sábado, 2 de diciembre de 2017

LOS MUSULMANES NO DOMINARON EN HISPANIA 800 AÑOS

Solemos escuchar y leer incluso a historiadores refutados que los musulmanes dominaron la península Ibérica durante 800 años. Pues bien, nada más lejos de la realidad. Dominar exactamente no, otra cosa es que residieran en parte del territorio, con gran éxito al pre¡principio y progresivamente con dificultades hasta su desaparición. Para ser claros hay que decir que dominaron desde el 730 aproximadamente hasta el 1031. Cuando se dividen en reinos de taifas ya no dominan. Luchan a duras penas por subsistir y pagando para residir. Digamos unos 300 años de dominación y otros 460 de pasarlas muy mal, sin dominar y perdiendo territorio. En el año 711 se produjo la entrada del contingente que se expandió con rapidez. Los reinos visigodos estaban disgregados y con luchas internas. Los musulmanes recibieron ayudas de los judíos, porque serían mejor tratados que con los cristianos. Y también de los propios hispano-godos, descontentos por los privilegios que recibían determinadas clases, los invasores ocuparon la capital, Toledo y algo más tarde Córdoba. Aunque todo marchaba sobre ruedas o cierto es que dese el primer momento surgieron disputas entre los bereberes y los árabes, por cargos, territorios y zonas de influencia. Ese fue el origen remoto todavía de los reinos de Taifas. Al-Andalus formaba parte como una gran provincia de un imperio que también abarcaba lo que hoy es Marruecos y llegaba hasta Punjab, en la India. No voy a hablar de la historia completa de este pueblo, pero he de decir que personalmente creo, que si bien fueron invasores, en realidad con el paso de los siglos han formado parte del sustrato y la raigambre de lo que hoy son los españoles. Con otra religión diferente a la romana, otras costumbres y cultura, lo cierto es que se ganaron también el derecho a pensar con los años que estaban en suelo propio. Solo enumero las diferentes califatos hasta llegar a su desaparición en 1492. ....
... Musulmanes dependientes de Damasco del 714 al 756 Emirato de Córdoba del 756 al 912 Califato de Córdoba del 912 al 1009 Fitnas de Al-Andalús del 1009 al 1031 Reinos de Taifas del 1009 al 1238 Emirato de Granada del 1238 al 1492 Las taifas, palabra que significa "bando" fueron hasta treinta y nueve pequeños reinos en que se dividió el califato de Córdoba después del derrocamiento de la dinastía omeya y la abolición del califato en 1031. Tras el debilitamiento de los almorávides y los almohades, surgieron los llamados segundos y terceros reinos de taifas hasta el siglo siglo XIII. En el trono se van sucediendo los califas, en medio de una anarquía total. Realmente los problemas eran muy profundos. Luchas por el trono califal, luchas internas por causas raciales entre árabes, bereberes y muladíes o eslavos (esclavos libertos del norte peninsular o de origen centroeuropeo). También influían los mozárabes, el ansia independentista de las áreas con mayores recursos económicos y la presión de los impuestos. Al no tener tropas necesarias para luchar contra sus vecinos o contra el avance cristiano, contrataban mercenarios, incluso guerreros cristianos, como el propio Cid Campeador, que sirvieron a reyes musulmanes, luchando incluso contra otros reyes cristianos. Al principio se les sometía económicamente forzando a pagar un tributo, las parias, a los reyes cristianos. Pero estas rivalidades entre los invasores los cristianos aprovecharían aliándose con los bereberes y asaltaron Toledo. Más tarde los bereberres derrotaron y saquearon Córdoba en 1013. Al conquistar estos el reino de Toledo en 1085 por parte de Alfonso VI de León Pidieron ayuda al sultán almorávide del norte de África, Yúsuf ibn Tasufin, el cual derrotó al rey leonés en la batalla de Zalaca en1086, y conquistó progresivamente todas las taifas. Aunque no consiguió reconquistar Toledo. Pero el rey castellano Alfoso VII y el aragonés Alfonso I el batallador, consiguieron éxitos militares y poco a poco debilitaron el poder musulmán. Estos volvieron a pedir ayuda, esta vez a los almohades, que con el paso del tiempo y las luchas vencieron al rey de Castilla Alfonso VIII en la batalla de Alarcos, en julio de 1195, que fue un tremendo desastre para los cristianos. Se estableció una tregua. El rey castellano se lo tomó a pecho, y no descansó hasta que pudo montarles la recíproca en las Navas de Tolosa, que, por fin, marcó el principio del fin musulmán. Jaén, en julio de 1212, aparte de voluntarios franceses y de duros caballeros de las órdenes militares españolas, estaba milagrosamente formado por tropas castellanas, navarras y aragonesas, puestas de acuerdo por una vez en su vida. La cosa no estuvo clara hasta el final cuando con mucho esfuerzo se hicieron con victoria. Miles de hombres cayeron , pero finalmente la victoria se decantó del lado cristiano. El Califa Miramamolín escapó huyendo a toda prisa una vez perdida ya la batalla. Navas de Tolosa fue la hecatombe para el imperio Almohade en la Península Ibérica. Con esta histórica victoria de la alianza cristiana se había iniciado el declive del dominio musulmán de España. Los musulmanes de la Península Ibérica nunca más se recuperaron de esta derrota. Los reinos cristianos comenzaron a expandirse con mayor fuerza y definitivamente. Estableció una superioridad militar, económica y política. Al-Andalus se desmembró en reinos de Taifas, que fueron cayendo hasta que solo quedó el reino de Granada, que duró 280 años más. Hasta que finalmente después de una guerra de diez años, los Reyes Católicos tomaron definitivamente el reino en 1492.

