lunes, 15 de febrero de 2021

98.- ESPAÑA SIGLO XVIII (5) CARLOS III (2)

En marzo de 1766 se había producido el "Motín de Esquilache", que ya narramos en el capítulo anterior. Destituido Esquilache, fue el conde de Aranda había sido el encargado de pacificar los motines contra el marqués de Esquilache y de ejecutar la orden de expulsión de los jesuitas, además de poner en marcha las ideas reformistas. desempeño labores de embajador en Lisboa, Varsovia y París donde se había impregnado de las ideas ilustradas, pero comprendió el peligro que éstas suponían para el sistema en España.   Grandes ministros reformistas fueron Pedro Rodríguez de Campomanes y José Moriño, marqués de Floridablanca. Desde sus puestos contribuyeron a la modernización de la administración y del pensamiento político español. “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo” era el lema de los que pertenecían al Despotismo Ilustrado europeo. Es decir que la clase gobernante participaban que el monarca y el Estado eran garantes de la seguridad y bien del pueblo. Pero sin la participación de éste. De este modo el país estaba dirigido por un reducido número de personas y el rey gobernaba prácticamente sin intermediarios y sin tener que responder de sus actuaciones. Las medidas gubernamentales alcanzaban desde las esferas políticas y económicas a las religiosas, sociales y educativas. La Iglesia era un estamento de mucho poder y la política de Carlos III no pretendía combatir a la Iglesia, pero no mantener un estado dentro de otro estado.

FIGURAS DEL DESPOTISMO ILUSTRADO

Las dificultades con las comunicaciones con América a causa de la guerra con Inglaterra, impedía la recaudación y la llegada de productos. En el interior una mala red de comunicaciones dificultaba la distribución. Se construyeron caminos y canales (de riego y navegables como los de Aragón y Tauste y el Canal de Castilla). El enfrentamiento en nuevos conflictos bélicos hacía necesaria la recaudación. Se creó la Lotería Nacional, se emitió deuda pública. - La política internacional española se centraba fundamentalmente en la defensa de los territorios americanos. Los intereses de la Europa central hace tiempo que habían desaparecido.

Entre 1754 y 1763 se libró la llamada “Guerra de los Siete años”, que estaban implicados la mayoría de las potencias de Europa, aunque España se incorporó en 1761. Afectó también a Norteamérica, Centroamérica, parte de África, y Filipinas. Pero los principales contendientes fueron Inglaterra y Francia. Carlos III se ofreció como mediador, pero no fue atendido por Inglaterra que, al contrario, aumento sus ataques a buques y posesiones españolas en América.  Esto hacía peligrar la seguridad del Virreinato de Nueva España en México. En tal estado de cosas se llegó a una alianza Hispano-francesa, el Tercer Pacto de Familia (1761), lo que supuso aliarse con el bando perdedor. Al finalizar la guerra Francia lo había perdido todo en América, mientras que España mantenía intacto su Imperio.

NUEVA ESPAÑA EN EL 1800 

A raíz de la sublevación de las trece colonias inglesas en el norte de América desde 1763 existía con Inglaterra una paz tensa. Invadieron las islas Malvinas, que con el tiempo abandonaron. La ayuda española al principio era la excusa para lograr Menorca y Gibraltar, en manos inglesas, a cambio de neutralidad. Segura de su superioridad naval, Londres rechazó la oferta y a través del Pacto de Familia se entró en la guerra con la invasión de Florida y Honduras. Pero el asedio a Inglaterra dificultó las maniobras navales inglesas y favoreció el abastecimiento de los independentistas americanos y ayudó a su victoria. España recuperó Manila y La Habana y devolvió Sacramento a Portugal. - Derrotada militarmente Inglaterra en Norteamérica, e imposibilitada de cualquier movimiento en Europa, un vertiginoso ascenso de la revolución industrial a causa del bloqueo del Canal se vio obligada en 1783 a concertar, la Paz de Versalles. Inglaterra reconoció la independencia de los Estados Unidos y devolvió a España algunos territorios salvo Gibraltar. - España consiguió logros y enjugaron las pérdidas, sin embargo, produjo profundas perturbaciones en el comercio con América y la independencia estadounidense influyó poco a poco en los ilustrados americanos, lo que tres décadas después comenzó el proceso de emancipación de los virreinatos americanos.

