En 1866 una fuerte crisis económica, con quiebras empresariales, restricción de créditos, caída de las bolsas, una desocupación laboral, malas cosechas, para colmo, y como no, la especulación y la corrupción, es decir los tres factores importantes, la economía, la política y la sociedad, crearon un escenario que produjo la desintegración del régimen isabelino. Como habíamos dicho, la reina se exilió en Francia, no quiso abdicar hasta 1870 y lo hizo en su hijo Alfonso, que por entonces era menor de edad. - A la vez que teníamos la revolución de 1868 en Cuba se iniciaron unas insurrecciones que desencadenarían la Guerra de los Diez Años. Un poema de situación. Las tropas enviadas dirigidas por Martínez Campos consiguieron mermar a los insurrectos independentistas. - En octubre de 1870 se firma la Paz de Zanjón, por la que los independentistas capitulaban y los cabecillas eran exiliados.
Un
año antes, el gobierno provisional organizó el asunto. Las Cortes promulgaron
una nueva Constitución, que establecía la monarquía como forma de gobierno y
una serie de medidas de carácter liberal. La Constitución de 1869 que exponía libertad
de expresión, de asociación, inviolabilidad del domicilio y de la
correspondencia, sufragio universal masculino. Asimismo se establecieron
diversos mecanismos para impedir la supresión o violación de estos derechos,
considerados como inalienables. Tan sólo en la necesidad de preservar la
seguridad de Estado sería posible suspenderlos. La Constitución de 1869 fue la
más liberal de cuantas se habían promulgado en España. El principio de la
soberanía nacional legitimaba la forma de gobierno adoptada, la monarquía
parlamentaria. El rey figuraba como monarca constitucional, pero perdía las
fuertes atribuciones que le había concedido el sistema moderado. Siguiendo las
pautas del derecho británico, el rey reinaba, pero no gobernaba. En sus manos
quedaba el derecho de disolución de Cortes, pero compensado por los plazos
límite en su convocatoria y los amplios márgenes de actuación de las Cámaras. Los
ministros precisaban ser miembros de las Cámaras.
Por
lo que las Cortes, al abdicar la reina ninfómana, (así la llamaban),
establecieron una regencia al general Serrano y éste encargó a Prim formar
gobierno. Su tarea era encontrar un príncipe adecuado para la corona de España
y lo encontró en la persona de Amadeo de Saboya, que sería elegido rey en el
mes de noviembre de 1870. Solo puede pasar en España que sea elegido un rey por
votación en un parlamento. Pero así fue. Para colmo al llegar a España le dieron la mala noticia del asesinato de su principal valedor, el general Prim. Y como siempre hasta en eso España es
diferente, y el rey no tuvo apoyos de casi nadie, ni de la derecha ni de la
izquierda ni de su padre. Prim, un héroe catalán de la guerra de África, con él desaparecía el principal y único apoyo de
rey elegido
Amadeo I tuvo serias dificultades debido a la inestabilidad política española. Por no hablar de las constantes amenazas de muerte. Tuvo suerte cuando el 18 de julio de 1872 cerca de la Puerta del Sol sufrió un atentado viajando con su esposa en carruaje descubierto. Hubo seis ministerios en dos años que duró su reinado. El pobre rey enloquecía ante las complicaciones de la política española. “Ah, per Bacco, non capisco niente!”, solía exclamar. En realidad Amadeo era un hombre majo, liberal. Pero claro, en la España de envidia y mala leche de toda la vida, eso no podía funcionar nunca. Y encima, a Prim, que lo trajo, se lo habían cargado de un trabucazo antes de que el rey tomara posesión.. E Así que Amadeo hizo las maletas y nos mandó a tomar por saco. Dejando, en su abdicación, un exacto diagnóstico del paisaje: “Si al menos fueran extranjeros los enemigos de España, todavía. Pero no. Todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra, agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles”. Terminó hasta los pelos. Se marchó convencido de que los enemigos de España, eran los propios españoles. No estaba descaminado el hombre. Corto espacio estuvo en el trono. Tragedia de un hombre que fue llamado para ser rey de un país en el que ninguno de sus súbditos quiso concederle la menor oportunidad. - El mismo día en que abdicó Amadeo I, el 11 de febrero de 1873, reunidos en la Asamblea Nacional, a pesar de que la reunión no era constitucional, se declaró que la República era la forma de gobierno a partir de ese momento.
La
República fue un sainete, un sindiós y un carajal.
“Las
sesiones de las Constituyentes me atraían, y las más de las tardes las pasaba
en la tribuna de la prensa, entretenido con el espectáculo de indescriptible
confusión que daban los padres de la Patria. El individualismo sin freno, el
flujo y reflujo de opiniones, desde las más sesudas a las más extravagantes, y
la funesta espontaneidad de tantos oradores, enloquecían al espectador e
imposibilitaban las funciones históricas. Días y noches transcurrieron sin que
las Cortes dilucidaran en qué forma se había de nombrar Ministerio: si los
ministros debían ser elegidos separadamente por el voto de cada diputado, o si
era más conveniente autorizar a Figueras o a Pi para presentar la lista del
nuevo Gobierno. Acordados y desechados fueron todos los sistemas. Era un juego
pueril, que causaría risa si no nos moviese a grandísima pena” Esto lo escribió
el grandísimo Pérez Galdós.
El Partido Republicano llegó al poder dividido entre unitarios y federales y éstos a su vez entre intransigentes y moderados, según el método a emplear para una España federal. Los partidos estaban divididos. La I República marcó, en su corta duración, la culminación de proceso revolucionario del sexenio, en cuanto a los más caracterizados rectores del republicanismo democrático, Figueras, Pi Margal, Castelar, Salmerón y otros, aparecieron como los únicos capaces de materializar los ideales de la revolución de 1868. Desde el 11 de febrero de 1873 el día en que comenzó, hasta el 29 de diciembre de 1874 en que se disolvió, en los veintidós meses que duró, los Gobiernos de la Primera República Española fueron 8 en total, 5 durante la República Federal y otros 3 durante la República Unitaria, A saber: Gobiernos de la República Federal: Presidencia de Estanislao Figueras (11 de febrero - 11 de junio de 1873). Presidencia de Francisco Pi y Margal (11 de junio - 18 de julio de 1873). Presidencia de Nicolás Salmerón (18 de julio - 7 de septiembre de 1873). Presidencia de Emilio Castelar (7 de septiembre de 1873 - 3 de enero de 1874)