Muere
el rey Francis I el Febo en 1483 y le
sucede su hermana Catalina I, que reina junto a su marido Juan III de Albret, hasta
1512.
A finales del siglo XV el rey de Aragón Fernando II realizaba continuas injerencias en la guerra civil de Navarra en apoyo a los Beamonteses, (partidarios del antiguo bando nobiliario de los Beaumont). Éstos eran contrarios a los agramonteses (partidarios del antiguo bando nobiliario de los Agramont).
A finales del siglo XV el rey de Aragón Fernando II realizaba continuas injerencias en la guerra civil de Navarra en apoyo a los Beamonteses, (partidarios del antiguo bando nobiliario de los Beaumont). Éstos eran contrarios a los agramonteses (partidarios del antiguo bando nobiliario de los Agramont).
ESCUDOS - BEAUMONTESES Y AGRAMONTESES
Mapa de Agramonteses y Beaumenteses (1450-1461) Navarra
La
muerte de la reina Isabel la católica en 1504 reabrió viejas heridas en el tejido social
castellano. La gran nobleza, odiaba a Fernando el católico, el “viejo aragonés”, como lo
llamaban los principales magnates, que habían sido sojuzgados en tiempos
pasados. Todo parecía haberse puesto en contra de Fernando, abandonado por la
nobleza castellana, acosado en Nápoles por los franceses, cuya potencia militar
era muy superior, enfrentado al emperador Habsburgo, al rey de Aragón se le
cerraban todas las salidas. Pero todo cambió gracias a una jugada maestra de la
diplomacia. Fernando se alió con su acérrimo enemigo, Luis XII de Francia, y se
casó por poderes con la sobrina de éste, Germana de Foix, de apenas 17 años, en
octubre de 1505 y celebrándose las velaciones de dicho matrimonio en Dueñas el
18 de marzo de 1506. El matrimonio levantó las iras de los nobles de Castilla.
Con ella tuvo, en 1509, otro hijo, Juan, que murió a poco de nacer.
Viendo el peligro de que Navarra sería anexionada a Francia, Fernando hubo de volver al enfrentamiento con Francia: puso en pie una nueva Liga que llamó Santísima porque defendía las prerrogativas del vicario de Cristo. Entraron el dux de Venecia, el papa Julio II, su consuegro Maximiliano y su yerno Enrique VIII de Inglaterra.
Viendo el peligro de que Navarra sería anexionada a Francia, Fernando hubo de volver al enfrentamiento con Francia: puso en pie una nueva Liga que llamó Santísima porque defendía las prerrogativas del vicario de Cristo. Entraron el dux de Venecia, el papa Julio II, su consuegro Maximiliano y su yerno Enrique VIII de Inglaterra.
FERNANDO EL CATÓLICO
Luis XII de Francia preparó el juicio contra Julio II en 1511.
En 1512 el rey de Navarra se vio obligado a firmar el Tratado de Blois, por el cual conseguía apoyo del reino de Francia ante una posible agresión. Esto fue considerado por Fernando como una beligerancia, ya que Francisco I de Francia estaba enfrentado al aragonés Fernando.
En 1512 Fernando quería ocupar la Navarra peninsular e invadir Francia desde los Pirineos, con la ayuda inglesa desembarcada en Guipúzcoa. Los navarros quisieron ser neutrales pero mediante concesiones del rey francés se comprometieron a impedir el paso a las tropas de la Santa Liga y de los ingleses, por su territorio. Fernando solicitó la bula de excomunión para los reyes navarros por ser aliados de Francia contra la Santa Liga. Ordenó la ocupación al duque de Alba con la colaboración de los navarros del norte, los beamonteses.
Pero se produce la Batalla de Rávena del 11 de abril de 1512, librada durante las guerras italianas, que enfrentó a las tropas francesas dirigidas por Gastón de Foix contra el ejército de la Santa Liga liderado por el español Ramón de Cardona, formado por tropas castellano-aragonesas y papales.
Luis XII de Francia preparó el juicio contra Julio II en 1511.
