sábado, 11 de marzo de 2023

CARLOMAGNO - LOS CONDADOS PIRENAICOS

 
Constantino el Grande cambió la capitalidad del Imperio Romano a Constantinopla. Los germanos no habían invadido el imperio violando, sino alistándose en su ejército; en realidad, no era posible una resistencia romana al poder godo. En el fondo hubiera sido como luchar contra sí mismo. La elección de Constantino no era mala, escogió un territorio fértil, encrucijada del comercio y el transporte, puerta del Oriente, y con unos enemigos que no eran tan fuertes entonces. Justiniano fue el que señaló el error. Se dio cuenta de que la dominación soñada de eso que hoy llamamos Oriente Medio nunca se produciría. Por esta razón, Justiniano resucitó el viejo sueño imperial y decidió entrar en Italia, a plantarle cara al ostrogodo, y de paso al Papa. A partir de ahí, Roma, acabará entrando a saco en Constantinopla, en el verdadero final del imperio oriental. Sin Carlomagno, no habría existido la idea imperial occidental, y tampoco podría existir si Hispania no fuese elemento fundamental de la misma. Idea en potencia, porque la península está tomada por los musulmanes. Además, ningún Papa llamará a la Cruzada para recuperar España, como la llamaría siglos más tarde para tomar Jerusalén. España es para Carlomagno una de las joyas de la corona imperial. A él no le vale sólo con defender la cruz; defiende, además, determinada cruz, esto es, la unidad eclesial total, pues Roma teme, y hace bien, las tendencias centrífugas entre los cristianos; que son tan fuertes que en Constantinopla generarán incluso crueles masacres en los siguientes 500 años. No olvidemos lo mucho que costó obtener la conversión del godo Recaredo en España. Carlomagno, además, juega la baza de su condición de único contrapoder de los musulmanes. Su abuelo, Carlos Martel, en Poitiers frenó definitivamente el avance musulmán, por lo que Carlomagno se convierte en la fuerza militar única capaz de hacer sombra a Córdoba. Es un grupo de éstos musulmaneas el que se desplaza a la actual Alemania, a entrevistarse con un Carlomagno que está organizando en ese momento la marca sajona. Le ofrecen su apoyo si entra en la península y le prometen la entrega de Zaragoza. Carlomagno sabe que necesita dejar fuera del alcance de los moros la Septimania y además, sería posible vencer a los navarros y quizás a la incipiente monarquía asturiana. Sin embargo, la expedición fue un fracaso porque, a la llegada a la capital maña, el walí de la ciudad se negará a entregarla, con lo que las tropas carolingias deberán retirarse. Serán malamente emboscados en Roncesvalles por vascos, o tal vez gascones. Tras esta derrota militar, Carlomagno, que de todas formas controla los Pirineos, pone sus ojos en la iglesia hispana. En los tiempos visigodos, los obispos, reunidos en concilios toledanos, han sido casi un Estado. En el 784, durante el concilio de Sevilla, se debate que Jesucristo no era hijo de Dios, sino hijo adoptivo. La ortodoxia romana sostiene que Jesús es hijo único de Dios. En el 792, Carlomagno obliga a retractarse al gran apoyo de Elipando, el obispo Félix de Urgel. Siete años después lo condenará a permanecer en Lyon hasta su muerte. Este movimiento permite el control total por parte de los clérigos carolingios de la sede de Urgel, elemento fundamental para la consolidación del poder franco en la Marca Hispánica. Y, lo que es más importante, sella la alianza entre los monarcas asturianos y el imperio carolingio, una alianza que marcará el destino de España. El destino, en primer lugar, de la sede compostelana, pues el entendimiento entre Oviedo y Aquisgrán supondrá el apoyo incondicional del imperio carolingio hacia el mito jacobeo; Carlomagno enviará mucho dinero a la sede compostelana, y Santiago se convertirá en la gran luz de la cristiandad medieval, construyendo un cordón umbilical entre la España y la Europa cristianas. Más a largo plazo, esta alianza, unida a la empresa de la Reconquista, convertirá a España en el principal baluarte del proyecto imperial romano y del catolicismo en el mundo. Sin embargo en los Pirineos termina el imperialismo carolingio en España. Carlomagno sólo conseguirá el control del sur formando los condados pirenaicos  y el impulso de la ruta jacobea. Su gran fracaso será controlar a la Iglesia local.

