Además del Imperio dejado por los RR CC, por otro lado estaban Cerdeña, Nápoles y Sicilia, por abajo; y por arriba, ojo al dato, el Milanesado, el Franco-condado, que era un trozo de la actual Francia, media Suiza, las actuales Bélgica, Holanda, Alemania y Austria, Polonia casi hasta Cracovia, los Balcanes hasta Croacia y un cacho de Checoslovaquia y Hungría. El peor de todos, turcos aparte, era el muy ladino y nunca bien ponderado rey de Francia que fue capaz, el muy cabrón de ¡pactar con los musulmanes! ¡Un rey cristiano!... Nos salió un chulito guaperas de quiero y no puedo llamado Francisco I, cursi que te mueres. Françoise, que es como se llamaba el tío, le tenía una envidia del carajo a la vela a nuestro Carlos, de tal forma que estuvo dando la brasa con territorios por aquí e Italia por allá, que más adelante detallaré. Incluso aprovechando las luchas de las revueltas castellanas, tropas francesas invadieron Navarra.
LUTERO CLAVA LAS 95 TESIS REFORMISTAS DE LA RELIGIÓN CRISTIANA
Todo monarca que se precie, tiene su eterno rival, y nuestro
Carlos lo tuvo con Francisco I de Francia, como no. El francés era capaz de pactar con el diablo,
el de entonces, los turcos, para fastidias a Carlitos. Al igual que muchos era
un príncipe del renacimiento, era amate de lujo, de la ostentación, de las
mujeres y de la pompa, y podríamos no terminar con la lista. Pero también fue
un buen guerrero, de tonto no tenía nada. Llegó a coronarse a la edad de 20
añitos, se rodeó el lujo y artistas, hasta Leonardo, que fue cuando pintaría su
“Gioconda”
Numerosas guerras con España ya que se disputaban el dominio de
Europa. También fue un protector de la religión católica. El cristianismo
sufrió mucho con esas disputas que fueron aprovechadas por el gordo de Enrique
VIII, el inglés, que entre esposas y guillotinas, pactaba según le convenía con
uno u otro. Gracias a eso los turcos se apoderaron de Hungría y llegaron a
tratar de hacerse con Viena, que al fin lograron. La rivalidad ya era personal
entre Carlos y Francisco. Capaces de medirse en duelo personal, según las
crónicas.
---FRANCISCO I DE FRANCIA----
El programa de Francisco de consolidación del poder real pasó por
una agresiva política exterior. Pero aquí, las aspiraciones de Francisco
toparon con las de Carlos I de España emperador del Sacro Imperio como Carlos
V. Las de Francisco y Carlos fueron, en muchos sentidos, dos vidas paralelas.
El primero había subido al trono en 1515 y el segundo en 1516. Ambos
compitieron por el cetro imperial en 1519, y ambos lucharon a lo largo de sus
respectivos reinados por obtener una posición hegemónica en Europa. El ideal de
una monarquía universal, que Carlos consideró parte de su dignidad imperial,
hizo que Francia se sintiera permanentemente amenazada. Ya en 1521, Francisco
había tratado de debilitar las posiciones de su rival aprovechando la revuelta
de los Comuneros de Castilla para atacar sus fronteras en Navarra y Flandes.
Pero el gran escenario de la contienda entre ambos monarcas fue el norte de
Italia.
De todas formas Carlos siempre se mostró austero y de pocas
palabras, hábil estratega, gran diplomático y despiadado en la guerra.
Francisco por el contrario era amante de la buena vida, extrovertido y frívolo.
Al morir el emperador Maximiliano, el abuelo de Carlos, se
disputaron el trono y la coronación del Rey de Romanos, condición indispensable
para ser emperador.
Cuando Carlos fue elegido, en junio de 1519, como rey de Romanos y
después Emperador del Sacro Imperio Romano, despertó definitivamente la envidia
y animadversión del franchute pues quedaba aislado por el norte y por el sur.
Por entonces ya había nacido la reforma protestante. Se fue
extendiendo y el cristianismo sufrió mucho con esas disputas que fueron
aprovechadas por Enrique VIII, el inglés, que en 1533 se casó con Ana Bolena,
para lo cual abandonó la iglesia de Roma, fundó una nueva creencia protestante
en su país para legalizar su matrimonio, y de paso con esto rechazaba a
Catalina de Aragón, hija de nuestros Fernando e Isabel, es decir que era tía de
Carlos I. Posteriormente entre esposas y guillotinas, pactaba según le convenía
con Carlos o con Francisco. El francés fue capaz de pactar con el diablo, el de
entonces, los turcos, para combatir a Carlos. Gracias a eso los turcos se
apoderaron de Hungría y llegaron, con mucho trabajo, a hacerse con Viena.
LUTERO QUEMA LA BIBLIA --
Martín Lutero, teólogo y fraile católico agustino que impulsó la
reforma religiosa en Alemania, y en cuyas enseñanzas se inspiró con el tiempo
la Reforma Protestante y la doctrina teológica y cultural denominada
luteranismo. Lutero quería al principio que la Iglesia cristiana regresara a
las enseñanzas originales de la Biblia. Es decir a proponer unas ideas nuevas
en la iglesia, o mejor dicho en la religión, porque a la Iglesia, la
administración de la misma, pues no era partidario dada la corrupción que
había, y en este punto tenía razón. O sea que era una especie de Teología de la
Liberación pero en el siglo XVI. La reacción de la Iglesia fue la
Contrarreforma. Pero Lutero se ayudó muy bien con su traducción de la Biblia al
alemán. Ya dijimos que el Papa León X excomulgó a Lutero en enero de 1521 y fue
perdonado por el emperador y por Federico III de Sajonia.
Pero La Reforma ya estaba en marcha. Todo le vino al pelo a los
nobles, burgueses y clérigos para poder manejar las nuevas iglesias nacionales
incautándose de los bienes de la iglesia católica, que no era poco. Años
después, en 1531 formaron lo que se llamó Liga de Esmalcalda, que produjo una
situación bélico-revolucionaria importante. La Liga de Esmalcalda fue una liga
de príncipes protestantes (luteranos) del Sacro Imperio Romano Germánico creada
para defender sus privilegios y luchar contra el emperador Carlos V, defensor
del catolicismo frente a la Reforma luterana. Fueron personajes importantes de
las ciudades y condados de los territorios que hoy conforman Alemania. Más
adelante, en 1532, se unirían al ejército Francia y en 1538 Dinamarca.
CARLOS I DE ESPAÑA Y FRANCISCO I DE FRANCIA---
Realmente no declararon la guerra al emperador, directamente. Pero
su apoyo y seguimiento de la Reforma luterana y las confiscaciones de tierras a
la Iglesia y las expulsiones de Obispos y Príncipes cristianos hicieron que
Carlos V, como emperador defensor de la religión de Roma, decidiera enfrentarse
a la Liga.