sábado, 30 de agosto de 2025

DON JUAN DE BORBÓN Y BATTENBERG

Alfonso XIII de Borbón y de Habsburgo-Lorena y Victoria Eugenia de Battenberg, reyes de España, tuvieron durante su matrimonio, cinco hijos, tres hombres y dos mujeres. Alfonso, el mayor, falleció prematuramente en un accidente de circulación, el segundo, Jaime, también hemofílico, nació sordomudo. Juan, el tercero de los hermanos, y el único sin hemofilia. Gonzalo, el pequeño, murió también prematuramente por complicaciones derivadas de su condición de hemofílico.


Juan era el quinto hijo, tercero entre los varones. En 1930 ingresó en la Academia Naval de San Fernando. El 14 de abril de 1931, al proclamarse la República en España, tuvo que trasladarse a Gibraltar; desde allí viajó a Génova y, posteriormente, a París. En razón de su firme deseo de ser marino, Alfonso XIII logró que fuera admitido en la Escuela Naval de Dartmouth (Reino Unido).
Al renunciar a sus derechos sucesorios su hermano Alfonso para casarse con una mujer que no pertenecía a la realeza, su padre también le pidió a Jaime que hiciese lo mismo; éste aceptó la petición paterna y renunció el 23 de junio de 1933. Alfonso XIII lo consideraba incapacitado, al ser sordo.
A consecuencia de la renuncia de sus hermanos Alfonso y Jaime a sus derechos al trono de España, por haber contraído matrimonio morganático, el primero, y por razones de salud el segundo, el infante don Juan quedó como sucesor de Alfonso XIII. Juan de Borbón contrajo matrimonio con la infanta María de las Mercedes de Borbón y Orleans, que era hija de don Carlos de Borbón, príncipe de las Dos Sicilias y de María Luisa de Orleans, princesa de Francia. El matrimonio se celebró el 12 de octubre de 1935 en Roma. A partir de 1936 nacieron Pilar, Juan Carlos, Margarita y Alfonso. Al iniciarse la Guerra Civil de España, don Juan quiso incorporarse al ejército de los sublevados; esta posibilidad le fue negada, en un primer momento, por el general Mola y, posteriormente, por el general Franco cuando solicitó incorporarse al crucero Baleares.

Don Juan siguió con interés la guerra y el triunfo de los alzados. Ante las peticiones de una posible restauración, Franco manifestó a Alfonso XIII, que no volvería a ser rey de España y que se preocupara por la educación del príncipe Juan, y apartara de él cuantos pudieran torcer su buen natural. Su padre, Alfonso XIII, cuya salud estaba muy deteriorada, abdicó en don Juan el 15 de enero de 1941 y falleció el 28 de febrero de ese año. El nuevo jefe de la Casa Real española no podía utilizar el título de rey de España, ya que era imposible jurar ante las Cortes. Por ese motivo, y por el consejo, entre otros, de la reina Victoria Eugenia, adoptó el título real de conde de Barcelona. Juan de Borbón manifestó, en sus primeras palabras, que hacía suya la petición de su padre y que deseaba ser “Rey de todos los españoles”.
Don Juan, que al comienzo de la Segunda Guerra Mundial vivía en Francia, se trasladó a Roma, y en el año 1942 fijó su residencia en Lausana (Suiza). Un conjunto de personas fueron sus consejeros, entre ellos Alfonso de Orleans, teniente general Alfredo Kindelán, Juan Luis Roca de Togores, Francisco Carvajal, Francisco Moreno, José María Gil-Robles, Pedro Sainz Rodríguez, Joaquín Satrústegui...

Bautizo de Felipe VI. Su abuela fue la madrina. 

Don Juan, que estaba identificado con una de las versiones del pensamiento tradicionalista, comenzó a plantear a Franco la necesidad de la restauración de la Monarquía. Estas peticiones culminaron en un telegrama de agosto de 1943 en el que el conde de Barcelona reclamaba al general Franco que le entregara el poder; pocos días antes, Mussolini había sido destituido, y el Gobierno de Italia trataba de salir de la guerra.
El ritmo de la Guerra Mundial llevó a pensar a los consejeros de don Juan que, al finalizar la contienda, los aliados occidentales invadirían España, y ante esa situación el conde de Barcelona publicó el Manifiesto de Lausana, de fecha 19 de marzo de 1945. Don Juan instaba al general Franco a que se retirara, por ser incompatible con la nueva situación de Europa, y prometía la aprobación de una constitución por votación popular. Don Juan no pretendía rebelión alguna, sino que, ante la contingencia de que el régimen de Franco no pudiera subsistir en el mundo posterior a la Segunda Guerra Mundial, la Monarquía hiciera acto de presencia para salir al paso de cualquier solución republicana. Don Juan seguía identificado con los principios del Movimiento Nacional, y las propuestas que hacía no llevaban a una democracia liberal.
Esta actitud de don Juan, fue interpretada por Franco y Luis Carrero, especialmente por este último, como una neta oposición del conde de Barcelona al general Franco, y aunque Carrero aconsejó no prescindir totalmente de don Juan, sugirió que era necesario comenzar a preparar la educación del príncipe niño: Juan Carlos.
En 1945, Franco pensó que el príncipe Juan Carlos realizase sus estudios en España. Don Juan decidió trasladarse a Portugal, donde llegó en los primeros días de febrero de 1946. Antes de su traslado había recibido noticias de que los gobiernos de Estados Unidos y de Reino Unido iban a presionar a Franco, pero no tenían previsto llegar a la ruptura de las relaciones diplomáticas. El Gobierno de Estados Unidos necesitaba de España desde el punto de vista militar y el Reino Unido no podía prescindir de las exportaciones que le llegaban desde España. La restauración era prácticamente imposible.

Una de los muy pocas fotos de Franco con don Juan 

El general Franco preparó una Ley de sucesión a la jefatura del Estado en los primeros meses de 1947. El futuro monarca sería designado por Franco, que quedaba investido en la condición vitalicia de jefe del Estado. Ante esta situación, don Juan hizo público un manifiesto en el que expresaba su negativa ante ese modo de proceder de Franco, se instauraba una Monarquía electiva, y rechazó la Ley de sucesión. A partir de ese momento, continuaron unas no difíciles relaciones entre Franco y don Juan que culminaron con la entrevista en el Azor —agosto de 1948— y en la que se acordó la incorporación a España del príncipe Juan Carlos, a la vez que José María Gil-Robles intentaba alcanzar a un acuerdo con Indalecio Prieto, acuerdo que no podía tener una larga duración. La llegada a España del príncipe Juan Carlos suponía un impulso a la política de los monárquicos franquistas. Para otros monárquicos como Gil-Robles comportaba la imposibilidad de llegar hasta el final en su política de acuerdos con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), a la vez que estos acuerdos eran acompañados por la presión diplomática de Reino Unido y Estados Unidos.
No obstante, el punto clave era la educación del príncipe Juan Carlos. El enfrentamiento entre don Juan y el general Franco no fue tanto por la orientación de la educación sino por la persona que la dirigía. Franco consideraba que sería él mismo. Don Juan, como padre, deseaba tener la responsabilidad última de la educación. A lo largo de los años cincuenta, Franco y don Juan se volvieron a ver en 1954 y en 1960, y en todas las decisiones importantes sobre la educación del príncipe prevaleció la opinión de Franco. Juan Carlos fue a las academias militares y posteriormente inició un programa de estudios universitarios en Madrid.

