viernes, 27 de octubre de 2023

PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD - (2)

 CATEDRAL Y CAMINO DE SANTIAGO 

Durante más de mil años, el Camino de Santiago ha conducido a los peregrinos hasta el santuario de un apóstol de la Cristiandad: Santiago el Mayor. Su tumba, descubierta una noche del 813 en el monte sagrado del Libredón, bajo una lluvia de estrellas, sería la piedra fundacional de una prodigiosa Catedral y de una ciudad que, desde entonces, atraería las huellas de los caminantes hasta convertirse en un destino con el rastro y el eco de toda Europa.

Alfonso II de Asturias (760-842), “el Casto”, fue el primer rey que viajó devotamente al enterarse de la noticia del hallazgo del sepulcro del Apóstol, de forma que se le puede considerar el primer peregrino jacobeo. Entre los años 820 y 830 fue cuando se descubrió la cámara sepulcral, posiblemente romana, conteniendo los restos del Apóstol y dos de sus discípulos. Se inició una modesta construcción y años después una Basílica. La construcción de un sitio destinado a rendir culto a los restos del apóstol Santiago, tenía sus raíces en torno al siglo II, en un mausoleo pagano de Compostela (Campo de Estrellas) que contenía los restos de dos mártires cristianos. Este edificio sepulcral, despertó el interés del obispo Teodomiro, quien en torno a 829, identificó los restos como pertenecientes al apóstol Santiago y a dos de sus discípulos, Atanasio y Teodoro.

Pero Almanzor, el caudillo musulmán, en el 975, arrasó la ciudad de Santiago y quemó el templo prerrománico dedicado a Santiago, respetando el sepulcro. Las peregrinaciones por el Camino continuaron de todas formas. Se reconstruyó, pero se quedaba pequeña para atender a los fieles. Cuando Sancho III, alcanzó el trono, el Camino discurría por Roncesvalles, Pamplona, Miranda de Ebro y Burgos. Sin embargo con el fin de controlar sus dominios, sobre el inicio del milenio modificó el trazado desviándolo hacia el sur y aprovechando viejas calzadas romanas lo hizo pasar por Puente La Reina, Estella, Logroño, Nájera, Santo Domingo de la Calzada y Burgos. Este itinerario era algo más corto y abierto, evitaba pasos estrechos y desfiladeros, y facilitaba el tránsito de comerciantes y el desplazamiento de sus ejércitos. Y no sólo mejoró el trazado y la protección de la ruta, sino que tomó medidas para fomentar la hospitalidad con los peregrinos, y anuló las exigencias fiscales a las que se veían sometidos.


Ya la iglesia se quedaba pequeña para albergar tanta gente, por lo que Alfonso VI, el Bravo, inició las obras de la catedral románica en el año 1075, con unos 50 canteros, datos que nos ofrece en detalle el famoso Códice Calixtino. La construcción de la Catedral comenzó promovida por el obispo Diego Peláez. Tras derruir una parte de las antiguas construcciones, el sepulcro pasó a figurar en el presbiterio y más tarde se impulsó las obras del primitivo claustro, los trabajos se mantuvieron de forma intermitente, hasta quedar completada en 1105. En el siglo XI el número de peregrinos aumentó considerablemente gracias a contactos culturales entre las naciones europeas. La noticia se extiende por toda la Europa cristiana y los peregrinos comienzan a arribar al venerable lugar del sepulcro, el denominado Campus Stellae, que devendrá en el famoso vocablo Compostela.

Ya en el siglo XV, la iglesia se convirtió en centro de peregrinación de la Cristiandad. Por esta vía se expandieron en la Península los nuevos estilos arquitectónicos que triunfaron en Europa. Fue el Emperador Carlomagno el responsable del esplendor del camino en su tiempo, dado el interés que se tomó, incluso contribuyendo económicamente a su desarrollo. El Camino finalmente es un conjunto de diferentes vías que van cruzando los Pirineos y desde aquí, siempre en dirección al Occidente nos llevan al Santo Sepulcro.