Cuando el Imperio Carolingio gana terreno a los musulmanes establece una zona denominada Marca Hispánica, dependiente de los reyes francos. 
Se establecieron regiones administrativas, condados, y los más importantes fueron Pamplona, que se convertiría en reino en el siglo IX, Aragón que se haría condado independiente en el 809 con el conde Aznar, Urgel condado con dinastía propia desde el 815 y el condado de Barcelona dinástico desde el 878, que se convirtió en hegemónico sobre otros como Gerona.
Pero la Marca Superior o Extrema la ocupaba el actual Aragón, estaba en la zona fronteriza.  Todos estos elementos son de extraordinaria importancia para la Historia de España, y es por ello que la etapa carolingia es tan importante. La peregrinación jacobea será fundamental para España y para Europa. El control de la Marca Hispánica como único territorio hispano de influencia carolingia tenderá a hacerlo distinto: Carlomagno será, sin duda, más adelante, el primer plantador del hecho diferencial cuando se separen los condados que serán por una lado Aragón, y por otro los que serán dependientes del condado de Barcelona. Máxime si se tiene en cuenta que no sólo aparta estos condados  del resto de las dominaciones en la península, sino que lo hace sin crear una estructura de real dependencia respecto de Aquisgrán. La Marca Hispánica, de hecho, se conformó como una débil unión de condados independientes, coordinados por una asamblea anual, en los cuales todos los nobles al frente soñaban con consolidar un poder vitalicio a su favor. Esta situación se radicalizó. La guerra civil por derechos dinásticos hicieron que los condes en las sucesivas políticas de alianzas van teniendo cada vez más poder. Bera, el primer conde barcelonés, intentó apartase de poder franco en el 820, sin conseguirlo. Aquisgrán. la residencia de Carlomagno, dejará de confiar en los nobles locales y nombrará gobernadores francos, como Bernardo de Septimania. El tratado de Verdún, creaba el territorio occidental para Carlos el Calvo, y supuso su cese inmediato y su sustitución por los hermanos Sunifredo y Suñer. Ambos conseguirán que sus hijos les sucedan en el cargo condal, creando con ello el germen de un poder hereditario por sí mismo. Con la muerte de Carlos el Calvo en 877, los condes locales, gobiernan prácticamente sin oposición. Se rompe la línea dinástica carolingia en París lo que generará toda una serie de rebeliones de nobles que, a lo largo de todo el territorio franco, entenderán que dicha ruptura les otorga fuerza moral a ellos para independizarse. Flandes, Borgoña o Aquitania inician estos procesos, como lo inicia Cataluña de la mano de Wilfredo el velloso, considerado el primer gobernante autónomo de la región, es decir condados de Barcelona, Gerona, Cerdaña y Besalú, y que a su muerte dejará sus tierras a sus hijos: a Sunifredo Urgel; a su hijo voyeur, Mirón II, Cerdaña y Besalú; y a sus hijos Borrell y Suñer, Barcelona y Gerona. Una vez conseguido el poder civil los catalanes se aplican a construir una Iglesia propia. En el año 888, crean un arzobispado en Urgel; su arzobispado propio, lo que explica que sea tan importante la Seo para el catalanismo. No se puede decir, por lo tanto, que la huella carolingia en España sea ni débil ni despreciable. España es, en gran parte, la oposición al francés. 

lunes, 27 de febrero de 2023

EL MOTIN DE ESQUILACHE Y CONSECUENCIAS

El rey Carlos III le encargó a Esquilache, un ministro italiano, un ilustrado, la reforma de Madrid. Esquilache, para obtener dinero reformó la hacienda y persiguió el fraude de las clases altas. Éstos y la jerarquía eclesiástica, postergados del gobierno con Carlos III, iniciaron una campaña de desprestigio contra el marqués. Para colmo al liberar los precios de los cereales provocó una especulación y alza de precios en los alimentos.

MOTIN DE ESQUILACHE 

Carlos III y su ministro decidieron en mala hora prohibir las capas largas y los sombreros de ala ancha o chambergos porque favorecían la delincuencia. Fue el detonante, la excusa. Una manipulación que no desaprovecharon las clases perjudicadas y con personal preparado para las revueltas consiguieron que se suscitara un Motín, el 23 de marzo de 1766 se produjo el Motín de Esquilache en Madrid que dio como resultado el exilio del ministro, y otras medidas de carácter económico.
Fue un motín de subsistencia típico del Antiguo Régimen. Estas revueltas, solían producirse cuando el alza de los precios alcanzaba cotas intolerables, fruto de los malos años o de la especulación. Coincidían con el momento en que aún no habían sido recogidas las cosechas y las reservas empezaban a agotarse.

