El primer
núcleo de resistencia cristiana se formó en la actual Asturias y tuvo como
protagonista a don Pelayo, un noble
visigodo.
DON PELAYO
La batalla de Covadonga (722), dirigida por don Pelayo fue decisiva porque a raíz de esta, los musulmanes abandonaron aquellas tierras y nunca más volvieron. Lo de Covadonga pudo ser solo una escaramuza, pero a los apaleados godos les devolvió el orgullo y la confianza perdidos. La presencia de nobles que se habían refugiado en la zona contribuyó a darle un carácter institucional a las empresas de resistir al empuje musulmán. Según algunos historiadores, parece ser que en realidad fue una simple emboscada para consolidar la posición. Y su valor es meramente simbólico. Lo cierto es que para los reducidos reinos cristianos posteriores, don Pelayo fue la encarnación de la resistencia contra Al-Andalus, y el punto de unión entre la Hispania visigoda y los nuevos reinos cristianos que fueron formándose.
Hay numerosas narraciones por parte de los cristianos que exageran desmesuradamente, incluso con ayudas de la divinidad, pero si es cierto que la victoria supuso la muerte del caudillo musulmán Al-Kama. Llamamos a ese periodo Reino Astur, y de hecho los primeros gobernantes no se auto titulaban reyes, sino “Prínceps”.
Alrededor del 714 los moros habían aparecido en el valle del Ebro y dos años después toman Pamplona. El territorio fue campo de batalla entre musulmanes, francos y vascones.
El avance musulmán se detuvo en la cordillera Cantábrica y en los Pirineos. Los habitantes de estas zonas crearon sus propios núcleos primigenios de reinos cristianos. La zona de los Pirineos estaba tomada por el Imperio Carolingio ante el avance musulmán, y tuvo una fuerte influencia gala. En su parte occidental se creó el Reino de Pamplona, en la oriental el Imperio Carolingio dominaba la Marca Hispánica que había establecido para detener el avance musulmán, y entre ambas, el Condado de Aragón.
La batalla de Covadonga (722), dirigida por don Pelayo fue decisiva porque a raíz de esta, los musulmanes abandonaron aquellas tierras y nunca más volvieron. Lo de Covadonga pudo ser solo una escaramuza, pero a los apaleados godos les devolvió el orgullo y la confianza perdidos. La presencia de nobles que se habían refugiado en la zona contribuyó a darle un carácter institucional a las empresas de resistir al empuje musulmán. Según algunos historiadores, parece ser que en realidad fue una simple emboscada para consolidar la posición. Y su valor es meramente simbólico. Lo cierto es que para los reducidos reinos cristianos posteriores, don Pelayo fue la encarnación de la resistencia contra Al-Andalus, y el punto de unión entre la Hispania visigoda y los nuevos reinos cristianos que fueron formándose.
Hay numerosas narraciones por parte de los cristianos que exageran desmesuradamente, incluso con ayudas de la divinidad, pero si es cierto que la victoria supuso la muerte del caudillo musulmán Al-Kama. Llamamos a ese periodo Reino Astur, y de hecho los primeros gobernantes no se auto titulaban reyes, sino “Prínceps”.
Alrededor del 714 los moros habían aparecido en el valle del Ebro y dos años después toman Pamplona. El territorio fue campo de batalla entre musulmanes, francos y vascones.
El avance musulmán se detuvo en la cordillera Cantábrica y en los Pirineos. Los habitantes de estas zonas crearon sus propios núcleos primigenios de reinos cristianos. La zona de los Pirineos estaba tomada por el Imperio Carolingio ante el avance musulmán, y tuvo una fuerte influencia gala. En su parte occidental se creó el Reino de Pamplona, en la oriental el Imperio Carolingio dominaba la Marca Hispánica que había establecido para detener el avance musulmán, y entre ambas, el Condado de Aragón.