jueves, 3 de agosto de 2017

EL ESPLENDOR ESPAÑOL

RESUMEN DEL SIGLO XVI Aparte de las gestas militares, incluso las derrotas, de los siglos XVI y XVII, hay que hablar que España, que era prácticamente dueña del mundo adelantado, además dio lo mejor de si mismo, que aún hoy se conserva: su cultura. Conservamos un tesoro incalculable, casi inagotable, que pocas naciones poseen en calidad y cantidad. Esta nación, además de extender sus territorios y aportarles el adelanto de la cultura y los avances de todo tipo, produjo o compraba todo lo bello y destacable que surgía en aquel tiempo. Podemos hablar de escultores, literatos, pintores y artistas y artesanos, constructores, arquitectos y mecenas que potenciaron un desarrollo impresionante del que es necesario difundir y promover. Posiblemente algunos gobernantes de aquel tiempo en otros sentidos puedan ser criticados, incluso no estar de acuerdo con decisiones, que vistas hoy en día, 400 o 500 años después se nos antojan extrañas. Pero lo que no es posible obviar es el aplauso y el mecenazgo que reyes y nobles repartieron como jamás se ha hecho. Cuando hablamos del siglo de oro no todo el mundo está de acuerdo con las fechas. Si hablamos de poder y riqueza es una cosa, pero si hablamos de adelantos y arte se trata de otra. El oro y la plata se gastó en guerras, que quizá no deberíamos haber estado, endeudando hasta lo impensable por defender casi siempre una religión, gobernada a su vez en muchas ocasiones por gente corrupta y alejada del auténtico cristianismo, por el que tantos españoles dieron su vida, Los fasto de reyes y holganza de nobles y clérigos sería injusto no reconocerlo pero en las artes y las letras, siempre que no topasen con la religión y la Inquisición, la España de los Austrias resultó espléndida. En lo tocante a ciencia y pensamiento moderno, sin embargo, las cosas fueron menos espléndidas. El peso de la Iglesia era enorme y su resistencia a cuanto vulnerase la ortodoxia cerró infinitas puertas y aplastó innumerables talentos. Por lo visto Felipe II prohibió que los estudiantes españoles se formaran en otros países, y la Iglesia cerró la puerta a libros impresos fuera. Los fanatismos nunca son buenos, y el religioso, la hipocresía social con que los poderes llámense Islam radical, judaísmo, etc. envenenan cuanto se pone a tiro. En todo caso, con santos o sin ellos, la nómina de artistas españoles de talento de la época es extraordinaria; y el sólo nombre de Velázquez, ya en el XVII, posiblemente el más grande pintor de todos los tiempos, bastaría para justificar el siglo. Pero es que en la parte literaria aún corrió mejor suerte.  El siglo XVI es el siglo de oro de España. Para empezar con los personajes que destacaron lo más grande y de ahí todo nace, son los Reyes Católicos, que aunque doña Isabel muere en 1504, con su testamento y sus órdenes realizadas, deja marcado el camino a los que cogen el turno, y Fernando continúa como lo que era, un príncipe del renacimiento, astuto, gran diplomático y guerrero, triunfador y luchador donde los haya. Dejando también el camino señalado a los que vinieron, sus nietos, Carlos I y Fernando de Habsburgo. Y con los reyes termina la casa de Trastámara. Empiezan los Austrias con la gran parte del camino hecho. Para empezar en 1503 España derrota a Francia en la batalla de Ceriñola, considerada la primera batalla donde se usaron armas de fuego. En 1512 Navarra peninsular es conquistada por Fernando. En 1521 Hernán Cortés conquista el Imperio mexica. En 1533 Francisco Pizarro conquista del Imperio incaico. En 1535 los ejércitos del emperador Carlos V conquistan Túnez. En 1571 la flota de la Liga «Santa» vence a la flota otomana en la batalla de Lepanto. En 1572 Francisco de Toledo finaliza la conquista del Imperio inca con el asesinato de Túpac Amaru I. En 1584-1585, Los Tercios españoles asedian Amberes, y finaliza con una gran victoria para las armas españolas. En 1585-1604 se produce la Guerra anglo-española que finalizará con el Tratado de Londres con victoria española. En 1521 Fernando de Magallanes llega a Filipinas y muere ese mismo año. En 1533 Pedro de Heredia funda la ciudad de Cartagena de Indias. En 1538 Gonzalo Jiménez de Quesada funda la ciudad de Bogotá. En 1541 Pedro de Valdivia funda la ciudad de Santiago de Chile. En 1521 el río Amazonas es descubierto por Francisco de Orellana. En 1522 Juan Sebastián Elcano termina la primera circunnavegación exitosa del planeta. Juan Ponce de León (1460-1521) Militar y explorador español, descubre de la Florida. Juan Sebastián Elcano da la vuelta al mundo. Al analizar el mundo cultural en la España del siglo XVI, debemos partir de un hecho esencial: la inmensa mayoría de la población española era analfabeta. La cultura escrita era monopolio de una minoría culta, formada por clérigos y nobles o burgueses cultivados. No obstante, la cultura popular oral estaba muy influenciada por la cultura erudita, muy especialmente a través del clero. La introducción del renacimiento en España fue temprana en la literatura. Citaré solo a los más importantes, aunque ha habido muchos más dignos de mención. 
Garcilaso de la Vega y Juan Boscán comienzan, Gutierre de Cetina, Diego Hurtado de Mendoza, posible autor del Lazarillo de Tormes (1554) Francisco de Aldana, Luis de Góngora. La otra mira hacia un espiritualismo cristiano, Fray Luis de León, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. En cuanto a la poesía narrativa Alonso de Ercilla autor de La Araucana, que narra la conquista de Chile por los españoles.  En el terreno del humanismo destacan Luis Vives, Juan Ginés de Sepúlveda, Hernán Núñez de Toledo o Juan de Mariana, entre otros, y otra Antonio de Guevara cronistas de Indias, Hernán Cortés y sus Cartas de relación; fray Bartolomé de las Casas y su Historia de las Indias (1517); Bernal Díaz del Castillo con su Historia verdadera de la conquista de la Nueva España (1575); Álvaro Núñez Cabeza de Vaca; los cronistas de la conquista del Perú Francisco de Jerez, Gonzalo Fernández de Oviedo, Pedro Cieza de León, el Inca Garcilaso de la Vega etc. El Lazarillo de Tormes, que inicia el género de la novela picaresca consolidado en una obra de transición, el Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán. Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes ha sido considerada la primera novela moderna. El teatro español empieza en el renacimiento con una obra maestra, La Celestina, de Fernando de Rojas (1499 y 1502), como La lozana andaluza (1528) de Francisco Delicado o libros de caballerías Amadís de Gaula, 1508, las figuras señeras del también músico Juan del Encina, Lope de Rueda con sus cómicos Pasos (1567, y la revolucionaria fórmula escénica del fénix de los ingenios Lope de Vega (1562-1635), autor este el más prolífico del teatro mundial, y sus primeros discípulos Guillén de Castro (1569–1631) o Juan de la Cueva (1543-1612). En la pintura destacaron muchos, como Juan de Flandes, Vicente Macip, Pedro Machuca, Julio de Aquiles. Hernando de Esturmio, Alonso Berruguete, Juan de Juanes, Vicente Requena el Viejo, Alonso Sánchez Coello, Roland de Mois, Diego de Urbina, Vicente Requena el Joven, Juan Pantoja de la Cruz, El Greco (1541-1614), Luis de Carvajal, Francisco Pacheco y Juan Gómez.  De los conquistadores y exploradores hemos ya destacado en los capítulos anteriores, pero daremos una pequeña lista de los destacados. Gonzalo de Alvarado, Alonso de Bazán y Herrera, Hernán Cortés, Juan de Cuéllar, Diego Pacheco (gobernador), Juan de Escalante, Juan de Garay, Garci Sánchez (conquistador), Juan García de Carvajal, Francisco de Godoy (conquistador), Juan de Grijalva, Francisco Hernández de Córdoba (fundador de Nicaragua), Juan Hidalgo (conquistador), Pedro de Hinojosa, Juan Cano (conquistador), Pedro de Mendoza, Álvar Núñez Cabeza de Vaca, Francisco de Orellana, Francisco Pacheco (capitán), Francisco Pizarro, Juan Ponce de León, Juan Pérez de Tolosa, Rodrigo de Aguirre, Pedro de Valdivia. Del trabajo y el talento de esta gente y muchos más podemos decir que nace la España moderna de la cual mana el resto de la historia hasta nuestros días.  Está claro que no hay ningún país o cultura que no haya sido invadida por otro o por otra cultura. Al igual que entraron en la península los romanos, godos y musulmanes, los españoles entraron en un continente pero para quedarse, como propio, como extensión de sus reinos, y otorgándole lo mejor que tenía, sus mejores hombres, su cultura, y sobre todo su religión, que tengamos en cuenta que en aquel entoncees era lo más importante que poseía el ser humano. España es la responsable de haber trasladado a América el urbanismo, el derecho, las economías estructuradas, la agricultura, las universidades, las catedrales, las técnicas arquitectónicas, la influencia del Renacimiento, la imprenta, la rueda, la escritura, la música entre otras infinitas cosas. Se fundamos 23 universidades en América desde 1524. Portugal no fundó ninguna en Brasil durante su periodo colonial, mientras que la Inglaterra colonial de entonces, por ejemplo, hasta ese momento se había preocupado más bien poco por educar a sus indígenas. A través de la península, hacíamos llegar a América todas las corrientes intelectuales y las artes que la grandiosa España de entonces absorbía. Además un idioma rico, culto con el que entenderse en todo un continente. Como dijo Carlos Fuentes “Se llevaron el oro pero nos dejaron el oro”. La humanidad entera y sobre todo 550 millones de personas estamos en deuda con ellos.

sábado, 3 de junio de 2017

CONQUISTA Y COLONIZACION DE AMÉRICA

Sucumbió un continente desconocido para el mundo avanzado ante la llegada de España. No existía un raza única, ni un solo idioma, ni un sentimiento de nación general. No habia unidad de culto, ni progreso científico alguno destacable y generalizado. No existía ni la escritura, ni la rueda siquiera. Conquistados pues ante España tribu a tribu, hombre por hombre el carácter americano no comienza a acentuarse sino bajo la dominación española. España da la unidad de lengua sin avasallar las existentes. La Corona de Castilla y luego España entera han sido la única potencia imperial en la historia que se cuestionó la cuestión moral en sus conquistas. Además en un momento en que nadie podía impedirlas. Era la gran potencia del mundo, nadie hubiese osado enfrentarse claramente a España a este hecho.
No se planteó la conquista de américa como colonias de Castilla, sino que formó Virreinatos, primero el de Nueva España en 1535. No fue una empresa improvisada ni sobrevenida, sino programada y dirigida. La imagen estereotipada de una conquista de saqueo y rapiña no responde en absoluto a la realidad histórica de una empresa que fue, sustantivamente, una empresa de incorporación de los pueblos americanos a la sociedad, a la religión y a la cultura española y, por ende, europea. Una empresa no al alcance de cualquiera. Su emprendimiento y realización requerían no solo de oportunidad sino de voluntad, decisión, recursos, conocimientos y capacidades no al alcance de todos. El pueblo, la Iglesia y la Corona se volcaron en aquella empresa; voluntad y decisión. Ingentes recursos y conocimientos fueron invertidos en la tarea. Conocimientos de astronomía, navegación, construcción naval, ingeniería militar, arquitectura, bellas artes, literatura, teología, derecho, administración y economía; fueron necesarios para el buen fin de la empresa americana. Pero faltaba otra unidad más profunda: la unidad de creencia. Esta unidad se la dio a España el Cristianismo. La religión de la caridad, el perdón y el amor entre los hombres. Pero el ser humano es corrupto y grandioso a la vez. Fue el siglo XIX el testigo de la debacle histórica de España. La ocupación de la península por el ejército napoleónico propició la insurgencia de los partidarios de la secesión americana alentada por la masonería y las potencias enemigas tradicionales de España (Inglaterra y Francia) y, posteriormente, Estados Unidos de Norteamérica. El resultado de aquel proceso secesionista, auténticas guerras civiles entre españoles de América, fue la liquidación de Hispanoamérica como proyecto histórico y la ruptura de su unidad. En su lugar se instaurará el espurio concepto de Latinoamérica y una multitud de naciones supuestamente independientes sometidas al arbitrio de las potencias neocoloniales que impulsaron su secesión de España (Inglaterra, Francia y Estados Unidos. No obstante ya hace 200 años de la independencia de estas naciones, ya no es hora de pedir cuentas a España. Ya se autogobiernan. O eso creen.

