Al llegar al trono de Asturias, Alfonso II trasladó la sede
a Oviedo y modernizó la ciudad, construyó monasterios y varias iglesias que aún
se conservan. Con respecto a los musulmanes estaba claro que se oponían a
seguir pagando tributos y dejaron de hacerlo con Alfonso II. Los musulmanes
saquearon Oviedo y al volver fueron vencidos en el 794.
ALFONSO II DE ASTURIAS
Tuvo una expedición militar que pudo controlar y en el 796 volvieron pero no consiguieron su propósito y desde entonces no volvieron a pisar tierras astures.
Alfonso II sufrió revueltas en su reino y se retiró durante siete años, cuando volvió organizó el reino y declaró la independencia del reino frente a cualquier intento de hegemonía del Imperio Carolingio. Si bien tuvo una buena relación con Carlomagno y se casó con su hija, o quizá su sobrina.
Resistió varias incursiones musulmanas en Galicia, Astorga y León afianzando así su poder.
Es con Alfonso II (791-842) con quien la monarquía se afianza gracias al triunfo de las tesis hereditarias de acceso al trono. Entre los siglos VIII y X el reino astur se expande por las despobladas tierras del valle del Duero y se traslada la capital de Oviedo a León, denominándose desde entonces Reino de León, (o Astur-Leonés). Será Alfonso II quien conciba el proyecto de la Reconquista y protagonice la primera peregrinación del camino de Santiago al ser descubierta la tumba del apóstol bajo su reinado. Con Alfonso III (866-910) se extenderá la frontera hasta la línea del río Duero, repoblando la zona. A mitad del siglo IX se liberó León del asedio islámico y se venció al ejército musulmán. Los islámicos no pudieron tomar Galicia por mar y a finales del siglo se resistió en Zamora al asedio árabe.
El reino Astur llegó a tomar Lisboa, y se contó con el respaldo incondicional de la población mozárabe, que eran cristianos que vivían en zonas árabes, impregnados de la mentalidad visigoda.
Tuvo una expedición militar que pudo controlar y en el 796 volvieron pero no consiguieron su propósito y desde entonces no volvieron a pisar tierras astures.
Alfonso II sufrió revueltas en su reino y se retiró durante siete años, cuando volvió organizó el reino y declaró la independencia del reino frente a cualquier intento de hegemonía del Imperio Carolingio. Si bien tuvo una buena relación con Carlomagno y se casó con su hija, o quizá su sobrina.
Resistió varias incursiones musulmanas en Galicia, Astorga y León afianzando así su poder.
Es con Alfonso II (791-842) con quien la monarquía se afianza gracias al triunfo de las tesis hereditarias de acceso al trono. Entre los siglos VIII y X el reino astur se expande por las despobladas tierras del valle del Duero y se traslada la capital de Oviedo a León, denominándose desde entonces Reino de León, (o Astur-Leonés). Será Alfonso II quien conciba el proyecto de la Reconquista y protagonice la primera peregrinación del camino de Santiago al ser descubierta la tumba del apóstol bajo su reinado. Con Alfonso III (866-910) se extenderá la frontera hasta la línea del río Duero, repoblando la zona. A mitad del siglo IX se liberó León del asedio islámico y se venció al ejército musulmán. Los islámicos no pudieron tomar Galicia por mar y a finales del siglo se resistió en Zamora al asedio árabe.
El reino Astur llegó a tomar Lisboa, y se contó con el respaldo incondicional de la población mozárabe, que eran cristianos que vivían en zonas árabes, impregnados de la mentalidad visigoda.
Esto fundamentó el
encadenamiento entre la monarquía y la sociedad visigoda y la astur. El
elemento simbólico fundamental de la lucha contra el emirato fue el
descubrimiento de unos restos que se atribuyeron al apóstol Santiago y así
Compostela comenzó a ser la etapa final de una peregrinación que unió a todos
los reinos cristianos peninsulares y de media Europa, impulsada además por el
propio Carlomagno.
Los reinos cristianos realmente se sentían herederos del reino visigodo, y debían encargarse juntamente con la defensa, de ocuparse de la expansión de la religión cristiana, aunque no se ajustaban a fronteras naturales. Los reinos cristianos se van formando desde el siglo VIII al XI. Van extendiendo sus territorios a costa de los musulmanes.