LLEGADA DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Cincuenta años de reinado, entre Nápoles y España, son muchos años de trabajo arduo y Carlos III, aunque estaba al tanto de los asuntos importantes fue lentamente retirándose. Estaba viudo, sus hermanos habían muerto salvo Luis, cuyas relaciones eran pocas. Con su hijo Carlos, el futuro heredero, su trato no era muy interesante de los que debía ser. El invierno de 1788 iba a ser el último para Carlos y para la Ilustración en España. El 14 de diciembre de 1788, falleció sin estar senil.

Al morir Carlos III se terminaron las reformas de la Ilustración en España, y al año siguiente estallaría la Revolución Francesa, lo que marcaría el reinado de su hijo, Carlos IV, marcando una etapa diferente. - El conde de Aranda continuó como primer ministro con Carlos IV pero fue víctima de intrigas palaciegas del favorito del rey, Godoy, quien consiguió su destierro y persecución por parte de la Inquisición. Al ver el triunfo de la Revolución Francesa se retiró a su casa en Zaragoza donde murió en 1798. 

A partir de estos hechos, España entra en una de las peores etapas de su historia.

jueves, 11 de febrero de 2021

97.- ESPAÑA SIGLO XVIII (6) CARLOS III

Este largo reinado, (1759-1788) del primer hijo de Felipe V posibilitó la incorporación de España al ritmo del crecimiento de las naciones más avanzadas de Europa mediante la superación del déficit acumulado en el siglo XVII. Vino de ser el rey de Nápoles, lo que le aportaba gran experiencia de gobierno. El pueblo lo recibió con gran esperanza, desde un recibimiento entusiasta que se le brindó en Barcelona a su llegada hasta su entrada en Madrid. No defraudó. El país vivió una etapa de reformas, con la centralización del Estado y la sustitución de los validos corruptos por ministros competentes. A pesar de ello las ideas ilustradas no acabaron de calar en gran parte de la población.

CARLOS III

Posiblemente no fuera un hombre inteligente, pero supo rodearse de saber elegir a sus colaboradores. Carlos III deparó a los españoles el reinado más fructífero y positivo de todo el siglo. - Fue un rey ilustrado que procuró rodearse de gente competente. Podemos admirar la cantidad de leyes justas y oportunas con la que aquel Borbón logró airear el ambiente a cerrado que existía.  Hubo leyes de apoyo a la investigación y la ciencia, repoblación con inmigrantes de regiones abandonadas, y  eficaces que hacían justicia a los desfavorecidos, rompían el inmovilismo de gremios y corporaciones de talante medieval, permitían ejercer oficios honorables a los hijos ilegítimos y abrían a las mujeres la posibilidad de ejercer oficios que hasta entonces les estaban vedados.

Para los madrileños en concreto con las grandes obras y embellecimiento de la ciudad, haciendo de ella una digna capital de un reino, ha quedado para siempre en el recuerdo como “El mejor alcalde de Madrid”. Pero no todo fueron alegrías

La muerte sin descendencia de sus hermanos de padre Luis y Fernando, lo llevó al trono a los cuarenta y seis años. Con una larga experiencia en gobernar.  - A poco de llegar contó con Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache, hombre imbuido del pensamiento ilustrado que trabajó por el saneamiento de la hacienda pública y el recorte de las clases privilegiadas. Carlos III fue el símbolo del Despotismo Ilustrado español y el impulsor de grandes proyectos ministeriales, reforma fiscal, creación del primer banco Nacional, (Banco de San Carlos),  fomento de la industrialización, las comunicaciones y la colonización, patrocinio de las academias y de las asociaciones de amigos del país. Obras como la Puerta de Alcalá, de Sabatini, Museo del Prado del arquitecto Juan de Villanueva. Las fuentes de Neptuno y Cibeles y la Fuente de Apolo o de las Cuatro Estaciones, tres grandes grupos escultóricos diseñados por Ventura Rodríguez para el Salón del Prado. El Museo del Prado del año 1785. En principio no había de funcionar como pinacoteca, sino que se trataría del Gabinete de historia natural. De Juan de Villanueva. Observatorio Astronómico y el Jardín Botánico, que aún hoy podemos visitar. Todo ello inmerso en los jardines del Buen Retiro. Esquilache y el arquitecto italiano Sabatini fueron los encargados de hacer de Madrid una ciudad limpia, y a la altura de las grandes capitales europeas. Se instalaron farolas de aceite, se empedraron las calles, se implantó la evacuación de basuras, se potenció el alcantarillado. También se diseñaron paseos y se levantaron numerosos edificios y monumentos públicos.

