martes, 7 de febrero de 2023

GUERRA CIVIL ESPAÑOLA - (CAPÍTULO 3)


La batalla de Madrid - 
El general Mola en el mes de agosto de 1936 consiguió tomar Tolosa, Irún y San Sebastián. Cortaron el enlace con la frontera francesa. - Mientras el frente se sostiene en tres puntos, Somosierra y Navacerrada. En Guadarrama se detuvo el general Mola y envió una parte de su ejército a Guadalajara donde los republicanos habían tomado la ciudad. Tuvieron que volverse dado las noticias que llegaban que harían imposible la lucha. Aquí es donde comienza la conocida como “La batalla de Madrid”, que fue en realidad un conjunto de acciones que se prolongaron unos cinco meses en operaciones en la carretera de La Coruña, Jarama y en Guadalajara. Y comenzó la batalla de Guadarrama. Desde finales de julio a mediados de agosto hubo combates en Navacerrada. En los Altos del León y en Somosierra los combates fueron terribles muriendo unos 5.000 hombres entre ambos bandos, ya que los prisioneros eran fusilados. Finalmente, los republicanos mantuvieron la posición y los rebeldes no pudieron atravesar los puertos de montaña, y ese frente quedo estable hasta el final de la contienda. Esa batalla presentará el primer gran revés para el ejército rebelado, y tendrá como consecuencia la prolongación durante mucho más tiempo de la guerra. La toma de la capital, Madrid, era de suma importancia. El bando republicano recibió ayuda de todos los puntos de España, dese Barcelona, Aragón y un número elevado de voluntarios vascos. El 21 de octubre comienza el ataque de Navalcarnero donde los republicanos recibieron carros de combate soviéticos. Para el día 30 comienza el bombardeo sobre Madrid que sufrirá ataques aéreos terribles. El 4 de noviembre los nacionales se hacen con Getafe, y avanzan por las carreteras, para tomar la Ciudad Universitaria y la Moncloa. El día 6 de noviembre el gobierno de Largo Caballero abandona Madrid y se dirige a Valencia. En diciembre de 1936 con motivo de la evacuación a Valencia de los contenidos del Museo del Prado en camiones, algunos de los cuadros de grandes dimensiones no pueden cruzar por el puente y tienen que apearse, siendo trasladados mediante rodillos a lo largo del puente del Jarama. Para el día siguiente los generales republicanos contaban en Madrid con un total de 30.000 hombres contando las Brigadas Internacionales. Los nacionales, con el mismo número de hombres ocupan la Casa de Campo, a la entrada de la ciudad, produciéndose duros combates, pero ya no pueden avanzar más.
El asalto inicial de los rebeldes fue un fracaso. La moral republicana iba en aumento y también aumentaba la ayuda soviética con aviones que contrarrestan a los aviones nacionales. Entre la población el entusiasmo era total. Ser hizo ya popular y definitivo el grito ¡No pasarán!PANCARTA EN MADRID 
Vuelven a la carga los nacionales los días 11 y 12 y luego los 16 y 17, abortando los defensores, ya ,cualquier intento. Las luchas que venían por la carretera de la Coruña corrió igual suerte. No obstante, tomaron varios pueblos y concentraron la fuerza entre Madrid y Brunete. El 3 de enero de 1937 se reanudan las hostilidades y los defensores no consiguen recuperar Pozuelo, pero la llegada de tropas de refresco republicanas rompieron los cercos e hicieron retirar a las tropas franquistas.
En la carretera de Valencia las cosas estaban difíciles. Luchas en el Puente de Arganda. El objetivo del bando nacional era cortar la comunicación de Madrid con Valencia tomando Alcalá de Henares, el movimiento de tropas hace que los días 6 y 7 de febrero de 1937 se concentran tropas en las cercanías del puente, este intento es rechazado por las Brigadas Internacionales (Batallón Garibaldi). Ernest Hemingway presencia esta batalla e inspira una de sus novelas, “Por quién doblan las campanas". La batalla del Jarama fue la primera gran batalla moderna de la historia de España, donde participaron fuerzas de infantería, caballería, fuerza acorazadas y escuadrones de cazas rusos e italianos que lucharon valerosamente en los cielos del valle del Jarama. El campo de batalla fue escenario durante las tres semanas de febrero de 1937 de feroces combates. Acabó en tablas, mientras que tácticamente se puede considerar una victoria de los nacionales al avanzar el frente entre 15 o 20 kilómetros en dirección Madrid a lo largo de un frente de 20 kilómetros. Los cazas soviéticos eran superiores a los Junkers alemanes. Las luchas fueron encarnizadas y el 23 de febrero el frente estaba estancado y los hombres exhaustos. Murieron más de 40.000 hombres entre ambos bandos. Franco logra controlar un tramo hacia Valencia, pero no puede avanzar hacia Madrid. Otra derrota de las tropas franquistas. La última operación sobre Madrid era caer sobre Guadalajara. A principios de febrero el ejército republicano pierde Málaga ante las tropas italianas. Franco decidió concentrar tropas para romper líneas en Guadalajara y cercar Madrid. Las divisiones italianas tenían 60.000 hombres, cañones y aviones.  En la ofensiva ocuparon varias localidades pequeñas. Los republicanos ocupan Torija y los italianos no pueden hacerse aún con Brihuega debido a la nieve. Las tropas italianas ocupan Trijueque y otros pueblos. Pero los republicanos concentraron un gran apoyo aéreo y abortaron la toma de la ciudad misma y siendo el barro su mejor aliado que impidió el despegue de los aviones de los rebeldes. Ametrallaron sin dificultad desde lo alto a los italianos y en las praderas, sin protección posible, fueron cazados fácilmente. La batalla por Guadalajara ha terminado con derrota franquista.PUENTE DE ARGANDA ACTUALMENTE (no se utiliza)
Franco cambió de estrategia. Decidió renunciar a la toma de Madrid y avanzar hacia el norte. Comprende que habrá que tomar España pedazo a pedazo y emprende con dirección al norte.
Durante la primavera de 1937 las tropas de Franco se trasladaron al norte. Consiguieron bloquear los puertos y la frontera vascofrancesa, por lo que la zona industrial quedó aislada del apoyo republicano. Avanzaron imparablemente con la ayuda de la aviación y los republicanos iniciaron una serie de ofensivas en otros puntos como La Granja, Hueca, Brunete, Belchite, etc. que no tuvieron éxito. La contundente reacción armada popular, que había logrado parar los pies a los rebeldes en los núcleos urbanos más importantes como Madrid, Barcelona, Valencia y el País Vasco, había sido espontánea y descoordinada. Pero la guerra larga que estaba por delante requería acciones concertadas, mandos unificados, disciplina y fuerzas militares organizadas para combatir con éxito al enemigo profesional que tenían enfrente. Aquello, sin embargo, era una casa de locos. 
FEDRICA MONTSENY

La autoridad real era inexistente, fragmentada en cientos de comités, consejos y organismos autónomos socialistas, anarquistas y comunistas que tenían ideas e intenciones diversas. Los anarquistas, sobre todo, reacios a cualquier forma de autoridad, fueron una constante fuente de indisciplina y de problemas durante toda la guerra.

 

BATALLA DE AYACUCHO

Ayacucho, 9 de diciembre de 1824 Es considerada la última batalla y desencadena el principio del fin del Imperio Español en América. En agos...