viernes, 5 de marzo de 2021

111.- ESPAÑA SIGLO XIX (10) DECADA OMINOSA

 

Como sabemos reinaba Fernando VII y en 1823 la situación de España en el Trienño Liberal comprometía el equilibrio de las monarquías europeas. Francia, Rusia, Austria y Prusia deciden, con la inhibición de Inglaterra que solo estaba interesada en la suerte de las colonias americanas, intervenir militarmente si fracasa la diplomacia. No se atendieron las demandas y la invasión de los "Cien Mil hijos de San Luis" comenzó el 7 de abril de 1823.

La situación de España comprometía el equilibrio de las monarquías europeas. Francia, Rusia, Austria y Prusia deciden, con la inhibición de Inglaterra que solo estaba interesada en la suerte de las colonias americanas, intervenir militarmente si fracasa la diplomacia. No se atendieron las demandas y la invasión comenzó el 7 de abril de 1823. Las tropas francesas que las comandaban el duque de Angulema. Fueron conocidas como “Los Cien Mil Hijos de San Luis”. El Gobierno y las Cortes en Madrid decidieron trasladarse a Sevilla, pero la llegada de las tropas francesas obligó a trasladar la capital a Cádiz, llevándose al monarca con ellos. Cádiz fue sitiada y bombardeada. Los franceses no pudieron tomar la ciudad, aunque acabaron con las fortalezas que la protegían. Al final se llegó a un pacto: Fernando VII saldría y prometería defender la libertad alcanzada por los españoles con la Constitución de 1812 y a cambio se rendiría la plaza. Acordado con los franceses, Fernando VII salió de la ciudad, pero de forma inmediata se unió al invasor y el mismo 1 de octubre decretó la abolición de cuantas normas jurídicas que habían sido aprobadas durante los tres años anteriores, dando fin al Trienio Liberal y comienza lo que con vergüenza se llama “Década Ominosa”. Fernando VII recuperó el poder absoluto.

LOS CIEN MIL HIJOS DE SAN LUIS

En principio se cerraron las universidades de provincia y se prohibió la enseñanza de las matemáticas y de la astronomía. Se eliminaron las reformas liberales y se endureció la política absolutista, pero no se pudo evitar la decadencia del Antiguo Régimen ante el avance de la burguesía.

El monarca desencadenó una ola represiva que muchos veían como justa y necesaria pero llegó a alarmar a los gobiernos europeos temerosos de que se avivara una respuesta liberal. Para el rey la represión era algo inevitable. Una de los castigos ejemplarizantes y cuya conveniencia política fue puesta en duda por el gobierno francés recayó en Rafael de Riego. Todo fue realizado de forma vejatoria. Lo trasladan a Madrid y le encausan, condenándole a la pena de muerte. Pidió perdón y clemencia al rey y a todos aquellos a los que hubiera ofendido por sus posibles crímenes liberales, en una carta publicada por la Gaceta de Madrid. Pero todo fue en vano y fue declarado culpable de alta traición, por haber sido uno de los diputados que había votado por la incapacitación del rey. El 7 de noviembre de 1823 Rafael de Riego, hundido moral y físicamente, fue arrastrado en una espuerta por la calles de Madrid al patíbulo en la calle de la Cebada y ahorcado y decapitado entre los insultos de la misma población madrileña que poco antes le había aclamado como un gran héroe. Su cabeza fue enviada al pueblo donde cuatro años antes había proclamado la Constitución de 1812.

RAFAEL DE RIEGO ES AHORCADO EN MADRID

No obstante los liberales huidos se organizaban para volver a intentar el control del gobierno. En agosto de 1824 un grupo de liberales se apoderó de Tarifa y fueron sofocados por el ejército y aliados franceses. En febrero de 1826 unos 100 hombres liberales desembarcaron en Guardamar, pero también fueron derrotados y fusilados.