viernes, 26 de mayo de 2017

CAMINO DEL IDIOMA CASTELLANO

En el 2002 el Consejo de Europa reconoció oficialmente el Camino de la Lengua Castellana, como Itinerario Cultural Europeo. Hoy el castellano es la segunda lengua materna más hablada del mundo, después del chino mandarín. Está por delante del Inglés, del hindi y otros. La lengua castellana, hija del latín, comenzó su andadura histórica por la geografía de España en el antiguo reino de Nájera. Suelo riojano. En el siglo XI un predicador anotó, en los márgenes de un texto latino, el primer testimonio escrito en romance castellano que ha llegado hasta nosotros. Son las famosas “Glosas Emilianenses” que eran anotaciones en los márgenes a un códice latino en el que se recoge una homilía de San Agustín, tres sermones y una narración de las Vitae Patrum, entre otros textos. Esto pertenece al Monasterio riojano de San Millán de la Cogolla, nacimiento del idioma. Estos primeros balbuceos del castellano continúan en las “Glosas Silenses”, registradas en el cenobio burgalés de Santo Domingo de Silos.
SANTO DOMINGO DE SILOS Cuando los romanos ya abandonaron Hispania, aunque había todavía deferente pueblos bárbaros lo más relevantes fueron los visigodos que poblaron la península, sometiendo al resto. Aunque no abandonaron sus costumbres, se romanizaron bastante, sobre todo al abrazar la religión de Roma, la cristiana. Con el declive de los visigodos se inicia el poder árabe, pero en Al-Ándalus, hablaban el latín vulgar, y lo habitantes católicos de esos territorios que se convertían en musulmanes, los mozárabes, hablaban en un idioma que se le llamó como a ellos, mozárabe. Y los escritos que nos han llegado son las “Jarchas”. Idioma romance, es decir que proviene del romano, del latín. Al avanzar la Reconquista por los reinos cristianos los mozárabes se fueron incorporando a los nuevos reinos, desapareciendo poco a poco. Y el idioma se fue transformando en varias lenguas romances, una de ellas el castellano.
MONASTERIO DE YUSO El castellano era un dialecto de una zona pequeña de la frontera oriental del reino leonés, y empezó siendo un lenguaje bárbaro que motivaba a risas entre los cortesanos de León. Las primeras noticias se tienen del dialecto son del siglo X. Castilla fue un Condado dependiente del reinado Leonés y luego un reino soberano que asumió la iniciativa de la reconquista en la meseta y acabó sometiéndolo políticamente a León.  Hablar de dialecto riojano es hablar de un conglomerado de influencias lingüísticas procedentes de Castilla, Navarra y Aragón, que tienen su origen en hechos históricos. A partir de la segunda mitad del siglo XI. Debemos saber que La Rioja sufre ocupaciones, una castellana, de 1076 al 1109 y aragonesa del 1114 al 1134. La región queda bajo poder castellano, entre 1134 y 1162 , para pasar a formar parte de Castilla, ya de forma definitiva, en 1176. El castellano fue penetrando poco a poco en La Rioja, y esa penetración acabó con las características propias del romance riojano.
MONASTERIO DE SUSO En la localidad de San Millán de la Cogolla, donde están los monasterios de Suso y Yuso, y allí se encontraron las Glosas Emilianenses. Estos son considerados los documentos más antiguos escritos en esta lengua, conjuntamente con otros en Valdepuesta, Burgos. Ambos comparten el honor de ser la cuna del idioma. La lengua San Millán de la Cogolla figura dentro de la denominada Ruta de la Lengua Castellana a la que pertenecen varios municipios que tuvieron un papel fundamental en la evolución del latín vulgar como el burgalés Santo Domingo de Silos o ciudades tan importantes como Valladolid o Salamanca. En este sentido, la ruta del castellano por La Rioja se concentra en los Monasterios de Yuso y Suso, ambos Patrimonio de la Humanidad. También Berceo, a escasos dos kilómetros, donde nacieron San Millán, santo que dio nombre a la población vecina, y Gonzalo de Berceo, considerado el primer poeta conocido en lengua castellana.
COLEGIATA DE COVARRUBIAS El Monasterio de Suso se construyó entre los siglos VI y IX y, por este motivo se pueden observar diferentes estilos arquitectónicos que se fueron superponiendo como el visigótico, el mozárabe y el románico. De su “scriptorium” salieron obras como el Códice Emilianense de los Concilios (s. X), la Biblia de Quiso (s. VII) o una copia del Apocalipsis, de Beato de Liébana (s.VIII). Las universidades de Salamanca y Valladolid imprimieron al castellano dimensiones imperiales y universales. Finalmente, el castellano alcanza su cima en Alcalá de Henares, patria chica del genial autor de El Quijote. Recorrer este Camino de la Lengua visitando los monumentos y reliquias, es un placer que nos permite la curiosidad inteligente.
UNIVERSIDAD DE SALAMANCA Sitios a visitar: Nájera, antigua capital del reino floreciente, también es etapa del Camino de Santiago. Allí encontraremos la capilla de la Veracruz donde se conservan los códice de interés para los cimientos del castellano. El Monasterio de Santo Domingo de la Calzada, que es etapa fundamental para el Camino de Santiago. La Colegiata de Covarrubias, en Burgos, donde vivieron los primeros condes que vieron el nacimiento de la lengua. Santo Domingo de Silos. El propio Gonzalo de Berceo escribió la Vida de santo Domingo de Silos. Aranda de Duero. Donde encontrarmos la Colegiata de Santa María. Peñafiel, donde apreciaremos su magnifico castillo. Valladolid, ciudad clave para el desarrollo de la lengua. Sede desde 1215 de la Universidad o Estudio General. También fua capital del reino. Se disputa con quien quiera hablar “el mejor castellano derecho”. Cuantos literatos escribieron o vivieron en Valladolid. Crvantes, fray Luis de León, Santa Teresa de Jesús, Quevedo, Zorrilla, y de los actuales Guillén, Chacel, Delibes, Umbral, etc. Simancas es otra etapa, su castillo es su referencia. Aqui se guarda el Archivo Geneeral de Simancas. Más de 70.000 lejajos históricos.en unas 50 salas.
SAN MILLÁN DE LA COGOLLA Arévalo, ya en Avila. Famosa por su conjunto medieval. Y ya entramos en la magnífica Salamanca, “La Roma chica”. Ya hemos hablado de esta ciudad en diferentes ocasiones. Solo recordar que en su universidad se escribió el Código de las Siete Partidas, por Alfonso X, el sabio, y esta ciudad vio la luz de la primera Gramática Castellana, obra de Antonio de Nebrija y que la ofreció en 1492 a los Reyes Católicos. En Madrid, es obligado pasar por Alcalá de Henares, donde tenemos la legendaria Cumplutum romana. Aquí pasaron el Arcipreste de Hita y don Miguel de Cervantes. Madrid y Toledo son fundamentales en el desarrollo de la literatura en castellano. Reduciendo todo lo posible, nos queda por conocer todo un continente que habla y escribe en español.

lunes, 15 de mayo de 2017

¿QUIEN ES EL REY DE GIBRALTAR?

El título de Rey de Gibraltar ha sido utilizado por los monarcas de Castilla desde el 15 de diciembre de 1462, fecha de la conquista por Enrique IV, el hermano de Isabel de Castilla, de una plaza tan señera para la recuperación de la España cristiana. 



Por una Carta dada en Trujillo el 12 de julio de 1479, la Reina Católica señala que, después de referirse a ella como Reina de Gibraltar, se la señalará como Señora de Vizcaya, y son infinitos los ejemplos de documentos en que los monarcas españoles se titulan reyes de Gibraltar. Además, una de las columnas que el mítico rey de España Hércules fijó para señalar los confines del mundo conocido era la que tenía su base en Gibraltar, situándose la otra al Norte de África y siendo ambas el núcleo de la divisa columnar de Carlos V, con las filacterias enroscadas a sus fustes diciendo PLVS VLTRA para pregonar la circunvalación del orbe por Juan Sebastián Elcano. Las Columnas de Hércules de origen mitológico, situado en el estrecho de Gibraltar. Era el límite del mundo conocido. 


Pero, aunque, de resultas del final de la Guerra de Sucesión, Gibraltar quedase bajo poder inglés no significa que los soberanos españoles hayan renunciado a su soberanía (como fueron tachados de ineficaces otros puntos de los tratados de paz que posibilitaron acabar con las hostilidades en ese momento (1713). La Constitución de 1978, en su artículo 56.2, escueta y textualmente, dice: Su título [el de Jefe del Estado] es el de Rey de España y podrá utilizar los demás que correspondan a la Corona. Por su parte, en la web oficial de la Casa Real se especifica: El Rey de España es el siguiente: Majestad Católica, Rey de Castilla, de León, de Aragón, de Las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Menorca, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de las Indias Orientales y Occidentales, de las islas y tierra firme de la mar océana; Archiduque de Austria; Duque de Borgoña, de Brabante, de Milán, de Atenas y de Neopatria; Marqués de Oristan; Conde de Habsburgo, de Flandes, del Tirol, del Rosellón, de Gocéano, de Cerdeña y de Barcelona; Señor de Vizcaya y de Molina.

viernes, 5 de mayo de 2017

GUERRA POR GRANADA - SIGLO XV

Después de la famosa Batalla de las Navas de Tolosa, (1.212) en que se puede decir que comienza el declive musulmán en la península. Luego, ntre 1265-66, el rey de Castilla, Fernando III y el de Aragón, Jaime I, se pusieron de acuerdo uno se hizo con Murcia y el valle del Guadalquivir y el otro se hizo con Valencia y Mallorca. Jaime entregó Murcia a Fernando y así es como allí hoy se habla castellano y no valenciano. Teníamos ya lo que Menéndez Pelayo llamó “La España de los cinco reinos”, Castilla, Aragón, Navarra y Portugal, y el pequeño emirato nazarí de Granada. Por eso es que los siguientes 250 años fueron tranquilos. Y por eso digo que los musulmanes no dominaron 800 años como se suele decir, realmente estaban resistiendo con pago de impuestos a los cristianos y divididos entre ellos (los reinos de Taifas). Del 711 en que comenzó la invasión hasta el 1265 van 554 años. El resto hasta 1492, en que cae Granada van 227, en que solo estaba ese reino nazarí. Después de 1266, en Granada, los reyes de Castilla, cobraban un tributo a sus homólogos nazaríes. Un tributo en oro, porque Granada, que se beneficiaba de sus privilegiadas relaciones de sangre con el norte de África, era la puerta del oro africano. Lo cierto es que Granada era un reino próspero, muy poblado y de refinadas costumbres. Ahí tenemos el palacio de la Alhambra. Pero las cosas no son para siempre. El oro comenzó a escasear, y además, los jóvenes que se habían casado tenían las ideas muy claritas; reunir bajo sus reinos los antiguos dominios de los Godos, es decir, todos los territorios que habían sido cristianos. Pero en eso el gobernador moro de Ronda, Mohamed al Zagrí, que se apoderó de la plaza de Zahara en 1481, realmente calculó mal. Isa, para los amigos, que ya había vencido al rey de Portugal, con las tropas al mando de su marido, Nando, para los mismos amigos, pensó “Se te va a caer el pelo, chaval...”
Nando, que era sagaz y astuto y maaalo, cual tigre con dolor de muelas, se lo pensó muy bien. Se acuarteló en Córdoba. Organizó un ejército regular con sus distintos cuerpos, con su Estado Mayor. Las campañas se harían en los meses calurosos, y las desarrollarían con su estudio previo. Podemos pensar que con Nando, había nacido la guerra moderna. Los musulmanes se pensaban superiores a los cristianos, y no iban a tolerar que un cristiano les diera lecciones de guerra. Pues la crisis dentro del emirato estaba servida. En las luchas los moros recibían una buena ensalada de ostias y en el Palacio crecieron las intrigas. Para colmo el rey Muley Hacén, algo viejo ya, se encaprichó con una concubina cristiana mucho más joven que él llamada Soraya. Su esposa Aixa, muy resentida por perder la condición de favorita, se conchabó en secreto con su hijo Boabdil para que le destronase y diese cumplida venganza a la traición. Boabdil, se dejó enredar. El rey moro salió a la lucha por recuperar Alhama y su hijo Boabdil aprovechó la ausencia de su progenitor para dar un golpe de mano con la ayuda del poderoso clan de los Abencerrajes, una familia aristocrática traicionera. Fernando de Trastámara, que así se llamaba el pollo, se enteró de la cuestión y, más listo que el hambre, influyó lo que pudo para incrementar las rencillas del palacio moro.
El rey Muley Hacén, se refugió en el castillo de Mondújar. Boabdil condujo entonces un ejército hasta los territorios cristianos, donde los castellanos salieron a su encuentro, le derrotaron en Lucena y se lo enviaron a Fernando cargado de cadenas. Todos los cristianos pedían la cabeza de Boabdil, pero Nando, astuto como el solo, eso le parecía un desperdicio. Le dejó marchar a cambio de que, en secreto, fuese su aliado y pagase una indemnización, porque la guerra estaba saliendo carísima. En prenda se quedó con sus dos hijos. El Papa había echado una mano otorgando bula de Cruzada a la guerra, lo que significaba pelas calentitas. Con el emirato partido en dos bandos que se la tenían jurada, Fernando se dispuso a ir troceando con paciencia los dominios del enemigo. Ronda y Marbella cayeron en 1485, Loja en 1486 y Málaga en 1487, tras un sonado asedio. Málaga era muy importante y justificaba el dispendio. Los reyes reclamaron soldados de todos sus reinos, y hasta allí llegaron enfervorecidas huestes de vizcaínos, guipuzcoanos, asturianos y valencianos. La flota castellana bloqueó el puerto para evitar que la ciudad recibiese refuerzos y provisiones de Marruecos. A finales de agosto se rindió. Tanto había costado doblegarla que Fernando fue extremadamente cruel con los supervivientes. Ordenó que todos fuesen esclavizados.
Lo que quedaba del emirato estaba dividido entre Boabdil, que controlaba Granada, y su tío el Zagal, que tenía en su poder Almería y Guadix. Muley Hacén había muerto dos años antes, abandonado por todos. Se cuenta que, al morir, los pocos partidarios que le quedaban llevaron su cadáver hasta lo más alto de Sierra Nevada, donde le dieron sepultura. El pico pasaría a llamarse como él: Mulhacén, que es, además, con sus casi 3.500 metros, el más alto de la Península. Fernando antes dar el remate al timorato Boabdil, que se escondía en el Albaicín detrás de las faldas de su madre, siguió a lo suyo, los castellanos conquistaron Baza, y envió un emisario al Zagal para pedir la rendición de El Zagal. Lo entendió enseguida. Entregó Almería y se largó al norte de África. Granada, la capital, en 1490, era lo que quedaba. Fernando sabía que entrar a saco hubiera sido una carnicería por ambos bandos, y con resultado incierto. De modo en lugar de tratar de tomarla al asalto, la sitió. Mandó construir una ciudad junto a Granada, a la que llamó Santa Fe. Caso insólito éste: edificar una ciudad para sitiar otra. No se volvería a ver cosa igual. Granada resistía, Isabel envió un emisario negociador. Ofreció a Boabdil un señorío en la Alpujarra, rentas y el compromiso de respetar la religión y las costumbres de los granadinos. El acuerdo en la desesperada situación en que se encontraba, no estaba mal por lo que el emir aceptó. Se fijó el 2 de enero para hacer efectiva la entrega de la ciudad. Para evitar machadas de última hora, Fernando ordenó a Gutierre de Cárdenas que entrase con un pequeño contingente por la noche y ocupase la Alhambra. Al amanecer, los reyes esperaron a Boabdil a orillas del Genil. El moro se acercó derrotado; hizo ademán de besar las manos de Fernando, cosa que éste rechazó, y entregó las llaves al rey, que, a su vez, se las dio a Isabel. Era su regalo, el más preciado que una reina de Castilla pudo soñar jamás. Gutierre de Cárdenas hizo entonces ondear el pendón de Castilla en lo más alto de la Alhambra, en la torre de la Vela. El cardenal Mendoza, que estaba con él, puso una cruz junto al estandarte. Cuando se produjo la rendición pensó la esposa de Boabdil, Morayma, que le serían devueltos sus hijos, después de diez años. Pero ante la posibilidad de un levantamiento, los monarcas cristianos no entregaron a los príncipes cautivos. El alcalde de Benarix intercedió ante los monarcas suplicando la entrega de los infantes. Los reyes tardaron un año en conceder lo suplicado. Cuando el menor de los hijos, Ahmed, vio a su madre, enferma y postrada, ni la reconoció. Boabdil trató de calmar a su esposa explicándole que había sido educados en la fe católica y ese mismo desdén lo había tenido con él. Pero la pena aumentó al saber que su hijo mayor había muerto años atrás. Terminaría muriendo también.
La Reconquista había terminado. La noticia recorrió Europa. El Papa hizo repicar al unísono todas las campanas de Roma. Los reyes de Europa, incluido el de Francia, celebraron la conquista y ordenaron misas en gratitud por la victoria. Mientras tanto, un vencido Boabdil salía camino del exilio en compañía de su madre, la vengativa Aixa. Al coronar uno de los cerros que anticipan la sierra, Boabdil descendió del caballo, se giró y, mientras contemplaba compungido el perfil de Granada al atardecer, con sus palacios y torres reflejando la delicada luz dorada que baña la ciudad los días de invierno, se echó a llorar. Es entonces cuando dicen las lenguas de doble filo que Aixa pronunció: "Llora, llora como mujer lo que no supiste defender como hombre". Pero esto último no es cierto. La frase la escribió por primera vez, tres siglos después, el padre Echevarría en una obra titulada “Los paseos de Granada”. De ser cierta, sería una gran injusticia. Boabdil luchó por Granada, no fue un buen guerrero, no fue hábil negociador, pero se dejó llevar por los consejos de su madre, pues fue ella quien hizo que su hijo traicionara a su padre y se aliara con los poderosos y pérfidos clan de los Abencerrajes. De ahí que sea conocido como Boabdil el Desdichado. Sus lágrimas siguen hoy inspirando a poetas, y el lugar donde las derramó se llama desde entonces Puerto del Suspiro del Moro.

miércoles, 3 de mayo de 2017

ÁLVAR NÚÑEZ CABEZA DE VACA - EL GRAN CONQUISTADOR

Personifica la España del siglo XVI. Cuando se termina la Reconquista, (batallas contra el Imperio Musulmán), aquellos españoles que llevaban 800 años luchando generación tras generación tienen que seguir peleando por algo, y buscan nuevos horizontes. Álvar formó parte de la primera oleada de españoles que tras las victorias del Gran Capitán empezaron a imponer la hegemonía española en el mundo. Siendo muy joven se marcha a Italia. Lo que buscaba en Italia era lo que buscaba entonces cualquier español: honor, algo mucho más preciado que el vil metal. En aquella España la economía importaba menos que la honra, se podía ser caballero sin dinero y por tener dinero no se era caballero. Cabeza de Vaca tenía que hacer honor a su apellido, había recibido una herencia de nobleza de sus antepasados que debía acrecentar. El principio de legalidad ha imperado y conformado siempre la vida en España. Es la base de la civilización romana, y España, como país nacido al amparo de Roma, ha sido ordenada siempre según este principio. La Reconquista no persigue otra cosa que restablecer la legalidad perdida, el Reino de Asturias quiere recuperar la legalidad del Reino visigodo. Fue una obsesión que marcó al país durante 800 años. Este principio, unido al de fidelidad al Rey y a la sucesión dinástica, marcó también el espíritu de Cabeza de Vaca. Y en 1527 parte para conquistar Florida. Se embarca en aquella misión por tres motivos. Va buscando riquezas, como hoy vamos a Alemania. Allí había medios, y España era un país pobre en medios, como siempre lo ha sido y lo será. Álvar también buscaba el honor, la continuación del legado de los antepasados. Y además, marcha por motivos religiosos. Si leemos las cartas que los descubridores mandan a la Península podemos ver la importancia que dan a la evangelización del Nuevo Mundo. Lo primero que pide Hernán Cortés al Rey tras la conquista de México no son refuerzos militares, armas o barcos. Pide curas. Colón no manda a España como primeras referencias que hay mucho oro o buenas tierras, lo primero que cuenta es que los indígenas son gente de naturaleza muy buena y por lo tanto predispuestos a recibir la fe. ! CABEZA DE VACA FORMÓ PARTE DE UNA EXPEDICIÓN DE LA QUE DE 600 SOLDADOS... ¡QUEDARON VIVOS CUATRO!
La de Pánfilo de Narváez era una de las expediciones mejor organizadas, con muchos barcos, armas y caballos. Pero primero, 150 desertan en cuanto llegan a Cuba. Después, otros cien mueren en unas tormentas horrorosas allí mismo. En cuanto desembarcan en Tampa los indios les persiguen, les lanzan flechas envenenadas y logran matar a la mitad. Y para colmo, cuando salen de la bahía de Tampa tienen que volver a fabricar barcos, porque los que los llevaron ya se habían ido. Nuevas embarcaciones que las corrientes del Misisipi hundieron más adelante... Una sucesión interminable de desgracias hace que, al final, de 600 expedicionarios queden cuatro. Los indios los habían hecho esclavos, no eran más que cuatro y se encontraban en un punto tal de desesperación que ya sólo esperaban la muerte. Pero los convirtieron por la fuerza en médicos, y como quiera que fuese curando a los indios, de la noche a la mañana Álvar dejó de ser esclavo para convertirse en líder de la tribu. Unas veces curaba con lo poco o mucho que aprendió en las guerras en Italia y contra los comuneros, y otras, curaba rezando. Debió tener tal pericia que llegó a operar a corazón abierto a un indio que tenía clavada una flecha. Aquella fue la primera intervención quirúrgica de este tipo de la que se tiene testimonio. De hecho, Cabeza de Vaca es hoy todo un símbolo en el ámbito de la cardiología estadounidense. Álvar es muy querido por los afroamericanos estadounidenses porque trató como un compañero más, y no como un esclavo, al negro Estebanico, uno de aquellos cuatro expedicionarios supervivientes. Y eso en aquel siglo XVI no era frecuente. Además, él fue el primero en construir barcos en lo que hoy son los Estados Unidos. Cuando volvieron de internarse en la Florida les habían dado por muertos, y los barcos se habían ido, así es que tuvieron que fundir sus corazas para fabricar nuevas embarcaciones. Y EN DIEZ AÑOS, CON UN EJÉRCITO DE INDIOS, CONQUISTA LA MITAD SUR DE LO QUE HOY SON LOS EE.UU. Y SIN DERRAMAR SANGRE. Ficha a ese ejército de indios como lo hicieron Hernán Cortés y Pizarro. Lo que pasa es que sobre estos pesa aún la leyenda negra. Sus conquistas han quedado ensombrecidas por algunos episodios de derramamiento de sangre pero, en realidad, las conquistas de México y Perú fueron más bien pacíficas. Los españoles se impusieron a los indios porque estos quisieron ser gobernados por los españoles. Los indígenas veían en aquellos conquistadores unos líderes y gobernantes mucho mejores que los que habían tenido hasta ese momento. Ven en el cristianismo una religión más humana que aquellas en las que se realizaban sacrificios humanos. Los españoles convencían. Pero como Álvar no mató a nadie, es un personaje bastante desconocido, porque a los que defienden la leyenda negra no les interesa alguien que consiguió tanto sin que se le pueda achacar nada. Como premio, es nombrado gobernador del Río de la Plata. En su camino a lo que hoy es la frontera entre Argentina, Paraguay y Brasil contempla las cataratas de Iguazú, de hecho es el primer europeo en dar señales del lugar y llega tras cinco meses de cruzar valles, montañas y selvas a la sede del Gobierno, en Asunción del Paraguay. Pero acabará engrilletado y enviado de vuelta a la Península. ¿Por qué? De nuevo, por defender la legalidad, en este caso las Leyes de Indias que protegían a los indígenas y son el origen de los actuales DERECHOS HUMANOS. La Corona había perdido el control de Asunción, capital del virreinato. Allí se habían sublevado, habían hecho esclavos a los indios y utilizaban a las indias a su placer. Cabeza de Vaca llega para imponer la ley, y por ello lo engrilletan. Una vez cesa la anarquía, pensó en ejecutar a los cabecillas de la rebelión, pero los perdonó y después estos lo acusaron de querer hacerse rey, de independentista. Lo enviaron a España encadenado. A su llegada a España, el Consejo de Indias confirmó el destierro, deportándolo a Orán (Argelia). Tras un periodo de ocho años, Felipe II le concedió el indulto y el cargo de juez en la Casa de Contratación de Sevilla. Los últimos años de su vida los pasó como prior de un convento sevillano, donde, según todos los indicios, falleció, habiendo presenciado el nacimiento del protestantismo y la ruptura de Enrique VIII con Roma. 
--Un busto de bronce de Álvar Núñez en Houston Park conmemorando su gesta en la primera historia de Texas.-- En aquella época la religión era lo más importante, lo único importante. Fuera de la religión nada tenía sentido. Con la Reforma nace el relativismo, y frente a la ruptura de Lutero, la España del XVI defiende aún la legalidad, es fiel a su juramento de fidelidad a Roma, de la que se siente súbdita. Álvar se apoyó siempre en su fe para resistir, para conseguir tantas cosas. Hoy Cabeza de Vaca nos diría, «si yo hice cosas impresionantes sin medios, cómo no las vais a hacer vosotros». Así es que podemos utilizar la Historia como estéril pañuelo de lágrimas o para darnos cuenta de lo que realmente es capaz de hacer el ser humano. Los territorios que anexionó Cabeza de Vaca al Imperio Español integrándolos en el Virreinato de Nueva España, podrían equivaler en extensión a lo que hoy es la actual Europa occidental y el hito de su conquista, quizás solo haya sido superado por el Gran Alejandro casi dos mil años antes en su expansión cultural y militar hacia el antiguo oriente.

