jueves, 6 de marzo de 2025

LO QUE NATURA NON DA SALAMANCA NON LO PRESTA.

 

La Universidad de Salamanca inició su ininterrumpida actividad docente en 1218. Fernando III de Castilla (1199-1252) confirmaría por Real Cédula todas las franquicias y privilegios otorgados a las Escuelas salmantinas; privilegios que, en 1254, ratificaría su hijo Alfonso X "el Sabio", quien emplea por primera vez la palabra universidad en relación con el establecimiento docente.


El papa Alejandro IV concedió al alma máter salmantina el título de Estudio General, quedando así equiparada a las universidades ya existentes en París, Bolonia y Oxford. La Universidad de Salamanca se convirtió, junto con París, Oxford y Bolonia en una de las primeras universidades europeas y hoy en día es la única española que ha mantenido su actividad a través de los siglos.

En el siglo XVI, momento de esplendor de la universidad salmantina (que se convirtió en el foco más importante del neoescolasticismo español frente al erasmismo dominante en Alcalá de Henares), llegaron a frecuentar sus aulas hasta 12.000 estudiantes en un año, muchos de ellos de los más diversos países de Europa, para asistir a sus cursos, impartidas por insignes maestros de la categoría de Fray Luis de León, y otros nombres ilustres del Siglo de Oro.

La Universidad salmantina  ha quedado vinculada a la Historia Universal por una serie de hechos y personalidades que llegaron a marcar la evolución de la sociedad occidental

A causa de la Universidad, en Salamanca se construyeron diversos colegios, sobre todos los llamados Mayores. El más antiguo fue el Colegio Viejo o de San Bartolomé (1401), debido a la iniciativa del arzobispo don Diego de Anaya. El actual edificio, de estilo neoclásico, más conocido como Colegio de Anaya, fue construido en el siglo XVIII sobre otra edificación anterior. Uno de los personajes más ilustres vinculados a la Universidad de Salamanca fue Miguel de Unamuno. Catedrático de griego y rector de la facultad, un busto suyo preside una lujosa escalera en dicho colegio. De entre su ornamentado arquitectónico sobresale su fachada construida en estilo plateresco hacia el año 1525, y se ha convertido en el centro de interés artístico de la universidad. Sobre las dos arcadas de la fachada, se divide en tres cuerpos: en el primero aparece un medallón con los Reyes Católicos y una inscripción en griego que dice “los reyes a la Universidad, y esta a los reyes”; en el central, el escudo imperial de Carlos V, y en el superior, la figura del Papa con dos cardenales.

miércoles, 5 de marzo de 2025

ARQUITECTURA BRUTALISTA EN MADRID

La capital fue escenario de una fertilísima regeneración arquitectónica en la década de los sesenta cuyo emblema es Torres Blancas y cuyas huellas de hormigón describen un itinerario fascinante (y fantasmal). 


Edificio "los Cubos"
Una de las obras más interesantes de la arquitectura madrileña no existe. Y no porque desapareciera con el paso del tiempo, sino porque el Ayuntamiento de Madrid permitió demolerla en 1999. Me refiero a la Pagoda de Miguel Fisac, sobrenombre de la sede de los laboratorios JORBA y víctima de un atentado urbanístico que las autoridades permitieron a expensas de la reputación del brutalismo.


Edificio La Pagoda 
El brutalismo en Madrid más escondido: entre el mal gusto y los ecos a Le Corbusier
El brutalismo es una corriente arquitectónica que se derivó de la precariedad de la posguerra, II Guerra Mundial y cuya idiosincrasia tanto se reconocía en la sobriedad de los materiales, el hormigón, el ladrillo, el metal, como en la funcionalidad de las construcciones. Era la manera de reaccionar a la desolación de los bombardeos y a la devastación de las ciudades, aunque las emergencias de la corriente arquitectónica no contradijo el esmero de una estética severa y responsable, empezando por los "prototipos" de Londres.

Instituto del patrimonio Nacional 
La monstruosidad de la Guerra había introducido un discurso filosófico respecto a la misión del arte. Y a la resignación con que debía aceptarse el fin de la belleza en su dimensión más lúdica y creativa. Procedía un periodo de oscuridad, de sobriedad. O un movimiento de rotundidad y grisura al que pusieron adjetivos interesantes varios de los arquitectos más cualificados de Occidente. Incluidos Le Corbusier, Mies van der Rohe o Alvar Aalto.