El modo de pensar del conde de Barcelona, en cuanto a sus ideas políticas, no se diferenciaba mucho de las ideas políticas básicas de Franco, y por ello don Juan pudo jurar los principios de la Comunión Tradicionalista. Se puede mencionar a José María Gil-Robles, y algunos más, que veían en la Monarquía una posibilidad funcional de llegar a un régimen democrático, o por lo menos más representativo y conforme a derecho.
Los años cincuenta vieron algunos momentos de aparente mayor acercamiento de Juan de Borbón a Franco y momentos muy dolorosos para el conde de Barcelona, como el día 29 de marzo de 1956, en el que el infante don Alfonso falleció a consecuencia de una manipulación en una pistola de salón.
La correspondencia entre don Juan y el general Franco a lo largo de los años cincuenta corresponde a un período en el que parece que la sintonía de ideas es cada día mayor.
La posibilidad de una nueva entrevista entre Franco y don Juan fue considerada, pero nunca se llegó a un acuerdo. Don Juan trataba de llegar al máximo número posible de políticos, militares, financieros, y alcanzar un cierto acuerdo con Franco para que no le descartara en el día que hubiera que nombrar un sucesor. Basta recordar, por ejemplo, la frase: “La Monarquía debe nacer como una evolución natural y lógica del régimen mismo hacia otras formas institucionales de Estado”.
Con motivo del compromiso matrimonial del príncipe Juan Carlos con la princesa Sofía de Grecia, Juan de Borbón puso todos los medios para que el último en enterarse fuera el general Franco. El motivo era que la boda del futuro Rey de España no debía ser aprobada por las Cortes españolas. Este hecho selló en Franco la casi definitiva decisión de excluir a Juan de Borbón como su sucesor a título de Rey. Juan Carlos tenía en aquel momento veinticuatro años; bastaba esperar seis y se le podría designar sucesor “a título de Rey”.
Al finalizar los años sesenta, Juan Carlos trató de hacer ver a don Juan que Franco había tomado una decisión, que él era el elegido y que el único modo de conseguir que la Monarquía se restaurara en España era en su persona. Don Juan se resistía a pensar que Franco fuera a saltar el orden dinástico, realidad tan importante para la Corona.

Monumento a don Juan en Madrid 

Al poco tiempo de casarse, los príncipes recibieron del generalísimo el consejo de que viajaran por España, conocieran el país y fueran conocidos por los españoles. A partir del año 1969, la vida de Juan de Borbón se desarrolló en un segundo plano respecto a la vida política española. Desde 1969, don Juan recibió en Estoril a numerosas personalidades de la vida política española.
A partir de la designación de Juan Carlos como sucesor a título de Rey, se inició un difícil período en la vida de don Juan y de Juan Carlos. El conde de Barcelona no renunciaba a ninguno de sus derechos y a la vez no interfería en la actuación de Juan Carlos, que mantenía también una actitud de relativo silencio. Además, padre e hijo no podían aparecer como enfrentados entre sí.
Los años que transcurrieron desde 1970 hasta 1975 son un período difícil en las relaciones de don Juan con su hijo Juan Carlos, ya designado sucesor por Franco. Don Juan tiene que acabar haciendo el papel de persona que está en la reserva y Juan Carlos asegurar la continuidad de la dinastía.
Don Juan Carlos juró como Rey de España el 22 de noviembre de 1975. A partir de ese momento, don Juan pasó a una actitud de reserva y consejo a su hijo. El 14 de mayo de 1977, cuando ya estaban muy próximas las primeras elecciones generales democráticas, don Juan hizo cesión a don Juan Carlos de sus derechos como jefe de la Casa Real, excepto el título de conde de Barcelona que se reservó para él.


Juan de Borbón y su esposa se instalaron definitivamente en Madrid en 1982. Desde esas fechas se multiplicaron los reconocimientos del mundo académico, ciudadano y social. En 1988 comenzó a ser tratado, en la Clínica de la Universidad de Navarra, de un cáncer de laringe. En esta clínica universitaria falleció el 1 de abril de 1993. A lo largo de la enfermedad puso de manifiesto, una vez más, su fortaleza y capacidad de sufrimiento. Fue enterrado en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, y en su funeral recibió honores de jefe de Estado.

Versión de E. Tormo del escudo del Rey de España, con las órdenes del Toisón de Oro y Carlos III. También usada por el infante Juan de Borbón, conde de Barcelona y pretendiente al trono de España desde 1941 a 1977.


viernes, 29 de agosto de 2025

BAEZA - JAEN

Una ciudad Patrimonio de la Humanidad que, a pesar de no ser capital, lo tiene todo, y todo bien regado donde lo tradicional y lo vanguardista ponen la guinda a una localidad bañada de olivos y de la luz única del sur.
En la  caída del Califato de Córdoba en 1031,  llega la época de los reinos de Taifas durante la cual “Bayyasa” será sometida por unos y otros. En 1147 es reconquistada por Alfonso VII el Emperador. La ciudad acuñará moneda para el rey leonés.
Poco después los almohades la conquistan. Pero a raíz de la batalla de las Navas de Tolosa las tropas cristianas comandadas por Alfonso VIII destruirán el Imperio Almohade. En unas terceras taifas, Bayyasa se erige en capital de una efímera Taifa de Baeza. Su "emir" se declaró vasallo de Fernando III, apoyándole en campañas contra otros emires musulmanes pero murió asesinado a traición en Almodóvar del Río y Fernando III, toma posesión definitiva de Baeza e integra la ciudad en el Reino de Castilla. 
Con la llegada del 1700, el nuevo siglo trae también una nueva dinastía, los Borbones, que dieron otro aire al reino de España. Para la Baeza agotada, quizá fue ya demasiado tarde. Muy grave resultó el terremoto de Lisboa, de 1755, que quebrantó la mayoría de edificios y viviendas. 
Baez se encuentra en el mismo centro geográfico de la provincia de Jaén, enclavada en la comarca de la Loma de la que se considera su capital occidental. Ubicada cerca del río Guadalquivir, en un paisaje de tierras fértiles de huertas, olivares y cereal. La ausencia de tierras no agrícolas reduce los espacios de interés natural al río Guadalquivir y a los humedales de la laguna Grande, de gran riqueza ecológica y la mayor de la provincia.

