domingo, 28 de febrero de 2021

107.- ESPAÑA SIGLO XIX (6) GUERRA DE INDEPENDENCIA -4-

 FIN DE LA GUERRA - La guerra se desarrolló en varias fases en las que ambos bandos tomaron sucesivamente la iniciativa, y se destacó por el surgimiento del fenómeno guerrillero. Los franceses decían que eso no era una guerra, sino una “guerrilla”, pues en los pueblos y en los caminos. Destacamento francés que se localizara, les atacaban por la retaguardia, por los flancos, escondidos en los montes, y como podían. Eso los campesinos, esa era la “guerrilla”. Y así quedó el nombre hasta nuestros días. - Después de obtener un éxito contra Austria el emperador decidió poner fin a la guerra con España. Mandó repartir el ejército en ocho divisiones

En España se creó un ejército de 70.000 hombres soldados regulares, algunos y portugueses. Ingenieros británicos  construyeron una colosal barrera de obstáculos naturales y fortificaciones, cerca del mar, de 47 km. Que consistía en tres líneas de defensa.

LUCHA CUERPO A CUERPO 

Contuvo al ejército francés. Tuvieron gran número de bajas y sufrieron las inclemencias del invierno con pocos recursos y en marzo de 1811 los franceses se retiran a Salamanca. Se les persiguió acosando con el ejército y con las guerrillas. Entretanto Napoleón decretó el Estado de Sitio a espaldas de su hermano, el rey. José I abdicó y se lo comunicó a su hermano en París, pero éste le obligó a que regresara, cosa que hizo en julio de 1811. En mayo los franceses son derrotados en La Albuera. La ruptura entre el Imperio francés y el Imperio ruso obligaron a Napoleón a disminuir las fuerzas en España. Wellington reconquista Ciudad Rodrigo y Badajoz. Los franceses abandonan Salamanca y son derrotados en Arapiles en julio de 1812. Wellington entró en Valladolid y en agosto en Madrid, de donde José se había marchado a Valencia. Los franceses dejan el asedio a Cádiz. Tropas imperiales se dirigieron a Burgos y luego a Madrid. Wellington abandonó las plazas que había conquistado y Madrid cayó en noviembre de 1812, volviendo José I.

Pero esto valió de poco. La ofensiva  en Rusia había disminuido potencialmente a las tropas. La prolongación de la güera española alentó rebeliones en el centro de Europa que debilitaron aún más las fuerzas imperiales, a tal punto que es España eran mayores las fuerzas aliadas.

Ante el panorama desalentador Napoleón trasladó la corte a Valladolid en marzo de 1813. Wellington lanzó sus tropas y los franceses iniciaron la retirada evitando entrar en combate. Por lo tanto, durante 1813 el ejército francés fue retirándose y perdiendo territorio. Los franceses abandonaron casi todas sus plazas, y el 21 de junio de 1813, fueron expulsados de España. Llegaron a Vitoria donde fueron estrepitosamente derrotados  y José I tuvo que abandonar el enorme botín que se llevaba a Francia. Con la caída de Pamplona y la de San Sebastián culminaba la expulsión de los franceses.

WELLINGTON EN SALAMANCA

Napoleón que necesitaba sus tropas decidió hablar con Fernando VII y se concretó El tratado de Valençay (11 de diciembre de 1813) que restauró a Fernando VII y dejaba a España libre de la presencia extranjera. - Pero Wellington quería más y los persiguió hasta Bayona, donde los derrotó en febrero de 1814. Se les persiguió hasta Touluse siendo derrotados en abril. Al día siguiente, enterado de la entrada de las tropas aliadas centroeuropeas, y de la abdicación de Napoleón el 6 de abril, se firmó el armisticio. A todo esto Fernando VII ya había regresado a España en marzo después de haber pasado toda la guerra fuera del país.

Un millón de muertos en total. La economía española destrozada, expolios, y una situación desoladora dejaron al país exhausto. Tendría que pasar mucho tiempo para reparar los destrozos materiales causados en los seis largos años que duró la confrontación.