Torre de Valencia 
El brutalismo prorrumpió en la España de Franco y lo hizo en Madrid. No me refiero a la fealdad y al feísmo de las construcciones precarias, ni a la vacuidad hortera de la arquitectura megalómana, sino a la condescendencia con que el régimen toleró las fórmulas vanguardistas.
La difunta Pagoda de Fiscac, inaugurada en 1967, fue una de ellas, aunque la expresión brutalista más popular de todas probablemente consiste en las Torres Blancas, de Sáenz de Oiza. No se explica la realización de la obra (1969) sin la mediación de Juan Huarte, propietario de la empresa constructora y mecenas polifacético de las vanguardias.
Se ha convertido Torres Blancas en un icono de la ciudad, más interesante de cuanto puedan serlo la Cibeles o la Puerta de Alcalá. Y en el ejemplo de una peculiaridad del brutalismo madrileño: las obras que jalonan el interés del movimiento no se localizan en barrios populares ni en modelos desarrollistas, sino en zonas privilegiadas de la ciudad y en barrios acomodados.
Es el caso de la urbanización Galaxia en Argüelles o de la zona más exclusiva de Cuzco, aunque el brutalismo también puede identificarse en otros edificios civiles que han sobrevivido a los vaivenes de las modas y que han adquirido una singularidad estética en las entrañas de la villa.
Torres Blancas 
El brutalismo no discrepa de la armonía ni de la belleza, pese a la semántica del movimiento arquitectónico. 
Ni siquiera se manifiesta en la excentricidad o las variedades estrafalarias. Por eso tiene sentido detenerse en el suburbio carísimo de Somosaguas. Y asombrarse con el chalé de hormigón que concibió Javier Carvajal a finales de los sesenta.
Esta corriente bebe de las fuentes del concepto residencial Unité d'Habitation de Le Corbusier en Marsella, fechado también a comienzos de mitad de siglo XX. "La expansión global de este nuevo estilo coincide con la necesidad de reconstrucción en las ciudades en periodo de posguerra, lo que incrementa su popularidad", en palabras de Ana del Rosario Íscar, para Open House Madrid.

Casa Carvajal
Se trata de una propiedad privada, pero la visita clandestina en los aledaños del templo civil permite hacerse una idea del racionalismo brutalista en su expresión más pura y estética. No hace falta transgredir la propiedad privada. Otra posibilidad para apreciarla consiste en navegar en las filmotecas y reanimar La madriguera, una película inquietante de Saura que se rodó en la Casa Carvajal y que redunda en la fertilidad con que las vanguardias cohabitaron con el franquismo, no por afinidad, claro, sino por la ceguera del caudillo y el desinterés mismo. 
 

lunes, 3 de marzo de 2025

PALACIO REAL DE MADRID

Es uno de los más hermosos y mejor conservados de Europa. Sus más de 135.000 metros cuadrados han sido testigos de siglos de la historia de España. Es una de las pocas residencias oficiales de Jefes de Estado que está abierta al público. Cerca de 1,5 millones de visitantes vienen cada año a descubrir sus rincones, sus obras de arte y sus tesoros únicos en el mundo.

Originalmente fue el Real Alcázar, fortaleza levantada en el mismo solar donde hoy se alza la construcción barroca. El rey Enrique III de Castilla lo convirtió en una de sus más frecuentadas residencias. Durante la guerra de Sucesión castellana (1476) las tropas de Juana la Beltraneja fueron sitiadas en el alcázar, lo que ocasionó algunos destrozos. El emperador Carlos I comenzó con reformas en el alcázar, empleando ya una arquitectura renacentista. Felipe II impulsó mayores obras contratando a artistas de Italia, Francia y los Países Bajos. Fue por entonces cuando se construyó la llamada Torre Dorada y la Real Armería, derribada en 1894. Felipe III, Felipe IV y Carlos II continuaron con este proyecto.

