Después de las pérdidas de Cuba y Filipinas surgió un grupo
ideológico y literario que se denominaría “Generación del 98”. La creciente preocupación en que se encontraba el país
condujo a ese c grupo a un ideal de regeneración y para alcanzarlo intentaron
descubrir la esencia de la historia y del paisaje.El denominado Grupo de los Tres, Pío Baroja, José Martínez
Rubio “Azorín”, fue ampliado luego con Migue de Unamuno, Ramiro de Maeztu, y
Antonio Machado.
La exaltación de Castilla por tres hombres no castellanos,
Unamuno, Azorín y Machado fueron los que descubrieron en su obre la belleza del
paisaje castellano. A su vez sentían una profunda admiración por la cultura del
Siglo de Oro, desarrollada principalmente en Castilla. Y para empaparse de la
historia y tradiciones recorrieron todo el país. Una reflexión sobre la
decadencia y el casticismo frente al europeísmo.
José Ortega y Gasset distinguió dos generaciones en torno a
las fechas de 1857 y 1872. Julián
Marías, utilizando la fecha central de 1871, estableció que pertenecen a ella
Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, Valle-Inclán, Jacinto Benavente, Carlos
Arniches, Vicente Blasco Ibáñez, Gabriel y Galán, Manuel Gómez-Moreno, Miguel
Asín Palacios, Serafín Álvarez Quintero, Pío Baroja, Azorín, Joaquín Álvarez
Quintero, Ramiro de Maeztu, Manuel Machado, Antonio Machado y Francisco
Villaespesa. No incluyó a mujeres, pero pertenecen por fecha, Carmen de Burgos
(1867-1932), Consuelo Álvarez Pool (1867-1959) y Concha Espina (1869-1955).
Después vendría la que se llamó “La generación del 14”, encabezada por Ortega Y Gasset, y sus integrantes son profundamente europeístas. Nombraremos a Manuel García Morente, Gregorio Marañón, Salador de Madariaga, Pérez de Ayala y Besteiro, entre otros. También en este grupo perteneció Manuel Azaña, que llegaría a ser Presidente de la Segunda República. En el caso de esta generación la vea vertiente no es solo literaria, sino también científica, y política teniendo esta última un papel destacado.
A mediados de la década de 1920 surge la “Generación del 27”. Se llama la “Generación del 27” que se refiere a un conjunto de escritores y poetas españoles que se dio a conocer en el panorama cultural alrededor de 1927, con motivo del homenaje a Luis de Góngora organizado aquel año en el Ateneo de Sevilla para conmemorar el tercer centenario de la muerte del autor del Siglo de Oro, y como relevo de la generación del 98 y el novecentismo del 14.
Después vendría la que se llamó “La generación del 14”, encabezada por Ortega Y Gasset, y sus integrantes son profundamente europeístas. Nombraremos a Manuel García Morente, Gregorio Marañón, Salador de Madariaga, Pérez de Ayala y Besteiro, entre otros. También en este grupo perteneció Manuel Azaña, que llegaría a ser Presidente de la Segunda República. En el caso de esta generación la vea vertiente no es solo literaria, sino también científica, y política teniendo esta última un papel destacado.
A mediados de la década de 1920 surge la “Generación del 27”. Se llama la “Generación del 27” que se refiere a un conjunto de escritores y poetas españoles que se dio a conocer en el panorama cultural alrededor de 1927, con motivo del homenaje a Luis de Góngora organizado aquel año en el Ateneo de Sevilla para conmemorar el tercer centenario de la muerte del autor del Siglo de Oro, y como relevo de la generación del 98 y el novecentismo del 14.
Coincidieron con una generación de grandes poetas y escritores y también con una época de cambios revolucionarios. El reconocimiento no fue por igual, pero no es cuestión de buscar culpables, la época en que vivieron era la que era.
En todos ellos influyeron importantes instituciones como el Centro de Estudios Históricos de Menéndez Pidal las conferencias desde la famosa Residencia de Estudiantes y el contacto con las vanguardias europeas.
Destacó Vicente Aleixandre que recibió el Premio Nobel, al que contribuyó también Pablo Neruda a su paso por Madrid.
Cabe nombrar a Federico García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Emilio Prados, Gerardo Diego, Jorge Guillén, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre, Melchor Fernández Almagro, Pedro Salinas y otros.
No se trata de un grupo homogéneo ya que encontramos desde el absoluto hermetismo a la mayor claridad, y el culto por lo popular a lo más exquisito. Desarrollaron una gran labor editorial publicando en diversas revistas de la época.
