con el nombre de La Española. Allí fueron amablemente recibidos por Guacanagarí, el cacique de la zona, y encontraron pequeñas cantidades del ansiado oro. El día 23 de diciembre la Santa María y la Niña se encontraban recorriendo la costa norte de la isla. De repente se sintió un remezón en la nave capitana y ésta comenzó a balancearse peligrosamente. Había encallado en un arrecife y no hubo forma de salvarla. El agua inundó el casco y la Santa María se tuvo que dar por perdida.  Se lo pasaron descargando la Santa María con la ayuda de la gente de Guacanagarí. De tiempo en tiempo, el cacique enviaba a uno de sus parientes para consolar al Almirante. Pero a los europeos más que la simpatía de los indígenas les confortó el oro que se encontraba cada vez más. Colón se convenció bien pronto de que el naufragio de la Santa María era una señal de la Providencia, que quería hacerle fundar un establecimiento cerca del oro de Cipango. ¡Los hombres que el dejara allí recogerían oro bastante para que los Reyes Católicos liberasen el Santo Sepulcro antes de tres años! 
Así fue como fundó el fuerte de "La Navidad", primer establecimiento español en América.

miércoles, 18 de junio de 2025

COLÓN Y LA FUERZA DE SU PASIÓN - (2)

En 1.484 Colón presentó al reino de Portugal su empresa de ir a las Indias Orientales por Occidente. Juan II le escuchó atentamente y quedó muy impresionado. Lo consideró seriamente, formó una comisión de expertos que estudió detenidamente la posibilidad, pero finalmente no lo aprobó. Y en realidad Portugal llegó a Oriente antes que nadie. Llegaron a rebasar el Cabo de Buena Esperanza, el extremo meridional de África. Vasco da Gama llegó en 1.498 a Oriente.
Desanimado Colón marchó de Portugal hacia España buscando mejor fortuna para su proyecto. Era la única potencia naval que podría realizar su proyecto. En 1.484, por entonces España eran en realidad Castilla-León y Aragón, reinos cristianos que luchaban en la reconquista de sus tierras contra los musulmanes que conservaban de su antiguo poder el reino de Granada. Poco a poco los reinos católicos fueron reconquistando las tierras, hasta que la unión del Reino de Castilla con el Reino de Aragón por la boda entre Isabel y Fernando fue una unión dinástica fundamental del que nacerá con el tiempo la completa unidad de los reinos cristianos en un solo país, salvo Portugal.

COLÓN EN LA CORTE DE FERNANDO II DE ARAGÓN
Colón era un devoto cristiano y apoyaba la causa de los reyes católicos. Sobre el año 1.485 marchó a Huelva a dejar a su hijo con sus suegros, pues su mujer había muerto poco tiempo antes. Allí encontró amistad y compresión en los frailes de La Rábida, donde entabló amistad con el que había sido confesor de Isabel, que influyó ante ésta y los marinos de la zona. También gestionó la audiencia ante los monarcas. Durante unos años recorrió España, aprendió el castellano, hizo amistades y hasta amó a la cordobesa Beatriz Enríquez de Bobadilla y tuvo un hijo con ella. Tuvo tiempo y posibilidades para el estudio de su proyecto y preparó sus cálculos. Colón entró en contacto con la corte en Córdoba y consiguió su primera entrevista el 20 de enero de 1486.
El rey Fernando era un príncipe del Renacimiento, un político, práctico, militar despiadado en la guerra y buen gobernante. Isabel en cambio era más enigmática, romántica y muy devota. Pero decidida y ambiciosa. Esta combinación de personalidades convenía a Colón. En la entrevista se mostró decidido y defendió su proyecto con convicción, ofreció el monopolio del comercio a la corona y la extensión del cristianismo entre los paganos.
Los reyes se mostraron sorprendidos de la teoría de Colón pero interesados por la posibilidad que ofrecía y decidieron nombrar una comisión de técnicos que estudiaría el asunto. Las deliberaciones duraron más de un año. La comisión determinó que los cálculos de Colón estaban errados. Pensaron que el proyecto era acertado pero irrealizable, En realidad tenían razón, la distancia era mucho mayor de la que calculaba Colón y por tanto el coste sería altísimo. No sería posible realizar el viaje. Sin embargo los reyes no le negaron del todo la proposición. No podían responder económicamente la empresa, estaban en plena lucha contra Granada y de esto dependía todo. Venciendo a los musulmanes volverían a considerar la propuesta. Pese a ello los monarcas decidieron retener a Colón y le otorgaron una paga con las que subsistir. Para Colón fue un gran golpe la negativa. A cualquier otro lo hubiera derribado de sus anhelos.
Colón quedó profundamente decepcionado, pero su entereza y la enorme vocación en su teoría eran más fuertes que cualquier desafío que en la vida encontraba. Lejos de desanimarse él contaba con el mejor aliado posible, la fuerza de una pasión que le empujaba hacia su objetivo.
Esperó pacientemente, viviendo de la paga real y de la compra y venta de libros y mapas. Reunió una buena biblioteca, que aún se conserva, enciclopedias de viajes, geografía, etc. Muchos de ellos llevan anotaciones manuscritas. En 1489 se entrevistó nuevamente con los reyes, pero los planes seguían siendo imprecisos; unas sencillas carabelas desde Canarias hasta Japón. Él sostenía que la distancia desde Canarias hasta Asia era de 800 leguas (4.300 km) y por lo tanto el proyecto era realizable. En realidad la distancia es cuatro veces mayor. No obtuvo la aprobación deseada. El ánimo empezó a decaer, envió a su hermano Bartolomé a la corte inglesa. Enrique VII tampoco le interesó.

