sábado, 16 de enero de 2021

82.- ESPAÑA SIGLO XVI (18)

FELIPE II FINAL

La Inquisición se puede decir que en tiempos de Felipe II, no mandó al cadalso más que los luteranos, o Calvino, o el Gran Turco, o los gabachos la noche de San Bartolomé, o en Inglaterra María Tudor (Bloody Mary, de ahí viene), que se cargó a cuantos protestantes pudo, o la inglesa hija de Enrique VIII, Isabel I, que aparte de inventar la piratería autorizada, hoy héroes nacionales allí, mató a todos los católicos que pudo. Toda esta mierda de la Leyenda, y los gastos para defender la religión, surgida en el XVI se la debemos a Inglaterra y a Flandes (hoy Bélgica, Holanda y Luxemburgo), donde nuestro muy piadoso rey Felipe metió la pata hasta la ingle: “No quiero ser rey de herejes aunque pierda todos mis estados”.

FELIPE II (poco antes de su muerte)

Pero vamos con lo de los moriscos. Eran islámicos, descendientes por parte de padre, siempre que éste no hubiera abrazado el cristianismo antes de la toma de Granada en 1492. Vivían separados de la sociedad cristiana. Eran buenos trabajadores, comerciantes, albañiles, regentaban talleres de diferentes gremios. Rondaban la cantidad de unas 300.000 personas. Cuando Carlos I llegó a Granada en 1526 conoció el problema morisco de primera mano y puso coto a los abusos que se les cometía. Pero dejó ordenes de no cejar en cristianizarlos. Pero cincuenta años después las diferencias se habían acentuado. Para colmo los contactos de moriscos granadinos y valencianos con los turcos fueron continuos y representaban un serio problema. Hacia 1560 el bandidaje y la piratería aumentó sobre todo en Aragón apoyados por los hugonotes huidos de su país, cuya enemistad contra España era manifiesta ya que se trataba de protestantes franceses de doctrina calvinista. Se prohibió la pesca a los moriscos para evitar que entraran en contacto con los piratas. Llegaron estos a desembarcar en Las Alpujarras, y el sistema defensivo era inútil ya que contaban con la ayuda de los moriscos. Se les confiscaron a éstos armas de fuego y blancas en los registros. Y se revisaron los límites de las fincas y las escrituras. Muchos no las poseían lo que era sancionado, si no pagaba se les expropiaba y funcionarios y el clero compraban en condiciones ventajosas. Esto acentuó el rencor de los moriscos. Además por los altos impuestos la industria de la que eran los amos, la cría de gusanos de seda, su fabricación, venta y exportación, cayó inexorablemente. Su calidad era excelente, pero su precio se había hecho prohibitiva. El problema se agudizó y los obispos exigieron y consiguieron medidas muy duras contra los moriscos, que aunque negociaron varias veces las condiciones no fueron atendidos por las autoridades de Granada y Madrid. El problema ya era gravísimo. Las medidas de inserción como a los protestantes o judíos conversos no valían con los musulmanes. Aquellos optaban por vivir y dejar vivir. Éstos realmente perseguían la destrucción de las estructuras del Estado. Circulaban libros que profetizaban la recuperación para el Islam de lo que otrora fue Al-Andalus y que serían los berberiscos quienes lo lograrían.

EXPULSIÓN DE LOS MORISCOS

Las autoridades entendieron que no cabían soluciones intermedias, o aceptaban la integración inmediata y total o se les expulsaba. La respuesta fue el levantamiento en diciembre de 1568. Penetraron de noche en el barrio de Albaicín para sublevar a toda la población mora. No lo lograron pero se les sumaron centenares de hombres en su regreso a la Alpujarra. Pero eso solo fue el inicio. Las acciones bélicas duraron hasta noviembre de 1970, cuando ya había fallecido el monarca.