Refiriéndose a esta guerra Napoleón I, en su exilio, declaró: “Esta maldita guerra de España fue la causa primera de todas las desgracias de Francia. Todas las circunstancias de mis desastres se relacionan con este nudo fatal: destruyó mi autoridad moral en Europa, complicó mis dificultades, abrió una escuela a los soldados ingleses... esta maldita guerra me ha perdido”

Para terminar, decir que el otrora Emperador y gran megalómano, Napoleón, fue perseguido por Wellington, que invadió Francia con tropas inglesas y portuguesas, y fue derrotado en Toulouse. Poco después de esta batalla, Napoleón fue desterrado a Elba en 1814. En febrero de 1815, Napoleón abandonó su exilio en Elba y regresa a Francia, consigue retomar el control del país. Wellington dejó Viena para comandar las fuerzas aliadas en la campaña de Waterloo, situándose en Bélgica junto con las tropas prusianas para volver cuatro días más tarde a enfrentarse a Napoleón en la famosa batalla de Waterloo, donde este fue definitivamente derrotado. Abdica nuevamente en junio y es deportado a la isla de Santa Elena, donde moriría encerrado seis años después.

CABALLERIA INGLESA

Volviendo al panorama español, Fernando VII había pasado todo el tiempo que duró la guerra fuera del país. Un millón de vidas españolas entre civiles y militares se llevó la contienda. Lucharon por su rey, para que volviera y echar del país al invasor Napoleón. Algo que seis años antes era poco menos que un suicidio.

Nuestra guerra en el marco europeo sirvió de modelo y estímulo para las poblaciones alemanas y rusas, que también terminaron rechazando la dominación francesa.  - Demográficamente la guerra supuso un saldo desastroso, además de las vidas entregadas, económicamente España quedó destrozada. El carácter de la contienda, con las depredaciones realizadas para la subsistencia de las tropas, las talas sistemáticas para la defensa y el paso una y otra vez de los ejércitos tuvo unas consecuencias terribles. Madrid, por ejemplo, cambió seis veces de dueño.

TROPAS DE NAPOLEÓN SON RECHAZADAS 

Casi imposible enfrentarse con posibilidades en las batallas que los criollos en América provocaron, aprovechando la situación española, con el consiguiente pérdida de control de los territorios españoles de ultramar.

Tendrían que pasar muchos años para reparar los destrozos que dejó la guerra en todos los sentidos.

sábado, 27 de febrero de 2021

106.- ESPAÑA SIGLO XIX (5) GUERRA DE INDEPENDENCIA -3-

 Como dijimos en el capítulo anterior en el ataque a Zaragoza los franceses fueron incapaces de tomar casa por casa.  La participación de paisanos españoles, de toda clase y condición en defensa de la ciudad convirtió esta batalla en algo desconocido para los franceses. - El 15 de junio de 1808 salió el general francés de Pamplona y cosechó victorias en Tudela, en Mallén, y en Alagón, consiguiendo llegar ante los muros de Zaragoza el 15 de julio. Se replegó el Capitán General de Aragón, José de Palafox, al interior de la ciudad y rechazó todos los ataques franceses. - Las baterías francesas sometieron a la ciudad a intenso bombardeo durante los días 30 de junio y 1 de julio. El 2 de julio se produjo un nuevo asalto general francés, al que se opuso la misma resistencia, señalándose entonces por su heroísmo Agustina de Aragón.

AGUSTINA DE ARAGÓN 

Desde aquel instante empezaron los franceses a ceder terreno, y sus retrocesos se acentuaron el 11 de agosto, en que se introdujo en la exhausta ciudad un convoy de víveres, coincidiendo con la llegada de la noticia de que el rey José había evacuado Madrid a consecuencia de la derrota en Bailén. El 14 de agosto decidieron los franceses levantar el sitio, replegándose a Vitoria. El asedio causó más de 4.000 bajas, mientras los sitiados sufrieron unas 2.000.

Napoleón decide tomar revancha por la derrota de Bailén y se instala en Vitoria organizando la campaña. Luego se dirigió a Burgos, ciudad que fue objeto de un cruel saqueo, y con golpes fulminantes asaltó Somosierra llegando a las puertas de Madrid. - Tras un continuo cañoneo la Junta de Defensa de la ciudad aceptó la rendición y Napoleón entró en la ciudad el 4 de diciembre de 1808. - Antes de  entrar en la ciudad dictó cuatro decretos por lo que abolía los derechos feudales, suprimía la Inquisición, reducía el número de conventos nacionalizando sus bienes y trasladaba las aduanas interiores, que sería provechoso para los comerciantes. Estos decretos corresponden a una mentalidad de la Ilustración, pero no consiguieron aumentar los adeptos a el rey, su hermano José I, ya que se consideró una injerencia extranjera en asuntos nacionales. José I nuevamente pudo establecerse en Madrid, no sin un ejército importante.