domingo, 30 de abril de 2017

2 DE MAYO DE 1808

Decíamos ayer... que las noticias iban llegando. Se sabía que Napoleón tenía medio secuestrados a Carlos IV y Fernando VII. Y eso jodía, claro. Además de que los franchutes lo tocaran el culo a las folclóricas y se comportaran con chulería con “tó quisque”. Ni la corte ni el ejército pensaban en la resistencia frente al invasor francés en aquél momento, después del Motín de Aranjuez, donde Carlos IV abdicó en su hijo Fernando VII. Nadie iba a suponer, que éste iba a ser el mayor traidor que hubo en España. Solo estaba interesado en lamerle las botas a Napoleón para ser rey de España. Pero estas no eran las ideas del emperador. Quería desterrar definitivamente a los Borbones. Sabidas estas cosas, en la noche del 1 al 2 de mayo de 1808, el letrado Juan Villamil es nombrado miembro de una Junta Suprema de Gobierno, clandestina, para reemplazar a la que ya los franceses dominaban. Murat había recibido la orden de enviar al resto de la familia real a Bayona y estas noticias llegaron al pueblo de Madrid. Villamil se encontraba en su casa de Móstoles. Allí fue donde recibió la comunicación que el pueblo se había revelado cuando las tropas francesas sacaban del Palacio Real al infante Francisco de Paula para llevarlo a Francia, el día 2. El levantamiento del dos de mayo no fue realizado por el Estado Español, sino por las clases populares de Madrid contra el ocupante tolerado (por indiferencia, miedo o interés) por gran cantidad de miembros de la administración. A la madrugada del día 2 de mayo el pueblo veía como se llevaban a la reina María Luisa con los dos infantes. Alguien dio el aviso voz en grito y “mueras” a los franceses y se fue creando una multitud, que llevaron a las armas para evitar que se llevaran a los infantes. Apareció entonces el infante don Antonio, emocionado por el acto del pueblo, solo tenía doce años. Su aparición provocó un estallido de entusiasmo en la gente. El alboroto hizo llegar a los franceses que dispararon contra la muchedumbre. Lo que causó que se extendiera la rebelión. Se trató de un acto espontáneo, carente de preparación y medios. Murat, el francés, disponía de 50 mil hombres armados. Los militares españoles no eran más de 5 mil y estaban a las afueras, no obstante fueron avisados. Se acuartelaron pero el pueblo no se retiró. Hasta soltaron a los presos que pidieron sumarse a la lucha. El pueblo madrileño se alzó en armas, es un decir ya que apenas si tenían. El ejército español tenía orden de su rey de amistad con los franceses, por lo que además de estar en clara diferencia numérica era una desobediencia militar al rey. Pero el pueblo recibió la ayuda de algunos destacamentos del ejército y los capitanes del parque de artillería Daoíz y Velarde, que proveyeron de armas y ante los hechos, fueron atacados por los franceses muriendo en la refriega. Los madrileños armados con palos, agujas, barras de hierro, cuchillos y poco más. Cargaron contra un destacamento francés y le robaron el cañón. En fin, que los españoles hicieron lo que pudieron frente a un ejército profesional. Al final fueron conducidos a una emboscada donde los “mamelucos”, soldados musulmanes del ejército francés, se despacharon a gusto con sus cimitarras. Quedó en la memoria gracias al gran reportero gráfico que teníamos, Goya, con “La carga de los Mamelucos”. Se dice que el pintor pudo ver desde una ventana la matanza. Al día siguiente comenzó una represión cruel.
----GOYA LA CARGA DE LOS MAMELUCOS---- Los franceses, no conformes con haber aplacado el levantamiento, se plantearon tres objetivos: controlar la administración y el ejército español, aplicar un riguroso castigo a los rebeldes para escarmiento de todos los españoles y afirmar que ellos gobernarían España. Reprimida la protesta por las fuerzas napoleónicas presentes en la ciudad. Sin embargo, la sangre derramada no hizo sino inflamar los ánimos de los españoles y dar la señal de comienzo de la lucha en toda España contra las tropas invasoras. El mismo 2 de mayo por la tarde, en la villa de Móstoles, ante las noticias horribles traídas por los fugitivos de la represión en la capital, Juan Villamil, jurista, redactó un oficio que fue firmado por el alcalde de Móstoles, Andrés Torrejón y Simón Hernandez, y que sería distribuido por todo el país. Se trataba de una declaración de guerra a Napoleón. Un pueblo, que no un gobierno, el alcalde de un pueblo que prácticamente sin armas, le declaran la guerra al Emperador europeo, al mejor ejército del mundo en aquellos años. ¡Con un par de huevos! Encendida estaba la llama de la lucha por la libertad del sometimiento.. Comenzaba así la guerra de la independencia. Se desarrolló en varias fases en las que ambos bandos tomaron sucesivamente la iniciativa, y se destacó por el surgimiento del fenómeno guerrillero. Los franceses decían que eso no era una guerra, sino una “guerrilla”, pues en los pueblos y en los caminos. Destacamento francés que se localizara, les atacaban por la retaguardia, por los flancos, escondidos en los montes, y como podían. Eso los campesinos, esa era la “guerrilla”. Y así quedó el nombre hasta nuestros días. Además la Junta Suprema había conseguido la ayuda de los ingleses, que se la tenían jurada a Napoleón, y mandaron al general Wellington al frente de sus tropas y del ejército español.
----GOYA- LOS FUSILAMIENTOS DEL 3 DE MAYO---- Los éxitos de las fuerzas españolas fueron, la Batalla del Bruch, la resistencia de Zaragoza y Valencia y, en particular, la sonada victoria de Bailén, donde destacó un joven oficial, José de San Martín. El destino a la campaña del ejército de Napoleón contra Rusia fue aprovechada por los españoles. Victoria en la batalla de los Arapiles y victoria en las batallas de Vitoria (21 de junio) y San Marcial (31 de agosto). El tratado de Valençay (11 de diciembre de 1813) restauró a Fernando VII y dejaba a España libre de la presencia extranjera, pero no evitó la invasión del territorio francés, siendo la batalla de Toulouse (10 de abril de 1814), el último enfrentamiento de la guerra. Refiriéndose a esta guerra Napoleón I, en su exilio, declaró: “Esta maldita guerra de España fue la causa primera de todas las desgracias de Francia. Todas las circunstancias de mis desastres se relacionan con este nudo fatal: destruyó mi autoridad moral en Europa, complicó mis dificultades, abrió una escuela a los soldados ingleses... esta maldita guerra me ha perdido”. Napoleón fue derrotado en España en varias ocasiones, la más sonada en Bailén. No fue la de Waterloo la primera derrota del emperador, fue la última. Foto de la pintura de Francisco de Goya, "Los fusilamientos del 3 de mayo" y “La carga de los Mamelucos”

miércoles, 12 de abril de 2017

PARADORES DE TURISMO NACIONALES DE ESPAÑA

Una de las mejores ideas y realizaciones que se han hecho en España aprovechando lo que hay, mejorando su situación, conservando y además consiguiendo un beneficio. Buena forma de conservar y utilizar nuestro gran patrimonio arquitectónico histórico-artístico. En realidad son una serie de castillos, monasterios y palacios convertidos en hoteles de categoría, localizados en sitios privilegiados, muy bien seleccionados. Podrían haber muchos más, pero el dinero manda. Detrás de esto esta la empresa “Paradores de Turismo de España, S.A”. que es una empresa cuyo capital es, en su totalidad, de la Administración General del Estado. Es decir de toda España. La empresa cuenta con un valioso patrimonio histórico, seguramente en su aspecto artístico el más valioso del mundo en manos de una cadena hotelera, con edificios, de los cuales 45 están declarados Biene de Interés Cultural. Además conserva entre su oferta una propuesta de gastronomía propia de la zona en que se encuentra cada Parador, recuperando la cocina tradicional del lugar.
En 1926 el Marqués de la Vega-Inclán fue la persona de la cual nace este gran proyecto, convertido en realidad, por suerte. Construyó un alojamiento en la sierra de Gredos, que sería el primer Parador. Posteriormente se constituyó la Junta de Paradores y Hosterías del Reino. Parajes de belleza, poblaciones con riqueza cultural e histórica donde se encontraran monumentos históricos y artísticos factibles de remodelar y convertirlos en hotel. Esa fue la idea original. Y así se hizo. Al de Gredos siguieron otro en Alcalá de Henares, Madrid, en Ciudad Rodrigo en Salamanca, el de Oropesa en Toledo, el de Úbeda en Jaén. Y el de Mérida en Badajoz. Esto hasta 1933. A la vez se construyeron doce Albergues de Carretera, que posteriormente también fueron Paradores. En la década de los 60, durante el ministerio de M. Fraga, fue cuando la red de Paradores alcanzó más impulso y llegó a tener 83 Paradores. Luego se perdieron los que había en Marruecos. En la década de 1980, algunos hoteles se incorporaron a la red de Paradores como el Hostal de los Reyes Católicos en Santiago de Compostela, una auténtica belleza.
En el año 2012 las dificultades económicas de la red que fueron encontradas decidió el cierre temporal de varios establecimientos. Hay gente que exclusivamente se aloja en Paradores, y no les hables de otras cosas, no hay nada comparable para ellos. El Monasterio de San Estevo, por ejemplo se aprecian claramente los estilos barroco y románico, con tres impresionantes claustros, uno románico, uno gótico y otro renacentista, por los que podrás pasear en noches tranquilas, bajo tenue iluminación y con un leve sonido de música religiosa acompañándote. La belleza y monumentalidad del edificio han hecho que fuese declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1923. Un moderno hotel, con todas las comodidades nunca podrá ofrecerte el arte, la historia y el monumento de un Parador. Aquí tienes por ejemplo el de los Reyes Católicos y el de San Estevo.