PUERTA DE ALCALÁ

Carlos III hizo que desaparecieran las grandes fiestas palaciegas, que habían sido tan numerosas. - Aunque a menor escala esta política se extendió también a otras ciudades. Para conseguir el dinero necesario Esquilache potenció el rescate de rentas y propiedades enajenadas anteriormente y lo más importante inició una persecución de los fraudes que solían hacer al fisco las clases altas aprovechando sus privilegios.

El marqués realizó las reformas económicas necesarias recortando privilegios de nobles y de eclesiásticos.  Esta política fue mal recibida por los que tenían que perder, la jerarquía eclesiástica y la poderosa alta nobleza. Ambos estamentos iniciaron una campaña de desprestigio contra Esquilache, que al coincidir con una época de malas cosechas propició que se sumara la clase popular de Madrid. Al liberar el precio de los cereales se produjo un alza de los precios al consumidor final. Un bando emitido por el marqués, sin importancia realmente ya que era para combatir la delincuencia y prohibía vestir capa larga castellana y  el sombrero chambergo de ala ancha ya que propiciaban el enmascaramiento. - El domingo de Ramos, en torno a las 4 de la tarde, dos ciudadanos vestidos con las prendas prohibidas cruzaron provocativamente la plazuela de Antón Martín. Varios soldados les dieron el alto y les pidieron explicaciones Se amotinaron y con la ayuda prevista asaltaron un cuartelillo. 2.000 manifestantes marcharon hasta la Plaza Mayor gritando insultos contra Esquilache, ya habían destruido las 5.000 farolas. Hubo un par de muertos. El rey seguía sin hacer nada. El 24 de marzo la situación empeoró. Un sacerdote se erigió en representante de los manifestantes y logró abrirse camino hasta Carlos III y presentarle las peticiones. El discurso del cura fue tajante: o se satisfacían las demandas, o el palacio del rey quedaría reducido a escombros en menos de dos horas.

EL MARQUÉS DE ESQUILACHE

Las demandas eran echar a Esquilache del país. Reducir los precios básicos. Y otra serie de medidas que el rey debía prometer al salir al balcón personalmente. - Se asomó al balcón del palacio y las aceptó. Esto calmó a la población, pero el rey, temiendo por su seguridad, cometió el error de huir a Aranjuez acompañado de toda su familia y de sus ministros. Esto despertó las iras de la población, que creyó que el rey había aceptado las demandas para calmarlos y posteriormente huir. - Unas 30.000 personas se dedicaron entonces a saquear almacenes y cuarteles y a liberar a los presos. El rey entonces envió una carta donde se comprometía a satisfacer todas las demandas y la población se tranquilizó de nuevo. Esquilache fue destituido y enviado a Italia. - En febrero de 1767 firmó la expulsión de los Jesuitas y la confiscación de todos sus bienes tanto en la península como en América. Años después los gobiernos de Francia, Portugal, Nápoles y España consiguieron del papa la disolución de la orden mediante bula.

No obstante se inició una investigación para descubrir a los incitadores de los sucesos. La animadversión que sentían los investigadores por la Compañía de Jesús y el pábulo que daban los ministros reformistas a las noticias de los supuestos planes de dominio político por parte de los jesuitas hicieron que se les señalara como los responsables. Pero en toda Europa existía ese rechazo a la orden alimentados por los reformistas ilustrados, por los políticos e incluso por parte de la propia Iglesia. Fueran o no culpables Carlos III entendió que en el entorno de la orden había un grupo de presión contra su gobierno.

MOTÍN DE ESQUILACHE

Después del famoso Motín, emboscada en la que el rey no pudo apoyarle, Esquilache marchó al exilio. Le sucedió Pedro de Abarca, conde de Aranda, militar efectivo y adecuada para pacificar los disturbios ocasionados por las clases altas soliviantadas por la pérdida de sus privilegios, y unas clases populares que los combatían. 