Es cuando comienza en Zaragoza el segundo sitio el 21 de diciembre de 1808. Volvieron con numerosas tropas del mariscal Lannes. La ciudad estaba ahora más preparada. Aunque no dio tiempo a acabar las fortificaciones, se pudo disponer de hasta 160 cañones gracias a los capturados en el sitio anterior y se pudo reunir la cosecha antes del asedio. - La resistencia casa por casa obligaba a los franceses a volar los edificios uno a uno, retrasando su avance y sufriendo numerosas bajas. Las mujeres se meten bajo los caballos de los franceses, les abren el vientre con el cuchillo y hacen caer al jinete. - Los cadáveres se apilan en las calles. Por la noche, mujeres y niños los arrastran hasta el Ebro.

LUCHA EN ZARAGOZA

El comandante francés escribió al emperador que el sitio llegó a expresar en una carta al emperador: “Jamás he visto encarnizamiento igual al que muestran nuestros enemigos en la defensa de esta plaza. Las mujeres se dejan matar delante de la brecha. Es preciso organizar un asalto por cada casa. El sitio de Zaragoza no se parece en nada a nuestras anteriores guerras. Es una guerra que horroriza. La ciudad arde en estos momentos por cuatro puntos distintos, y llueven sobre ella las bombas a centenares, pero nada basta para intimidar a sus defensores ... ¡Qué guerra! ¡Qué hombres! Un asedio en cada calle, una mina bajo cada casa. ¡Verse obligado a matar a tantos valientes, o mejor a tantos furiosos! Esto es terrible. La victoria da pena, Sire.(Mariscal Jean Lannes).

A principios de enero de 1809 empezó a ser más penosa la situación de los sitiados: falta de víveres, aumento del número de enfermos, bombardeo casi ininterrumpido sobre diversas posiciones que caían en manos francesas.

La Junta de Zaragoza, sin la aprobación de Palafox, decidió pedir el 20 de febrero la capitulación, con honores militares, a lo que accedió Lannes. Salieron los defensores de Zaragoza de entre las ruinas de la ciudad y desfilaron ante el mariscal francés, dejando sus armas en la Aljafería. El segundo sitio de Zaragoza había durado sesenta y dos días, perdiendo los franceses 8.000 hombres. - Según datos, murieron de los españoles en ambos sitios 53.873 personas. Los términos de la capitulación fue violada por los franceses, entregados al saqueo de la ciudad.

SITIO DE ZARAGOZA

Mientras un ejército inglés había entrado por Portugal a Salamanca e iba a Valladolid. Napoleón se dirigió hacia allí en pleno invierno, a marchas forzadas a través de la sierra de Guadarrama para sorprender al inglés Moore. Pero recibió noticias de que el ejército de Austria se había rearmado y temía una conspiración urdida en París. Abandonó España en enero de 1809.
Después de obtener un éxito contra Austria el emperador trató de poner fin a la guerra con España. Mandó repartir el ejército en ocho divisiones. Disponía entonces de un ejército de 300.000 hombres, lo que da una idea de la importancia que significó para él la guera con España. Entró en Bayona, se instaló en Vitoria, se trasladó a Burgos, saqueando cruelmente a la ciudad, y llegó a Somosierra, a las puertas de Madrid, arrasando a su paso, y tras intimidar a la población son un fuerte cañoneo, entró en Madrid el 4 de diciembre de 1808. por otra parte su ejército consiguió hacerse con Barcelona. La presencia de un ejército inglés mandado por John Moore había penetrado desde Portugal a Salamanca. Allí se dirigió Napoleón dispuesto a presentar batalla al inglés pero recibió noticias de París que Austria se había rearmado y existía una conspiración en la capital francesa, lo que hizo que abandonara España confiando el ejército a sus generales.

JOSÉ I EN LA COSTA DE CÁDIZ 

José I ordenó la invasión de Andalucía ya que era muy codiciada por ser una región rica. También estaba dispuesto a impedir que se celebrasen en Cádiz las cortes de las que se hablaba. Ante el arrollador avance francés la Junta se auto-disolvió, y se refugiaron en Cádiz. Rechazaron la propuesta de rendición enviada por los franceses en febrero de 1810 por lo que éstos asediaron la ciudad. Pero Cádiz resistió, sin embargo el resto de Andalucía había caído.