En 1512 el rey de Navarra se vio obligado a firmar el Tratado de Blois, por el cual conseguía apoyo del reino de Francia ante una posible agresión. Esto fue considerado por Fernando como una beligerancia, ya que Francisco I de Francia estaba enfrentado al aragonés Fernando.
En 1512 Fernando quería ocupar la Navarra peninsular e invadir Francia desde los Pirineos, con la ayuda inglesa desembarcada en Guipúzcoa. Los navarros quisieron ser neutrales pero mediante concesiones del rey francés se comprometieron a impedir el paso a las tropas de la Santa Liga y de los ingleses, por su territorio. Fernando solicitó la bula de excomunión para los reyes navarros por ser aliados de Francia contra la Santa Liga. Ordenó la ocupación al duque de Alba con la colaboración de los navarros del norte, los beamonteses.
Pero se produce la Batalla de Rávena del 11 de abril de 1512, librada durante las guerras italianas, que enfrentó a las tropas francesas dirigidas por Gastón de Foix contra el ejército de la Santa Liga liderado por el español Ramón de Cardona, formado por tropas castellano-aragonesas y papales.
Francia disponía
de mejores tropas, a cuyo frente se hallaba un hermano de Germana de Foix, que
logró la brillante victoria de Rávena sobre los aliados. Pero en esta batalla
perdió la vida. La muerte de su yerno, el noble Gastón de Foix en el campo de
Rávena supuso que los derechos de la Casa de Foix sobre Navarra recaían en la esposa de
Fernando, Germana de Foix, por lo que el rey de Francia ya no tenía ningún
interés en apoyar las reivindicaciones territoriales. Pero Fernando convocó a
las Cortes aragonesas en mayo de 1512, para pedir fondos para la lucha por
Navarra. Las Cortes aragonesas querían primero una bula papal.
El arzobispo de Zaragoza, Alonso de Aragón, hijo de Fernando el Católico, (bastardo), colaboró en la “guerra santa”. Estaba a las órdenes del segundo duque de Alba, y la tropa las componían hombres de los tres territorios vascos. Fue realmente un paseo militar, los navarros capitularon sin combatir. Tras la rendición de Pamplona, y luego Tudela, Fernando el Católico entró para jurar su fueros y privilegios. El papa otorgó bulas que le conferían el trono a Fernando y éste adoptó el título de rey de Navarra.
En 1513, las Cortes de Navarra, convocadas en Pamplona por el virrey castellano y sólo con la asistencia de beamonteses, nombraron a Fernando el Católico rey de Navarra. El 7 de julio de 1515 las Cortes de Castilla en Burgos, anexionan el Reino de Navarra al de Castilla. El nuevo rey se comprometió a respetar los fueros del reino.
Fue el último éxito de Fernando el católico.
La conquista de la Alta Navarra no finalizó aquí, ya que Catalina de Foix y Juan III de Albret, y posteriormente Enrique II, apoyados por los monarcas franceses, hicieron hasta tres intentos militares de recobrar el reino. En 1516, aprovechando la reciente muerte de Fernando el Católico en el mes de enero, realizaron uno de los intentos. El ejército fue derrotado en el Roncal. Así tuvieron lugar dos encuentros entre las partes que no arrojaron ningún éxito, por lo que los reyes navarros, apoyados por Francia, realizaron un último intento bélico.
El arzobispo de Zaragoza, Alonso de Aragón, hijo de Fernando el Católico, (bastardo), colaboró en la “guerra santa”. Estaba a las órdenes del segundo duque de Alba, y la tropa las componían hombres de los tres territorios vascos. Fue realmente un paseo militar, los navarros capitularon sin combatir. Tras la rendición de Pamplona, y luego Tudela, Fernando el Católico entró para jurar su fueros y privilegios. El papa otorgó bulas que le conferían el trono a Fernando y éste adoptó el título de rey de Navarra.
