En el corazón de la ciudad, entre el barrio de Santa Cruz y el río Guadalquivir, se levanta la catedral denominada Santa María de la Sede. Uno de los monumentos más visitados de la ciudad. En el año 2024, un total de 2.274.518 personas visitaron la Catedral.
Ocupa el lugar, como ocurre en muchas ciudades, de una antigua mezquita, en este caso almohade, de la que todavía se conservan rasgos tan distintivos como el Patio de los Naranjos o el Alminar, que conocemos como Giralda. Mandada a construir la mezquita en el 1172 fue de las más importantes de Al-Andalus, y aunque hoy es templo cristiano, todavía se pueden reconocer algunos elementos de su pasado almohade. La madera con decoración geométrica que hoy cubre la Puerta del Perdón, el Minhrab, orientado hacia la Meca, que es hoy capilla de la Antigua y el alminar, la Giralda, bello y amado que según cuenta la tradición, los árabes a punto de rendirse pretendieron derribarlo antes de que lo destruyeran los cristianos. En 1248, Fernando III de Castilla, conquista la ciudad para los cristianos y la mezquita de la ciudad pasa a convertirse en la iglesia de Santa María de la Sede y catedral de la ciudad. En los siglos posteriores tanto la Giralda como la catedral sufren diversas modificaciones y ampliaciones.
Como era habitual en los procesos de reconquista de grandes
ciudades musulmanas, Fernando III cristianizó la mezquita principal de la
ciudad almohade de Sevilla. Con ello se conseguía contar con un lugar amplio
para el culto cristiano y restablecer la sede episcopal sin tener que aportar
hombres, dinero y tiempo en nuevas construcciones edilicias en momentos en que
el esfuerzo organizativo social, político y militar era lo prioritario.
En 1401 se decidió que había que construir una catedral
monumental, “que quienes la vean nos tomen por locos” señalaron los
canónigos. Así que en 1403 comenzó la
construcción derribando la anterior mezquita, salvo la Giralda. La Catedral se finalizó simbólicamente, el 10
de octubre de 1506. En apenas 70 años se había logrado construir la fábrica
gótica más grande del mundo.
No hay duda de que se trata de una de las joyas de la
humanidad por muchos motivos. Entre otros, aglutina estilos almohade, mudéjar,
gótico, renacentista o barroca. De hecho, en 1987 la UNESCO declaró como
“Patrimonio de la Humanidad” el conjunto monumental formado por la Catedral, el
Real Alcázar y el Archivo de Indias dado a que, su convivencia en un mismo
espacio, constituye un magnífico ejemplo de las grandes etapas de la historia
urbana de la ciudad (musulmana, cristiana y la gran metrópolis del siglo XVI
como Puerto de Indias).
Es la catedral gótica más grande del mundo, y la catedral católica mayor en nuestro planeta (teniendo en cuenta que la Basílica de San Pedro de El Vaticano no es realmente una catedral). Por otra parte, es el tercer templo en el mundo de mayor tamaño, solo por detrás de la propia Basílica de San Pedro y San Pablo, en Londres. Aunque mayormente es gótica, también presenta elementos del Renacimiento, el Barroco y el Mudéjar debido a las ampliaciones y remodelaciones realizadas a lo largo de los siglos. No solo se trata de un edificio religioso, puesto que también es un referente cultural e histórico que refleja el auge económico y político de la ciudad durante los siglos XV y XVI.
Cuenta con 24 campanas, de las que 18 son de volteo y 6 de badajo, lo que la convierte en la catedral de España con un mayor número de campanas. Esto es gracias a la Giralda. La torre tiene la estructura clásica de los alminares almohades que se seguirá usando durante siglos en la mayoría de los campanarios mudéjares. Está compuesta por un prisma central de base cuadrada, rodeada por los cuatro muros externos. Entre ambas estructuras se sitúan las rampas de subida, que en el caso de esta torre y por su gran tamaño, permitía incluso el acceso a caballo. La decoración exterior se basa en vanos bíforos (ventana en la que el vano está dividido en dos vanos iguales por un pilar central por una pequeña columna), o ajimeces, (similar al bíforo) divididos bien con arcos de herradura semicirculares o polilobulados, rodeados por alfiz y acogidos por otro gran arco lobulado apuntado. En las calles laterales existen arcos murales que vistos de lejos parecen una red de rombos. La gran altura de este alminar la hace destacar de entre todas las demás.
En el cuerpo de campanas, podemos apreciar los magníficos
trabajos de sus ventanales, donde destacan los arcos y capiteles de ascendencia
califal. El último cuerpo de la torre almohade fue sustituido por el deterioro
sufrido en el siglo XVI mediante un remate renacentista sobre el que gira una
estatua femenina de bronce de unos cuatro metros de altura que representa “la
fe victoriosa” llamada el Giraldillo que da nombre a la torre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario