Con la caída del Imperio romano y la invasión de los pueblos
germánicos, el territorio de Gallaecia forma parte de los foedus (tratado
romano con extranjeros) que efectúan los diferentes pueblos invasores.
Los
suevos, 30.000 individuos de los que solo 8.000 eran varones con capacidad para
luchar, se concentran entre el Duero y el Miño, en la zona de influencia de
Bracara Augusta (Braga). Llegados en el año 409, se acuerda un foedus con Roma
en el 410 por el que los suevos se establecen en la provincia romana de
Gallaecia.
Sabemos que la zona que hoy es Galicia juntamente con Asturias y Cantabria fueron los últimas regiones en ser sometidas por los romanos. Los pueblos eran los galaicos, astures y cántabros. Seguramente vencidos hacia el año 20 a.C. Esto fue producido por la fuerte resistencia y unidad social y territorial que tenían estos pueblos. Es cuando la provincia romana de Gallaecia, galaicos, (llamada así por los romanos por su parecido a la forma de luchar de los guerreros de las Galias), aún no estaba constituida política y administrativamente, cuando aparecen los castros. Una reciente investigación aclara que existió una vinculación celta entre este pueblo y los de Bretaña, Gales e Irlanda. Los galaicos eran unos de los pueblos celtas, o “celtizados”. Hubo unas cincuenta tribus de galaicos, cada una con diferente nombre. Asentados en el norte de Portugal y el área de la Galicia actual, introduciendo en esta región la cultura de los castros o castreña.
Sabemos que la zona que hoy es Galicia juntamente con Asturias y Cantabria fueron los últimas regiones en ser sometidas por los romanos. Los pueblos eran los galaicos, astures y cántabros. Seguramente vencidos hacia el año 20 a.C. Esto fue producido por la fuerte resistencia y unidad social y territorial que tenían estos pueblos. Es cuando la provincia romana de Gallaecia, galaicos, (llamada así por los romanos por su parecido a la forma de luchar de los guerreros de las Galias), aún no estaba constituida política y administrativamente, cuando aparecen los castros. Una reciente investigación aclara que existió una vinculación celta entre este pueblo y los de Bretaña, Gales e Irlanda. Los galaicos eran unos de los pueblos celtas, o “celtizados”. Hubo unas cincuenta tribus de galaicos, cada una con diferente nombre. Asentados en el norte de Portugal y el área de la Galicia actual, introduciendo en esta región la cultura de los castros o castreña.
CASTRO DE SANTA TECLA
Roma lleva su cultura y su poder. Fundan tres ciudades, lo que hoy son Lugo, Braga, y Astorga. Con Diocleciano se unifica en una provincia separada de la Tarraconense, Gallaecia.
Los castros yo no tenían importancia defensiva para los romanos, aunque siguieron siendo habitados durante varios siglos. Roma llevó además de organización administrativa, su lengua, el latín, y la religión cristiana.
Debilitada Roma ya a principios del siglo V, llegan a la península los vándalos los alanos y los suevos procedentes del norte de Europa, y se puso fin al dominio romano en la región. Los suevos, de religión arriana, se establecieron en la Gallaecia creando un reino independiente que duraría ciento setenta años. Hasta que en el año 585, que habían entrado los visigodos, que ya dominaban el resto de la península ibérica, invaden la Galicia sueva incorporando ésta a su reino.
Roma lleva su cultura y su poder. Fundan tres ciudades, lo que hoy son Lugo, Braga, y Astorga. Con Diocleciano se unifica en una provincia separada de la Tarraconense, Gallaecia.
Los castros yo no tenían importancia defensiva para los romanos, aunque siguieron siendo habitados durante varios siglos. Roma llevó además de organización administrativa, su lengua, el latín, y la religión cristiana.
Debilitada Roma ya a principios del siglo V, llegan a la península los vándalos los alanos y los suevos procedentes del norte de Europa, y se puso fin al dominio romano en la región. Los suevos, de religión arriana, se establecieron en la Gallaecia creando un reino independiente que duraría ciento setenta años. Hasta que en el año 585, que habían entrado los visigodos, que ya dominaban el resto de la península ibérica, invaden la Galicia sueva incorporando ésta a su reino.