Plaza de Santa María 

La Catedral de la Natividad de Nuestra Señora de Baeza se alza desde el siglo VII escribiendo su historia como sede episcopal visigoda, más tarde como musulmana y nuevamente cristiana tras la Reconquista. Tras su hundimiento, fue reconstruida por Andrés de Vandelvira con su característico toque renacentista, a los que se añaden otros góticos y mudéjares. Igualmente maravilloso es su Museo Catedralicio y su exterior, donde preciosos callejones transportan a los paseantes a la época musulmana entre piedra y silencio.   A pocos metros, la pequeñísima Plaza Santa Cruz aloja la iglesia homónima, del siglo XIII, curiosa por su cantería típica del norte de España y con frescos que datan del siglo XV, que representan escenas como la de la Santa Cena. Casi desde su puerta es posible ver la sorprendente fachada del Palacio de los Marqueses de Jabalquinto, obra de Juan Alfonso de Benavides Manrique y Monumento Histórico Artístico por ser un bello ejemplo de gótico isabelino, con ventanales en punta de diamante, arquerías de medio punto y columnas renacentistas.



La presencia de Antonio Machado en la localidad no pasa desapercibida. El legado que dejó el poeta, que se trasladó a Baeza meses después de enviudar para dar clases, sigue presente como un velo cultural que ya es una más de sus señas de identidad. A pesar de la pena que arrastraba el profesor y las primeras impresiones negativas de un lugar en el que no quería estar –había solicitado plaza en Madrid–, muchas son las pruebas de amor a esta tierra que dejó en su obra.
Baeza se asienta sobre un terreno que ha estado continuamente habitado, al menos desde la Edad del Bronce. Por esta razón, y a pesar de las sucesivas destrucciones sufridas por las construcciones de todos los períodos, la ciudad aún retiene un destacado patrimonio histórico y cultural de carácter monumental, en el que están representadas diversas culturas, períodos y estilos artísticos. En Baeza pueden contemplarse restos de la Edad del Bronce, de la Época Romana, y de la Hispania visigoda, islámica y cristiana. No obstante, el más rico patrimonio monumental conservado corresponde a los diversos estilos artísticos presentes en la Baeza cristiana: desde el tardo-románico y el gótico, al renacentista, manierista, barroco y neoclásico. No en vano en 2003 el casco histórico de la población, con su antigua ciudad intramuros, fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.


Uno de los lugares que guarda más de su recuerdo es la Antigua Universidad de Baeza. Fundada en el siglo XVI, fue una de las cuatro universidades más antiguas de Andalucía hasta que la desamortización la convirtió en centro de enseñanza secundaria. Además de su hermoso patio de doble arcada, se conserva aún el Aula Antonio Machado con el mobiliario de la época y retazos de su paso por el lugar. Contigua al edificio se encuentra la Capilla Universitaria de San Juan Evangelista, otra de las bellas estampas que deja la calle Conde Romanones.
Hace más de seis mil años las gentes que se asentaban en esta atalaya frente al valle del Guadalquivir trabajaban el silex, creaban piezas de cerámica lisa y tallaban piedra pulimentada. Desde entonces la vida se fue abriendo paso y fue creando una geografía urbana que ha llegado al siglo XXI con no pocos y hermosos testigos pétreos de su historia.


Rey Fernando III, el santo 

En la zona que fue intramuros, antes de que desaparecieran las poderosas murallas de Baeza, al principio de la soberbia Cuesta de San Felipe Neri que culmina en la Catedral, nos encontramos con la singular fachada de un palacio de piedra dorada. En su piel escribieron los autores un relato cuyos ecos se escuchan entre el veraniego revoloteo de las golondrinas, y el silencio de niebla de los inviernos, desde hace más de quinientos años.





Seminario San Felipe Neri
Es el palacio de Jabalquinto levantado a finales del siglo XV, cuando el gótico se resistía a abandonar la piel de los edificios y el renacimiento invadía su espacio entablando una conversación que en España se dio en llamar Estilo Isabel, o Gótico Flamígero.
La sede del Señorío de Jabalquinto
Baeza, ciudad de realengo desde su reconquista en 1227, era el hogar de múltiples familias nobles llegadas del norte, que lograron sus títulos por sus actividades en campañas militares a favor de la Corona. En recompensa, ésta les cedía señoríos en los territorios conquistados. Una de aquellas familias, oriunda de León, fue la del linaje de los Benavides que por sus servicios a los reyes sucesivos, obtuvieron el señorío de Jabalquinto, que le da nombre a este edificio.


Catedral de Baeza
Según la interpretación de los escudos que aparecen en la fachada, fue Juan Alfonso de Benavides Manrique, segundo señor de Jabalquinto y notable guerrero, quien comenzó la fábrica de este emblemático palacio sobre las fincas adquiridas por su padre, Manuel Benavides, hacia 1484. 
De aquellos comienzos sólo se conserva la fachada principal. 

Sus dos primeros cuerpos están enmarcados por dos machones circulares, en cuyo remate la ornamentación evoca ecos mudéjares, por los mocárabes que envuelven la especie de capitel que sujeta el suelo de los sencillos balcones que los coronan. Por cierto el gracejo popular ha convertido la ornamentación de estos "capiteles" en símbolos sexuales que representan ambos géneros, a uno y otro lado de la fachada.
El resto del muro es un derroche ornamental cuya exuberancia crece entre pináculos, cardinas y vanos conopiales geminados del más puro sabor tardo gótico, y la siembra simétrica de puntas de diamante, flores de piña, escudos nobiliarios, amorcillos, gotas, seres humanos y fantásticos animales, del nuevo lenguaje renaciente que llegaba a la Península.


García Lorca visitó Baeza en 1916 y en 1917, cuando Antonio Machado era allí profesor de francés. Os dejamos la visión de esta fachada de aquel joven poeta:
…En estas cabalgatas hombres musculosos van desnudos, apretando guirnaldas de rosas que cubren sus sexos, y las mujeres llevan las bocas abiertas lujuriosamente y sus brazos son serpientes que se retuercen para convertirse en hojas de acanto y lluvias de bolitas. Las marchas las cortan monstruos marinos con cuernos de árboles y manos de flores, que abriendo sus bocas hacen huir a las demás figuras. Algunas vuelan absurdamente y otras descansan muy serias con las manos sobre los senos. 