CARLOS III 

No eran revueltas antisistema, es decir no se ponía en duda la monarquía, solo a sus ministros, quienes encarnaban el mal gobierno, en forma de venalidad, estupidez o estulticia, (lo que queda meridianamente declarado en el grito de los amotinados ¡Viva el rey, muera Esquilache!)
Este motín en concreto estuvo además orquestado en la sombra por poderosos enemigos políticos del ministro extranjero, es decir el clero español y la burguesía.
El domingo de Ramos de 1766, a eso de las cuatro de la tarde, dos embozados se paseaban ostentosamente con capa larga y chambergo en la plazuela de Antón Martín. Varios soldados que montaban guardia no tardaron en preguntarles por qué iban así vestidos. Quedó claro que iban así porque "les daba la gana". Se oyeron insultos y los guardias trataron de detenerles, momento en que uno de los embozados desenvainó una espada, silbando al mismo tiempo. Al instante, apareció una banda armada y los militares se vieron obligados a huir. Había estallado el motín. Los amotinados, decididos a todo, no tuvieron inconvenientes al apoderarse del cuartelillo de Inválidos de la Plaza, apoderándose de sables y fusiles. A continuación, unas dos mil personas remontaron la calle Atocha hacia la Plaza Mayor, insultando al odiado Esquilache. El duque de Medinaceli tuvo la mala suerte de toparse con la multitud, que lo rodeó en el acto, exigiéndole que hiciese llegar al rey una serie de peticiones.
MARQUÉS DE ESQUILACHE 

Finalmente, el duque llegó hasta Carlos III, que justamente se encontraba en compañía de Esquilache. El rey estaba tranquilo. Ignoraba, sin duda, que los amotinados estaban destruyendo sin piedad los 5.000 faroles que el ministro de Hacienda había colocado por toda la ciudad.
Los amotinados se dirigieron primero a la mansión de Esquilache (la famosa Casa de las Siete Chimeneas), acuchillaron a un servidor del marqués que intentó impedirles el paso. Echaron algunos muebles por la ventana y saquearon la considerable despensa. Luego con una xenofobia manifiesta se dirigieron a la casa de Grimaldi. Se limitaron a apedrearla, para seguir viaje hacia la mansión de Sabatini. Esa noche, a manera de colofón, un retrato del marqués de Esquilache fue quemado en la plaza Mayor. Curiosamente, en Palacio se pensaba que al día siguiente los furores se habrían aplacado como por arte de magia.
Pero el Lunes Santo, día 24, la situación se agravó. La tropa se vio desbordada por la multitud que, enardecida por la noticia de que Esquilache se encontraba en Palacio, junto al rey, y emprendió una decidida marcha para presentar a Carlos III sus reclamaciones. Los amotinados llegaron pronto al Arco de la Armería de Palacio, que estaba defendido por tropas españolas y valonas. Los valones  hicieron fuego y una mujer resultó muerta. Un impresionante gentío se concentró, coreando insultos contra los valones y contra Esquilache.
Finalmente, un sacerdote se destacó en calidad de representante popular y consiguió llegar hasta Carlos III con las peticiones del pueblo. El tono era imperativo. Si el rey no los escuchaba, "treinta mil hombres harán astillas en dos horas el nuevo palacio". Es difícil imaginar el estado de perplejidad que todo esto produjo en Carlos III.
Humillados por la victoria popular, los hombres de armas del rey se inclinaron por la negativa. Otros en cambio se pronunciaron de que era mejor aceptar las exigencias: de lo contrario, se produciría un baño de sangre de incalculables consecuencias.
Oída la opinión de los miembros del Consejo de Guerra, Carlos III dio una buena prueba de sensatez. Salió al balcón. Por intermedio de un representante, el pueblo expuso nuevamente sus exigencias, en primer lugar, la de que bajase el precio del pan, la de que Esquilache fuera expulsado de España lo mismo que la guardia valona.
PALACIO DE ARANJUEZ