Desde ese momento la estrategia aliada era eminentemente defensiva, se utilizó la táctica de arrasar amplias regiones quemando los recursos alimenticios y medios de transporte y evacuando a la población, la táctica de la “tierra quemada”. 

jueves, 25 de febrero de 2021

105.- ESPAÑA SIGLO XIX (4) GUERRA DE INDEPENDENCIA -2-

Y como sabemos, el pueblo español no se quedó quieto. En la guerra organizaron colectas, suprimieron impuestos, enviaron comisionados a Inglaterra solicitando ayuda económica y militar que aceptaron los ingleses, porque ganas, lo que se dice ganas, si le tenían, y muchas al Emperador.

Las autoridades habían recibido precisamente del rey antes de su marcha la orden de obediencia y fidelidad a los franceses, lo que provocaba una disyuntiva complicada. Estar del lado del rey era a la vez estar a favor de los franceses y en contra de tus propios compatriotas, que lo que querían era que volviera su rey. Y para ello había que desobedecerle. Una guerra contra el aliado del rey.

GENERAL CASTAÑOS

Dado que las autoridades provinciales no respondían se formaron Juntas Supremas, que lo primero que hicieron fue crear un ejército al mando del General Castaños. El Consejo de Regencia, que se constituyó para oponerse al rey francés, reunió a las Cortes en Cádiz el año 1810, declarando “Único y legítimo Rey de la Nación Española a Don Fernando VII de Borbón”. Ello explica que en sus años de ausencia de nuestro territorio fuera llamado por el pueblo con el sobrenombre de "El Deseado".

Tanto Fernando, como su hermano Carlos y su tío Antonio partieron al cautiverio del castillo de Valençay, pasando allí casi 6 años, dando continuas muestras de adhesión a Napoleón.

Fernando VII, su hermano y su tío dedicaban sus ociosas existencias en Valençay a bordar, jugar al billar y a la lotería, fiestas y lujos. Mientras nuestros compatriotas se batían con los franceses. Pero numerosos ilustrados que eran admiradores de la cultura gala, los llamados "afrancesados", aceptaron al hermano de Napoleón como rey, permaneciendo en el trono hasta 1814, siendo designado por nuestros compatriotas como "Pepe Botella".

Sirva como prueba de la felonía de Fernando el contenido de esta carta dirigida a Napoleón, elogiando la decisión de aquél de haber colocado a su hermano en el trono de España:

“Señor: Doy muy sinceramente, en mi nombre y de mi hermano y tío, a V.M.I. y R., la enhorabuena de la satisfacción de ver instalado a su querido hermano el rey José en el trono de España. Habiendo sido objeto de todos nuestros deseos la felicidad de la generosa nación que habita en tan dilatado terreno, no podemos ver a la cabeza de ella a un monarca más digno ni más propio por sus virtudes para asegurársela, ni dejar de participar al mismo tiempo el grande consuelo que nos da esta circunstancia” Pero aún cabe más ignominia, pues cuando el pueblo español estaba en plena lucha con el enemigo galo, Fernando le dirigía a Napoleón esta otra misiva: “Señor: El placer que he tenido viendo en los papeles públicos las victorias que la Providencia corona sucesivamente la augusta frente de V.M.I. y R., y el grande interés que tomamos mi hermano, mi tío y yo en la satisfacción de V.M.I y R. nos estimulan a felicitarle con el respeto, el amor, la sinceridad y reconocimiento en que vivimos bajo la protección de V.M.I. y R.” Es decir que le felicitaba por los éxitos militares de Napoleón contra el pueblo español.

FERNANDO VII EN FRANCIA

Además era tal el grado de adulación de Bonaparte por parte de Fernando, que llegó a pedirle a aquél la mano de su sobrina Lolotte, hija de Luciano Bonaparte y de Catalina Boyer, y también en caso contrario de Zenaida Bonaparte, hija del rey intruso José I y de Julia Clary.

Técnicamente la guerra suele dividirse en varias fases. La primera se frena la ocupación gracias al levantamiento popular y termina con la victoria de Bailén. La segunda fase es la división de la península con los franceses confinados en el norte del Ebro. Y la tercera es la gran ofensiva francesa de los años 1810 y 1811 que terminaron en fracaso. La cuarta corresponde a la guerra de guerrillas y la quinta con la respuesta aliada de ingleses y españoles en 1813 aprovechando la situación europea adversa a Napoleón.