Cobija este bosque decorativo de flores y figuras un gran alero primorosamente labrado, sostenido por grandes zapatas en las que hay hombrones destartalados, perrazos enormes, caras de noble expresión, entre ramajes de rostrillos, de margaritas, de puntas de diamante, y de cabecitas de chivo… Coronando el palacio hay una veleta que tiene forma de corazón, a su lado se eleva un ciprés. Impresiones y Paisajes. (1918)

martes, 26 de agosto de 2025

Estadio Santiago Bernabéu

Es un recinto deportivo propiedad del Real Madrid Club de Fútbol, situado en pleno paseo de la Castellana, en el distrito de Chamartín de Madrid. Se inauguró el 14 de diciembre de 1947 y su aforo actualmente es de 84 744 espectadores. El estadio está catalogado por la UEFA con la máxima distinción, “estadio de élite”.


El 2 de abril de 2019, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, presentaron el proyecto final. El estadio crece 12 metros de altura para la construcción de la cubierta integral. El techo retráctil se abre en 15 minutos y tendrá un impacto para disminuir el ruido en los días de eventos para los vecinos y de resguardo climatológico. El estadio también cuenta con un marcador de 360 grados, además de una iluminación externa que puede cambiar de color como la que tiene el Allianz Arena de Múnich. También se ampliará el museo y se modificará el entorno urbanístico con una nueva gran plaza central en el paseo de la Castellana, la calle Rafael Salgado será peatonalizada y se hará una nueva plaza en la esquina de la calle Padre Damián. El coste total proyectado de 525 millones de euros.
Entre las innovaciones de la remodelación se encuentra además el césped retráctil, un sistema que permite retirar el terreno de juego, dividido en 6 planchas y que se guarda debajo del propio terreno de juego, para que el recinto pueda ser acondicionado y albergar así otros eventos y espectáculos. Ubicado en un nuevo soterramiento de 35 metros de profundidad, donde recibe los cuidados necesarios, permite que el estadio tenga uso y proporcione beneficios durante la mayoría de días del año, y no estar sujeto exclusivamente a los pocos días de uso futbolístico (en torno a los 20-30 por año). Así, eventos como la Madrid Fashion Week, diversas ferias y congresos, partidos de tenis y baloncesto, peleas de boxeo y MMA, o incluso de la NBA o la NFL de fútbol americano pueden ser albergados en el nuevo recinto, asegurando ingresos. 


A principios de la década de 1940, el antiguo Campo de Chamartín se había quedado pequeño ante el crecimiento de la población madrileña y la creciente afición al fútbol. A pesar de las sucesivas reformas que lo habían ampliado a una capacidad de 25 000 localidades, el estadio seguía resultando insuficiente para las necesidades del club. Ante esta situación, en la primavera de 1943, el presidente Antonio Santos Peralba expresó la necesidad de construir un nuevo campo con una capacidad inicial de 40 000 espectadores.
Con la llegada de Santiago Bernabéu a la presidencia en septiembre de 1943, el plan para el nuevo estadio adquirió un impulso decisivo y mucho más ambicioso. La visión de Bernabéu era construir un estadio aún más grande que el planteado por Peralba, con una capacidad cercana a los 75 000 espectadores. Bernabéu creía firmemente que un estadio más grande permitiría recaudar más dinero, lo que a su vez permitiría al club crecer, fichar a mejores jugadores y atraer a más aficionados, creando un círculo virtuoso que beneficiaría al equipo a largo plazo.[
El 22 de junio de 1944 se formalizaron las adquisiciones de los terrenos ante notario.
Para elegir el diseño del nuevo estadio, se organizó un Concurso de Ideas y Croquis en el que participaron reconocidos arquitectos. Los arquitectos Pedro Muguruza y Javier Barroso, antiguos porteros del Athletic de Madrid y amigos de Bernabéu, formaron parte del jurado junto a los directivos
En un contexto en el que los bancos no consideraban el fútbol como una inversión segura y en el que no se podían obtener ayudas oficiales de los organismos deportivos, Bernabé  ideó la emisión de obligaciones con garantía hipotecaria sobre las propiedades del club.


Rafael Salgado, presidente del Banco Mercantil e Industrial y simpatizante del Real Madrid accedió a financiar el proyecto, convencido por la viabilidad y el potencial del nuevo estadio.
Todas las emisiones se cubrieron el mismo día de su salida al Mercado de Valores.
Las obras fueron adjudicadas a la empresa Huarte y Compañía, comenzando en junio de 1945 y las obras enfrentaron múltiples obstáculos, desde la escasez de materiales básicos en la España de posguerra. Sin embargo, el proyecto avanzó con entusiasmo y dedicación.
El estadio se inauguró el día 14 de diciembre de 1947, con un partido amistoso contra la selección de Portugal.
El fútbol se vivía ya como un deporte de masas y movía una gran cantidad de aficionados en todo el territorio español. Pero faltaba un importante acontecimiento que encumbrase la pasión que desataba el fútbol: la celebración de una Copa Mundial de Fútbol. El hecho se produjo en 1982, tras ser elegida España por la FIFA como sede en el año 1966, por lo que en el estadio se trabajó en una nueva gran reforma para engalanarlo para el importante acontecimiento de acoger la final de un deporte que comenzaba a ser un clamor en todos los continentes.
La ampliación consistió en la creación de un tercer anfiteatro en el lateral oeste y en los fondos, acoplándolo a la construcción existente por medio de elevación hidráulica. Con la nueva estructura, la altura del estadio pasó de 22 a 45 metros, de modo que, durante el invierno, dos terceras partes del terreno de juego quedaban en sombra y el césped se deterioraba.
Coincidiendo con el 50 aniversario del estadio y en aplicación de la nueva normativa UEFA, todo el aforo pasa a ser de asiento al inicio de la temporada 1997/98, por lo que la capacidad del recinto pasa de 106 000 a 74 328 espectadores. Fruto de la supresión de la localidades de pie, se retiraron de la grada baja las verjas sustituyéndolas por unas barandillas. 
Con la llegada de Florentino Pérez a la presidencia del club, se puso en marcha el llamado "Plan Director del Estadio Santiago Bernabéu"
A nivel general para todo el estadio, se implementó el sistema integral de calefacción en las gradas, nuevo sistema de megafonía y videomarcadores, ascensores panorámicos y escaleras mecánicas en las cuatro torres de acceso. Para la temporada 2010/11, se estrenó la ampliación del primer anfiteatro, añadiendo una fila más al voladizo del graderío, lo que incrementó el aforo en 900 asientos, alcanzando así una capacidad total de 81 044 espectadores.