El Camino Francés comienza a convertirse en la gran vía transversal de comunicación de los reinos cristianos del norte de España tal y como quedaría descrito hacia 1130 en el Codex Calixtinus. El Camino Francés que hoy conocemos es la consecuencia de la unificación en el Pirineo Navarro de tres de los cuatros grandes trayectos galos, que se juntan todo en Puente la Reina. Se lo debemos a los reyes Sancho el Mayor, de Navarra y Alfonso VI de León. En tiempos de éste último se alzó la planta románica de la catedral de Santiago en 1077. El Codex Calixtino, o Guía del Peregrino Medieval, escrita en 1139 se considera el punto de referencia donde inicia la descripción de la ciudad y su catedral. El Año Santo Compostelano se remonta a 1179. El éxito fue impresionante. Embajadores, príncipes, nobleza y pueblo de todas partes de Europa llegaban y de todos los rincones del mundo. Muchos dejaban firmada la herencia ante la inseguridad del regreso. La piratería inglesa no dejo de amenazar el litoral gallego y el nacimiento del protestantismo en el corazón de la vieja Europa enfrentó y sacudió los cimientos del mundo occidental. Y de paso supuso obstáculos para el desarrollo de las peregrinaciones. El Camino de Santiago fue declarado el Primer Itinerario Cultural Europeo y también Patrimonio de la Humanidad. Año Jacobeo es aquel que la festividad de Santiago Apóstol coincide en domingo.

Existen varios caminos que describiré brevemente; • Por Aragón - En el Pirineo de Huesca a 1.632 m de altitud en la localidad navarra de Puente la Reina. • Por Navarra - De Roncesvalles al valle de Ebro y del embalse a Puente la Reina. Es el camino más usado por la vía francesa. Es de gran riqueza socio-cultural. • Por La Rioja - Procedentes de Navarra se llega a La Rioja Logroño, Nájera, Santo Domingo de la Calzada, son sitios obligados de conocer. El peregrino encontrará multitud de iglesias y monumentos de interés y una naturaleza que rinde su encanto al viajero. • Por Castilla- Ya en Burgos, visita obligada a la catedral, de una magnificencia evidente. Luego se entre en tierras palentinas, luego León, donde nos maravillaremos con rutas y ruinas romanas. Después la región del Bierzo. Villafranca es la última etapa en tierras leonesas antes de entrar en la provincia de Lugo, en Galicia. • Hacia el Apóstol - Al subir el puerto de Piedrahita quedaremos extasiados con las vistas panorámicas. Iglesias pre-románicas. Llegaremos después al río Cateiro zona de aguas medicinales. Gargantas de los cañones del Sil y la Ribeira Sacra, lugares cargados de historia. Entraremos en la provincia de la Coruña donde podremos admirar infinidad de lugares de interés y una naturaleza impresionante. En el Monte do Gozo podemos admirar por primera vez la ciudad de Compostela. Santo Domingo de Bonaval es un monumento a visitar. Desde aquí ya es visible la catedral. El Camino de Santiago, recibió un aumento constante de peregrinos durante el reinado de Sancho III, por la paz y seguridad que respiraba. Un hecho que trajo a hombres de letras, que aportaban nuevas mentalidades y que el rey supo recibir.

A lo largo del camino surgieron nuevas hospederías, hospitales, monasterios, asentamientos de comerciantes y artesanos que dieron vida a un gran crecimiento urbano. Los monasterios atravesaron una edad dorada, se sucedían las fundaciones, donaciones de tierras, joyas y dinero procedentes de los tributos de los musulmanes y los botines de los saqueos. Existen otros caminos como el Portugués, de Fonsagrada, Camino Inglés, Vía de la Plata, Ruta de Arousa, etc.


Las razones para realizar el Camino de Santiago pueden ser muchas, no necesariamente tienen que ver con la religiosidad que cada uno pueda o no tener. Es verdad que caminando por la naturaleza (o en bicicleta), se puede encontrar una paz espiritual. No miento si digo que gran número de personas consideran el Camino como un viaje espiritual. Encontrarse a uno mismo a lo largo de sus etapas, reflexionar, meditar antes de tomar una decisión importante, etc. El simple hecho de vivir en contacto con la naturaleza ya que el Camino te llevará por sendas y rutas increíbles, también perfectas para aprender a orientarte. Si hace buen tiempo y algún día decides dormir al raso verás los cielos estrellados libres de contaminación, especialmente en Galicia, donde tenemos uno de los 14 destinos “starlight” que hay en el mundo. Se pueden descubrir paisajes y conocer nuevos lugares. Cuando viajamos de otras formas a veces no reparamos demasiado en el propio camino. No es lo mismo el tren o el coche, que ir caminando, y si te gusta la fotografía aún mejor. También se aprender a vivir con lo mínimo y valorar más las pequeñas cosas. Tendrás que lavar y poner la misma ropa día tras día. Por supuesto que te desintoxicarás de la tecnología. Es algo que prácticamente todo el mundo se pone como tarea pero luego no realiza. El Camino de Santiago es el momento.


Pero lo mejor de ver en los peregrinos es la sonrisa que tienen en la cara en el momento de la meta final. Ese momento en el que todo lo que les inunda es satisfacción no se paga con dinero. Las ganas de repetir la experiencia, el subidón de adrenalina…

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