Ese día falleció en el Palacio Testamentario de Medina del
Campo (Valladolid), Isabel de Trastámara, conocida como Isabel la Católica, la
reina más poderosa del mundo.
Con tres años quedó huérfana de padre. Con diez años, su madre enloqueció y fue apartada de ella. A los diecisiete perdió a Alfonso, su hermano pequeño. Su hermanastro mayor, el rey Enrique IV, la detestaba.
Pero a todo y a todos impuso su mente ágil, su voluntad de hierro, su fe inquebrantable, su disciplina, su decisión, su confianza en sí misma y su inteligencia. Así llegó más alto que ninguna mujer en la historia de la humanidad.
Con tres años quedó huérfana de padre. Con diez años, su madre enloqueció y fue apartada de ella. A los diecisiete perdió a Alfonso, su hermano pequeño. Su hermanastro mayor, el rey Enrique IV, la detestaba.
Pero a todo y a todos impuso su mente ágil, su voluntad de hierro, su fe inquebrantable, su disciplina, su decisión, su confianza en sí misma y su inteligencia. Así llegó más alto que ninguna mujer en la historia de la humanidad.
A los dieciocho años llegó a su boda clandestina en Valladolid y así habló a su futuro esposo, Fernando, su primo segundo de diecisiete años: "Te he elegido yo y sólo yo como esposo, en contra de la voluntad del Rey y sin el permiso del Papa. Pero a Dios pongo por testigo de nuestro amor y de nuestra determinación por reinar, cada uno, en Castilla y Aragón".
A los veintitrés años, en su coronación en la Plaza Mayor de Segovia, hizo lo que ninguna mujer había hecho antes: tomar entre sus manos una espada, símbolo máximo del poder real que ella iba a ejercer.
Palacio Testamentario de Medina del Campo
Así fue como Isabel de Trastámara, se convirtió en la mujer más poderosa del mundo. Con su tenacidad, sembró el camino que llevó al nacimiento del Imperio.


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