Estamos en la Guerra de Sucesión. (Ver capítulos anteriores) - En abril de 1707 en España un ejército aliado anglo-luso-holandés (partidarios de Carlos de Habsburgo), se midió con las tropas de Felipe V de Borbón, en Almansa, batalla muy importante. Los aliados fueron vencidos y se retiraron, las fuerzas borbónicas avanzaron recuperando Valencia, Alcoy, Denia y más tarde Zaragoza. Después cayó Játiva, Lérida, y los pueblos colindantes. - Los Fueros de Nueva Planta fueron implantados y se abolieron los Fueros de Valencia y los de Aragón. Más adelante cayó Tortosa y Alicante en abril de 1709. - Los triunfos terrestres de la Casa de Borbón eran contrarrestados por los triunfos marítimos debidos a la superioridad naval anglo-holandesa. En ese mismo año 1708 se perdió la plaza de Orán y las islas de Cerdeña y Menorca. Además, la guerra en Europa le iba mal a Luis XIV y sus enemigos le habían puesto al borde del colapso militar.
LUIS XIV DE FRANCIA
A principios de 1709 comenzó en Francia una grave crisis económica y Luis XIV envió a un ministro para que negociara el final de la guerra. Aunque hubo un principio de acuerdo el rey francés lo rechazó.
Felipe V dejó claro que no iba a renunciar al trono español voluntariamente, “Tiempo hace que estoy resuelto y nada hay en el mundo que pueda hacerme variar. Ya que Dios ciñó mis sienes con la Corona de España, la conservaré y la defenderé mientras me quede en las venas una gota de sangre; es un deber que me imponen mi conciencia, mi honor y el amor que a mis súbditos profeso” fueron las palabras de Felipe. No obstante el francés retiró sus tropas de España dejando unos pocos batallones. Felipe V entonces expulsó al embajador francés y rompió con el Vaticano ya que había reconocido al archiduque Carlos de Austria. - En 1710 hubo una posibilidad de acuerdo pero entre el rey francés y los aliados, que fracasaron. Carlos III, (para sus partidarios), comenzó una campaña en Cataluña. Salieron victoriosos en la batalla de Almenar y en la de Zaragoza. Restableció los Fueros de Aragón que en los Decretos de Nueva Planta de 1707 habían sido abolidos. Por fin el archiduque hizo su segunda entrada en Madrid, ya que Felipe se había retirado a Valladolid. Al llegar a Madrid fue recibido con la misma frialdad que la vez anterior. Una expedición marítima desde Barcelona se organizó, en las que se enrolaron mil catalanes y mil valencianos austracistas que se habían refugiado allí tras la conquista borbónica pero fracasaron ya que nos se sumaron los valencianos.
Los aliados abandonaron Madrid en el mes de octubre de 1710. - Mientras tanto se organizaban partidas de voluntarios por Castilla dispuestos a luchar por Felipe V. Éste volvió a Madrid que fue recibido con gran alegría popular.
FELIPE V VUELVE A MADRID
El comandante francés que le acompañaba, Vendome, exclamó “Jamás vi tal lealtad del pueblo con su rey”. Las tropas aliadas habían saqueado iglesias a su paso, ganándose el odio popular. Los aliados cometieron el error de dividir sus fuerzas en Guadalajara. Dado que Felipe salió en busca de las tropas austracistas el ejército británico se refugió en la población de Brihuega. Este pueblo está en un “bacho” y no aseguró la colocación en las alturas que lo rodean. Felipe no tuvo más que colocar la artillería en lo alto y bombardear la ciudad y luego asaltarla saliendo victorioso. Los refuerzos aliados llegaron hasta otro pueblo, Villaviciosa de Tajuña. Siendo avistado por los ojeadores borbónicos, éstos salieron a su encuentro estableciéndose la batalla que duró todo el día con victoria borbónica. Estos triunfos fueron claves ya que dejó claro que en Castilla el pueblo adoraba a su rey Felipe y los aliados vieron muy difícil el posible reinado de Carlos con un pueblo mayoritariamente opuesto. Felipe prosiguió su avance hacia Zaragoza que se entregó sin lucha en enero de 1711. Mientras un ejército francés cruzaba los Pirineos para atacar Cataluña. - En Inglaterra desde el otoño de 1710 tenían un nuevo gobierno que era proclive a acabar la guerra que estaba durando demasiado sin resultados efectivos.
Además en el mes de abril de 1711 murió el
emperador José I de Habsburgo, siendo su sucesor precisamente su hermano, el
archiduque Carlos. Éste no renunció al trono español. Carlos se marchó el 27 de
septiembre de 1711 abandonando Barcelona para ser coronado emperador con el
nombre de Carlos VI pero había dejado a su mujer para determinar su influencia
todavía. Recién el 19 de marzo de 1713 abandonaba Barcelona con toda solemnidad
la emperatriz Isabel Cristina de Brunswick habiendo nombrado cuatro días antes
capitán general de Cataluña a Starhemberg.
Pero la posibilidad de que apareciera un nuevo Carlos V, Emperador y rey de España, con el territorio americano no gustaba a los aliados. Comenzaron a ver que sería más interesante dejar que reinara Felipe en España y así no unir todo ese poder en una persona. - Inglaterra inició las negociaciones para establecer la paz cuanto antes. Francia atravesaba momentos económicos difíciles y era una oportunidad. Luis XIV negoció en secreto con Inglaterra que si reconocían a Felipe como rey de España sería a cambio de Gibraltar y Menorca incluso algunas ventajas en Hispanoamérica. Las negociaciones se iniciaron formalmente en enero de 1712, a la que España no asistía. En noviembre de 1712 Felipe, ante las Cortes, renuncia a sus derechos al trono francés, mientras los otros príncipes franceses hacían lo mismo respecto al español ante el Parlamento de París, lo cual eliminaba el último punto que obstaculizaba la paz.
EL OCULTO TRATADO DE UTRECH
El 11 de abril de 1713 se firma la Paz de Utrech. Inglaterra fue la más beneficiada, pues consiguió Gibraltar, Menorca, el comercio de esclavos y el permiso de navío en América. Portugal consiguió la Colonia Sacramento, (la actual Uruguay), Holanda se hizo con lo que habían sido los Países bajos y la isla de Sicilia, y Francia no hizo ninguna concesión. Es decir, que se repartieron entre todos las posesiones españolas, rompiendo Francia así el acuerdo que había llegado con Carlos II al otorgar a Felipe la defensa del Imperio, que quedó de esta forma totalmente maltrecho.
Retiradas las tropas inglesas, las Cortes catalanas debían decidir si se entregaban a Felipe V, tal como habían pactado una semana antes los representantes imperiales y borbónicos en el Convenio de Hospitalet. La Diputación de Cataluña proclamó la resistencia. La nobleza se opuso prestando obediencia a Felipe V. También el clero y las ciudades de Vich y Valls. - Se editó un folleto en el que se justificó seguir la lucha, no por defender la secesión sino un estado federal y por la lucha de la libertad de España.
Felipe sitió Barcelona a finales de julio de
1713 y en las luchas por ambos bandos se cometieron atrocidades, quemados,
torturados, etc. En abril de 1714 comenzó el bombardeo de Barcelona por la
artillería borbónica que no pararía hasta su rendición, que se produciría el 14
de septiembre de 1714.