BARTOLOMÉ COLÓN 
Al fin cayó Granada en 1492, marcando una nueva época para la cristiandad y para la política del mundo en general.
En la nueva audiencia de Colón, en la que los monarcas aceptaban la posibilidad querían saber sus condiciones. Éste pidió títulos y honores, quería ser nombrado Almirante, Virrey y obtener el 10% de todas las riquezas conseguidas. Eso en aquella época era impensable. Un simple marino genovés, sin título nobiliario siquiera, un desconocido pretendía, simplemente por una teoría que casi era una quimera, que se le nombrara Almirante, algo reservado al Militar de marina de más prestigio. Y también Virrey, es decir vice-rey, un título como de continuación del de rey. Realmente se extralimitó y sus exigencias fueron rechazadas. Lo despidieron con la frase “váyase en hora buena”.
Pero, el tesorero del rey, un judío converso, habló con la reina diciéndole que sería posible. ¿Por qué no? se preguntó y pensó que la oportunidad era única. Podían perder el dinero pero si se conseguía el objetivo, la hazaña sería impresionante, tanto para la cristiandad como para las arcas del reino. Además él mismo aportaría gran parte del dinero necesario.
Los monarcas fueron convencidos. Eran jóvenes y muy emprendedores, decididos y también su pasión de ampliar la cristiandad y obtener el comercio por rutas marítimas nuevas les seducía. Mandaron llamar nuevamente al genovés. Colón ya había partido, pero aún estaba a pocas leguas de la corte, cuando fue alcanzado por los emisarios, se marchaba de España definitivamente pero su destino había cambiado.
Los emisarios reales traían la afirmación de los reyes con la aceptación de sus condiciones. Los Reyes Católicos, particularmente la reina Isabel I, deciden ayudar a Colón en su proyecto de llegar a Asia por Occidente.  Así firman el acuerdo,  las “Capitulaciones de Santa Fe”  fue emitido por la Real Cancillería de la corte de los Reyes Católicos y firmado el 17 de abril de 1492 en la localidad de Santa Fe de la Vega, Granada. Documentos por los cuales se autoriza y financia la expedición de Colón a las Indias por el mar hacia occidente. Además se le conceden a Colón una serie de prebendas y títulos, entre ellos: Almirante, Gobernante, Virrey y el 10% de las riquezas. También se firman varias provisiones y cédulas para que ayuden a Colón en aquellas villas y puertos de mar a las que se dirigía. Una provisión es dirigida a la villa de Palos por una sanción impuesta a algunos de los vecinos de esta villa.
Embargó dos barcos por medio de la orden real a la villa de Moguer para que obedecieran la comisión. Pero seguía sin conseguir la tripulación necesaria. La corona perdonaría a los presos que se embarcaran en el viaje. Solo lo hicieron cuatro hombres. No fue fácil reclutar a la tripulación pues la gente veía que el comandante era extranjero, el viaje era incierto y la ruta no era conocida. Todo era motivo de desconfianza.

Gracias a la ayuda de Fray Antonio de Marchena, franciscano del monasterio de La Rábida, Colón conoce a Martín Alonso Pinzón, rico navegante y comerciante y hombre de reputada fama y respeto en la zona dada sus muchos viajes por el Atlántico y el Mediterráneo, forma en que consiguió una importante fortuna. Quedó este hombre convencido de las razones de Colón, que prometió repartir los tesoros que encontrase con él.
Pinzón toma parte decididamente en la empresa y decide desechar las embarcaciones que Colón había confiscado en Moguer y contrató otras nuevas, La Pinta y La Niña, porque las tenía arrendadas. El sería el Comandante de La Pinta y su hermano Vicente Yáñez será el de la Niña. También aportó dinero personal, medio millón de maravedíes, tercera parte de los gastos. También convence a los hermanos Niño que eran miembros de una familia marinera importante. Con esto se consigue enrolar a toda la marinería necesaria, gente de la zona e incluso de fuera de Andalucía. La tercera carabela se fletó, La Santa María, que era más complicada de manejar. 

Eso infundió confianza al pueblo y se cubrió la cantidad de hombres necesarios para el viaje. En total noventa personas. Los conocimientos y prestigio de los Pinzón fueron fundamentales para la proeza. A Martín Alonso Pinzón en tierras del sur de España se le considera aún hoy el verdadero héroe del Descubrimiento. Los hombres que embarcarían desconfiaban de Colón, pero los conocimientos y prestigio de los Pinzón fueron fundamentales para la proeza.

RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN.

Nació en Villanueva de Arosa, en 1869 - Murió en Santiago de Compostela, 1935. Narrador y dramaturgo. Se le considera, junto con Federico Ga...