Cuando Felipe V, primer monarca español de la Casa Borbón, llegó a Madrid en 1700 y vio que su residencia sería el destartalado Alcázar de los Austrias, se les cayó el alma a los pies. Ese vetusto edificio nada tenía que ver con las refinadas estancias del Palacio de Versalles, donde hasta entonces había residido.  No le gustaba nada el Alcázar. Casualidad o no, lo cierto es que en la Nochebuena de 1734, se desató un violento incendio (algunos creen que provocado) en el edificio. Tras el suceso, el nuevo monarca Borbón decidió renovar por completo el inmueble. Así se iniciaron las obras del actual Palacio Real de Madrid, que en la actualidad es el complejo palaciego real más grande de Europa occidental. Consideró que el antiguo alcázar era demasiado austero y estaba anticuado por lo que acometió nuevas reformas. La reina María Luisa Gabriela de Saboya por su parte y la Princesa de los Ursinos redecoraron las estancias al gusto francés.

Desde que se quemó creencia de que el lugar estaba maldito. Y había quienes establecían que veían fantasmas. Además de este incendio, hay otras leyendas que están en el Palacio Real. En este caso, está relacionado con la vida del rey Felipe V, pues se dice que mandó cortar las manos de su arquitecto Felippo Juvara, quien estuvo al cargo de construir el palacio. Se dice que este arquitecto falleció por todo aquello que mandó hacer el rey y que por esto su espíritu paseaba por el lugar. La segunda esposa de Felipe V, Isabel de Farnesio, tenía muchas pesadillas donde veía un terremoto. Por esto, se ordenó acabar y retirar con aquellas estatuas que estaban en el techo porque tenía miedo de ser aplastada por una de ellas.

Más tarde fueron sacadas del palacio y actualmente las encontramos en los jardines de la Plaza de Oriente. Cuando el rey abdicó en su hijo Luis I, éste murió a los siete meses. Y volvió a reinar Felipe V, que estaba trastornado completamente. depresiones que le “apagaban” por momentos. Estos problemas de salud mental llegaron a su máximo apogeo en la segunda parte del reinado, cuando Felipe V se vuelve completamente loco. Una de las anécdotas es que el rey se consideraba una rana o un muerto que no tenía por qué moverse o hablar.  Se obsesionó con que su camisa estaba envenenada, por lo que se negaba a ponerse una que no hubiese llevado antes.

Entre los secretos que se dicen de este lugar es que hay variedad de pasadizos secretos y que han estado muy vivos a lo largo de la historia. Así es notable hablar de la construcción de  túneles subterráneos que unían la residencia con diferentes zonas.

Hay más leyendas, como los jardines del Campo del Moro que están debajo del Palacio Real. En este caso, destaca la figura de Juan II de Castilla, que rey con sólo 14 años, contrató a un domador de osos. Las leyendas cuentan que un oso le devoró durante una noche porque trataba mal a los animales. Desde ese momento todavía se dice que se escuchan los gritos del hombre en el momento en el que el oso acabó con él.

El último monarca que vivió en palacio de manera continua fue Alfonso XIII, que terminó huyendo de España sin abdicar. Y luego lo ocupó Manuel Azaña, presidente de la Segunda República, también habitó en el mismo, siendo por tanto el último Jefe de Estado que lo hizo, que también huyo de España. Durante ese periodo fue conocido como Palacio Nacional. Todavía hay una sala, al lado de la Real Capilla, que se conoce por el nombre de "Despacho de Azaña". Otra de las denominaciones empleadas para referirse al edificio es la de Palacio de Oriente; este nombre viene dado por la plaza a la que recae una de las balconadas del palacio, la plaza de Oriente, en la que también se encuentra el Teatro Real.

En cuanto a extensión, tiene 135.000 m² y más de 3.418 habitaciones. Alberga un valioso patrimonio histórico-artístico, entre el que se encuentra el quinteto de los Stradivarius Palatinos, la colección más importante del mundo de estos instrumentos, así como colecciones muy relevantes de otras disciplinas artísticas.

Su construcción comenzó en 1738, según planos del arquitecto Filippo Juvara, modificados de manera notable por su discípulo Juan Bautista Sachetti. Francesco Sabatini se encargó de la conclusión del edificio, así como de obras secundarias de reforma, ampliación y decoración. Felipe V no vivió en continuamente en el palacio, fue su hijo Carlos III el primer monarca que habitó de forma continua el palacio.

Desde entonces fue la morada habitual de los reyes de España hasta 1931. En el edificio continúan celebrándose recepciones, actos oficiales y ceremonias de estado, si bien la residencia de la familia real es el palacio de la Zarzuela, donde Jun Carlos I y Sofía se instalaron tras su matrimonio en 1962, renunciando el rey a vivir en el Palacio Real.  El último monarca que vivió en palacio de manera continua fue Alfonso XIII, aunque Manuel Azaña, presidente de la Segunda República, también habitó en el mismo, siendo por tanto el último Jefe de Estado que lo hizo. 