No obstante los hispano-romanos y visigodos que componían la población de la península, todos cristianos, a la vez que se desarrolló al-Andalus fueron creando núcleos de resistencia a los musulmanes, primero en el norte y luego irán avanzando y creando lugar a los reinos cristianos medievales, que son los que se encargarán de hacer frente al musulmán, recuperar territorio al cristianismo o someterlos de alguna forma. En la franja norte de la península, desde Galicia a Cataluña, grupos armados combatían a los musulmanes. Operaban sobre todo en la zona cantábrica y eran insumisos a cualquier gobierno desde la época romana, estaban apenas controlados por los visigodos. Aunque se presentan estos hechos como el principio de la Reconquista, más bien parece una continuación de la actitud habitual de los montañeses. Si bien los reinos cristianos no existían entes de la invasión musulmana fueron resistiendo los ataques musulmanes y pudieron destruir guarniciones y atraer a la población visigoda y fundar el hecho y derecho del reino Astur en la persona de Alfonso I, con la corte de Cangas de Onís en el 739. Pensemos que los visigodos llevaban en la península desde el reino visigodo con capital en Toledo desde el 507 y gobernaron hasta la llegado de los musulmanes en el 711. Doscientos años de convivencia con los hispano-romanos, con la mezcla de la población y la unidad lingüística, (los visigodos hablaban el gótico, una lengua germánica extinta, hablada por el pueblo visigodo. Actualmente no existen lenguas derivadas de ella), fueron hablando el latín de los hispanos aunque algunos términos góticos permanecieron y el acceso a la cultura vendría por sí solo con el tiempo. Para finales del siglo VI, escasa o no, la cultura abarcaría a ambas poblaciones. Aquellos visigodos del principio ya no existían, y eran tan hispanos como los demás, ya que compartían lengua y religión.
Volviendo al
reino Astur, la presencia de nobles visigodos, refugiados en la zona
cantábrica, contribuyó a iniciar de una forma institucional la empresa de
constituir un reino. Según las crónicas Pelayo era hijo del dux Favila, y se
refugia en Asturias al producirse la invasión musulmana. El gobernador musulmán
Munuza, que reside en Gijón, pretende a la hermana de Pelayo, por lo que le
envía a Córdoba como rehén, aunque escapa de allí en el año 717. Refugiado en
los Picos de Europa, incita posteriormente a los astures a rebelarse contra el
invasor. Estos le nombran jefe y se refugian en el monte Auseva. La pretensión
del gobernador musulmán de casarse con la hermana de Pelayo, y el matrimonio de
la hija de éste con el futuro Alfonso I, hijo del dux de Cantabria, nos
sugieren que Pelayo podría ser hijo del dux de Asturias, y que todas estas
alianzas matrimoniales buscarían la legitimidad de la nueva situación. En todo
caso nace en los Picos de Europa el embrión de un nuevo estado, ya que don
Pelayo toma sin esfuerzo Cangas de Onís, que será el Reino de los Astures. Don Pelayo, descendiente del rey Chindasvinto
y fugitivo de la batalla de Guadalete, aclamado como jefe venció a los musulmanes.
Tras aquella batalla de Covadonga comienza a organizarse la monarquía. Estos
triunfos atrajeron a muchos cántabros y astures y refugiados en los montes. La
hija de este rey se casó con el hijo del duque de Cantabria consiguiendo así
una alianza muy conveniente. Este reino incipiente fue el embrión de los reinos
de León, Castilla, Galicia y Portugal.
A todo esto los musulmanes estaban más interesados en la conquista de la Galia, y llegaron hasta Aquitania. Fueron derrotados en el 732 y dos años después intentaron ocupar Arlés y Aviñón pero volvieron a ser derrotados, ahora por Carlos Martel, (el abuelo de Carlomagno).
Don Pelayo muere en el 737 y le sucede su hijo Favila. No hay noticias de actuaciones contra los agarenos en ese periodo. Muere Favila atacado por un oso en la lucha ya que era la tradición entre los jóvenes dar muerte a un oso. Esto sucedió en el 739, y le sucede su cuñado Alfonso I que consolidó la monarquía.
Las rebeliones entre los musulmanes por las disputas de los bereberes que eran mayoría frente a los árabes, hizo que éstos llamaran a los sirios que después de apaciguar los conflictos se instalaron en el sur de al-Andalus.
Alfonso I aprovechó las revueltas musulmanas para hacer incursiones en el valle del Duero y atravesando el Ebro llegar a La Rioja. Acompañado por su hermano Fruela, conquistaron Galicia, León, Astorga Salamanca, Ávila, Segovia, Álava, y l Rioja. Realmente esas zonas quedaron despobladas, como tierra de nadie, y fue escenario de luchas. Pero cuando se fundó el Emirato de Córdoba se hicieron fuertes en el norte dejando una zona desierta entre ellos y el emirato recién fundado. Cesaron los avances cristianos y durante las siguientes monarquías el reino Astur fue vasallo del cordobés pagando los correspondientes tributos.
Comenzó lentamente la construcción de fortalezas en el valle del Mena y sus aledaños, para protegerse de los musulmanes, quienes las llamaban “al-quila”, primera mención del nombre de Castilla. Mandó construir el monasterio de San Pedro de Villanueva y el de Santa María de Covadonga, lo que le valió el apelativo de “el santo”.
A su muerte heredó el trono su hijo, Fruela I, que se casó con la hija de un señor vascón de esa unión nació el futuro Alfonso II.
