Es uno de los más hermosos y mejor conservados de Europa. Sus más de 135.000 metros cuadrados han sido testigos de siglos de la historia de España. Es una de las pocas residencias oficiales de Jefes de Estado que está abierta al público. Cerca de 1,5 millones de visitantes vienen cada año a descubrir sus rincones, sus obras de arte y sus tesoros únicos en el mundo.
Originalmente fue el Real Alcázar, fortaleza levantada en el mismo solar donde hoy se alza la construcción barroca. El rey Enrique III de Castilla lo convirtió en una de sus más frecuentadas residencias. Durante la guerra de Sucesión castellana (1476) las tropas de Juana la Beltraneja fueron sitiadas en el alcázar, lo que ocasionó algunos destrozos. El emperador Carlos I comenzó con reformas en el alcázar, empleando ya una arquitectura renacentista. Felipe II impulsó mayores obras contratando a artistas de Italia, Francia y los Países Bajos. Fue por entonces cuando se construyó la llamada Torre Dorada y la Real Armería, derribada en 1894. Felipe III, Felipe IV y Carlos II continuaron con este proyecto.Cuando Felipe V, primer monarca español de la Casa Borbón, llegó a Madrid en 1700 y vio que su residencia sería el destartalado Alcázar de los Austrias, se les cayó el alma a los pies. Ese vetusto edificio nada tenía que ver con las refinadas estancias del Palacio de Versalles, donde hasta entonces había residido. No le gustaba nada el Alcázar. Casualidad o no, lo cierto es que en la Nochebuena de 1734, se desató un violento incendio (algunos creen que provocado) en el edificio. Tras el suceso, el nuevo monarca Borbón decidió renovar por completo el inmueble. Así se iniciaron las obras del actual Palacio Real de Madrid, que en la actualidad es el complejo palaciego real más grande de Europa occidental. Consideró que el antiguo alcázar era demasiado austero y estaba anticuado por lo que acometió nuevas reformas. La reina María Luisa Gabriela de Saboya por su parte y la Princesa de los Ursinos redecoraron las estancias al gusto francés.Desde que se quemó creencia de que el lugar estaba maldito. Y había quienes establecían que veían fantasmas. Además de este incendio, hay otras leyendas que están en el Palacio Real. En este caso, está relacionado con la vida del rey Felipe V, pues se dice que mandó cortar las manos de su arquitecto Felippo Juvara, quien estuvo al cargo de construir el palacio. Se dice que este arquitecto falleció por todo aquello que mandó hacer el rey y que por esto su espíritu paseaba por el lugar. La segunda esposa de Felipe V, Isabel de Farnesio, tenía muchas pesadillas donde veía un terremoto. Por esto, se ordenó acabar y retirar con aquellas estatuas que estaban en el techo porque tenía miedo de ser aplastada por una de ellas.Más tarde fueron sacadas del palacio y actualmente las encontramos en los jardines de la Plaza de Oriente. Cuando el rey abdicó en su hijo Luis I, éste murió a los siete meses. Y volvió a reinar Felipe V, que estaba trastornado completamente. depresiones que le “apagaban” por momentos. Estos problemas de salud mental llegaron a su máximo apogeo en la segunda parte del reinado, cuando Felipe V se vuelve completamente loco. Una de las anécdotas es que el rey se consideraba una rana o un muerto que no tenía por qué moverse o hablar. Se obsesionó con que su camisa estaba envenenada, por lo que se negaba a ponerse una que no hubiese llevado antes.Entre los secretos que se dicen de este lugar es que hay variedad de pasadizos secretos y que han estado muy vivos a lo largo de la historia. Así es notable hablar de la construcción de túneles subterráneos que unían la residencia con diferentes zonas.
Hay más leyendas, como los jardines del Campo del Moro que
están debajo del Palacio Real. En este caso, destaca la figura de Juan II de
Castilla, que rey con sólo 14 años, contrató a un domador de osos. Las leyendas
cuentan que un oso le devoró durante una noche porque trataba mal a los
animales. Desde ese momento todavía se dice que se escuchan los gritos del
hombre en el momento en el que el oso acabó con él.