En 1513, las Cortes de Navarra, convocadas en Pamplona por el virrey castellano y sólo con la asistencia de beamonteses, nombraron a Fernando el Católico rey de Navarra. El 7 de julio de 1515 las Cortes de Castilla en Burgos, anexionan el Reino de Navarra al de Castilla. El nuevo rey se comprometió a respetar los fueros del reino.
Fue el último éxito de Fernando el católico.
La conquista de la Alta Navarra no finalizó aquí, ya que Catalina de Foix y Juan III de Albret, y posteriormente Enrique II, apoyados por los monarcas franceses, hicieron hasta tres intentos militares de recobrar el reino. En 1516, aprovechando la reciente muerte de Fernando el Católico en el mes de enero, realizaron uno de los intentos. El ejército fue derrotado en el Roncal. Así tuvieron lugar dos encuentros entre las partes que no arrojaron ningún éxito, por lo que los reyes navarros, apoyados por Francia, realizaron un último intento bélico.
CARLOS I DE ESPAÑA
Ya en tiempos de Carlos I, en 1521, aprovechando la Guerra de las Comunidades que asolaba Castilla, deseosos de debilitar a toda costa al rey Carlos I, tuvo lugar un alzamiento generalizado en toda Navarra que después de tres años de batallas hubieron de rendirse obteniendo un perdón. En 1530, el rey de Navarra Enrique II, mantuvo la independencia del reino de la baja Navarra, (Francia). Los reyes posteriores continuaron jurando las leyes propias navarras. En esta parte del reino de Navarra continuó la dinastía Albret-Foix que entroncaría con la de Borbón, quienes llegaron a reinar en Francia y estos territorios navarros les conferían la dignidad real, y muy celosamente sus sucesores la conservaron separada, aún después de acceder al trono de Francia llevaron la titulación de reyes de Francia y Navarra. Luis XIII aceptó una reconciliación en 1611. En 1620 publicó el edicto de incorporación del Reino de Navarra a la Corona de Francia, conservando a sus habitantes en sus fueros, franquezas, libertades y derechos.
Durante la Guerra de Sucesión Española, (1701) Navarra (a pesar del fiero sentimiento antifrancés del pueblo) se posicionará a favor del duque de Anjou (futuro Felipe V) en lugar de por el archiduque Carlos de Austria. Es por ello por lo que tanto Tudela como Sangüesa fueron ocupadas por las tropas del pretendiente Carlos de Habsburgo. A la finalización del conflicto, Navarra, al igual que las provincias vascas, conservaron sus fueros a diferencia de la Corona de Aragón.
Ya en tiempos de Carlos I, en 1521, aprovechando la Guerra de las Comunidades que asolaba Castilla, deseosos de debilitar a toda costa al rey Carlos I, tuvo lugar un alzamiento generalizado en toda Navarra que después de tres años de batallas hubieron de rendirse obteniendo un perdón. En 1530, el rey de Navarra Enrique II, mantuvo la independencia del reino de la baja Navarra, (Francia). Los reyes posteriores continuaron jurando las leyes propias navarras. En esta parte del reino de Navarra continuó la dinastía Albret-Foix que entroncaría con la de Borbón, quienes llegaron a reinar en Francia y estos territorios navarros les conferían la dignidad real, y muy celosamente sus sucesores la conservaron separada, aún después de acceder al trono de Francia llevaron la titulación de reyes de Francia y Navarra. Luis XIII aceptó una reconciliación en 1611. En 1620 publicó el edicto de incorporación del Reino de Navarra a la Corona de Francia, conservando a sus habitantes en sus fueros, franquezas, libertades y derechos.
Durante la Guerra de Sucesión Española, (1701) Navarra (a pesar del fiero sentimiento antifrancés del pueblo) se posicionará a favor del duque de Anjou (futuro Felipe V) en lugar de por el archiduque Carlos de Austria. Es por ello por lo que tanto Tudela como Sangüesa fueron ocupadas por las tropas del pretendiente Carlos de Habsburgo. A la finalización del conflicto, Navarra, al igual que las provincias vascas, conservaron sus fueros a diferencia de la Corona de Aragón.