Florentino Pérez decidió, aprovechando la privilegiada ubicación del estadio, impulsar un ambicioso proyecto de reforma con un doble objetivo: transformar al Santiago Bernabéu en un icono mundial de la arquitectura deportiva y convertirlo en una de las principales fuentes de ingresos directos del club
La propuesta planteada incluía una nueva piel envolvente arquitectónica, la cubrición del estadio para todas las localidades y la incorporación de sistemas bioclimáticos con energías renovables, así como la construcción de dos nuevas plazas de carácter público, un hotel y un gran centro comercial en el lateral del Paseo de la Castellana. Sin embargo, el proyecto se paralizó en febrero de 2015, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló la aprobación de la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, por considerarlo contrario al interés general y al ordenamiento urbanístico. Así, en 2016  presentó un nuevo proyecto que eliminaba el hotel y el centro comercial, elevaba la altura del estadio solo 12 metros más para la construcción de la cubierta hasta alcanzar los 60 metros de altura totales y eliminaba la posibilidad de aumentar el aforo.
Finalmente, el 31 de mayo de 2017, el Ayuntamiento de Madrid dio luz verde a la reforma aprobando el Plan. 
Existe ahora una fachada envolvente formada por láminas curvadas de acero inoxidable que reflejan la luz de manera cambiante y que se amolda a las necesidades del nuevo programa terciario, creciendo o retrayéndose sin perder su unidad. Esta envoltura incorpora elementos tecnológicos y audiovisuales que se iluminan con diferentes colores y diseños según la ocasión.

Florentino Pérrez en la Sala de Trofeos 

Una cubierta fija de 28 000 m² y una cubierta retráctil de 8000 m² que permiten el uso del estadio todos los días del año, sin importar las condiciones climáticas. La cubierta retráctil se compone de 12 cerchas móviles y cojines inflables hechos de una doble capa de membrana de tejido de PTFE recubierto de fluoropolímero, que se iluminan con LEDs cuando está desplegada. El proceso de apertura y cierre tarda entre 15 y 20 minutos.
Este invernadero está equipado con sistemas de ventilación, climatización, iluminación, control y riego, lo que garantiza condiciones óptimas para la conservación del césped y facilita el acceso para su mantenimiento continuo, sin interferir con los eventos del estadio.
Abierto todo el año, destaca por albergar un lujoso restaurante de sushi y el Skybar, un restaurante vip ubicado en el lateral de la Castellana. Este lujoso espacio de 700 m², con dos terrazas de 250 m² cada una, fusiona fútbol, gastronomía y diversión. Con más de 400 m² de pantallas, el diseño es dinámico y cambiante, haciendo cada visita única. Durante los partidos, el Skybar opera como un "superpalco" vip con 200 asientos, y su diseño vanguardista aspira a ser un referente mundial. Inspirado en la cultura tradicional madrileña, mezcla bares, luces y arquitectura con elementos tecnológicos y dinámicos. Se divide en cuatro zonas principales: restauración y discoteca en los extremos, una gran barra central con botellero envolvente, y gradas y palcos vip para privacidad y vistas al campo. Un aumento de plazas para personas con movilidad reducida, eliminación de barreras arquitectónicas, creación de nuevos accesos más cómodos e instalación de nuevas comunicaciones mecanizadas.
El mercado está abierto todo el año, pero en días de partido, una sección se reserva para los invitados del Real Madrid, mientras que el resto sigue funcionando normalmente.

domingo, 24 de agosto de 2025

CABALGADA DE ALFONSO I - (1125 -1126)

“El batallador” se decidió a realizar una campaña con un ejército formado por unos cuatro mil caballeros y unos quince mil infantes.  Contaba con sus más notables magnates: Gastón de Bearne, el obispo Esteban de Huesca, el obispo Ramón de Roda y el prelado de Zaragoza, Pedro de Librana y otros hombres destacados. Partieron de Zaragoza en septiembre del 1125.

La “Cabalgada” en la edad media,  contrariamente a las batallas campales o los asedios, el objetivo no era ocupar territorio, ya que muchas veces no se disponía de suficientes efectivos para una campaña de conquista. Al no poder conquistar siempre, se buscaba desgastar al enemigo. Conviene recordar que los ejércitos medievales europeos solían ser reducidos si se comparan con los de otras épocas. El tamaño de una cabalgada podía variar entre un puñado de jinetes para atacar un enclave en la frontera hasta varios miles que buscaban adentrarse más en territorio de sus oponentes y causar un mayor daño. La Reconquista y la guerra de los Cien Años muestran cómo las cabalgadas fueron clave en las guerras de desgaste medievales. Estas incursiones eran habituales porque los ejércitos disponían de mucha caballería ligera, óptima para tales acciones.
Este ejército al mando de Alfonso I de Argón, “el batallador” avanzó  por Daroca, Monreal, Teruel y Segorbe, en dirección a Valencia. El contingente pasó cerca de ésta en octubre, contra cuya guarnición sostuvo alguna escaramuza y avanzaron a Denia a la que atacaron y arrasaron los cultivos. Llegado a la costa, el ejército de Alfonso comenzó a atraer contingentes mozárabes, que se unieron a él. Llegaron a Murcia, Almanzora y Purchena. Descasaron y continuaron la marcha hasta Baza, intentó tomarla al asalto sin conseguirlo, de modo que reanudó la expedición hacia Guadix, ciudad que atacó en diciembre. Se estableció finalmente en Guadix, donde permanecieron y pasaron las navidades satisfecho del desarrollo de la expedición y sin problemas de abastecimiento.  Los almorávides no atacaban y los mozárabes se les iban uniendo.

Pintura "El barranco de la muerte"- Zaragoza
Estaban cerca de Granada y el gobernador Abul Tahir no se atrevió a reprimir la insurgencia mozárabe y la población cristiana fue acudiendo a unirse al Batallador. Abul Tahir, solicitó refuerzos a los gobernadores de Murcia y Valencia y a su hermano, el emir almorávide Ali ibn Yusuf, quien envió un importante ejército desde África.
Alfonso I se encaminó hasta Granada, y llegó en enero de 1126 con un contingente reforzado por los cristianos. Permaneció acampado en la localidad de Nívar durante más de diez días esperando o bien sostener batalla campal o bien que la rebelión mozárabe le franqueara las puertas.