lunes, 27 de febrero de 2017

ALFONSO XIII HASTA ABRIL DE 1931

El rey Alfonso XIII (1886), había sido declarado mayor de edad en 1.902. Para entonces ya se habían perdido Cuba, Filipinas y Puerto Rico, con una guerra con EE UU. Se iban manifestando dos tendencias claramente contrapuestas, la derecha y la izquierda, el socialismo y conservadores. Y en la izquierda el socialismo manifestaba sus reivindicaciones pacíficamente y en los anarquistas, enemigos de un orden general establecido, “Ni Dios, Ni patria Ni rey”, pensaban que la forma de ir arreglando las cosas era a base de violencia. Ya hemos hablado en el capitulo anterior de los sucesos de Melilla, en el verano de 1909, en que murieron 150 españoles, y en Barcelona a causa del reclutamiento para esa solución militar se desencadenó la “Semana Trágica”. Se quemaron edificios religiosos, menos defendidos y murieron entre sacerdotes y civiles unas 100 personas. De esta forma en el país, el anarquismo, que quiere decir la ausencia de leyes, se transformó en sinónimo de terrorista. El auge burgués e industrial del momento estaba metiendo mucho dinero en las provincias vascas, Asturias y sobre todo en Cataluña, donde ciudades como Barcelona, Sabadell, Manresa y Tarrasa, con sus manufacturas textiles y su proximidad fronteriza con Europa, aumentaban la riqueza y por supuesto inspiraba, al igual que hoy, un sentimiento de superioridad al resto del país, no era un sentimiento separatista todavía pero si de descentralizar el estado, una federalismo. En 1916 los militares de a península estaban jodidos en comparación a los destinado a África. Sometieron a presiones al gobierno y a la corona. Pero al menos controlaban los problemas sociales. Y para arreglar las cosas se desata la Primera Guerra Mundial. España se declara neutral, aunque el rey era algo germanófilo ya que la reina era de origen alemán. Y el país se divide en las opciones. La izquierda, intelectuales y nacionalistas simpatizaban con los aliados y los franceses. Y los conservadores y el ejército simpatizantes con los imperialistas. Dos bandos, cultura alemana o civilización aliada. Alfoso XIII y Primo de Rivera
La clase obrera sufrió las consecuencias de la carestía de los productos. Y a raíz de esto y otros muchos conflictos sociales el ejército ganó prestigio como garante de la paz. En 1917 una huelga revolucionaria declarada por la UGT. En 1918 una crisis de capitalización a causa de la guerra de Marruecos. Bajó espectacularmente la producción manufacturera y la producción en la minería, lo que comporto enorme cantidad de despidos con el consiguiente conflicto social. En el exterior se veía a España como un país imposible de gobernar. Comenzaron a oírse voces como “el peligro bolchevique”, el “separatismo”, y “debilidad del liberalismo”. Por ejemplo en 1920 hubieron 1.060 huelgas con 7.260 días laborables perdidos. Los anarquistas reconocieron la revolución rusa como la oportunidad esperada para terminar con el capitalismo. Esto forzó la división del Psoe y en el ala más izquierda se independizó con el nombre de Partido Comunista de España. Y claro, apareció un militar para arreglar las cosas. En septiembre de 1923 el general Primo de Rivera da un golpe de estado que dura hasta 1930. Miguel Primo de Rivera, el dictador aunque tuviera buenas intenciones usaba métodos muy equivocados y se preocupaba de poner orden social fundamentalmente, y la unidad de España, pero faltaba un programa político. Entre los tantos a su favor se cuentan la construcción y equipamiento de nuevas escuelas, el respeto a la huelga y los sindicatos libres, la jubilación pagada para cuatro millones de trabajadores, la jornada laboral de ocho horas, que hay que decir que fuimos los primeros del mundo en adoptarla, una sanidad nacional bastante potable, lazos estrechos con Hispanoamerica, las exposiciones internacionales de Barcelona y Sevilla, la concesión de monopolios como teléfonos y combustibles a empresas privadas (Telefónica, Campsa), y una inversión en obras públicas, sin precedentes en nuestra historia, que modernizó de forma espectacular reservas de agua, regadíos y redes de transporte. Pero el pueblo y la Iglesia sobre todo, seguían en su letanía. El bolchevismo intentaba controlar desde Rusia el tinglado, el socialismo y el anarquismo peleaban por la revolución, y el fascismo, que acababa de aparecer en Italia, era todavía un experimento nuevo, cuyas siniestras consecuencias posteriores aún no eran previsibles, que gozaba de buena imagen en no pocos ambientes. Y todo esto llegaba a nuestro país, que, por ejemplo la Barcelona industrial, sobre todo, siguió siendo escenario de lucha entre patronos y sindicatos, pistolerismo y violencia. El nacionalismo catalán siempre apretando cuando el estado anda flojo, jugaba fuerte para conseguir una autonomía propia. La primera pitada al himno nacional tuvo lugar en 1925 en el campo del FC Barcelona, con el resultado inmediato del cierre temporal del estadio. La represión de Primo de Rivera se centró especialmente en intelectuales y periodistas, la crítica de la dictadura. Blasco Ibáñez, Unamuno, Ortega y Gasset, entre muchos, tomaron partido contra él. Y Alfonso XIII, un rey sin arrestos, comenzó a distanciarse tímidamente. Así que para cuando el rey dejó caer a Primo de Rivera, la monarquía parlamentaria estaba fiambre total. La “Dictablanda”, periodo desde la caída de Primo de Rivera no funcionó. Con buenas intenciones decidió aplazar la elecciones previstas y en su lugar convocó elecciones municipales para abril de 1931. La reina Victoria Eugenia
La guerra de África y la dura campaña del Rif habían creado un nuevo tipo de militar español, como consecuencia de los disparates políticos que habían dado lugar a las tragedias de Marruecos, despreciaba profundamente el sistema parlamentario y conspiraba en juntas y casinos militares. Tras el fracaso de la dictadura de Primo de Rivera, unos se inclinaban por soluciones autoritarias conservadoras, y otros, menos pero bastantes, por soluciones autoritarias desde la izquierda. Siempre hubo republicanos de izquierdas y de derechas. Las ideas independentistas vasca y catalana, fastidiaban el paisaje, ávidos de pescar en rio revuelto. La Iglesia iba a lo suyo, sin ponerse el mono de trabajo de la actualidad, y en materia de educación escolar, emancipación de la mujer y reformas sociales no facilitaba las cosas, precisamente. Alfonso XIII era ya cadáver. Los partidarios del trono eran cada vez menos, e intelectuales como Ortega y Gasset, Unamuno o Marañón empezaron a dirigir fuego directo contra Alfonso XIII. Los últimos tiempos de la monarquía fueron agónicos. En 1931, José Ortega y Gasset, Ramón Pérez de Ayala y Gregorio Marañón, firman el manifiesto «Al servicio de la República», manifiesto antimonárquico que tuvo extraordinaria influencia sobre la opinión pública y valió a los tres el apelativo de «padres espirituales de la República».  La realidad de los hechos de estas tres personalidades hizo que cambiaran su forma de pensar sobre la República Española. Alfonso XIII tenía las horas contadas, no querían hablar con él, sino echarlo a la puta calle. Y la peña se dedicó a pensar en la II República, dado que el rey se lo había puesto en bandeja. La España monárquica empezaba a ser inviable. A nadie le importó su labor humanitaria en la Guerra Mundial ni al tratar de salvar a los monarcas rusos del afeitado general. No tuvo apoyos ni de dentro del país ni de fuera. Realmente el pescado estaba vendido y ya se sabía que las elecciones municipales eran realmente un referendum, no sobre los ayuntamientos sino sobre monarquía o república. Y fue República.