La política internacional española se centraba fundamentalmente en la defensa de los territorios americanos. Los intereses de la Europa central hace tiempo que habían desaparecido.


miércoles, 10 de febrero de 2021

96.- ESPAÑA SIGLO XVIII (5) FERNANDO VI

 La viuda de Felipe V, Isabel de Farnesio, durante la enfermedad de éste, había encerrado a su hijastro Fernando y a su esposa Bárbara de Braganza y vivieron veintidós años aislados de la Corte para que no tuvieran contactos con la nobleza como heredero que era. No pudo Fernando salir de su encierro hasta la muerte de su padre. Felipe V murió la noche del 9 de julio de 1746.

Fernando, el tercer hijo de Felipe V y su primera mujer, era el heredero a la corona. A la semana de la muerte del rey, Fernando, coronado Fernando VI, ordenó a Isabel de Farnesio que abandonara el palacio real del Buen Retiro, acompañada por sus hijos.

FERNANDO VI 

Durante el reinado de Fernando desde ese 1746 y hasta su muerte en 1759 tuvo como prioridad el pensamiento que se resume en la frase “Paz con todo, guerra con ninguno”, dado que había visto y sabido de las innumerables conflictos que soportó su padre y su abuelo. Se decidió por la terminación de la Guerra de Sucesión austríaca y en la neutralidad mantenida en la guerra de los Siete años de Francia y Austria, frente a Inglaterra y Prusia. Pretendía, y lo consiguió revitalizar la hacienda pública y modernizar la administración del Estado. Supo escoger magníficos ministros como José de Carvajal, gran conocedor de la política europea. Zenón de Somodevilla, marqués de la Ensenada creador del Catastro y negociador del Concordato de 1753, limitando el envío de dinero a Roma. Potenció la flota naval, ampliando los astilleros del El Ferrol, Cádiz y Cartagena. El proyecto de Ensenada pasaba por la implantación en Castilla de una Única Contribución directa proporcional a las fortunas familiares, medidas en virtud de un catastro que se levantó al efecto (1749-56); las dificultades y resistencias que suscitó aquella operación, sin embargo, hicieron que no pudiera ser aplicada hasta el reinado de Carlos III (1760), y aun entonces sólo de forma transitoria y parcial. Otras medidas de reforma de la Hacienda fueron más eficaces: la administración directa de las Rentas Provinciales y la acción de los intendentes (a los que se dio una nueva ordenanza en 1755) permitieron prescindir de los arrendatarios particulares que mediatizaban la recaudación de los impuestos en beneficio propio; al mismo tiempo, la centralización de las transacciones exteriores del Estado en la oficina del Real Giro (1751-52) permitió prescindir de la costosa intermediación de banqueros y asentistas. Con todo ello mejoraron los ingresos de la Hacienda Real y, al mismo tiempo, se aligeró la presión fiscal, facilitando la recuperación económica.

Fernando VI siguió en la línea de fomento de la cultura iniciada por sus antecesores, con medidas que posibilitaron la penetración de la Ilustración y la ruptura definitiva del aislamiento en que estuvo sumida España desde 1559. Prueba de ello, fue, entre otras, la fundación de la Academia de San Fernando de Bellas Artes en 1752. La política con América era muy productiva en sus aportaciones al tesoro del reino. Pero este equilibrio se vio amenazado debido a una expedición de portugueses que se asentaron en la colonia de Sacramento, al norte del río de la Plata, poniendo en peligro el comercio y la seguridad de la zona. Para solucionar este problema con Portugal, Carvajal negoció un cambio de posesiones para llegar a un acuerdo pacífico, reflejado en el Tratado de Madrid de 1750, según el cual los portugueses cedían la colonia del Sacramento, pero a cambio se cedían territorios cercanos donde estaban asentadas varias reducciones jesuíticas de los indios guaraníes que tenían que ser deportados a otros lugares y eran hostiles a ser dominados por Portugal, estableciendo los límites geográficos de ambos países en aquellas colonias. Las resistencias de los indios y ciertos informes de algunos jesuitas con este motivo de las reducciones prestarían argumentos contrarios a la Compañía de Jesús a la hora de su expulsión. Ensenada acudió a Carlos, futuro Carlos III, para que protestase ante su hermanastro cancelándose el tratado de límites, pero esta maniobra supuso la caída de Ensenada.