Mientras en el año 756 se crea el emirato independiente con capital en Córdoba que existió hasta el 929 regido por los omeyas. En ese periodo se consolidó la paz, pero por las rebeliones internas se reanudaron las incursiones en el norte aunque el rey asturiano salió victoriosos en arias de ellas. Por el asesinato por sus propias manos de su hermano y la prohibición de casarse a los presbíteros con castigos incluso físicos y por otros episodios fue llamado “el cruel”. Pero fue el fundador de la ciudad de Oviedo y diversos monasterios y templos. Fruela murió en el 768 y heredó el trono Aurelio, su primo. Siguieron pagando tributos a los musulmanes y la entrega de doncellas, consiguiendo así un periodo de paz.
A todo esto los musulmanes estaban más interesados en la conquista de la Galia, y llegaron hasta Aquitania. Fueron derrotados en el 732 y dos años después intentaron ocupar Arlés y Aviñón pero volvieron a ser derrotados, ahora por Carlos Martel, (el abuelo de Carlomagno).
Don Pelayo muere en el 737 y le sucede su hijo Favila. No hay noticias de actuaciones contra los agarenos en ese periodo. Muere Favila atacado por un oso en la lucha ya que era la tradición entre los jóvenes dar muerte a un oso. Esto sucedió en el 739, y le sucede su cuñado Alfonso I que consolidó la monarquía.
Las rebeliones entre los musulmanes por las disputas de los bereberes que eran mayoría frente a los árabes, hizo que éstos llamaran a los sirios que después de apaciguar los conflictos se instalaron en el sur de al-Andalus.
Alfonso I aprovechó las revueltas musulmanas para hacer incursiones en el valle del Duero y atravesando el Ebro llegar a La Rioja. Acompañado por su hermano Fruela, conquistaron Galicia, León, Astorga Salamanca, Ávila, Segovia, Álava, y l Rioja. Realmente esas zonas quedaron despobladas, como tierra de nadie, y fue escenario de luchas. Pero cuando se fundó el Emirato de Córdoba se hicieron fuertes en el norte dejando una zona desierta entre ellos y el emirato recién fundado. Cesaron los avances cristianos y durante las siguientes monarquías el reino Astur fue vasallo del cordobés pagando los correspondientes tributos.
Comenzó lentamente la construcción de fortalezas en el valle del Mena y sus aledaños, para protegerse de los musulmanes, quienes las llamaban “al-quila”, primera mención del nombre de Castilla. Mandó construir el monasterio de San Pedro de Villanueva y el de Santa María de Covadonga, lo que le valió el apelativo de “el santo”.
A su muerte heredó el trono su hijo, Fruela I, que se casó con la hija de un señor vascón de esa unión nació el futuro Alfonso II.
Mientras en el año 756 se crea el emirato independiente con capital en Córdoba que existió hasta el 929 regido por los omeyas. En ese periodo se consolidó la paz, pero por las rebeliones internas se reanudaron las incursiones en el norte aunque el rey asturiano salió victoriosos en arias de ellas. Por el asesinato por sus propias manos de su hermano y la prohibición de casarse a los presbíteros con castigos incluso físicos y por otros episodios fue llamado “el cruel”. Pero fue el fundador de la ciudad de Oviedo y diversos monasterios y templos. Fruela murió en el 768 y heredó el trono Aurelio, su primo. Siguieron pagando tributos a los musulmanes y la entrega de doncellas, consiguiendo así un periodo de paz.
DIPLOMA DE SILOS
A su muerte en el 774 le sucede Silo que reinará nueve años, siendo un tiempo pacífico con los musulmanes. Carlomagno por entonces intentó asediar Zaragoza y tuvo que retirarse. Silo era hijo de musulmana lo que contribuyó a una buena relación con el emir cordobés. El Beato de Liébana apoyó a Silo en contra de la herejía defendida por un monje. El documento “Diploma del rey Silo” es el más antiguo existente en la península ibérica.
Los reyes siguientes, Mauregato y Bermudo I reinaron pocos años. Este último renunció para retirarse como eclesiástico y dejó el gobierno a Alfonso II.
A su muerte en el 774 le sucede Silo que reinará nueve años, siendo un tiempo pacífico con los musulmanes. Carlomagno por entonces intentó asediar Zaragoza y tuvo que retirarse. Silo era hijo de musulmana lo que contribuyó a una buena relación con el emir cordobés. El Beato de Liébana apoyó a Silo en contra de la herejía defendida por un monje. El documento “Diploma del rey Silo” es el más antiguo existente en la península ibérica.
Los reyes siguientes, Mauregato y Bermudo I reinaron pocos años. Este último renunció para retirarse como eclesiástico y dejó el gobierno a Alfonso II.