Durante ese periodo fue conocido como Palacio Nacional. Todavía hay una sala, al lado de la Real Capilla, que se conoce por el nombre de "Despacho de Azaña". Otra de las denominaciones empleadas para referirse al edificio es la de Palacio de Oriente; este nombre viene dado por la plaza a la que recae una de las balconadas del palacio, la plaza de Oriente, en la que también se encuentra el Teatro Real.  El interior del palacio destaca por su riqueza artística, tanto en lo que se refiere al uso de toda clase de materiales nobles en su construcción como a la decoración de sus salones con obras de arte de todo tipo, como las pinturas de artistas de la talla de Caravaggio, Velázquez, Goya y frescos de Corrado Giaquinto, Tiepolo o Mengs. Otras colecciones de gran importancia histórica y artística que se conservan en el edificio son las de la Armería Real, tapices, porcelanas, relojes, mobiliario y platería.

La colección de los Stradivarius, desde el otro lado de la vitrina, puede parecer un objeto del Museo del Palacio Real de Madrid, pero estos instrumentos, ubicados en el monumental edificio de la plaza de Oriente, son casi entes vivos que aguardan su resurrección una vez superado el límite del frío cristal. Estas piezas, con tres siglos de edad, permanecen expuestas habitualmente a la admiración de los visitantes en un lugar destacado del Palacio Real. Desde 2008 se puede apreciar la calidad de estos instrumentos, ya que Patrimonio Nacional con su generosidad organiza, de manera regular, ciclos de conciertos en vivo de los Stradivarius.

La Real Armería constituye una de las joyas del Patrimonio Histórico Español y es considerada como la más importante de Europa junto con la Imperial de Viena, tanto por el mérito de sus piezas como por la historia que otorga sentido a tal colección de armas, fundamentalmente de gala.

El Salón del Trono fue concebido como la pieza más importante de cuantas conformaban las habitaciones del rey Carlos III en el Palacio Real de Madrid. El Salón del Trono, también llamado Salón de Reinos o de Embajadores, este espacio es, actualmente, uno de los símbolos de la continuidad de la monarquía española. Además, atesora una de las mejores colecciones artísticas de Patrimonio Nacional: todos los elementos que lo decoran, destinados a cantar las glorias de los reyes de España, son obra de los mejores artistas nacionales e internacionales de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX.

El Comedor de Gala se presenta como una de las estancias más amplias del Palacio Real de Madrid. Creado entre 1879 y 1885, ocupa el espacio principal de la fachada de poniente. Actualmente, este salón continúa empleándose en almuerzos y cenas de gala, teniendo una capacidad para más de ciento cuarenta comensales.

Junto a él está la Catedral de la Almudena.

sábado, 1 de marzo de 2025

AL-ANDALUS SIGLO XIII - (Parte 9)

 

Muere Alfonso VIII de Castilla, el vencedor de la batalla de las Navas en 1214, y le sucede su hijo Enrique I de Castilla, pero muere y por asuntos de herencia sube al trono Alfonso IX de León.

Un año antes de morir, en 1229 Alfonso IX de León logra tomar Cáceres y en marzo de 1230 Badajoz es tomada por las tropas de Alfonso IX de León. Muere el rey y hereda Fernando III, (el santo), que recibe de su madre Berenguela, el reino de Castilla y de su padre (en 1230) el reino de León, por lo que se unieron definitivamente ambos reinos.
Nace así la Corona de Castilla-León se unen los reinos y las Taifas y señoríos conquistados a los árabes, Córdoba, Jaén, Murcia y Sevilla. Fernando el santo fue el rey que conquistó Córdoba en 1236, en noviembre de 1248, tomó Sevilla.

