El famoso cardenal Richelieu será siempre recordado como el malo de Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas. Pero los españoles deberíamos recordarle como el traidor a la propia iglesia católica, que tanto defendía España en esos años. Además, ¿Qué influencia tuvo su gestión sobre Cataluña?
CARDENAL RICHELIEU
En 1621 Luis XIII propuso al Papa que hiciese cardenal a Richelieu. Sólo tres años después se convertía en primer ministro. Desde el principio, Richelieu tuvo como meta neutralizar a los Austrias españoles y alemanes, extender el imperio de ultramar y centralizar el poder en Francia. Pero para eso no dudó en apoyar a los protestantes suizos contra España y a los también protestantes holandeses y alemanes en la Guerra de los Treinta años.Fue alentado por Luis XIII, un monarca que lo aborrecía, pero al que no se le escapaba su sagacidad política. El resultado fue un fortalecimiento de la posición de Richelieu y el exilio definitivo de la reina madre. Se produjo en un momento crucial, porque durante esa época, los protestantes alemanes estaban dispuestos a llegar a un acuerdo con los Austrias que garantizaba a estos la hegemonía a cambio del reconocimiento de la libertad religiosa.
En 1635, Richelieu logró entrar abiertamente en la guerra de los 30
años de parte de los protestantes, aún siendo un país católico, pero es que
veía el poder del Sacro Imperio y el de España. En 1635 declaró la Guerra a
España y la situación de Cataluña era clave dado su posición fronteriza.
Dejando a un lado las batallas habidas, recordamos que quiso invadir España por
Navarra, y fue derrotada en Fuenterrabía. Los catalanes no quisieron acudir a
esa asedio francés. Después de su derrota, casi había cortado el camino a
Flandes, que usaban los Tercios para abastecerse. De ahí viene lo difícil que
es poner una pica en Flandes. Se pensó abrir un segundo frente en los Pirineos,
que permitiría un rápido abastecimiento a las tropas. Este frente se abriría en
Cataluña, lo que posibilitaría una aportación del Principado. La presencia del
ejército no era agradable para las poblaciones fronterizas. El pueblo
despreciaba al ejército, los nobles no querían aportar y la situación económica
que era grave, influía negativamente para que Cataluña, al igual que el resto
de España, entrara en guerra.
Encabezados por Pau Claris, jefe del estamento eclesiástico, se impusieron en Barcelona los radicales secesionistas. Ese mismo año de 1640 en septiembre, la Diputación Catalana pide a Francia apoyo armamentístico. En octubre de 1640 navíos franceses usaban los puertos catalanes y Cataluña pagaba a un ejército francés de tres mil hombres, para empezar, que Francia enviaría al condado. Al mes siguiente un ejército del rey recuperó Tortosa camino de Barcelona. Al acercarse a la ciudad estalló una revuelta más importante que la del Corpus, por lo que se selló la alianza con Francia. El 16 de enero de 1641, la Junta de Brazos (Las Cortes sin el rey) aceptaron la propuesta de Clarís de poner a Cataluña bajo protección del rey de Francia.
El enviado del rey francés a Cataluña ofreció la
intervención militar solo en el caso de ser reconocido como soberano el rey
francés. Lo aceptaron de forma que Luis XIII de Francia pasó a ser el nuevo
conde de Barcelona. Poco después, en enero, un ejército franco-catalán lucharon
y vencieron en Barcelona al ejército de Felipe IV que se retiró y no volvería
hasta diez años más tarde. El Presidente de la diputación catalana, proclama la
República y se la ofrece al rey Francés que es nombrado Conde de Barcelona y se
consideran subditos de la corona francesa. El campo de batalla entre Francia y
España que era Cataluña, los catalanes querían evitar al comienzo de la guerra
y por no querer costear algo su defensa en favor de España, ahora lo hacían en
favor de Francia, para colmo cediendo parcialmente su administración a un
extranjero.
Richelieu nombró entonces un virrey y llenó la
administración catalana de conocidos pro-franceses. A Cataluña el ejército
francés le salía cada vez más caro y además se mostraban como un ejército de
ocupación, un invasor. Por otro lado los comerciantes franceses competían con
los catalanes favorecidos por Francia, y Cataluña se convirtió en una zona
mercante más. Si a esto le sumamos la guerra, su costo, la consecuente
inflación, para colmo hubo plagas y enfermedades generalizadas, llevó a la
población a una situación límite. Advirtieron que su situación era peor con
Francia que con Felipe IV.
En 1643, el ejército francés de Luis XIII conquista el Rosellón, Monzón (en Aragón) y Lérida. Richelieu y el rey francés murieron en 1643. Por una de esas ironías de la Historia, su sucesor en el cargo sería también un cardenal, llamado Mazarino y la regente era Ana de Austria, hermana de Felipe IV. Toda una ironía del destino. La política del país apenas varió con el valido, cardenal Mazarino. En 1648 termina la guerra de los 30 años con el Tratado de Westfalia y con la retirada de la guerra de sus aliados, los Países Bajos, Francia comienza a perder interés por Cataluña. Pero la guerra en Cataluña prosiguió
El fin de la guerra se saldó con la anexión del Rosellón
(que jamás se recuperaría), y otras comarcas a la corona francesa, anexión
confirmada en el Tratado de los Pirineos (1659), aunque en la Cataluña francesa
los fueros catalanes fueron derogados en 1660. Se estipuló también el
casamiento de la infanta María Teresa de Austria, hija de Felipe IV, con Luis
XIV de Francia. Así se impuso la hegemonía de Francia sobre España.
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