Felipe II había logrado un gran triunfo político al conseguir la unidad ibérica con la anexión de Portugal y sus dominios, al hacer valer sus derechos sucesorios en 1581 en las Cortes de Tomar. Se apartó la nobleza de los asuntos de Estado, siendo sustituida por secretarios reales procedentes de clases medias al mismo tiempo que se dio forma definitiva al sistema de Consejos. Se impuso prerrogativas a la Iglesia, se codificaron leyes y se realizaron censos de población y riqueza económica. Fue un gran rey, culto y un mecenas, quizá demasiado influido por su religiosidad que le llevó a empobrecer al país, defendiendo el cristianismo en la Europa central.

TRONO DE FELIPE II (notar la austeridad)

La salud de Felipe II fue delicada durante la mayor parte de su vida, pero se fue deteriorando cada vez más. En mayo de 1595 le sobrevino un ataque de fiebre que le duró treinta días seguidos. Los médicos le dieron poco tiempo de vida. El 30 de junio de 1598 partió de Madrid con su séquito con destino al monasterio de El Escorial, construido entre 1563 y 1584 para conmemorar su victoria contra el ejército francés en la batalla de San Quintín. El monarca viajó postrado en una silla de manos especial, ya que la enfermedad de la gota, que le había atormentado durante varios años, no le permitía caminar. Sufrió unos dolores tan intensos que no se le podía mover, lavar o cambiar de ropa.


MONASTERIO DE SAN LORENZO DEL ESCORIAL

La madrugada del 13 de septiembre de 1598, falleció a los 71 años, en una alcoba de El Escorial, el rey prudente, que sus defensores lo presentan como arquetipo de virtudes y por los enemigos como fanático y despótico. En sus últimos días ordenó que no se publicaran biografías suyas y que se destruyera toda su correspondencia, como si quisiera mantener la prudencia y el misterio de su personalidad para siempre.

ESTATUAS EN EL CENOFATIO DE LA BASÍLICA

FELIPE II ORANTE

 

77.- ESPAÑA SIGLO XVI (13)

 Felipe II no tuvo suerte con sus hijos. Su primer hijo, Carlos, después de una operación de cabeza nunca rigió bien y según parece Juan de Austria advirtió a su hermano Felipe II que su propio hijo planeaba matarle. Fue confinado Carlos en el castillo de Arévalo. Murió Carlos en julio de 1568 produciendo hondo dolor en su padre.

En 1559 Felipe había promulgado una pragmática en Aranjuez por la que, para evitar contagios del protestantismo, prohibía a todos sus súbditos estudiar en universidades extranjeras. Incluso a los clérigos y mandaba regresar a los que ya estuvieran fuera. Felipe afirmó que mantendría con todas sus energías la religión católica en España. Consiguió el impuso del Concilio de Trento, que se celebró en enero de 1562 y enero de 1564, allí se definieron las doctrinas de la iglesia católica que perduraron cuatro siglos, sin hacer la menor concesión a los protestantes.


Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez de Guzmán, IV Duque de Alba

Por entonces Felipe era el adalid de la Iglesia Católica.  Se comenzó un ataque contra el papa Pablo IV, que reprobaba la presencia española en Italia y que había concentrado una alianza con Enrique II de Francia, siempre dispuesto a perjudicar a España favoreciendo sus pretensiones sobre Italia. El duque de Alba atacó al pontífice en 1556 y en una tregua el ejército francés acudió en ayuda del papa. Las tropas españolas se replegaron esperando refuerzos y consiguieron repeler un ataque francés. El duque de Saboya penetró por Francia y consiguió la famosa victoria de la batalla de San Quintín, en agosto de 1557. Carlos I, por entonces ya retirado en Yuste, creyó que su hijo invadiría París, pero Felipe no aprovechó una circunstancia tan propicia.

El pontífice capituló ante el duque de Alba. Francia aprovechó para adueñarse de Calais en enero de 1558, última plaza inglesa desde la guerra de los Cien Años, que estaban vinculados a España por la boda de María Tudor con Felipe II, y también atacaron Luxemburgo y Flandes. Todo se saldó con la firma de la paz de Cateau-Cambrésis en abril de 1559. Francia consolidó su posición al recuperar Calais cortando la vía de comunicación española a ambos lados de su frontera. Pero deparó la hegemonía de España en Europa.