La Guerra, a priori era claramente un fracaso para las fuerzas españolas. Combatirían contra el mejor ejército del mundo en aquel momento, con unas tropas mal preparadas militarmente, con una masa muy patriótica pero no disciplinadas militarmente. Algunos batallones estaban formados por seminaristas y estudiantes. Pero Napoleón había subestimado la capacidad de la reacción de los españoles. Había enviado unos 100.000 hombres, cifra más que suficiente, pero integradas en su mayor parte por adolescentes, lo que dice claramente la importancia que le dio al asunto. España contaba con unos 85.000 hombres de muy variada procedencia, mercenarios, extranjeros de campañas anteriores y estaban también mal equipados. La incorporación inglesa fue por el oeste, aprovechando su alianza con Portugal. El sur era cosa de la resistencia española y la meseta central la dominaba el francés.

Los franceses fueron venciendo en diferentes plazas pero al llegar a Zaragoza no la consiguieron tomar. Las prácticas militares no servían contra una población arriesgada, hombres mujeres y niños que no actuaban como ejército profesional. Levantaron el cerco y se marcharon. Tampoco consiguieron tomar Tarragona ni en Gerona. Recordar a Agustina de Aragón, una catalana defensora del sitio de Zaragoza.

Pero lo que fue determinante para la victoria española fue la batalla de Bailén.

La derrota francesa de Bailen tuvo numerosas consecuencias, primero originó un enorme entusiasmo en la sociedad española sobre todo por el heroísmo de la población en Zaragoza y Gerona. Este entusiasmo se propagó por Europa. Fue la primera derrota en campo abierto de un ejército napoleónico. Y la pérdida de 20.000 soldados imperiales.

Napoleón estaba decidido a vengar la afrenta y se puso al frente de su Grand Armeé.

NAPOLEÓN AL FRENTE DE LA GRAND ARMEÉ

A todo esto, el rey José I, huyó de Madrid tras la derrota de las tropas francesas en Bailén en el mes de julio de 1808.

 

miércoles, 24 de febrero de 2021

104.- ESPAÑA SIGLO XIX (3) GUERRA DE INDEPENDENCIA

 En la historia hay derrotas momentáneas que sirven de guía y son el germen de la victoria final. La gente pacífica dejó de serlo porque las cosas no pintaban bien para su país. Lógicamente el clero se opone a los franceses, libertinos conocidos. Con lo cual el pueblo español se alza en armas, pero con un desparrame brutal de entrada.

JOAQUIN MURAT - LUGARTENIENTE FRANCÉS EN MADRID 

Algunos que habían esperado de Francia que ayudara a España a entrar en la modernidad y trajeran los avances, y el progreso de las ideas nuevas de Europa, pues resulta que son los enemigos de país, y por el contrario los que defienden a España y están dispuestos a dar su vida por la patria, combaten defendiendo a un rey que no le importa su país ni su pueblo, solo quiere emparentar precisamente con su invasor, porque vive en un exilio dorado a costa de Bonaparte. Ahí viene el dilema. Elegir entre ser patriota o ser afrancesado. Y así toda España se vuelve una trampa inmensa, tanto para los franceses como para quienes, y esto es lo más triste de todo, creyeron que con ellos llegaban, por fin, la libertad y las luces. Cartagena, Zamora, Oviedo, La Coruña, Badajoz, Sevilla, Murcia, Valencia, etc. fueron alzándose contra el francés.

Los franceses a los que muchos esperaban con sus nuevas ideas, resulta que nos invaden y atropellan despiadadamente. Mientras que los que defienden a España son en gran parte el rancio pasado y el estancamiento.

Se delegó en instituciones ancestrales como las Cortes del Reino de Aragón, que no se habían reunido desde la derogación de los fueron a comienzos del siglo anterior. Donde no existían esas instituciones se crearon nuevas llamadas Juntas supremas. Lo primero que hicieron las Juntas es declarar la guerra a Napoleón. Y crear un ejército al mando de un general de prestigio, Marcenado, Blake, Castaños o González de la Llama. Se contaba con los cuerpos regulares y la presencia de voluntario alistados en todos los lugares. Se organizaron colectas, se suprimieron impuestos e incluso se llegó a acuñar moneda en el exterior.

RENDICIÓN FRANCESA EN BAILEN 

Las Juntas Supremas habían conseguido la ayuda de los ingleses, que se la tenían jurada a Napoleón, y mandaron al general Wellington al frente de sus tropas y del ejército español. También recibieron ayuda económica y militar.

El alzamiento de Zaragoza fue fundamental ya que se extendió por Cataluña, Navarra y Castilla la Vieja.