Carlos III prometió y hecho lo cual se retiró. Pero fue nuevamente llamado al poco tiempo, para que ratificase su promesa.
Carlos III cometió un error. Atemorizado y desconfiando de la multitud consideró que no estaba seguro en Madrid. Partió hacia Aranjuez con toda su familia
Al día siguiente una Junta Militar tomaba diversas medidas para mantener el orden. Pero el pueblo se enteró de que el monarca había partido secretamente a Aranjuez. Inmediatamente, pensaron que  Carlos III sólo había cedido momentáneamente y ahora se disponía a armar un poderoso ejército para regresar a Madrid. Bien pronto, unas 30.000 personas hombres, mujeres y niños rodearon la casa del obispo de Cartagena. El obispo recibió el encargo de transmitir al rey el estado de ánimo del pueblo madrileño. Pero el obispo no llegó a salir de Madrid. El obispo se vio obligado a redactar un memorial de agravios, para el rey; un emisario partió hacia Aranjuez con el documento y el obispo quedó retenido. Ante la impotencia de los soldados, el pueblo saqueaba almacenes de comestibles y cuarteles, abriendo de paso las puertas de las cárceles. En Aranjuez, el rey recibía el memorial. No lo dudó demasiado: despachó al mismo emisario con una carta para el pueblo de Madrid. Prometía y juraba que “cumplirá cuanto ofreció ayer por su piedad y amor al pueblo de Madrid, y lo mismo hubiera acordado desde este Sitio y cualquiera otra parte donde le hubieran llegado sus clamores y súplicas; pero en correspondencia de la fidelidad y gratitud que a su soberana dignación debe el mismo pueblo, por los beneficios y gracias con que se le ha distinguido y el grande que acabe de dispensarle, espera su majestad la debida tranquilidad, quietud y sosiego, sin que por título o pretexto alguno de quejas, gracias, ni aclamaciones, se junten en turbas ni fomenten uniones. Y mientras tanto no den pruebas de dicha tranquilidad, no cabe el recurso que hacen ahora, de que Su Majestad se les presente".
Al llegar el emisario a Madrid, se dio lectura a la carta del rey. Y bastó esta carta para devolver la calma a la ciudad. Ordenadamente, las armas fueron devueltas a los cuarteles, entre vivas al rey. Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache tuvo que partir irremediablemente. Consta que al rey le costó desprenderse de su ministro. "Se ha sacrificado por mí", Esquilache escribiría sobre Madrid,  "Soy el único ministro que ha pensado en su bien: he limpiado la ciudad, la he pavimentado, he hecho paseos, he mantenido la abundancia durante años de carestía. Merecía una estatua y me han tratado indignamente." El desilusionado marqués fue recompensado con la embajada de Venecia.

EL CONDE DE ARANDA 

El sucesor de Esquilache, el conde de Aranda, apoyado por el conde de Campomanes, abrieron una pesquisa secreta a fin de probar la intervención de los jesuitas en el motín. Ya Portugal y Francia habían decretado la expulsión de la Orden y eran una idea de los ilustrados europeos. Incluso dentro de la propia Iglesia. Fueran o no los culpables, firmó el rey la ley de expulsión y la confiscación de todos sus bienes. Echados de España y de América fueron embarcados hacia Roma, y años después estos gobiernos consiguieron del papa la disolución de la Orden.
Esta fue una traición del rey hacia la orden, ya que los jesuitas eran, siempre lo han sido, unos misioneros fundamentales allí donde fueron. En la película "La Misión" se describe como trabajaban los monjes, enseñando a los indígenas a construir,  a trabajar en la agricultura y ganadería, a organizarse repartiendo las tierras y las ganancias, les enseñaban a leer y escribir, además de evangelizarlos. Los jesuitas tenían y tienen el voto de obediencia, pobreza y castidad. Formaron prácticamente cooperativas.
Los gobiernos ilustrados de la Europa del siglo XVIII se propusieron acabar con la Compañía de Jesús por su defensa incondicional del papado, su actividad intelectual, su poder financiero y su influjo político. Los poderosos eran sus enemigos, partidarios del absolutismo, los filósofos franceses (Voltaire, Montesquieu, Diderot). El prestigio político del papado y la voluntad política de los Borbones y de la corona Portuguesa era la de robustecerse en detrimento de la Iglesia.
MISIONES JESUITAS - PARANÁ 

Los jesuitas tenían misiones en Perú, México, Canadá, Argentina, Paraguay, Uruguay, Bolivia, etc.  Todo eso se perdió.
Que la prohibición de una vestimenta haya provocado tal estado de cosas, incluso muertes y abandono de todas las misiones, eso es una barbaridad, en la que Carlos III ha tenido mucha culpa y no supo actuar por miedo. Era un buen rey que se rodeó de ilustrados y gente de valía, pero él no era realmente un hombre de buenas decisiones. Por eso se perdieron las Malvinas también ante Inglaterra cuando habían sido recuperadas.

viernes, 24 de febrero de 2023

INSTITUCIONES DE GOBIERNO EN AMÉRICA ESPAÑOLA

Pocos años después del Descubrimiento, desde 1503 se fue organizando Instituciones que algunas gobernaban desde la península. Luego se crearon otras en la misma América. La primera Institución fue el Gobernador en 1501, Nicolás Ovando, que destituyó a Cristóbal Colón por denuncias de maltrato a los indígenas. El primer adelantado fue Bartolomé Colón en 1537.  Francisco Pizarro fue adelantado y primer gobernador de Nueva Castilla,​ que fue la base territorial sobre la cual se asentó y expandió el virreinato del Perú. El primer Virreinato fue el de Perú (1542), con capital en Lima.

VIRREINATO DE NUEVA ESPAÑA 

Hernán Cortés en 1521 propuso el nombre de “Nueva España” tras la conquista. Fue su primer Gobernador y en 1528 la corona instaló una Real Audiencia en Nueva España con el objetivo de instaurar un mayor control judicial y de gobierno. Después se creó el Virreinato de Nueva España (1535), con capital en México y jurisdicción en todo el territorio actual de América Central y del Norte.
LAS INSTITUCIONES EN LA PENÍNSULA FUERON:
EL REY,
EL CONSEJO DE INDIAS  
LA CASA DE CONTRATACIÓN
    EN AMÉRICA FUERON: 
LOS VIRREYES
LAS AUDIENCIAS
LOS CABILDOS
LOS ADELANTADOS
LOS CAPITANES GENERALES
LOS GOBERNADORES
LAS CONSULADOS.
Sólo en los primeros años posteriores a la conquista, el rey tuvo a su cargo directo los asuntos de América, luego la mayoría de las tareas pasaron a ser desempeñadas por la Casa de Contratación de Sevilla creada en 1503, que también fue delegando atribuciones al Consejo de Indias, creado en 1511, que finalmente, hacia el siglo XVII era la institución española con más poderes en América.

VIRREINATO DEL PERÚ 

El Consejo de Indias proponía los candidatos a ocupar los cargos de virreyes, gobernadores u otros cargos importantes. Presentaba las propuestas de ley que luego eran evaluadas por el monarca quien decidía sobe la conveniencia de su aprobación.
Tenía además, funciones judiciales, interviniendo en grado de apelación, sobre las sentencias de montos elevados dictadas por las Audiencias. Tenía a su cargo el juicio de residencia que se aplicaba a virreyes, gobernadores, capitanes generales y otros funcionarios importantes, acusados ante el juez de residencia, comisionado que se trasladaba a las distintas ciudades de América con este fin, por abusos de poder o corrupción entre otras cuestiones, y también cuando finalizaban su mandato. El funcionario acusado debía permanecer en su puesto mientras duraba el proceso. Las penas a aplicar podían consistir en multas, confiscación de bienes o prisión.
HERNÁN CORTÉS 

Enviaba igualmente Visitadores Generales con funciones de Supervisión y Control. También le incumbía el ejercicio del Real Patronato, por concesión otorgada a los Reyes Católicos por el papa Julio II para ejercer en América funciones eclesiásticas.
La Casa de Contratación, tenía fines comerciales, regulando la actividad mercantil. Regulaba el sistema de flotas y galeones, cobraba impuestos y actuaba como tribunal de comercio. A partir de 1583, el Tribunal de Comercio se independizó de la Casa de Contratación, y ésta compartió sus actividades con un nuevo organismo, el Consulado, ente gremial que conformaban poderosos comerciantes que regulaban el comercio con las Indias, de manera monopólica.
En América, la máxima autoridad eran los Virreyes, representantes del rey, con poderes políticos, religiosos, militares y judiciales. En general, duraban tres años en sus funciones.
Los Capitanes Generales, ejercían todos los poderes pero en territorios de menores dimensiones, en los que se dividía el virreinato, llamados capitanías generales.
Los Gobernadores, ejercían sus funciones en territorios aún más pequeños, las gobernaciones. Intervenían en grado de apelación en las decisiones de los Cabildos, que luego podían apelarse nuevamente ante la Audiencia. Reemplazaron a los Adelantados, durante el reinado de Felipe II.
Los Adelantados eran aquellos que habían conquistado las tierras para España, y que habían firmado con el rey una capitulación, acuerdo por el cual los gastos de la expedición quedaba a cargo de los conquistadores, recibiendo a cambio poderes políticos, militares y judiciales sobre los territorios conquistados.