En el mapa podemos leer “Terra de Foris”. Se refiere a los foramontanos, que fueron las gentes, procedentes del norte con las que en el siglo IX se repoblaron El Bierzo y las tierras al norte de la meseta del Duero, que quedaran vacías como consecuencia de las guerras entre los musulmanes y el Reino de Asturias.
Los reinos cristianos realmente se sentían herederos del reino visigodo, y debían encargarse juntamente con la defensa, de ocuparse de la expansión de la religión cristiana, aunque no se ajustaban a fronteras naturales. Los reinos cristianos se van formando desde el siglo VIII al XI. Van extendiendo sus territorios a costa de los musulmanes.
En el mapa podemos leer “Terra de Foris”. Se refiere a los foramontanos, que fueron las gentes, procedentes del norte con las que en el siglo IX se repoblaron El Bierzo y las tierras al norte de la meseta del Duero, que quedaran vacías como consecuencia de las guerras entre los musulmanes y el Reino de Asturias.
Posteriormente a
estos territorios se les conocería como Reino de León, siendo los foramontanos
leoneses. Con la expansión del Reino de León y el proceso repoblador los
pobladores foramontanos formaron núcleos de población nuevos por la Región
Leonesa, Galicia y el Condado de Castilla.
Alfonso II murió en el 842. Alfonso III fue el último rey de Asturias y el primero de León pues trasladó el Consejo de Gobierno y el Tribunal de Justicia.
Alfonso III continuó con la expansión de su reino y se apoderó de Oporto, Chávez y Coímbra. Repobló con mozárabes en Toro y Zamora. Ocupó Burgos, Simancas y Dueñas.
Tuvo buenas relaciones con el rey de Pamplona y se casó con la princesa Jimena.
Aunque tuvo que soportar expediciones musulmanas en Galicia pero venció en Deza, y Atienza. El emir se vio obligado a pedir la paz a un rey cristiano y por primera vez pagar un rescate. Hubo unos años de tregua y después vencieron los cristianos en Burgos y pudo avanzar por Castilla.
Sufrió una traición en su familia por ambiciones. Trasladó el reino a León y distribuyó los reinos entre sus tres hijos, que no se coronaron hasta la muerte de su padre en el 910.
Es considerado el rey más importante del Asturias. No solo tuvo éxitos militares sino que se preocupó de las artes y la cultura.
Fortificó Oviedo y construyó iglesias en diversos puntos de sus reinos.
Alfonso II murió en el 842. Alfonso III fue el último rey de Asturias y el primero de León pues trasladó el Consejo de Gobierno y el Tribunal de Justicia.
Alfonso III continuó con la expansión de su reino y se apoderó de Oporto, Chávez y Coímbra. Repobló con mozárabes en Toro y Zamora. Ocupó Burgos, Simancas y Dueñas.
Tuvo buenas relaciones con el rey de Pamplona y se casó con la princesa Jimena.
Aunque tuvo que soportar expediciones musulmanas en Galicia pero venció en Deza, y Atienza. El emir se vio obligado a pedir la paz a un rey cristiano y por primera vez pagar un rescate. Hubo unos años de tregua y después vencieron los cristianos en Burgos y pudo avanzar por Castilla.
Sufrió una traición en su familia por ambiciones. Trasladó el reino a León y distribuyó los reinos entre sus tres hijos, que no se coronaron hasta la muerte de su padre en el 910.
Es considerado el rey más importante del Asturias. No solo tuvo éxitos militares sino que se preocupó de las artes y la cultura.
Fortificó Oviedo y construyó iglesias en diversos puntos de sus reinos.
REINO DE LEÓN
Aunque se considera que fue el último rey de Asturias, lo cierto es que dejó León para su hijo García, Galicia para Ordoño y Asturias para Fruela
Nace el reino de León por tanto en el 910 y tuvo en total dieciocho monarcas, hasta que Fernando III el santo unió definitivamente León y Castilla constituyendo la corona de Castilla-León, también llamada sólo de Castilla.
Aunque se considera que fue el último rey de Asturias, lo cierto es que dejó León para su hijo García, Galicia para Ordoño y Asturias para Fruela
Nace el reino de León por tanto en el 910 y tuvo en total dieciocho monarcas, hasta que Fernando III el santo unió definitivamente León y Castilla constituyendo la corona de Castilla-León, también llamada sólo de Castilla.