FIN DE LA GUERRA - La guerra se desarrolló en varias fases en las que ambos bandos tomaron sucesivamente la iniciativa, y se destacó por el surgimiento del fenómeno guerrillero. Los franceses decían que eso no era una guerra, sino una “guerrilla”, pues en los pueblos y en los caminos. Destacamento francés que se localizara, les atacaban por la retaguardia, por los flancos, escondidos en los montes, y como podían. Eso los campesinos, esa era la “guerrilla”. Y así quedó el nombre hasta nuestros días. - Después de obtener un éxito contra Austria el emperador decidió poner fin a la guerra con España. Mandó repartir el ejército en ocho divisiones
En España se creó un ejército de
70.000 hombres soldados regulares, algunos y portugueses. Ingenieros
británicos construyeron una colosal
barrera de obstáculos naturales y fortificaciones, cerca del mar, de 47 km. Que
consistía en tres líneas de defensa.
LUCHA CUERPO A CUERPO
Contuvo al ejército francés. Tuvieron gran número de bajas y
sufrieron las inclemencias del invierno con pocos recursos y en marzo de 1811
los franceses se retiran a Salamanca. Se les persiguió acosando con el ejército
y con las guerrillas. Entretanto Napoleón decretó el Estado de Sitio a espaldas
de su hermano, el rey. José I abdicó y se lo comunicó a su hermano en París,
pero éste le obligó a que regresara, cosa que hizo en julio de 1811. En mayo
los franceses son derrotados en La Albuera. La ruptura entre el Imperio francés
y el Imperio ruso obligaron a Napoleón a disminuir las fuerzas en España.
Wellington reconquista Ciudad Rodrigo y Badajoz. Los franceses abandonan Salamanca
y son derrotados en Arapiles en julio de 1812. Wellington entró en Valladolid y
en agosto en Madrid, de donde José se había marchado a Valencia. Los franceses
dejan el asedio a Cádiz. Tropas imperiales se dirigieron a Burgos y luego a
Madrid. Wellington abandonó las plazas que había conquistado y Madrid cayó en
noviembre de 1812, volviendo José I.
Pero esto valió de poco. La ofensiva en Rusia había disminuido potencialmente a
las tropas. La prolongación de la güera española alentó rebeliones en el centro
de Europa que debilitaron aún más las fuerzas imperiales, a tal punto que es
España eran mayores las fuerzas aliadas.
Ante el panorama desalentador Napoleón trasladó la corte a
Valladolid en marzo de 1813. Wellington lanzó sus tropas y los franceses
iniciaron la retirada evitando entrar en combate. Por lo tanto, durante 1813 el
ejército francés fue retirándose y perdiendo territorio. Los franceses
abandonaron casi todas sus plazas, y el 21 de junio de 1813, fueron expulsados
de España. Llegaron a Vitoria donde fueron estrepitosamente derrotados y José I tuvo que abandonar el enorme botín
que se llevaba a Francia. Con la caída de Pamplona y la de San Sebastián
culminaba la expulsión de los franceses.
WELLINGTON EN SALAMANCA
Napoleón que necesitaba sus tropas decidió hablar con Fernando VII
y se concretó El tratado de Valençay (11 de diciembre de 1813) que restauró a
Fernando VII y dejaba a España libre de la presencia extranjera. - Pero
Wellington quería más y los persiguió hasta Bayona, donde los derrotó en
febrero de 1814. Se les persiguió hasta Touluse siendo derrotados en abril. Al
día siguiente, enterado de la entrada de las tropas aliadas centroeuropeas, y
de la abdicación de Napoleón el 6 de abril, se firmó el armisticio. A todo esto
Fernando VII ya había regresado a España en marzo después de haber pasado toda
la guerra fuera del país.
Un millón de muertos en total. La economía española destrozada,
expolios, y una situación desoladora dejaron al país exhausto. Tendría que
pasar mucho tiempo para reparar los destrozos materiales causados en los seis
largos años que duró la confrontación.
Refiriéndose a esta guerra Napoleón I, en su exilio, declaró: “Esta maldita guerra de España fue la causa primera de todas las desgracias de Francia. Todas las circunstancias de mis desastres se relacionan con este nudo fatal: destruyó mi autoridad moral en Europa, complicó mis dificultades, abrió una escuela a los soldados ingleses... esta maldita guerra me ha perdido”
Para terminar, decir que el otrora Emperador y gran megalómano,
Napoleón, fue perseguido por Wellington, que invadió Francia con tropas
inglesas y portuguesas, y fue derrotado en Toulouse. Poco después de esta
batalla, Napoleón fue desterrado a Elba en 1814. En febrero de 1815, Napoleón
abandonó su exilio en Elba y regresa a Francia, consigue retomar el control del
país. Wellington dejó Viena para comandar las fuerzas aliadas en la campaña de
Waterloo, situándose en Bélgica junto con las tropas prusianas para volver
cuatro días más tarde a enfrentarse a Napoleón en la famosa batalla de
Waterloo, donde este fue definitivamente derrotado. Abdica nuevamente en junio
y es deportado a la isla de Santa Elena, donde moriría encerrado seis años
después.
CABALLERIA INGLESA
Volviendo al panorama español, Fernando VII había pasado todo el
tiempo que duró la guerra fuera del país. Un millón de vidas españolas entre
civiles y militares se llevó la contienda. Lucharon por su rey, para que
volviera y echar del país al invasor Napoleón. Algo que seis años antes era
poco menos que un suicidio.
Nuestra guerra en el marco europeo sirvió de modelo y estímulo
para las poblaciones alemanas y rusas, que también terminaron rechazando la
dominación francesa. - Demográficamente la
guerra supuso un saldo desastroso, además de las vidas entregadas,
económicamente España quedó destrozada. El carácter de la contienda, con las
depredaciones realizadas para la subsistencia de las tropas, las talas
sistemáticas para la defensa y el paso una y otra vez de los ejércitos tuvo
unas consecuencias terribles. Madrid, por ejemplo, cambió seis veces de dueño.
TROPAS DE NAPOLEÓN SON RECHAZADAS
Casi imposible enfrentarse con posibilidades en las batallas que
los criollos en América provocaron, aprovechando la situación española, con el
consiguiente pérdida de control de los territorios españoles de ultramar.
Tendrían que pasar muchos años para reparar los destrozos que dejó
la guerra en todos los sentidos.