FRANCISCO PIZARRO 

Los gobernadores designaban como sus asistentes a los tenientes generales y a los tenientes de gobernador que se desempeñaban en ciudades que no eran cabeza de provincia.
Las Audiencias tenían funciones Judiciales y estaban integradas por los oidores, prestigiosos hombres del Derecho, cuyas decisiones sólo podían ser apeladas ante el Consejo de Indias cuando se tratara de asuntos de importancia económica considerable. Entre otras funciones asesoraban y vigilaban a los virreyes en el cumplimiento de sus funciones. Las Audiencias se instalaban en las provincias mayores, que contaban con un gobernador-presidente, que presidía la Audiencia. Las provincias menores contaban sólo con un gobernador.
Existían las Audiencias Virreinales, ubicadas en las capitales de los virreinatos, que eran presididas por el virrey. Las pretoriales, presididas por el gobernador y situadas en la ciudad cabecera de provincia y las subordinadas en otras ciudades.
Los Cabildos, gobernaban las más pequeñas unidades administrativas, las ciudades, y el ámbito rural que las rodeaba. Las ciudades sin Cabildo no tenían existencia política. Eran instituciones integradas por vecinos, considerándose como tales, los que tenían casa poblada en la ciudad. La formaban los alcaldes, uno o dos, con funciones judiciales, los regidores con atribuciones militares, el alférez real, que representaba a la ciudad en las ceremonias públicas y el alguacil mayor con poder de policía.
Entre las autoridades residentes en América no había una jerarquía, sino un equilibrio de funciones que eran autónomas pero a su vez interdependientes entre sí