FERNANDO III, EL SANTO 

El reino Taifa de Murcia abarcaba por entonces casi todo Al-Andalus, (1228-1266).
Por el reino de Aragón, en tan solo dieciséis años, entre 1229 y 1245, Jaime I de Aragón conquistó gran parte de lo que ya desde 1238 se constituyó como Reino de Valencia. La isla de Ibiza fue conquistada en 1235. Desde 1229 a 1232 luchó por tomar Mallorca y la consiguió y Mallorca se constituyó en reino, uno más de la Corona de Aragón.  Consiguió someter Menorca.
Desde 1232 a 1238 conquistó parte de Valencia, Burriana, Peñíscola y Castellón, en los años siguiente tomó Alcira y Valencia, tras duro asedio y más tarde el resto hasta el límite con Castilla.
En febrero de 1236 llegó Fernando III a Córdoba con su ejército. Los cordobeses esperaron la ayuda de Ibn Hud, que no venía desde Murcia, por lo que iniciaron negociaciones de rendición con Fernando III. Al no aceptar las condiciones del rey para evacuar la ciudad, propició que la ciudad de Córdoba se rindiese en junio de aquel año. En las negociaciones se estableció una tregua de seis años y el pago de parias.
Después de la caída de Córdoba, Ibn Hud se instaló en Almería. A principios de 1238 fue asesinado por el gobernador de Almería, que inmediatamente se alzó con el poder en aquella ciudad. Se anexionó también el territorio almeriense. Numerosas villas y castillos cordobeses fueron anexionados mediante pactos o por las armas. El poder almohade se estaba perdiendo rápidamente y fueron incapaces de socorrer a los musulmanes de Al-Ándalus mientras Fernando III avanzaba por el valle del Guadalquivir.

ALFONSO X, EL SABIO 

Mientras su hijo, Alfonso X el sabio estaba en la reconquista de Levante. Y se estableció en Murcia  firmando un acuerdo con el rey en 1243, viendo éste el peligro al haber tomado Jaime I Valencia. En 1244 se concertó el matrimonio de Violante, la hija de Jaime I, con Alfonso X.
Al año siguiente Jaime conquista Játiva y Alcira.
En 1246 Ibn al-Yadd expulsó al gobernador y quedó como principal de Sevilla, firmando una tregua con Fernando III. Los elementos contrarios a este acuerdo le asesinaron y su líder, Axataf, pasó a ser el nuevo gobernante de Sevilla.
En 1246 el Rey Muhammad ibn Nasr, rindió vasallaje y entregó la ciudad de Jaén a Fernando III, consiguiendo que el nuevo Reino Nazarí de Granada perdurase.
Después de la toma de Jaén en 1246, Fernando III devastó los campos sevillanos de Carmona, Lora y otros, como preparación al asedio a Sevilla para el año siguiente, dominando así todo el valle del Guadalquivir. La conquista de Sevilla no era fácil y se llevó de manera simultánea por tierra y por el río. Ordenó la formación de una flota. Eso les privó a los musulmanes de los refuerzos procedentes de África. Mientras las plazas cercanas fueron atacadas por las tropas castellano-leonesas y se procedió al asedio de Sevilla. La ciudad quedó aislada del castillo de Triana y no tuvo más remedio que rendirse. Después Fernando bajó por el Guadalquivir con dos compañías de saqueo, liquidando las resistencias restantes de las Marismas y de la comarca del estrecho de Gibraltar, Jerez, Arcos, Medina Sidonia y otras ciudades gaditanas como Puerto de Santa María, Sanlúcar, Rota y Trebujena. En estas actividades estuvo implicado el príncipe Alfonso, ejerciendo labores de gobierno, dada la mala salud de su padre. Sólo quedaba Cádiz y Niebla. Pero se registra la excepción del Algarve y Granada, que se declaró vasallo del rey castellano y que como sabemos aguantó hasta 1492.
Muere Fernando III el santo, en 1252. Su hijo Alfonso X, el sabio, continuó la lucha contra las Taifas musulmanas. En 1248 Jerez de Jerez de la Frontera cae a manos de Alfonso X de Castilla, el sabio, el puerto de Rabat en 1260 y conquistó Cádiz en 1262
Por el lado aragonés en 1266 Jaime I sometió Murcia e inició un proceso de repoblación con catalanes y aragoneses, devolviendo luego Murcia a Alfonso X de Castilla.
Muhammad I, fue el primer rey de Granada entre 1238 y 1273,y  fundador de la dinastía nazarí.