Desde la creación hasta el surgimiento de la guerra civil española, los poetas comenzaron a difundir sus obras en aumento, por lo que se consideró al movimiento como una vía de escape a las emociones, ante los acontecimientos que acechaban a España durante esos años.
Y también ellas tienen el mérito de que siendo mujeres supieron abrirse paso y haber roto moldes en una época muy difícil
Solo una relación de estas mujeres. María Zambrano Alarcón, Concha Méndez, María Teresa León, Ernestina De Champourcín, Zenobia Camprubí Aymar, Rosa Chacel, Cristina De Arteaga, Maruja Mallo , Margarita Gil Roësset, Margarita Manso
Quedó así conformada la Generación del 27 por las mujeres también. El relato de la visita del grupo de amigos al monasterio de Santo Domingo de Silos es muy famoso: como el ingreso era exclusivo para hombres, Maruja Mallo y Margarita Manso decidieron disfrazarse de hombres y así pudieron visitar el cenobio.
“Las Sin Sombrero”. Este ensayo “surrealista” lo ejecutaron Dalí, García Lorca, Manso y Mallo como forma de plantarse ante ciertas normas absurdas. En esa época era impensable acudir a espacios públicos con la cabeza descubierta, pero eso fue exactamente lo ocurrido en La Puerta del Sol de Madrid a principios de 1920.
Pero en las artes plásticas que se vieron entre 1900 y 1931 hubo un intenso afán renovador. Los artistas se impregnaban de movimiento europeos y en esas décadas vivieron la aparición del “arte nuevo”.
Hubo gran cantidad de estilos, sin definir tendencias exactamente.
Las vanguardias coincidieron sobre todo a partir de 1917 con la descomposición de los partidos dinásticos que desembocaría en la dictadura de Primo de Rivera.
Retratistas de la corte como Fernández Álvarez de Sotomayor y
Manuel Benedito hasta la pintura histórica de Moreno Carbonero, paisajistas
como Santamaría y Chicharro, etc. No olvidamos a Joaquín Sorolla, de pincelada fluída colorido donde el blanco y la luz destacan, un estilo vanguardista.
Pero el mejor representante de esta escuela sería el asco Ignacio Zuloaga, el mejor pintor de la realidad castellana del siglo XX.
Pero el mejor representante de esta escuela sería el asco Ignacio Zuloaga, el mejor pintor de la realidad castellana del siglo XX.
Otra vanguardias destacaron el Cubismo de la mano de Pablo
Picasso y el Surrealismo encabezado por Salvador Dalí.
Los cubistas rechazaban la perspectiva y el movimiento otorgando primacía a la forma, inspirados en el arte de tribus africanas que Picasso conoció en Paris.
Y el Surrealismo surge con André Bretón en 1924 haciendo hincapié en el papel del inconsciente en la actividad creadora.
Los cubistas rechazaban la perspectiva y el movimiento otorgando primacía a la forma, inspirados en el arte de tribus africanas que Picasso conoció en Paris.
Y el Surrealismo surge con André Bretón en 1924 haciendo hincapié en el papel del inconsciente en la actividad creadora.
La música en el siglo XIX estuvo dominada por la zarzuela, género
típicamente español de gran éxito. Obras de carácter costumbristas y populares
de marcado nacionalismo y alusiones a las tradiciones españolas y a su
folclore. Hemos de citar
a Francisco Barbieri y Emilio Arrieta, que junto con jóvenes autores crearon la
Sociedad Artística con el ánimo de difundirla por todo el país. Estamos en
1839. Otros autores, Ruperto Chapí, Tomás Bretón, Federico Chueca.
Las reiteradas crisis económicas provocaron la decadencia de la zarzuela, que duraba tres horas. Se intentó su revitalización con obras de menor duración, una hora. Así el género se dividió en “género chico” y “genero grande”. Si bien el mundo musical se quedó estancado hasta la Sociedad Filarmónica de Madrid con su precursor Felip Pedrell que con un manifiesto hizo posible resurgir la música en España.
Dos catalanes y dos andaluces fueron las grandes figuras internacionales
Isaac Albéniz, Enrique Granados, Manuel de Falla, y Joaquín Turina. Falla es, junto con los catalanes Isaac Albéniz y Enrique Granados son los grandes compositores que conforman la gran trilogía de la música nacionalista española.
Algo posteriores son Joaquín Rodrigo y Frederic Mompou.
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