La primera revuelta popular fue en Asturias. Se publicaron los sucesos de Madrid del 2 de mayo. Los representantes de las autoridades y cabildos se reunieron en la Junta General del Principado y decidieron mantener la monarquía de Fernando a la vez que defender la nación. Se comunicó a las capitales vecinas, Santander, León, y las Juntas de Galicia los acuerdo adoptados, propagando la sublevación. La Junta General Asturiana se desvinculó de la autoridad central, el Consejo de Castilla y le sustituyó en el poder. Se extendió por todo el país. En Barcelona, que estaba ocupada por los franceses, la sublevación comenzó en la provincia. Fijaron la Junta General en Lérida.

En el sentido administrativo de la rebelión se aplicó el fundamento jurídico utilizado en el Compromiso de Caspe. Al rey se le consideraba secuestrado por Napoleón, lo órganos de la monarquía estaban incapacitados por encontrarse la Corte ocupada por un enemigo. Y esa autoridad, la soberanía, volvía a recaer en el pueblo, quien la había transmitido a las Juntas Supremas Provinciales. Hay realmente un sentimiento de unidad que a mediados de julio se robusteció por la victoria de Bailén y por la insistencia británica de tener un interlocutor válido que canalizara las ayudas económicas y militares aprobadas en aquel país. Por lo que las Juntas con representantes se reunieron y declararon constituida la Junta Central Suprema y Gubernativa del reino. No obstante no lo tuvieron fácil ya que había instituciones provenientes del antiguo orden que no querían cambios, por lo que la Junta Central acabó por traspasar a las Cortes de Cádiz la misión de la transformación administrativa.

En una primera fase de la guerra las fuerzas españolas cosechan derrotas una detrás de otra. Los primeros enfrentamientos fueron derrotas en Cabezón de la Sal y en Medina de Rioseco. Los prisioneros fueron ejecutados y el pueblo saqueado. Esto hizo pensar que el asunto estaba prácticamente resuelto para Napoleón. Ocuparon Logroño y en el ataque a Zaragoza los franceses fueron incapaces de tomar casa por casa.  La participación de paisanos españoles, de toda clase y condición en defensa de la ciudad convirtió esta batalla en algo desconocido para los franceses. Es cuando se enteran de su derrota en Bailén, lo que hace que desistan de Zaragoza replegándose a Vitoria.

El general Castaños estaba destinado en el Campo de Gibraltar, y desde el mes de abril mantenía contactos secretos con el gobernador británico de Gibraltar, sir Hew Dalrymple. El 26 de mayo recibió un mensaje de la Junta de Sevilla para unirse al alzamiento, cosa que hizo inmediatamente poniéndose él y a sus 9.000 hombres a la órdenes de esta la misma.

CUADRO "LOS DESASTRES DE LA GUERRA" GOYA

La Junta le nombró general en jefe de un improvisado ejército que se encuadró e instruyó en pocas semanas con tropas regulares y voluntarias. Con este ejército logró derrotar al general Dupont en la batalla de Bailén el 19 de julio de 1808.

Realmente la batalla se produjo en unas condiciones climáticas duras. Un extremo calor que asfixiaba a las tropas recibió ayuda de la población cercana. Hubo encuentros muy sangrientos y finalmente el francés general Dupont, sin recibir los refuerzos previstos y ante el temor que Castaños llegara por la retaguardia ayudando a las tropas del General español Redding, fue derrotado. Esperando la llegada de Castaños para negociar las capitulaciones de su victoria Redding cesa las hostilidades. Unos 18000 soldados franceses depusieron sus armas. La batalla de Bailén será la primera victoria sobre un cuerpo de ejército de Napoleón en toda Europa. Aunque la historiografía señala al general Castaños como el vencedor de Bailén, ya que era el comandante supremo y el estratega organizador, llevándose los honores, lo cierto es que en la batalla propiamente dicha no intervino en la misma, sino que fue Redding el artífice de la victoria española.

En la batalla de Bailén participó como ayudante de campo de Coupigny en la 2ª división, José de San Martín, futuro libertador de lo que hoy es Argentina. Estaba asignado al escuadrón de Caballería Borbón. Su valiente y brillante comportamiento le valió el ascenso a teniente coronel y la Medalla de Oro de Bailén.

 

MÉRIDA ROMANA

Mérida es la capital de la comunidad autónoma de Extremadura y sede de su gobierno. Situado en la provincia de Badajoz, “Augusta Emerita” ci...