JAIME I DE ARAGÓN 

Después de 1266, en Granada, los reyes de Castilla, cobraban un tributo a sus homólogos nazaríes. Un tributo en oro, porque Granada era la puerta del oro africano.
El reino nazarí ocupaba una franja que comprendía desde la punta de Tarifa hasta un 30 km. Al este de Almería. Con un anchura de unos 100 kilómetros.
Aquí aparecen los Benimerines, nombre castellanizado que reciben los Banu Marin, miembros de un imperio de origen bereber. Se movieron al norte de África y tomaron Fez en 1244, convirtiéndola en su capital. Una vez instalados declararon la guerra a los debilitados almohades con la ayuda de mozárabes mercenarios. En 1269 se capturó Marrakech y se hizo con el control de gran parte del Magreb.
La línea defensiva nazarí se centraba en Tarifa y las plazas fuertes como Jimena de la Frontera y Castellar de la Frontera que defendían el acceso a Málaga. Otras poblaciones menores eran Algeciras y Gibraltar.
El rey de Granada por entonces, Muhammad II conseguirá derrotarlos en 1273. Un año después concertó un tratado con Alfonso X por el cual el soberano nazarí daba  una fuerte cantidad en plata.
La presión a la que estaba sometido el nazarí le obligó a solicitar nuevamente ayuda a los benimerines, que esta vez acudieron. Las tropas del sultán Abu Yusuf desembarcaron en Tarifa el 13 de mayo de 1275 convirtiéndola en su base de operaciones desde donde saquearon los campos próximos a Jerez de la Frontera, los benimerines dirigidos por el sultán saquearon las tierras de Sevilla, Córdoba y Jaén.  Finalmente Abu Yusuf volvió a saquear los campos de Sevilla y Jerez antes de retirarse.
En 1277 regresó a la península y emprendió razias contras las poblaciones de Sevilla. A finales de año el sultán sitió a Córdoba, saqueando los arrabales. Alfonso X ante este panorama solicitó la paz, que fue firmada en 1278 en Algeciras. Abu Yusuf regresaba nuevamente a Marruecos. Alfonso X decidió romper la tregua e inicia el sitio de Algeciras. El nazarí Muhammad preparó una armada y ayudó a su aliado norteafricano. El fracaso castellano se completó con un desastre naval.
En 1279 se entrevistaron Alfonso X y Abu Yusuf en la ciudad de Algeciras para concretar una alianza militar contra Granada. Las tropas castellanas asolaron la Vega de Granada hasta la derrota castellana en la batalla de Moclín, en julio de 1280. Los benimerines atacaron la serranía malagueña. La paz se alcanzó en 1281 siendo devueltas las poblaciones a los nazaríes.

JAIME I 

Los benimerines se hacen con las poblaciones de Estepona y Fuengirola; al tiempo que ponían sitio a Málaga. Muhammad II aprovechó la situación para acercarse al hijo de Abu Yusuf, Abu Yaqub, para que intercediera ante su padre para negociar una paz. La acción tuvo éxito y ese año se firmó una alianza, con ello los benimerines rompieron su alianza con Castilla y saquearon las tierras de Sevilla, Carmona, Écija y sometieron a asedio a Jerez. Ese mismo año Granada firmaba una alianza con la corona de Aragón.
Con la muerte de Abu Yusuf en 1286 le sucedió su hijo quien devolvió las plazas y firmó la paz con Castilla. En 1291 Jaime II ponen fin a la enemistad con Castilla y firma el Tratado de Monteagudo que garantizaba seguir la guerra contra los musulmanes. La situación cambia nuevamente cuando los benimerines rompieron la tregua.
Las tropas castellanas tomaron Tarifa en 1292, pero el rey Sancho IV se negó a ceder la plaza lo que provocó que Muhammad II firmara la paz con los Benimerines (1295). Los benimerines, apoyados por el infante Juan de Castilla que se hallaba en rebeldía contra su hermano Sancho IV, fracasaron en el asedio de 1294 a Tarifa, defendida por Guzmán el Bueno.

JAIME I ENTRA EN VALENCIA  

El emir nazarí realizó las negociaciones diplomáticas para oponerse al reino de Castilla. La paz con los benimerines le permitió recuperar las plazas de Algeciras y Ronda, a lo que le siguió la alianza con Aragón en 1296 justo cuando el rey conquistaba el reino de Murcia, aprovechando la crisis entre el rey castellano y los regentes.

LO QUE NATURA NON DA SALAMANCA NON LO PRESTA.

  La Universidad de Salamanca inició su ininterrumpida actividad docente en 1218. Fernando III de Castilla (1199-1252) confirmaría por Real ...