El último monarca que vivió en palacio de manera continua fue Alfonso XIII, que terminó huyendo de España sin abdicar. Y luego lo ocupó Manuel Azaña, presidente de la Segunda República, también habitó en el mismo, siendo por tanto el último Jefe de Estado que lo hizo, que también huyo de España. Durante ese periodo fue conocido como Palacio Nacional. Todavía hay una sala, al lado de la Real Capilla, que se conoce por el nombre de "Despacho de Azaña". Otra de las denominaciones empleadas para referirse al edificio es la de Palacio de Oriente; este nombre viene dado por la plaza a la que recae una de las balconadas del palacio, la plaza de Oriente, en la que también se encuentra el Teatro Real.
En cuanto a extensión, tiene 135.000 m² y más de 3.418 habitaciones. Alberga un valioso patrimonio histórico-artístico, entre el que se encuentra el quinteto de los Stradivarius Palatinos, la colección más importante del mundo de estos instrumentos, así como colecciones muy relevantes de otras disciplinas artísticas.
Su construcción comenzó en 1738, según planos del arquitecto
Filippo Juvara, modificados de manera notable por su discípulo Juan Bautista
Sachetti. Francesco Sabatini se encargó de la conclusión del edificio, así como
de obras secundarias de reforma, ampliación y decoración. Felipe V no vivió en
continuamente en el palacio, fue su hijo Carlos III el primer monarca que
habitó de forma continua el palacio.
Desde entonces fue la morada habitual de los reyes de España hasta 1931. En el edificio continúan celebrándose recepciones, actos oficiales y ceremonias de estado, si bien la residencia de la familia real es el palacio de la Zarzuela, donde Jun Carlos I y Sofía se instalaron tras su matrimonio en 1962, renunciando el rey a vivir en el Palacio Real. El último monarca que vivió en palacio de manera continua fue Alfonso XIII, aunque Manuel Azaña, presidente de la Segunda República, también habitó en el mismo, siendo por tanto el último Jefe de Estado que lo hizo.
Durante ese periodo fue conocido como Palacio Nacional. Todavía hay una sala, al lado de la Real Capilla, que se conoce por el nombre de "Despacho de Azaña". Otra de las denominaciones empleadas para referirse al edificio es la de Palacio de Oriente; este nombre viene dado por la plaza a la que recae una de las balconadas del palacio, la plaza de Oriente, en la que también se encuentra el Teatro Real. El interior del palacio destaca por su riqueza artística, tanto en lo que se refiere al uso de toda clase de materiales nobles en su construcción como a la decoración de sus salones con obras de arte de todo tipo, como las pinturas de artistas de la talla de Caravaggio, Velázquez, Goya y frescos de Corrado Giaquinto, Tiepolo o Mengs. Otras colecciones de gran importancia histórica y artística que se conservan en el edificio son las de la Armería Real, tapices, porcelanas, relojes, mobiliario y platería.La colección de los Stradivarius, desde el otro lado de la vitrina, puede parecer un objeto del Museo del Palacio Real de Madrid, pero estos instrumentos, ubicados en el monumental edificio de la plaza de Oriente, son casi entes vivos que aguardan su resurrección una vez superado el límite del frío cristal. Estas piezas, con tres siglos de edad, permanecen expuestas habitualmente a la admiración de los visitantes en un lugar destacado del Palacio Real. Desde 2008 se puede apreciar la calidad de estos instrumentos, ya que Patrimonio Nacional con su generosidad organiza, de manera regular, ciclos de conciertos en vivo de los Stradivarius.
La Real Armería constituye una de las joyas del Patrimonio
Histórico Español y es considerada como la más importante de Europa junto con
la Imperial de Viena, tanto por el mérito de sus piezas como por la historia
que otorga sentido a tal colección de armas, fundamentalmente de gala.
El Salón del Trono fue concebido como la pieza más importante de cuantas conformaban las habitaciones del rey Carlos III en el Palacio Real de Madrid. El Salón del Trono, también llamado Salón de Reinos o de Embajadores, este espacio es, actualmente, uno de los símbolos de la continuidad de la monarquía española. Además, atesora una de las mejores colecciones artísticas de Patrimonio Nacional: todos los elementos que lo decoran, destinados a cantar las glorias de los reyes de España, son obra de los mejores artistas nacionales e internacionales de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX.El Comedor de Gala se presenta como una de las estancias más amplias del Palacio Real de Madrid. Creado entre 1879 y 1885, ocupa el espacio principal de la fachada de poniente. Actualmente, este salón continúa empleándose en almuerzos y cenas de gala, teniendo una capacidad para más de ciento cuarenta comensales.
Junto a él está la Catedral de la Almudena.
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