sábado, 28 de octubre de 2023

SIGÜENZA - PATRIMONIO Y PARADOR

Sigüenza es visitar la historia en cada uno de los pliegues del tiempo. Tras los vestigios de antiguos pobladores: celtíberos, romanos, visigodos y árabes; se impone una Sigüenza medieval que secuestra la mirada ya en la primera vista general.


Sigüenza no es un pueblo más. Ostenta el título de ciudad, además es cabeza de partido en la comarca. Si vamos por allí hay mucho que ver y disfrutar, pero al menos, la catedral, el Doncel y el castillo hoy Parador Nacional. Y un garbeo por la ciudad, empinada a veces, adoquinada por  tramos y con hermosos sitios que ver y conocer.

Sigüenza fue asiento de una importante ciudad celtíbera, “Segontia”, que estuvo situada en los altos cerros de la margen derecha del río Henares. En los tiempos del Imperio romano, aquí se situó una importante estación de paso y un lugar nutrido de habitantes, quienes seguramente elevaron su primer puesto de vigilancia en lo que es hoy castillo-fortaleza. Los visigodos habitaron la ciudad, y los árabes, aunque en menor número, también lo hicieron, casi reducidos a la guarnición. Lo que se llamaba una Alcazaba. Pero la reconquista de Sigüenza tuvo lugar el año 1123, tras una heroica lucha, conquistó la ciudad a los árabes que la ocupaban.


El castillo de los Obispos de Sigüenza es un palacio-fortaleza. Fue erigido en el primer cuarto del siglo XII sobre otro anterior musulmán. Sufrió reformas durante varios siglos, y fue parcialmente destruido en el siglo XIX, en la Guerra de Independencia contra los franceses, y durante las guerras carlistas, y en el siglo XX, durante la Guerra Civil, lo que obligó a una restauración casi total siguiendo los planos y documentos antiguos. Hoy es un magnífico Parador Nacional, por la restauración es un imponente castillo medieval del siglo XII instalado en una alcazaba árabe y edificado sobre un asentamiento romano, este imponente castillo fue residencia de obispos, cardenales y reyes.

Alojamiento ideal que invita a disfrutar de una ciudad milenaria, donde las piedras hablan de historia, tradición y leyenda. Ambiente medieval, la Edad Media se manifiesta en todas las estancias, tanto en salones, como en bar y restaurante. El tradicional mobiliario castellano del hotel se expone con gusto en las amplias y acogedoras habitaciones, algunas con camas adoseladas que te harán sentir como en aposentos de un auténtico palacio. Entre los gruesos muros de piedra aparecen el patio empedrado, un señorial comedor,  salones ideales para reuniones y celebraciones y la capilla románica del siglo XIII.
Conserva su espíritu altomedieval, y permite conocer a fondo una gran fortaleza, que fue usada de manera continua como residencia de los obispos hasta mediados del siglo XIX. 
Pero merece la visita de todo el mundo. Te quedas con la boca abierta por lo bien cuidado que está, el respeto que se ha tenido en la reconstrucción.
En Guadalajara se asienta la diócesis y catedral de Sigüenza dedicada a la Virgen María, que hemos de visitar. Interesante monumento por su historia y arte, es el monumento más importante de Sigüenza. Lo que fue un edificio de arranque plenamente románico, iniciado en el siglo XII con cabecera de cinco ábsides escalonados semicirculares, se desarrolló hasta 1221 en un estilo que podríamos denominar tardorrománico o "protogótico" y que se refleja en los muros perimetrales con ventanas de medio punto y la parte baja de la fachada occidental con sus tres portadas aún románicas.

Sigüenza es el lugar ideal para encontrar episodios de nuestra historia. Cuentos curiosos, románticos, y también de luchas y odios.
Pedro I, llamado “El cruel” o “El Justiciero”, tenía por prometida a Blanca de Borbón, y se casó en junio de 1353. Pedro abandonó a Blanca a los dos días, ya que Francia había incumplido el pago de la dote, y ordenó que la encerraran en el castillo y con ello provocó la ruptura con Francia.

La verdad es que Blanca rehusó casarse con él, pero finalmente las presiones familiares la llevan aceptar su triste destino. Inmediatamente después de ser abandonada por el rey, Blanca pasa algún tiempo en Medina-Sidonia junto a la reina madre. Entre 1355 y 1359 Blanca es confinada en el Castillo Episcopal de Sigüenza.


Aparte de la historia de Blanca, tenemos que recordar que tenemos aquí el sepulcro del Doncel de Sigüenza, que es la tumba de Martín Vázquez de Arce ubicada en la capilla de la catedral. Por supuesto es visita obligada.
Quizá el visitante se pregunte por qué el doncel leía el libro. ¿Acaso fueron los poemas de Jorge Manrique, un contemporáneo suyo?  

El Doncel lleva cinco siglos muerto sin embargo por algún extraño sortilegio aún tiene éxito con las mujeres. Una turba de colegialas invade el recinto en su viaje de fin de curso y rodea al mancebo, y entre suspiros se escucha, ”Sólo por verlo ya hubiera valido la pena” decía una niña con gafitas.

Se trata de una de las principales esculturas del gótico tardío español. Se trataba de un joven guerrero que murió en la guerra de Granada, pero lo importante es la realización de la escultura de gran calidad, seguramente la más interesante de las funerarias existentes en España. Fue encargada por su hermano, y la fecha de realización de este conjunto funerario es de 1486, posiblemente el año de la defunción del Doncel.

CAPTURA DEL STANHOPE - 1710

Blas de Lezo, el almirante “Medio Hombre” , debido a la pérdida de una pierna a los 17 años en el combate naval de Vélez (Málaga), un ojo tr...