Como sabemos en el 711 llegan los islámicos y en el 715
entran al sur de Galicia, aunque no durarían más de unas pocas décadas, ante el
avance de los reinos cristianos. El norte de Galicia cayó bajo el dominio
político de Alfonso I de Asturias, que instaló en la ciudad de Lugo al obispo
Odoario. El territorio de Galicia quedó desde el 760 bajo la autoridad de los
monarcas que tenían su espacio político y de poder en lo que hoy es Asturias,
en una débil posición que tuvo que ser consolidada por su sucesor, Fruela I,
que aplastó una insurrección de los gallegos. Galicia, aunque fue independiente
durante breve tiempo, siguió existiendo y por entonces estaba incorporado al
Reino Astur, como Reino de Galicia, corona dependiente de Asturias primero y de
León después. Al sur del río Miño, que en 1139 se independizaría con el nombre
de Reino de Portugal.
Pero cuando Alfonso III de Asturias traslada la capital de Oviedo a León, llamamos aquí el reno Astur leonés o simplemente reino de León. Y fue precisamente esta la entidad que absorbió al Reino de Galicia, que finalmente sirvió como base para conformación contemporánea de la región de Galicia. El descubrimiento del sepulcro del apóstol Santiago fue la consolidación del reino de Galicia. primero dependiendo del reino de León y posteriormente de la Corona de Castilla. La primera integración se produce con Alfonso I de Asturias. Más adelante durante el reinado de Alfonso III se pretende mantener las tierras de Galicia bajo el control mediante el nombramiento de herederos de la casa real para su gobierno. Estas medidas no calmaron los conflictos entre los nobles gallegos y los monarcas asturleoneses. Alfonso III deja a su hijo Ordoño II el reino de Galicia fijando se capital en Braga.
Pero cuando Alfonso III de Asturias traslada la capital de Oviedo a León, llamamos aquí el reno Astur leonés o simplemente reino de León. Y fue precisamente esta la entidad que absorbió al Reino de Galicia, que finalmente sirvió como base para conformación contemporánea de la región de Galicia. El descubrimiento del sepulcro del apóstol Santiago fue la consolidación del reino de Galicia. primero dependiendo del reino de León y posteriormente de la Corona de Castilla. La primera integración se produce con Alfonso I de Asturias. Más adelante durante el reinado de Alfonso III se pretende mantener las tierras de Galicia bajo el control mediante el nombramiento de herederos de la casa real para su gobierno. Estas medidas no calmaron los conflictos entre los nobles gallegos y los monarcas asturleoneses. Alfonso III deja a su hijo Ordoño II el reino de Galicia fijando se capital en Braga.
CASTRO-VIVIENDA CELTA
Al final del reinado de Alfonso II, los tres hermanos se levantaron en armas contra su padre, y a su muerte en 910 fue sucedido en el trono leonés por García, siendo el principal de los hermanos. A la muerte de éste en el 914 le sucede su hijo García que al fallecer hereda Ordoño el trono leonés, y aquí acaba el primer reino de Galicia.
Quizá quedara configurado dentro del reino de León en el 1065. De todas formas las luchas fratricidas desembocan en que el reino de Galicia es dividido en dos condados, el de Portugal y el de Galicia cuyo último rey gallego fue Alfonso VI de León y Castilla hasta su muerte en el 1109. Se incorporará por tanto a la Corona de Castilla y León en 1230 ya con Fernando III. Alfonso VI de León impuso las peregrinaciones a Santiago aunque el culto a las reliquias ya habían comenzado durante el reinado de Alfonso II.
Galicia pasa entonces a tener la configuración actual y se inicia una de las etapas más brillantes de su historia.
Al final del reinado de Alfonso II, los tres hermanos se levantaron en armas contra su padre, y a su muerte en 910 fue sucedido en el trono leonés por García, siendo el principal de los hermanos. A la muerte de éste en el 914 le sucede su hijo García que al fallecer hereda Ordoño el trono leonés, y aquí acaba el primer reino de Galicia.
Quizá quedara configurado dentro del reino de León en el 1065. De todas formas las luchas fratricidas desembocan en que el reino de Galicia es dividido en dos condados, el de Portugal y el de Galicia cuyo último rey gallego fue Alfonso VI de León y Castilla hasta su muerte en el 1109. Se incorporará por tanto a la Corona de Castilla y León en 1230 ya con Fernando III. Alfonso VI de León impuso las peregrinaciones a Santiago aunque el culto a las reliquias ya habían comenzado durante el reinado de Alfonso II.
Galicia pasa entonces a tener la configuración actual y se inicia una de las etapas más brillantes de su historia.