CABALLEROS DE LA ORDEN DE MALTA

En mayo de 1565, la armada otomana llegó a las costas de Malta e inició el asedio a la isla, defendida por los caballeros de la Orden de San Juan u Orden de Malta. El asedio fue durísimo. Por suerte, este gran ataque fue detenido por los miles de soldados que envió España para socorrer a los sitiados. De haber caído en manos del Imperio Otomano, Malta se hubiera convertido en el trampolín perfecto para asaltar Italia.

En previsión de un ataque a la isla, el papa Pío V solicitó a España y Venecia la creación de una alianza militar con los Estados Pontificios con el objetivo de frenar la expansión otomana en el Mediterráneo. En 1571, Madrid, Venecia y Roma crearon la Santa Liga. Dada la mayor participación española, se decidió que el mando recayera en don Juan de Austria, hermano de Felipe II. Cuesta creer hoy día que las tranquilas aguas del mar Mediterráneo fueran en otro tiempo escenario de asedios, batallas y guerras. En 1571, los buques de la Santa Liga y la Armada turca mantuvieron uno de los combates marítimos más grandes de la historia, la Batalla de Lepanto. La «Santa Liga» juntó una de las mayores flotas que han surcado los mares a través de la historia. Además, entre las tropas de la Santa Liga destacaban los famosos Tercios españoles, que esos primero mataban y después preguntaban, si acaso.


DON JUAN DE AUSTRIA

Así, con las tropas preparadas para asestar el golpe definitivo a los turcos, la flota partió hacia Grecia. El grupo, formado en su mayoría por buques españoles. Tan sólo unos pocos días después de partir, el 7 de octubre, ambas armadas se encontraron cerca del Golfo de Lepanto dando lugar a lo que sería una de las batallas más sangrientas de la historia.

La Batalla se desarrolló el 7 de octubre de 1571 en aguas griegas.

El grupo de la Santa Liga estaba formado por una coalición católica, formada por el Imperio Español, los Estados Pontificios, la República de Venecia, la Orden de Malta, la República de Génova y el Ducado de Saboya. Y en su mayoría por buques españoles. Se decidió que el mando recayera en don Juan de Austria, hermano de Felipe II.

En una de las galeras cristianas se hallaba, espada en mano, un joven literato que no superaba los 24 años; Miguel de Cervantes.


BATALLA DE LEPANTO

En una galera veneciana surgió un problema de competencias entre don Juan de Autriay los venecianos, donde, por defender cada uno a su gente, se enfrentaron con las armas el capitán de la galera y el capitán de los soldados embarcados,  venciendo éste al veneciano. El almirante veneciano, Veniero, hizo que ahorcaran al capitán de los soldados puestos por don Juan, por lo que este convoca consejo de guerra del cual excluye a Veniero. Juan Andrea Doria, un experimentado marino prefiere marcharse y dejar solos a los venecianos, ya que no se fía de ellos. Álvaro de Bazán, hombre de gran prestigio como marino, discrepó, y dijo que sería un disparate desaprovechar el esfuerzo realizado. Juan de Austria, convencido, decide dejar las cosas como están.

DON ÁLVARO DE BAZÁN 



jueves, 14 de enero de 2021

76.- ESPAÑA SIGLO XVI (12)

Tras la abdicación de Carlos V en su hijo Felipe II, en Flandes vieron a Felipe como un extranjero. No olvidemos que Carlos, años antes, cuando le llega la noticia del motín que se produce en su ciudad natal, provocado por la negativa de los ciudadanos a pagar impuestos para sufragar las guerras contra Francia, marchó sobre Gante con un ejército de cinco mil hombres. La rebelión de la ciudad fue aplacada de manera cruel. Gante perdió todos sus derechos, y pasó a ser una ciudad de segunda categoría. De esto no se olvidan incluso hoy, ya que desprecian al español. Y es lo que hereda Felipe, territorio y odio. Introdujo la Inquisición en los Países Bajos. Por supuesto que el rechazo fue total. Pedían destituir al nuevo presidente, cosa que se concedió más adelante y también la libertad de culto, tema tabú para Felipe.