lunes, 20 de febrero de 2023

LA ILUSTRACIÓN - Y PARTE 2

“Todo para el pueblo, pero sin el pueblo” era el lema de los que pertenecían al Despotismo Ilustrado europeo. Es decir que la clase gobernante participaban que el monarca y el Estado eran garantes de la seguridad y bien del pueblo. Pero sin la participación de éste. De este modo el país estaba dirigido por un reducido número de personas y el rey gobernaba prácticamente sin intermediarios y sin tener que responder de sus actuaciones.
CARLOS III
Grandes ministros reformistas fueron Pedro Rodríguez de Campomanes y José Moriño, marqués de Floridablanca. Desde sus puestos contribuyeron a la modernización de la administración y del pensamiento político español.
Se construyeron caminos y canales (de riego y navegables como los de Aragón y Tauste y el Canal de Castilla). Se creó la Lotería Nacional, se emitió deuda pública. La política internacional española se centraba fundamentalmente en la defensa de los territorios americanos. Los intereses de la Europa central hace tiempo que habían desaparecido.
Se llegó a una alianza Hispano-francesa, el Tercer Pacto de Familia (1761), al finalizar la guerra Francia lo había perdido todo en América, mientras que España mantenía intacto su Imperio.
A raíz de la sublevación de las trece colonias inglesas en el norte de América desde 1763 existía con Inglaterra una paz tensa. Segura de su superioridad naval, Londres rechazó la oferta y a través del Pacto de Familia.
Derrotada militarmente Inglaterra en Norteamérica, e imposibilitada de cualquier movimiento en Europa, un vertiginoso ascenso de la revolución industrial a causa del bloqueo del Canal se vio obligada en 1783 a concertar, la Paz de Versalles. Inglaterra reconoció la independencia de los Estados Unidos y devolvió a España algunos territorios salvo Gibraltar.
LAS 13 COLONIAS AMERICANAS 
Pero en época de Carlos III había adversarios que no querían perder sus prebendas, los sectores ultraconservadores de la iglesia católica con siglos de poder, por lo que, desde púlpitos y confesonarios, los sectores radicales de la institución procuraban desacreditar la impía modernidad. Pero entre la propia clase eclesiástica había gente culta y con ideas avanzadas. La ciencia desmontaba dogmas y consignas para la Iglesia irrefutables. En otros países como Inglaterra y Francia los hombres de ciencia gozaban de atención y respeto, pero España en eso era diferente, la Inquisición podía caerles encima si pretendían basarse en la experiencia científica antes que en los dogmas de fe.
Pasó, por ejemplo, la barbaridad de Jorge Juan y Ulloa, los dos marinos científicos más brillantes de su tiempo, a la vuelta de medir el grado del meridiano en América tuvieron que autocensurarse en algunas conclusiones para no contradecir a los teólogos. En algunos libros de ciencia figura la pintoresca advertencia “Pese a que esto parece demostrado, no debe creerse por oponerse a la doctrina católica”.
Pese a todo, hombres doctos y valientes, algunos fueron dignos eclesiásticos, dieron en la correcta dirección pese a las trabas y peligros; como cuando el Gobierno decidió implantar la física newtoniana en las universidades y la mayor parte de los rectores y catedráticos se opusieron a esa iniciativa. Se inició tímidamente la circulación de libros de las élites europeas y el traer obreros especializados, ingenieros, profesores y sabios de prestigio. Otra posibilidad era irse a estudiar al extranjero, donde cuajaban las ciencias y el progreso. El pueblo llano, seguía siendo una sociedad ajena al cambio de los tiempos y apegada a la tradición y al trono.
Con Carlos III y sus ministros, con espíritu renovador, trataron de elevar el nivel económico y cultural del país. Hubo leyes de apoyo a la investigación y la ciencia, repoblación con inmigrantes de regiones abandonadas, y  eficaces que hacían justicia a los desfavorecidos, rompían el inmovilismo de gremios y corporaciones de talante medieval, permitían ejercer oficios honorables a los hijos ilegítimos y abrían a las mujeres la posibilidad de ejercer oficios que hasta entonces les estaban vedados.
ILUSTRADOS 
Los escritos de Campomanes, Jovellanos, Capmany o Cabarrús muestran la asimilación de las teorías económicas de la fisiocracia y del liberalismo económico. Fruto de ese interés por los asuntos económicos y sociales fue la creación de las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País, preocupadas por la difusión de las “ciencias útiles” y el desarrollo económico.
El interés por la educación y el progreso científico se concretó en la creación de nuevas instituciones de enseñanza secundaria (Reales Estudios de San Isidro), de enseñanza superior (Colegio de Cirugía, Escuela de Mineralogía, Escuela de Ingenieros de Caminos) y en la reforma de las Universidades y de los Colegios Mayores.
Con Carlos III se cumple el periodo de plenitud de la Ilustración. Carlos supo rodearse de colaboradores inteligentes, preparados y trabajadores. Deparó el reinado más fructífero de España desde los Austria.
Teníamos un rey que no perdía el tiempo. No le interesaban las fiestas palaciegas. Creó una reforma fiscal importante. El primer banco nacional (El de San Carlos), fomentó la industrialización, amplió las comunicaciones. A su muerte en 1788 España había recuperado su posición entre las grandes potencias europeas.
El Siglo de las Luces trajo consigo la creación de numerosas instituciones dedicadas al conocimiento, como es el caso del Colegio de Cirugía, la Escuela de Ingenieros de Caminos, la Real Academia de la Lengua o el Jardín Botánico y Gabinete de Historia Natural. También se desarrollaron ciencias como la biología, la astronomía y la medicina, y prosperaron todo tipo de publicaciones divulgativas, tanto de literatura y crítica social como de ciencia.