Debido a la espera le reprochó al responsable de los mozárabes de Granada, Ibn al-Qalas, no cumplir con lo pactado, a lo que este le reprobó haberse demorado en escaramuzas a lo largo de la ruta y haber desvelado su posición en Guadix. Los almorávides habían reforzado las defensas y recibido refuerzos para sostenerse en la ciudad, lo que llevó finalmente al aragonés a abandonar el intento.
Se dedicó a asolar los campos de la Vega de Granada y el sur de Córdoba. Posteriormente se dirigió a Córdoba hacia el noroeste entrando por Luque, Baena y Espejo, para luego virar hacia el suroeste por Cabra y Lucena.1714 Después volvió hacia Córdoba.
Abu Bakr, hijo del emir había salido con tropas de Sevilla al encuentro del Batallador, y lo alcanzó en la actual Anzur (hoy municipio de Puente Genil), cerca de Lucena. Allí se trabó batalla campal el 9 de marzo de 1126 con el resultado de victoria decisiva para los aragoneses, al tiempo que en Palencia su exmujer Urraca I  de León moría y era sucedida por su hijo Alfonso VII.
Tras la victoria en la batalla de Arnisol, el Batallador se dirigió hacia el sur por las Alpujarras y llegó a la costa de Vélez-Málaga por Motril y Salobreña.
Llegan los refuerzos almorávides norteafricanos. Desde Vélez-Málaga, el contingente cristiano volvió hacia Granada y en Alhendín, rechazaron varios ataques almorávides. Llegaron a la Vega de Granada y se instalaron en La Zubia, a seis kilómetros de la capital, seguido de cerca por la caballería islámica en formación de combate.
En ese momento llegaron los refuerzos africanos. Hostigaron a Alfonso I, que se vio obligado a retirarse hacia el norte. En Guadix vencieron en una escaramuza al rey de Aragón donde murió uno de sus principales caballeros, Gastón IV de Bearn, por lo que se produjo la retirada de sus caballeros al morir este y debilitó considerablemente el poder de la hueste de Alfonso el Batallador,  lo que procuró al musulmán el gobierno de Granada.
Tras acampar en Tíjola, la cabalgada libró la batalla de Arnisol, en marzo de 1126,  donde venció al campamento enemigo. Después de la batalla Alfonso I de Aragón pasó por las Alpujarras, cruzó los ríos Salobreña y Guadalfeo, y llegó a Vélez-Málaga, donde giró otra vez hacia Granada, pasando por Dílar y Alhendín, donde encontró contingentes musulmanes, a los que se enfrentó y puso en fuga. Después entró en la Vega de Granada, cruzó Sierra Nevada, y pasó por Alicún, Guadix, Madina Mursiyya. La milicia aragonesa siguió retirándose por Caravaca de la Cruz y Játiva, que fue asaltada y tomada por el Batallador, también Alcolea de Cinca, para después volver a Aragón. Sin embargo, esto no fue suficiente para debilitar a las fuerzas almorávides.

La pérdida de efectivos hizo que la expedición no pudiera continuar su avance hacia Granada con la fuerza necesaria, por lo que se dispersó sin haber llegado a asaltar la plaza de Granada.
La presión del ejército norteafricano hacía que el regreso se hacía en condiciones penosas, teniendo que conducir un gran número de civiles, defendiéndose de los continuos ataques y obligados a abandonar mucha gente agotada y enferma por la duración y las penalidades. Sin descanso, el contingente dirigido por Alfonso llegó a Aragón en junio de 1126, diezmado por las enfermedades pero satisfecho de los logros  y vencedor en la única batalla campal plena y de la numerosa población mozárabe que se les había unido.
Las complicaciones de las heridas recibidas en el sitio de Fraga causaron su muerte el 7 de septiembre de 1134.  Fue sepultado en el monasterio de Montearagón, cerca de Huesca.

Castillo y monasterio de Montearagón 
Alfonso I de Aragón fue un rey destacado en la historia de España. Fundamentalmente por la lucha contra los musulmanes llegando a duplicar la extensión de los reinos de Aragón y Pamplona tras la conquista clave de Zaragoza. Gracias a su matrimonio con Urraca I de León, gobernó sobre León, Castilla y Toledo y se hizo llamar entre 1109-1114 “Emperador de León y rey de toda España” o ”Emperador de todas las Españas”, título honorifico que se había consolidado entre los reyes de León,  hasta que la oposición nobiliaria, principalmente leonesa, forzó la anulación del matrimonio. 

Mapa de las conquistas de Alfonso I (en naranja conquistas a los musulmanes, en verde oscuro territorios del reino de Pamplona recuperados de Castilla, en amarillo oscuro zonas de frontera repobladas por Alfonso

Los ecos de sus victorias traspasaron fronteras; en la Crónica de San Juan de la Peña, del siglo XIV, podemos leer: “Clamabanlo don Alfonso Batallador porque en Espayna no ovo tan buen cavallero que veynte nueve batallas vençió”.​ Sus campañas lo llevaron hasta las ciudades meridionales de Córdoba, Granada y Valencia y a infligir a los musulmanes severas derrotas en Valtierra, Cutanda, Arnisol o Cullera.

viernes, 22 de agosto de 2025

MUERTE DE FEDERICO GARCÍA LORCA

Es necesario desmontar la gran mentira construida en torno a su figura. La izquierda ha convertido a Lorca en un mártir del franquismo, símbolo de la represión.

Lorca no murió por ser poeta ni por ser homosexual ni por ser republicano. Fue asesinado en medio de un conflicto entre las familias más poderosas de la Vega de Granada: los García Rodríguez (familia paterna de Lorca), los Roldán y los Alba. Décadas de disputas por tierras, cañaverales y negocios azucareros desembocaron en un ajuste de cuentas. Horacio Roldán, primo del propio Federico, era enemigo acérrimo suyo y de su hermano Francisco. Los Roldán, ligados a Acción Popular, fueron los responsables directos de su muerte.
Unos días antes del alzamiento (18 de julio de 1936) García Lorca abandonó la capital y se dirigió a Granada.
Sintió verdadero miedo, y acudió a su amigo falangista Luis Rosales. Los hermanos Rosales, Luis, José y otros, falangistas granadinos, dieron refugio al poeta en su propia casa y trataron hasta el último momento de salvarle la vida.
Muchos lo presentan como homosexual militante de la izquierda, cuando, de haber vivido hoy, sería rechazado por los mismos colectivos que lo invocan, por su carácter católico, taurino y profundamente tradicional.
Los hermanos de Rosales, en quienes Federico confiaba, eran miembros destacados de la formación fascista Falange Española, lo protegieron en su casa con la advertencia de que no se moviera de allí.