En 1830 en Francia se produjo una revolución que hizo caer a Carlos X y tomó el trono Luis Felipe de Orleans que juró la Carta Constitucional, hecho que daba alas a los liberales españoles. De hecho fueron ayudados por el ministro de Guerra francés y, organizados, procuraron la invasión entrando por los Pirineos. No contaron con el esperado apoyo del pueblo español y fueron derrotados en varias ocasiones. Otro intento desde Gibraltar con manifiesto del General Torrijos de carácter moderado, se adentraron por Ronda. Tampoco encontraron apoyo y el pronunciamiento pactado con militares españoles no se produjo. Traicionado Torrijos por un compañero de armas fue apresado junto con otros cincuenta hombres y todos fueron fusilados en diciembre de 1831.

FUSILAMIENTO DE TORRIJOS Y LIBERALES

Los años pasaban y el que fuera imperio español se iba reduciendo cada vez más y a excepción de Cuba y Puerto Rico la mayoría de las posesiones de ultramar habían dejado de serlo. En 1824 las fuerzas americanas mandadas por Sucre derrotaron en Ayacucho a las tropas metropolitanas y poco después la caída de la fortaleza del Callao marcó el fin de la dominación española. A pesar de este revés Fernando VII durante los últimos años de su reinado no cesó en su afán de reconquista de los territorios del antiguo Imperio.

Mientras tanto, los liberales se encontraban refugiados en el extranjero principalmente en Londres donde mantenían relaciones con los dirigentes liberales locales. - Inglaterra decidió adoptar una postura favorable al reconocimiento de los nuevos estados americanos. - El deseo de reconquista de Fernando VII le condujo a tomar pésimas decisiones. Derrota tras derrota se fueron mermando las posiciones españolas y al final del reinado solo Cuba y Filipinas permanecían bajo la Corona de España. - La grave enfermedad que padeció Fernando VII en septiembre de 1832 sirvió para desatar la lucha sucesoria. - Fernando se había casado en 1829 con su sobrina María Cristina de las Dos Sicilias, hija de su hermana menor. Y tuvieron dos hijas, Isabel (la futura reina) y Luisa Fernanda. - Dado la enfermedad del rey, María Cristina fue nombrada Regente y se apoyó en los medios menos intransigentes mientras durase la enfermedad.

FIRMA DEL ACUERDO DE SUCRRE EN LA BATALLA DE AYACUCHO

Fernando VII en marzo de 1830 vino a promulgar la “Pragmática Ley” de 1789, dejando nuevamente “Las Partidas” tradicionales que determinan la sucesión a la corona. De haber continuado la “Ley de Sucesión Fundamental”, que regía por promulgación de Felipe V, y que da preferencia a los varones y sus descendientes masculinos en la línea de sucesión, excluyendo a las mujeres, hubiera heredado su hermano Carlos Isidro. Al promulgar la Pragmática, hereda Isabel y eso fue el desencadenante que dio base a los carlistas y a las tres Guerras Carlistas.

A finales de 1832 comenzó una situación de transición que se ha llamado " Despotismo Ilustrado”. Durante el período que duró este gobierno de transición se promulgó una amnistía que permitió el regreso a España de miles de liberales desterrados, se reformó el ejército y se abrieron las universidades que habían sido cerradas en 1830. A partir del mes de enero de 1833 el Rey volvió a ocuparse de los asuntos del estado pero fue María Cristina quien siguió dominando la situación.

El 29 de septiembre de ese mismo año moría Fernando VII y su testamento convertía a su esposa en Regente hasta la mayoría de edad de Isabel.

MUERE FERNANDO VII (MUSEO DEL PRADO)

Fernando dejó tras de sí una estela vergonzante. Conspiró y se amotinó contra su padre, abdicó devolviendo la corona, aplaudió a un rey extranjero que le sustituyó, abandonó a su pueblo, que estaba luchando por su vuelta durante seis años, mientras vivía prisionero en jaula de oro. Juró la Constitución de 1812 y luego la derogó, reprimió cruelmente a los hombres que habían luchado por rescatarle de Napoleón, no supo defender el imperio americano, no supo negociar ni detener las emancipaciones americanas, pidió ayuda al ejército francés para luchar contra su propio pueblo, derrochó las obras de arte más importantes regalando una fortuna impresionante y con su actitud pasiva favoreció el expolio de los franceses. Nos dejó de regalo al morir el problema Carlista.

200 AÑOS DE LA BATALLA DE AYACUCHO