Por supuesto que continuaba el absolutismo, que concentraba el poder en un selecto grupo de personas, garantes de la seguridad y bien del pueblo. Tenían una enorme facultad de decisión en todas las esferas y poder absoluto para le ejecución de las medidas adoptadas.
CARLOS IV
Cincuenta años de reinado, entre Nápoles y España, son muchos años de trabajo arduo y Carlos III, aunque estaba al tanto de los asuntos importantes fue lentamente retirándose. Estaba viudo, sus hermanos habían muerto. Con su hijo Carlos, el futuro heredero, su trato no era muy interesante de los que debía ser. El invierno de 1788 iba a ser el último para Carlos y para la Ilustración en España. El 14 de diciembre de 1788, falleció sin estar senil.
Al morir Carlos III se terminaron las reformas de la Ilustración en España, y al año siguiente estallaría la Revolución Francesa, lo que marcaría el reinado de su hijo, Carlos IV, marcando una etapa diferente. 
El prestigio de la monarquía española había alcanzado las cotas más altas de los grandes reinos desde los Austria. Pero bastaron unos pocos años del reinado de Carlos IV para que todo se empezara a ir por el desagüe de la historia.
MANUEL GODOY
Se toman medidas, entre ellas la disolución de las Cortes recién creadas. Lógicamente las noticias que van llegando hacen que se vayan adoptando medidas en España. Se trata de aislar a España de las recetas revolucionarias. Se apoyó al rey francés y se puso fin a los proyectos reformistas. Y la Inquisición de la Iglesia empieza otra vez a destacar, desterrando a Jovellanos, un ilustrado de importante trabajos y realizaciones. El rey apartó de la vida pública a la mayoría de los pensadores avanzados. El fracaso de las medidas de Floridablanca supuso su sustitución por el Conde de Aranda, que concertó una Alianza con Prusia y Austria para ayudar al rey francés, forma de proteger al español. Se preparaba una guerra en Europa que Aranda no apoyaba, ya que  el conde vio la formación de los ejércitos revolucionarios y su respaldo popular en el país vecino, lo que hizo ser partidario de no intervenir, dado el fracaso casi seguro y las pocas ganancias que se podrían obtener. Cae el conde de Aranda y continuó el favorito del rey, Godoy.
NAPOLEÓN 
Ciertos sectores de la población, no sólo las clases instruidas empiezan a ver con curiosidad primero y luego con simpatía los principios de la Revolución francesa.
La República ejecuta al rey francés Luis XVI en enero de 1793. Manuel Godoy en 1792 firmó con el Reino de Gran Bretaña su adhesión a la Primera Coalición contra Francia. Comienza la guerra del Rosellón,  un conflicto que enfrentó a la monarquía de Carlos IV de España y a la Primera República Francesa entre 1793 y 1795. Francia pronto se apoderó del valle de Arán.
Durante las campañas de 1794 y 1795 las tropas francesas consiguieron arrojar a los españoles del Rosellón y penetraron en Cataluña, las provincias vascas y Navarra, llegando a ocupar Miranda de Ebro. Godoy firmó por separado con Francia la Paz de Basilea (1795).
Para España las alianzas con la Francia del Directorio y después con Napoleón, no trajeron más que desdichas. La llegada de Napoleón al poder fue una desgracia para España.
La “Guerra de las Naranjas” duró solo 18 días. Un enfrentamiento con Godoy al frente de las tropas frente a Portugal por intereses de Napoleón.
BATALLA DE TRAFALGAR
Para colmo de males España está obligado, por el Pacto de Familia, a entrar en la batalla naval de Trafalgar, (1805), que la perdió Francia, porque el que estaba al mando era el vicealmirante francés Pierre Villeneuve, impuesto así por Napoleón.
España sufrió que Inglaterra controlara con Gibraltar por sus buques, el estancamiento en el comercio español por mar. Napoleón ordenó un bloqueo a Inglaterra y ésta se alió con Portugal. El francés maduró el plan. Hacer de España otro reinado satélite como los que ya tenía en Holanda y Alemania.
La ocasión es propicia para un relanzamiento del Despotismo ilustrado, del que Godoy se convierte ahora en el gran y último valedor. Hombre de cuidada instrucción y cierta sensibilidad, Godoy pone gran empeño en el fomento de las ciencias y las humanidades: protege la creación literaria, impulsa expediciones científicas, como la de Balmis en 1803, y establece multitud de instituciones universitarias y culturales. Para su acción de gobierno, pasada la etapa de la guerra contra Francia, busca la colaboración de hombres comprometidos con las nuevas ideas. En fin, el propio Godoy cultiva en sus Memorias muestra que su eclecticismo es la receta política que dice haberle aplicado al país durante su mandato: Poca democracia, otra dosis igual de aristocracia, y una dosis monárquica bien fuerte, atemperada por entrambas.
        FERNANDO VII
El motín de Aranjuez, organizado por el hijo del rey, Fernando, marca no sólo el inicio del reinado de Fernando VII. Los afrancesados, entre los que militaban algunos de los últimos ilustrados, solían considerarlo el origen de una funesta revolución popular, cuya fecha emblemática sería el 2 de mayo de 1808 y cuyo desarrollo coincidiría con el de la propia Guerra de la Independencia. En el orden de las ideas políticas y de su praxis, el año 1808 señala en España el relevo de la Ilustración por una cultura liberal y revolucionaria.
Pero el liberalismo español no tardará en incurrir en algunos de los errores que habían malogrado los buenos propósitos del Siglo de las Luces.
A partir de estos hechos, España entra en una de las peores etapas de su historia.

HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS

Durante siglos las Islas Canarias fueron un lejano misterio solo revelado a los aborígenes que las habitaban. Pero a partir del siglo XIV ca...