GANTE EN LA ACTUALIDAD 

Las diversas manifestaciones y saqueos de iglesias católicas se habían iniciado inician en 1566. La sociedad aquella era muy diferente a la española, y el comercio, las costumbres, la autonomía que siempre habían tenido, había cambiado con Carlos, por lo tanto con Felipe la cuestión sería aún peor. Los nobles no querían perder su situación privilegiada, pero muchos católicos se veían rodeados por protestantes.  Alemania era Luterana, parte de Francia Calvinista, Inglaterra Anglicana. Los protestantes de Flandes se negaban a pagar y a respetar a la corona de Felipe. Con lo cual éste envía el primer ejército para pacificar los Países Bajos, compuesto de 10.000 soldados, conocidos desde entonces como los “Tercios de Flandes”. Malas noticias para los flamencos.

Ya hemos hablado en el capítulo anterior de los inicios de Felipe, las enseñanzas de su padre. Pero tuvo una vida muy complicada y de abundantes problemas que supo encarar con desigual fortuna. Felipe I de Nápoles, Felipe I de Inglaterra y Felipe I de Portugal no es otro que nuestro Felipe II, una de las grandes figuras de la historia. La Leyenda Negra que no sólo no se corresponde con la realidad histórica, sino que es producto de la primera campaña de propaganda realizada con el apoyo de la imprenta, rodeó a Felipe II durante todo su reinado e incluso después. La afrontó con energía, utilizando como secretarios verdaderos ministros, siendo el primero descendiente de Gonzalo Pérez, judío converso, experto en el manejo de los negocios durante los largos viajes que había realizado el Emperador. Felipe pudo contar, en su enorme trabajo, con su hermano de padre, Juan de Austria, nacido de la relación extramatrimonial que tuvo el emperador con Bárbara Blomberg en 1545. El padre lo vio por primera vez poco antes de morir. Realmente Carlos hubiera querido que su hijo Felipe fuera nombrado aspirante a la corona Imperial. Pero fue Fernando I de Habsburgo, a partir de 1558, el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Era hijo de Felipe el Hermoso y de Juana I de Castilla y, por lo tanto, hermano menor de Carlos I, y pretendía que fuera su hijo, el futuro Maximiliano II, quien se hiciera cargo de la corona imperial a su muerte y no su sobrino. Maximiliano II, el hijo de Fernando de Habsburgo fue también Emperador desde 1562. Es por esta razón que este emperador no prestó ayuda a la monarquía hispánica, el país donde había nacido, cuando Felipe II la reclamó en la guerra contra Francia de 1557.


FERNANDO I. EMPERADOR (HERMANO DE CARLOS V)

Así y todo, los lazos entre las dos ramas Habsburgo continuaron entrecruzados hasta el final de esta dinastía en nuestro país. El emperador Maximiliano II fue regente de España en 1551, mientras Felipe II realizaba un viaje de tres años por Europa, y mantuvo siempre una gran amistad con su primo.
El padre de Felipe, el gran monarca de las largas ausencias, Carlos I, había dejado vacías las arcas, hecho que don Felipe había advertido al Emperador: "De un año contrario queda la gente pobre, de manera que no puede levantar cabeza en otros muchos". 
Encontró Don Felipe II una carga muy grande, al hacerse cargo de la corona, que pesaba no solo sobre los reinos de España, sino también sobre los europeos de Nápoles, Sicilia, Cerdeña, señoríos de Milán, los Países Bajos, el Franco Condado y la corona de Portugal por su matrimonio. Ya sabemos que Felipe II se casó con su prima María de Portugal, pero ella murió en el parto en julio de 1545. Su hijo Carlos, murió en extrañas circunstancias a los 23 años de edad. Luego se casó con María Tudor, reina de Inglaterra, pero en 1558 falleció la Reina María I  sin descendencia. Con lo cual Felipe quedó sin derecho al trono inglés. Luego se casó con Isabel de Valois, hija de Enrique II de Francia. Tuvo Isabel un aborto por enfermedad mal curada, y después en 1566 nace su hija Isabel Clara Eugenia que moriría en 1633. La reina tuvo un parto prematuro en 1568 y ella falleció a los veintidós años de edad. El rey quedó muy afectado durante mucho tiempo. Deprimido, viudo y sin descendencia tenía la necesidad de un heredero. Se casó en 1570 con su sobrina Ana de Austria, hija del emperador Maximiliano II, el que había sido regente en la ausencia de Carlos. Tuvieron un hijo, Fernando pero falleció a los siete años. Luego otro, Carlos Lorenzo fallecido también a los dos años de edad. Y en 1575 nació un tercer varón Diego, que falleció víctima de viruela. En 1578 había nacido otro varón, Felipe que al sobrevivir a sus hermanos alcanzo el Principado de Asturias, es decir, heredero al trono. El futuro Felipe III. Tuvieron otra hija, María  que murió a los tres años. La reina enfermó y murió en 1580 a los treinta y un años. Los hijos varones, salvo Felipe habían muerto. Felipe II parece ser que amó más que a ninguna otra mujer a:

Isabel de Valois.



martes, 12 de enero de 2021

75.- ESPAÑA SIGLO XVI (11)

 Comienza el reinado de Felipe II. ----  El Ducado de Borgoña, una región de la actual Francia, era una gran cantidad de territorios, incluyendo Flandes desde 1428, también conocido como los Países Bajos, que por entonces eran diecisiete provincias, autónomas, regidas como pequeños reinos cada una. Las rutas del comercio del Atlántico, el Báltico con Europa eran una gran fuente de riqueza y cultura.


TERRITORIOS HEREDADOS POR CARLOS I

La heredó María de Borgoña, esposa de Maximiliano I de Habsburgo, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Y su hijo Felipe heredará el condado, entre otros muchos territorios y títulos. Por lo tanto gracias a Felipe I, “el Hermoso”, casado con Juana de Castilla, la hija de los RRCC, es en Gantes donde nace Carlos I, su hijo luego heredera de la coronas de España. Y Carlos era el heredero de esos territorios flamencos y españoles, y más tarde titular del Sacro Imperio Germano Romano, protector por tanto de la religión cristiana.


TERRITORIOS EUROPEOS Y ENEMIGOS DE FELIPE II

La vida de Carlos I ya la hemos narrado en los capítulos anteriores. Iremos contando ahora como va desarrollándose el reinado de España. Carlos I, a su hijo Felipe quería casarlo con la hija de Francisco I de Francia, (su cordial enemigo), ya que hubiera acercado ambas monarquías. Pero Felipe prefería, y consiguió, a María de Portugal, de la que eran primos carnales. El matrimonio duró dos años. Felipe trató con frialdad a su esposa y fue recriminado por ello por su padre, como asunto de estado el concebir un descendiente. Por fin María quedó embarazada y pero murió en el parto en julio de 1545. Diez años después, Carlos sintiéndose ya viejo y sin fuerzas para gobernar tantos dominios, el Emperador Carlos, el día 16 de enero de 1556, en sus habitaciones privadas y sin ninguna ceremonia, cedió a su hijo Felipe la Corona de los Reinos Hispánicos, Sicilia y las Indias. Por lo tanto Felipe nunca fue coronado Rey de España. Felipe ya desempeñaba funciones de gobierno desde 1544, después de que Carlos I le escribiera en 1543, a su regreso a España, las Instrucciones de Palamós, que preparaban a Felipe para la regencia de los reinos peninsulares hasta 1550 cuando éste aún tenía dieciséis años. Aunque durante su juventud vivió doce años fuera de España en Suiza, Inglaterra, Flandes, Portugal, etc., una vez convertido en Rey de España fijó su residencia en Madrid.

En realidad ambos personajes tenían poco en común, el carácter militar y caballeresco de Carlos era prácticamente nulo en Felipe. Éste forjó una nueva forma de gobernar. Un imperio tan grande como el suyo, unida al deseo de manejar los entresijos de la administración hizo que crease una burocracia que manejaba a la perfección. Tuvo muchos secretarios pero supervisaba personalmente todos los asuntos importantes. Álvarez de Toledo, tercer duque de Alba, Mateo Vázquez y Gabriel Zayas fueron los más influyentes. Entre los moderados estaban Gómez de Silva, príncipe de Éboli y Antonio Pérez, que tuvo un papel destacado al final de la vida del monarca.