ISABEL DE FARNESIO 

Fernando VI sufría, como su padre, de procesos de melancolía, agudizado por el carácter de una esposa depresiva a la que amaba. Cuando ella murió, en agosto de 1758, sin dejar hijos,  el rey se encerró en el castillo de Villaviciosa de Odón, donde empeoró. Durante un año sin el rey, muerto Carvajal y Ensenada desterrado en Granada por una conjura, el Estado supo mantenerse gracias al impulso del tono vital acumulado durante esos doce años anteriores. Mientras la Farnesio se comunicaba con su hijo Carlos, primer hijo de Felipe V con ella, a la sazón rey de Nápoles, teniéndole al día de los acontecimientos españoles, dado que si Fernando moría, sería rey de España.

Con una España sin rey y una administración paralizada, la monarquía siguió funcionando hasta que llegó de Nápoles su hermanastro Carlos para hacerse cargo del trono una vez que falleció Fernando VI, sin descendientes, el 10 de agosto de 1759, con cuarenta y cinco años de edad y trece de reinado.

martes, 9 de febrero de 2021

95.- ESPAÑA SIGLO XVIII (4) FELIPE V Y LUIS I

 FELIPE V y LUIS I - Dejando aparte la Guerra de Sucesión, vamos a recordar las realizaciones de tipo político y social, cultural, administrativo, económico, etc. que se desarrollaron bajo el reinado de Felipe V. Nuevo siglo, nueva dinastía y nuevo estilo de gobierno. El Estado español experimentó una amplia reestructura reforzando el centralismo, la monarquía y la articulación de sus instituciones. El pueblo mantenía una mentalidad secular, la nobleza rechazaba cualquier tipo de cambio, y el clero sentía temor ante el avance de las ideas ilustradas, sobre todo francesas, que iban llegando. La anterior división en reino dio paso a un Estado centralista. La cadena de “validos” que habían intrigado en los reinado de los Austrias se quebró en favor de una sucesión de competentes ministros. En 1721 ya eran cinco, Estado, Hacienda, Marina Guerra e Indias. Estos estudiaban y conocían y tomaban decisiones sobre los asuntos y despachaban directamente con el rey. Le daban a conocer las medidas propuestas y éste resolvía. Eficaces gestores fueron los ministros Grimaldi, Patiño y Campillo, entre otros. No obstante los Consejos de los Austrias seguían funcionando. Pero es claro que desaparecieron lo Consejos de Flandes, Italia y Aragón.

FAMILIA DE FELIPE V

Felipe V en 1707 había promulgado los “Decretos de Nueva Planta”. Conjunto de decretos por los cuales quedaron abolidas las leyes e instituciones propias de la Corona de Aragón, es decir, del Reino de Valencia, del Reino de Aragón, del Principado de Cataluña y del Reino de Mallorca, terminando de esta forma la estructura compuesta y mantenida por la monarquía de los Austrias. También fue aplicada a la organización jurídica y administrativa de la Corona de Castilla, es decir los antiguos reinos de Navarra, Castilla, León, Asturias y Galicia. Solo las Provincias Vascongadas y Navarra, así como el Valle de Arán, conservaron sus fueros e instituciones forales tradicionales por su demostrada fidelidad al nuevo rey durante la Guerra de Sucesión Española.  Felipe V promulgó una variante de la Ley Sálica, que impedía reinar a las mujeres y a sus descendientes. Solo podrían heredar el trono de no haber herederos varones en la línea principal (hijos) o lateral (hermanos y sobrinos), con lo que se pretendía bloquear el acceso de dinastías extranjeras al trono español. Se establece el castellano como la lengua oficial del estado. Aparece el catastro.

Bajo su gobierno la arquitectura brilló con luz propia. Ordenó la construcción del Palacio Real de La Granja de San Ildefonso, realmente un pequeño Versalles. Tapices, escultura, pinturas, etc. adornaron el palacio. Tras el incendio del Alcázar de Madrid, ordenó la construcción de maravilloso Palacio Real, que es el más grande del mundo (como palacio real). También reformó y amplió el palacio de Aranjuez. Se preocupó en la fundación de la Real Academia española, (futura de la Lengua), la Real Academia de la Historia, la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Reformó la industria naval con la creación de astilleros y la fabricación de nuevas embarcaciones. Se mejoró el sistema fiscal. También se aumentaron los impuestos y se crearon aduanas, encargadas de recaudar los impuestos del comercio interior y exterior. La educación también fue reformada. La enseñanza primaria siguió en manos de la iglesia. Pero la educación universitaria fue reformada a fondo. Se crearon colegios mayores, que eran administrados por el Estado, como el Colegio de Minería; en ellos se implantó el sistema de provisión de becas. Las academias científicas completaron las reformas en este campo. La resistencia de algunos sectores de la Iglesia y la aristocracia española no podían retener la entrada de ideas. Por primera vez en España se separaron religión y justicia.