ESTATUA DE FEDERICO EN MADRID 
Lorca se había convertido en el blanco de las críticas no solo de la derecha, por su amistad con el ministro socialista Fernando de los Ríos, sino también de un sector de la izquierda, por criticar las injusticias sociales de la República y por no afiliarse al Partido Comunista a pesar de la presiones que recibió. Tampoco ayudó el hecho de que, en la prensa española, se filtrara el rumor de que mantenía relaciones homosexuales.
El día 16 de agosto de 1936, por la tarde, un grupo de agentes dirigido por Ramón Ruiz Alonso, el mismo que lo había acusado de ser espía ruso, secretario de Fernando de los Ríos, homosexual y de haber hecho más daño “con la pluma que otros con las pistolas”, se presentó en el domicilio y se lo llevó detenido al Gobierno civil donde estuvo un par de días.
La madre de Luis Rosales, Esperanza, fue la que abrió la puerta cuando Ruiz Alonso se presentó con sus acompañantes. Desde la ventana de la habitación donde se encontraba Lorca era fácil observar el movimiento de guardias y policías en la calle, amén de la mencionada presencia de hombres armados en los tejados. Esperanza recordó tiempo después que ella misma subió rápido para poner al corriente al poeta de lo que estaba ocurriendo.
Su hijo Miguel, tras regresar del cuartel, le explicó a su madre que, dadas las circunstancias, no podía impedir que se lo llevaran al Gobierno Civil, pero que él los acompañaría para garantizar su seguridad. Antes de subir a buscarlo, Ruiz Alonso le dijo a Esperanza en el patio que se trataba solo de hacerle unas preguntas en el Gobierno Civil y que no le pasaría nada.

Con Vicente leixandre y María Teresa León 

Dos días después de aquello, Lorca fue ejecutado. El ABC republicano tardó dos semanas en dar la noticia. ‘¿Han asesinato a Lorca?’, se preguntaba en la edición del 1 de septiembre de 1936. La noticia estaba firmada desde la localidad granadina de Guadix y, de momento, era solo una posibilidad: «Rumores procedentes del frente cordobés, que no han sido hasta la fecha desmentidos, revelan el posible fusilamiento del gran poeta por orden del coronel Ciriaco Cascajo.
Hay que comentar que Federico en ningún momento se manifestó en algún sentido y en su obra no aparece ninguna nota que pudiera dar pistas al respecto. Podría haberlo hecho en su obra "Mariano Pineda", pero es un alegato de una injusticia personal, nada que ver con la política, aunque posteriormente la figura de Pineda es usada como símbolo de las víctimas de los nacionales, cuando en realidad había pasado un siglo de los hechos de Pineda.
Federico era un liberal un defensor de las ideas y contrario a la violencia. Su familia era de posición acomodada. Lo que si quedó claro es que fue por venganza personal. Realmente en agosto del 1936 estaba declarada la guerra pero ni siquiera Franco comandaba el ejército, cosa que fue elegido para ello en el mes de octubre de ese año.

Junto a la fuente de Cibeles en Madrid

Su asesinato causó una honda conmoción internacional y convirtió al artista en el trágico símbolo de la brutal intolerancia del franquismo, cosa imposible de ser cierta ya que Franco fue investido como jefe del bando sublevado, “Generalísimo”, fue el título otorgado a Francisco Franco como mando militar de las fuerzas sublevadas durante la Guerra Civil Española, un nombramiento que se produjo el 21 de septiembre de 1936 en  Salamanca, en el municipio de Matilla de los Caños del Río, donde se encontraba un antiguo aeródromo militar, el Aeródromo de San Fernando, y que le otorgó el control militar total, y poco después, fue consolidando su liderazgo sobre el nuevo estado 1 de octubre de 1936 a la doble jefatura del Estado y del Gobierno de la España.
Es decir más de un mes después del fusilamiento de García Lorca, además por entonces no existía el franquismo, existía la Guerra Civil entre un ejército llamado Nacional y otro de Republicanos.  

jueves, 21 de agosto de 2025

LOPE DE VEGA CARPIO – EL GENIO

Uno de los escritores más importantes de la historia de la literatura española. De vida polémica, muchas veces alejado de las normas y la moralidad del momento, fue un amante padre y un devoto sacerdote, inquisidor y poeta. Aplaudido y admirado ya en su época –en que se le llamaba popularmente ‘Fénix de los Ingenios’–, escribió más de mil obras, vivió 73 años y protagonizó una memorable pelea con Miguel de Cervantes, responsable, sin embargo, de uno de los sobrenombres por los que el mundo entero le conoce hoy, “Monstruo de la Naturaleza”.

Nació en Madrid en 1562 y murió allí en 1635. Estudió en los jesuitas de Madrid (1574) y cursó estudios universitarios en Alcalá (1576), aunque no consiguió el grado de bachiller.
Con quince años abandonó el colegio e ingresó en la Universidad de Alcalá de Henares para cursar el bachillerato. Y un año más tarde, a la muerte de su padre, mostró uno de los primeros síntomas de su faceta de bribón y aventurero al huir de casa con su amigo Hernando Muñoz. Al parecer, tras finalizar sus estudios en Alcalá, viajó a Salamanca para seguir su formación, aunque nadie aún ha podido documentar este dato.
Tiempo después, en su afán por aprender siempre, amplió sus conocimientos estudiando Matemáticas y Astrología con Juan Bautista Labaña, cosmógrafo mayor de Felipe II, y Artes liberales con Juan de Córdoba. Lo cierto es que Lope no solo fue un buen estudiante, sino que, además, no abandonó jamás la curiosidad por el saber y hasta el día de su muerte siguió leyendo e investigando en campos de muy diferentes materias.
Fue casi tan precoz y tan prolífico con sus amantes como con sus estudios y sus comedias. El primer amor que se le conoce es el de María de Aragón (Marfisa), hija de un panadero flamenco. Se enamoró de ella en 1580 y se convirtió en padre por primera vez en 1581. La niña nacida, Manuela, murió a los cinco años.
En 1582 Lope se alistó en la expedición del marqués de Santa Cruz a la Isla Terceira, en las Azores. De vuelta de esta misión, conoció al segundo gran amor de su vida, Elena Osorio (la ‘Filis’, ‘Zaida’ y ‘Dorotea’ de sus textos), que ya estaba casada con el actor Cristóbal Calderón. Hija del empresario teatral Jerónimo Velázquez, Lope mantuvo una apasionada relación con ella mientras escribía comedias para el padre. Para disgusto del poeta, cuando Elena Osorio enviudó no se lanzó a sus brazos, sino que prefirió los de un rico hombre de negocios. Y Lope, resentido, zanjó su acuerdo con Jerónimo Velázquez y escribió algunos libelos y versos contra ella y su familia.
 