                    FELIPE II (JOVEN)

Felipe II puede ser considerado el primer rey moderno en la historia de España.  A pesar de su extrema religiosidad y de entender la herejía como un ataque al Estado, en las relaciones internacionales era más permisivo y no llegó a declarar ninguna guerra por motivos exclusivamente religiosos, incluso pactó con Estados contrarios a la fe católica. Otro personaje importante en la vida de Felipe y en la historia de España fue don Juan de Austria, hermano bastardo de Felipe y a la postre héroe de Lepanto.

El hijo de Felipe II, Carlos, por una operación siendo joven sufrió daños cerebrales y desarrolló un carácter muy agresivo. Fue una persona muy problemática desde niño. Lleno de caprichos y excentricidades tenía comportamientos crueles con los sirvientes y con animales. Por una información de Juan de Austria, Carlos fue acusado de conspirar contra el rey. Fue apresado por el propio padre y durante el cautiverio de seis meses, lejos de calmar a don Carlos, empeoró su salud mental y terminó costándole la vida en un arranque de demencia a los 23 años de edad. En medio de una huelga de hambre, se acostumbró a calmar sus calenturas volcando nieve en su cama y bebiendo agua helada, lo cual terminó consumiendo su quebradiza salud. Por supuesto, la propaganda holandesa acusó directamente a Felipe de ordenar el asesinato de su hijo y argumentó que lo único que quería don Carlos era acabar con la tiranía de su padre en los Países Bajos. El melancólico y misterioso carácter de Felipe, a su vez, prestó los ingredientes para que Giuseppe Verdi, recogiendo la leyenda negra, compusiera siglos después una de sus óperas más famosas: “Don Giovanni”.  Viudo y sin descendencia era una pesada carga además de las que por su condición tenía. Necesitaba casarse y tener un hijo, a ser posible varón.


            
        FELIPE II Y SU ESPOSA MARÍA TUDOR DE INGLATERRA

Pero en Inglaterra muere el hermano de María Tudor, hija de Catalina de Aragón, nieta por tanto de los reyes católicos, e hija de Enrique VIII de Inglaterra, dejando a María la Corona de ese país. Desde el trono inglés, María Tudor, es decir tía de Felipe II, se propuso desmontar la obra religiosa de su padre y devolver a Inglaterra a la obediencia del papa de Roma, liquidando el cisma. Por las persecuciones que realizó a los protestantes era conocida como Bloody Mary, “María la Sanguinaria”.  Dadas las circunstancias María y Felipe se casaron en 1554. En esos días la reina contaba 39 años y el rey 27. Se casaron en la Catedral de Winchester y mientras que parece que María estaba profundamente enamorada de Felipe, él no de ella. Es popular la singular frase de que “Partía para Inglaterra como el que parte para una cruzada”. Por lo tanto Felipe fue antes rey de Inglaterra que de España, ya que durante cuatro años fue rey consorte inglés al haberse casado con la que fuera reina María I de Inglaterra. Recibiría la herencia de su padre, Carlos I, dos años después. El matrimonio no tuvo descendencia, aunque más de una ocasión pareció que la reina estaba embarazada y así lo declaró. 

En 1558 fallecieron la Reina María I de Inglaterra y también Carlos I de España. Felipe quedó viudo de nuevo y sin derecho al trono inglés.  Ya antes de esto, tras la abdicación de Carlos V en su hijo Felipe II, en Flandes vieron a Felipe como un extranjero. No olvidemos que Carlos, años antes, cuando le llega la noticia del motín que se produce en su ciudad natal, Gante, provocado por la negativa de los ciudadanos a pagar impuestos para sufragar las guerras contra Francia, marchó sobre la ciudad con un ejército de cinco mil hombres. La rebelión de la ciudad fue aplacada de manera cruel. Gante perdió todos sus derechos, y pasó a ser una ciudad de segunda categoría. De esto no se olvidan incluso hoy, ya que desprecian al español.

LA UNIVERSIDAD LABORAL DE GIJÓN

Las Universidades Laborales fueron una instituciones de enseñanza orientadas a los hijos de los obreros y trabajadores que nacieron a partir...