PALACIO REAL. (RECONSTRUÍDO)

Felipe V uniformó legislaciones y centralizó el gobierno, fenómeno general en toda la Europa de aquel tiempo, lo que también conllevó grandes cambios en la vieja planta castellana.

El rey estaba casado con su prima María Luisa de Saboya. Los hijos de Felipe V y María Luisa de Saboya fueron, el futuro Luis I de España, que nació en Madrid, el 25 de agosto de 1707 y fue rey de España desde el 15 de enero de 1724 hasta su muerte el 31 de agosto de 1724. El 7 de junio de 1712 nacía el tercer hijo del matrimonio, al que se le dio el nombre de Felipe y un año después, el 23 de septiembre de 1713, venía al mundo el cuarto descendiente de la regia unión, bautizado como Fernando, pero desde su alumbramiento, la Reina no recuperó la salud y murió el 14 de febrero del año siguiente. Felipe V se sumió en un estado de postración serio de melancolía, a causa de la defunción de su esposa por una tuberculosis.

LUIS I 

Felipe V se casó en diciembre del mismo año con Isabel de Farnesio, una aristócrata italiana que le dio siete hijos, entre ellos a Carlos que sería rey como Carlos III.

Felipe V también tenía lo suyo. En octubre de 1717 sufrió un ataque de histeria cuando salió a cabalgar: creía que el sol le atacaba. El carácter del Rey siempre había oscilado con rapidez de la euforia a la depresión. A partir de entonces, el Rey no era un ser normal. No se dejaba cortar por nadie el cabello ni las uñas. Así, las uñas de los pies le crecieron tanto que llegó un momento que ya no podía ni andar. Creía que no tenía brazos ni piernas. Y que era una rana. En 1717, la salud de Felipe V se quebrantó tanto que dio pie a intrigas y maquinaciones. Por aquellas fechas, según algunos testimonios, Felipe V ya había decidido “abandonar la corona y retirarse del mundo para pensar únicamente en su salvación y en servir a Dios”, cediendo la Corona voluntariamente a su hijo Luis. Abdicó en su hijo Luis I, en enero de 1724. Luis estaba casado con Luisa de Orleans y Felipe era regente de Francia y de la hija de Luis XIV. Luis tenía dieciséis años cuando llegó al trono. Pero murió a los pocos meses. La viuda tenía quince años. Se marchó a Francia y murió a los treinta y dos años. Felipe V volvió a reinar de modo más bien nominal, pues la que se hizo cargo del cotarro fue su esposa, la reina Isabel de Farnesio, apoyada en dos favoritos que fueron, sucesivamente, el cardenal Alberoni y el barón de Riperdá.

Por otro lado Isabel de Farnesio encerró casi 22 años Fernando y su esposa, Bárbara de Braganza vivieron aislados de la corte y con las visitas restringidas, por orden de su madrastra, Isabel de Farnesio, ya que temía a los posibles contactos del heredero con la nobleza que propugnaban por una segunda abdicación de Felipe dado el estado del rey. No pudo Fernando salir de su encierro hasta la muerte de su padre. A todo esto, la resistencia de los sectores más cerriles de la Iglesia y la aristocracia española no podían retener la entrada de ideas. Había nuevas aires por Europa, se movía despacio hacia la razón y el futuro.

Felipe V murió la noche del 9 de julio de 1746, siendo el reinado más largo de España.

Fernando, el tercer hijo de Felipe V y su primera mujer, era el Príncipe de Asturias, por lo tanto el heredero a la corona. A la semana de la muerte del rey, Fernando, coronado Fernando VI, ordenó a Isabel de Farnesio que abandonara el palacio real del Buen Retiro, acompañada por sus hijos.

LA UNIVERSIDAD LABORAL DE GIJÓN

Las Universidades Laborales fueron una instituciones de enseñanza orientadas a los hijos de los obreros y trabajadores que nacieron a partir...