RETRATO DE LOS SUEGROS 

A punto de terminarse el año 1587, en medio de una representación, le hicieron preso en el Corral de la Cruz. Encarcelado a causa de los escritos contra Elena Osorio, en prisión siguió redactando otros nuevos, lo que le valió una sentencia de destierro de la Corte durante cuatro años y del reino de Castilla durante dos. Pero antes de salir de Madrid, tenaz conquistador, Lope raptó, con su consentimiento, a Isabel de Urbina (su ‘Belisa’), con la que se casó por poderes el 10 de mayo de 1588. Hay quienes dicen que el poeta estaba en la misma iglesia escondido presenciando el oficio.
Aunque aún joven, tenía solo 25 años, ya era un autor muy famoso y, probablemente, el mejor poeta dramático de España. Cervantes le elogió en La Galatea, donde le calificó como uno de los ingenios españoles más notables. Toda esa gloria la disfrutó Lope con Isabel de Urbina, (llamada Belisa en sus versos), con la que contrajo matrimonio por poderes tras haberla raptado antes de salir desterrado de Madrid con quien  cumplió parte de su destierro en Valencia, donde nació su hija Antonia. Pero allí, de nuevo le tentó la aventura y marchó a Lisboa para embarcar como voluntario en la Armada Invencible, participó como soldado  en la Gran Armada en 1588, embarcando en Lisboa en el galeón San Juan, de la escuadra de Portugal. Su experiencia en esta expedición, que duró hasta finales de año, se convirtió en una fuente recurrente de referencias en su obra literaria.

ESTATUA DE LOPE EN MADRID 
De vuelta a Valencia siguió creando comedias, muy solicitadas en aquella ciudad y en Madrid, y escribió algunos romances que se difundieron por toda España. Conoció e hizo amistad con Francisco Tárrega y con Guillén de Castro y participó muy activamente en la vida literaria valenciana, puente de unión con la comedia italiana.
En 1591 entró al servicio del duque de Alba. Escribió varias comedias, novelas (Arcadia) y poesía. Lo que parecía un periodo tranquilo de su vida mutó en tormenta con las muertes de su hija Antonia y, poco después, de su esposa Isabel de Urbina, al dar a luz a Teodora.  En 1595, levantada la pena de destierro, regresó a Madrid, donde un año después murió la niña.
Solo, en la capital de la Corte, Lope volvió a las andadas. Fue procesado por amancebamiento con doña Antonia Trillo de Armenta, una viuda que regentaba una casa de juegos. Ese año conoció a la actriz Micaela de Luján (que sería ‘Lucinda’ o ‘Camila Lucinda’ en sus textos) y conquistó un poco más de fama con el poema El Isidro y la Dragontea, donde narraba las correrías de Francis Drake ‘el Dragón’. En abril de 1598 se casó en la  Iglesia de Santa Cruz de Madrid con Juana de Guardo, hija de un rico abastecedor de carne y pescado. Parece que este fue un matrimonio de conveniencia, del que Lope se beneficiaría de una sabrosa dote de 22.382 reales con la que llegaba la novia, pero que, por lo visto, nunca llegó.
Pero lo importante y genial de Lope es sin duda su obra literaria que presenta una exuberancia casi anormal. Cultivó todos los géneros literarios. La primera novela La Arcadia 1598, es una obra pastoril.
Felipe II, al borde de la muerte, decretó en 1598 el cierre de los teatros invocando razones de moralidad. Lope buscó entonces sustento como secretario primero del marqués de Malpica y luego del de Sarriá (protector de Cervantes). Un año más tarde, cuando por fin se levantó la prohibición sobre los teatros, Lope compuso e hizo representar Bodas entre el Alma y el Amor Divino. En ese tiempo también publicó El Isidro y la Dragontea.
Su obra poética le atrajo por igual la lírica popular y la culterana de Luis de Góngora. Por un lado están los poemas extensos y unitarios, de tono narrativo y asunto a menudo épico o mitológico. En cuanto a los poemas breves, su lírica usó de todos los metros y géneros. Se encuentra recogida en las Rimas (1602), Rimas sacras (1614), etc. Donde realmente vemos al Lope renovador es en el género dramático. Después de muchos años escribiendo para la escena, Lope compuso, a petición de la Academia de Madrid, el Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo (1609).
En general, las obras teatrales de Lope de Vega giran en torno a dos ejes, el amor y el honor. De su extensísima obra, más de mil quinientas comedias según sus palabras, se conservan unas trescientas de atribución segura.
La temática es tan variada que resulta de difícil clasificación. El grupo más numeroso es el de comedias de capa y espada, basadas en la intriga de acción amorosa: La dama boba, Los melindres de Belisa, El castigo del discreto, El caballero del milagro, La desdichada Estefanía, La discreta enamorada, El castigo sin venganza y El acero de Madrid. Etc.
Sus obras más conocidas son las que tratan los problemas de abusos por parte de los nobles,  Fuente Ovejuna, El mejor alcalde, el rey, Peribáñez y el comendador de Ocaña y El caballero de Olmedo.  El perro del hortelano y otras.
En 1632 murió en la casa de la hoy calle Cervantes Marta de Nevares, el último gran amor en la vida de Lope de Vega. “No quedó sin llorar pájaro en nido, / pez en el agua ni en el monte fiera, /... y es la locura de mi amor tan fuerte, / que pienso que lloró también la muerte”.
En el año 1632 apareció la que muchos consideran su obra maestra, La Dorotea, donde cuenta sus amores juveniles con Elena Osorio para establecer el vínculo con la última pasión de su vida, su amor con ‘Amarillis’.

CASA DE LOPE EN MADRID 

El 24 de agosto de 1635 Lope se levantó muy temprano, dijo misa y se encerró en su estudio a trabajar. Por la tarde, salió de casa para asistir a unas conclusiones de Medicina y Filosofía, y durante la ceremonia sufrió un desmayo. Un médico amigo le atendió y se ocupó de que le llevaran a su casa, donde se le practicó una sangría. Al día siguiente, en que todavía pudo escribir un poema y un soneto, recibió la visita del médico de cámara de Su Majestad, quien recomendó que le dieran el Santísimo Sacramento.
El domingo, 26 de agosto, hizo testamento nombrando heredera a su hija Feliciana. Se despidió de sus amigos y recibió la extremaunción. Y al día siguiente, a las cinco y cuarto de la tarde, murió.

TEATRO LOPE DE VEGA - SEVILLA
La rivalidad entre Lope de Vega y Cervantes fue una tensa relación de envidias y mutuos ataques literarios que se gestó a principios del siglo XVII, originándose en gran parte por el éxito de la "monarquía cómica" de Lope en los teatros, lo que opacó el teatro de Cervantes y le cerró las puertas a los escenarios. A pesar de los celos, hubo un periodo de amistad y respeto mutuo que se tornó en recelo, culminando en alusiones y críticas veladas en obras como el "Quijote" de Cervantes y el prólogo de "El peregrino en su patria" de Lope.
Ironías del destino, en Madrid, en septiembre de 1610 Lope de Vega compró la casa de la calle de Francos, que hoy es la calle Cervantes en la que en el  número 11 vivió hasta su muerte.
 

RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN.

Nació en Villanueva de Arosa, en 1869 - Murió en Santiago de Compostela, 1935. Narrador y dramaturgo. Se le considera, junto con Federico Ga...