sábado, 25 de febrero de 2017

FINALES DEL XIX Y PRINCIPIOS DEL XX

La vuelta de los Borbones se llamó “La Restauración” que con la estabilidad política que comportó, fue muy diferente a las etapas anteriores. Pero hubo en claro contraste entre algunas zonas del país, sobre todo Cataluña con la industria textil y el País Vasco y Asturias, donde el sector minero y la industria pesada. Esto transformó las estructuras sociales y económicas de esas regiones. En esas áreas podemos decir que se produjo en la revolución industrial. Pero en el resto de las regiones estaban poco industrializadas eran fundamentalmente la agricultura, ganadería y pesca las posibilidades de trabajo. El 72% de la población era rural en España en esa época. Para huir de la miseria muchos jóvenes emigraron y los destinos principales fueron Cuba, Argentina y Brasil. Entre 1875 y 1915 un total de 1,5 millones de españoles entre los 18 y 21 años, se establecieron en Argentina. Pero la mitad de las explotaciones de la minería ya estaba en manos extranjeras. Tampoco es que fuera del todo malo pues las inversiones fueron muy importantes y se crearon puestos de trabajo donde no los había, produciendo migraciones. Para entonces Barcelona solita creo lo que se llamó “La fiebre del oro”, ya que acogió más del 40% de la industria de todo el país. Pero ahí no hubo inversión extranjera. Pero los gobiernos no consiguieron sacar buen partido como recaudadores ya que las clases dominantes evitaban el pago de impuestos directos. Esta riqueza es uno de los fundamentos del independentismo, hablando claro, ya que si fueran regiones pobres, no se les ocurriría siquiera.
Aparece entonce en Madrid una institución completamente ajena a partidos políticos, comunión religiosa y escuela filosófica, todo un avance. Estamos ante La institución Libre de Enseñanza, que promovida por Giner de los Rios, entre otros, fue una entidad pedagógica avanzada, de la que todavía estamos carentes. Imagínate amigo que en el Boletín que editaba escribieron Unamuno, Berttrand Rusell, Charles Darwin, Ramón y Cajal, y la plana mayor de la generación del 98, entre los más conocidos. Estamos más o menos en 1890. La Iglesia jugaba en otra liga. Fue perdiendo influencia en todas las regiones. Pero la práctica religiosa no por ello disminuyó. Podemos decir que en las clases medias había escepticismo mientras que entre las clases populares se fue convirtiendo en hostilidad, sobre todo en el mundo obrero. Entre las mujeres no sucedía lo mismo. Ellas estaban encaminadas a preservar las tradiciones y a continuar las conductas heredadas, sumisión y acatamiento. ¡Estaría bueno! Dos terremotos en Andalucía y en 1885 una epidemia de cólera invadió gran parte del territorio español. Jaime Ferrán y Clua, un prestigioso médico de Tarragona, interesado en los descubrimientos de Pasteur llegó a desarrollar la vacuna contra el cólera, pero cosas de España, tuvo la crítica y oposición de colegas, entre ellos de Ramón y Cajal. La muerte de Alfonso XII hizo que su viuda fuera la regente, María Cristina de Hansburgo-Lorena, que al quedarse viuda estaba embarazada del que sería Alfonso XIII, que fue rey desde el momento de nacer. Se ha contado infinidad de veces la autoprovocación de los norteamericanos para declarar la guerra a España, con el hundimiento de su barco, el “Maine” hecho sucedido durante la regencia. Las consecuencias dramáticas llamadas “el desastre del 98”. Perdida la guerra el 10 de diciembre de 1898 se firmó el Tratado de París, con bajada de pantalones españoles, y se puso fin al imperio colonial español en ultramar, al ceder la soberanía de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam en las Marianas. España recibió 20 millones de dolares por la cesión de Filipinas. ESPAÑOLES EN CUBA
EEUU optó por establecer un protectorado en Filipinas, pero en Puerto Rico se decidió la ocupación anexionista y en Cuba un control militar, dado el grado de influencia independentista. Pero hemos de tener en cuenta que pagando 2000 pesetas un joven se libraba de las guerras, con lo cual iban los de siempre. Pero además sin medios militares, con escasa o nula preparación, mal alimentados. Eso si, fueron despedidos en los muelles con un fervor y entusiasmo propio de un amor patriótico, pensando que podrían poner en vereda a un ejército mucho más moderno y preparado, y en tierras a miles de kilómetros de España. Y fueron. Y más de 55.000 españoles no volvieron de Cuba. Lucharon con valor hasta que ya era imposible seguir. Es conocido que en Baler, un pueblo de Filipinas, fue sitiado y los españoles resistieron lo indecible. No se fiaban de la noticia del final de la guerra, siguieron resistiendo el sitio hasta que con una foto de un periódico pudieron convencerles. Muchos años después, mostrando sus medallas de héroe, en la Guerra Civil, uno de los “últimos de Filipinas” fue fusilado, da igual por quien. Cosas extrañas que ocurrieron fue que antes de la guerra, los “indianos”, españoles enriquecidos en Cuba, lograron vender su capital y trajeron todo su dinero en dólares, los que originó una ventaja para aquellas zonas, como Cantábria, de donde habían salido en su momento. Entre medias de todo esto Cataluña andaba pensando en promulgar una Constitución, cosas de Cambó. Y en 1895 Sabino Arana funda el PNV, con ideas independentista y católicas. Después de este desastre del 98, vino lo que se dio en llamar el “Regeneracionismo” que nace con Joaquín Costa, llevado por la inspiración de la obra “Oligarquía y Caciquismo” de 1901 donde criticaba duramente el estado de cosas que estaba impidiendo una realización y concreción de la verdadera democracia, es decir el gobierno del pueblo, de todo el pueblo y no solo del partido que, ganador en comicios pero que no reconoce a ningún otra idea que no sea la suya, plagada de intereses y corrupción.  A finales de siglo hay un renacimiento cultural que se dio en llamar la “edad de plata”. La ciencia, la música, la literatura y la pintura alcanzan un grado de expresión extraordinarios incluso a nivel internacional. Personajes como Sorolla, Unamuno, Falla, Pérez Galdós, Ramón y Cajal, Menéndez y Pelayo, Benavente, entre otros son los responsables de este florecimiento. Algo típicamente español, cuando todo está jodido, es cuando aparecen los mejores intelectuales. Pero todos los novelistas no narran las desventuras del campesinado ni de la clase obrera. Tampoco les interesa el mundo de la política. En la música triunfa la zarzuela, género auténticamente español. Pero descolla sobre todas las artes la arquitectura. Se construyen grandes edificios públicos. Y a todo esto llegamos al 17 de mayo de 1902, fecha en que Alfonso XIII cumple la mayoría de edad necesaria para ocupar el trono, 16 añitos. Y lo avisa ya en su discurso en el primer Consejo de Ministros, su decisión de participar en los asuntos políticos y ser protagonista de lo que las leyes le indican, incluyendo el de jefe del Ejército.
De todas formas en los primeros años de reinado se notaba la influencia que tenía su mamá sobre el joven rey. Pero aunque las cosas marchaban no del todo mal, vino un suceso desgraciado en unos yacimientos mineros cerca de Melilla donde murieron en la revuelta (del Rif) y entre trabajadores y militares emboscados murieron mas de 150 españoles. Luego se solucionó el asunto con el envío de tropas en el verano de 1909.
Ese verano las cosas se calentaron. En Barcelona hubo una insurrección militar y anticlerical, para oponerse al envío de tropas a África, reservistas casados y con hijos la mayoría, que eran muchos catalanes. Esto se tomó como una provocación. Huelga general y la violencia se desató. Barcelona se llenó de barricadas y el pueblo, manejado por demagogos y oportunistas de líderes radicales, comenzó la quema de iglesias y conventos ante la pasividad del ejército. Se quemaron 80 edificios religiosos y murieron entre sacerdotes y civiles unas 100 personas. Se profanaron tumbas de religiosas de clausura y las pasearon por la ciudad en un espectáculo macabro. La llegada de tropas y la nula organización de los revoltosos hizo que se pudiera controlar la situación. La Semana Trágica de Barcelona había acabado. La burguesía catalana, respiró al fin.

viernes, 24 de febrero de 2017

REY ALFONSO XII

Todo el siglo XIX había sido un desastre. Repasando vemos que hemos tenido, un rey cornudo,que abdicó dos veces, otro traidor y corrupto, otro francés impuesto, otro italiano elegido por votación, una guerra sangrienta en la que el pueblo solito se levantó y luego mandó al carajo al mismísimo Napoleón. Luego una república que no llegó a dos años. La pérdida de casi todas las posesiones americanas tras una guerra sin cuartel, una primera insurrección en Cuba, una guerra cantonal. Todo el siglo XIX fue de los peores de nuestra historia. Y la peña, es decir la gente del pueblo estaba hasta los escrotos. Se necesitaba ya estabilidad, seriedad, trabajo, normalidad, justicia y que hubiera sanidad, educación y dejarse de salvadores de todo tipo. Lo de siempre. Con lo cual comenzamos a entrar en una etapa conocida como la Restauración Borbónica. Un sistema monárquico que comienza a finales de 1874, final de la Primera República y llega hasta el 14 de abril de 1931, proclamación de la Segunda república. Es decir que después del Sexenio democrático, recupera el trono la dinastía Borbónica con Alfonso XII.
En diciembre de 1874, el general Martínez Campos proclamó rey a Alfonso XII, por una cuestió sexual, le salía de los huevos. La verdad es que la abdicación de Isabel II no había llegado a Madrid desde París. Y también se prefería primero promulgar la nueva Constitución (que fue la de 1876). Alfonsito de Borbón, el hijo en el exilio de Isabel II, que tenía 18 años y era un chico agradable, bajito, moreno y con patillas, sensato y bien educado. La cosa resultó muy bien acogida, Serrano hizo las maletas, y el joven Borbón vino de Francia, desembarcó en Barcelona, y a primeros del año 1875 hizo una entrada solemne en Madrid, con el entusiasmo del mismo pueblo que decía y sabía que su madre había sido un putón. Pero el pibe vino como agua de Mayo. Cánovas era un político serio. El monarca caía muy bien, claro que era un putero, pero eso es de familia. Pero tenía sentido común. Se había casado por amor con la hija del duque de Montpensier, que era enemigo político de su madre. Ella se llamaba María de las Mercedes. (Vicente Parra y Paquita Rico), peli que lo explica, pero que para los que les sube el azúcar no está recomendada. Pero se ganaron el corazón de las marujas y todo cristo tuvo un subidón optimista. Todo iba de momento sobre ruedas, pero, hete aquí, que muere Mercedes. Funerales memorables y lágrimas a raudales por doquier, la delicia para el “Corazón, corazón”. Pero hizo que el pueblo se pusiera de parte del rey como nunca había pasado. Otra oportunidad, pero… Alfonso XII murió en 1885 y sólo reinó diez años. Pero al menos España estaba en un momento próspero. Se fue formando una clase media. Lo que nunca. El quilombo Cubano estaba ya tranquilizado merced a la “Paz de Zanjón”. Los carlistas estaban más serenos después de su tercera guerra y derrota y hasta el pretendiente Carlos dijo “hasta luego Lucas” y como todo español que huye se fue a Francia. Mientras tanto ya había negocios prósperos en Asturias, Vascongadas y Cataluña se estaban forrando con su tres por ciento o lo que fuera. La minería, las industrias subsidiarias, todo esto en las Vascongadas y en Cataluña por el estilo, industria de telas y exportaciones, todo ello cimentado por la banca creciente, etc. Parlamentarios monárquicos felices con el rey y parlamentarios republicanos que en su mayor parte, tras la disparatada experiencia reciente, no creían un carajo en la república. Todos eran dinásticos. Se había promulgado en 1876 una Constitución que estaría en vigor más de medio siglo, hasta 1931. Se trataba de una monarquía parlamentaria a la manera inglesa. Cánovas líder del partido conservador y Sagasta líder liberal, se repartieron la gobernación del país de forma pacífica y constructiva. El periodo llamado de “Alternancia” Ninguno de los dos cuestionaba la monarquía. Todo con vaselina. Claro que se beneficiaban algunos sinvergüenzas ya que unos se iban y se ponían a otros y así sucesivamente. Pero había paz y estabilidad. A comienzos de 1879, Martínez Campos vino de Cuba para ponerse al mando de un nuevo gabinete. El fondo de la cuestión era una reforma profunda en las leyes para Cuba, la primera abolir la esclavitud. Finalmente se aprobó pero quedó aparcado su cumplimiento por la nueva boda del rey, que era viudo, las clases terratenientes de la isla consiguieron aplazar el acuerdo. Hasta que en febrero de 1880 se consiguió abolir la esclavitud en Cuba. En 1881 Sagasta ocupaba la jefatura del Gobierno. Llevó importantes cambios muy bien vista por gran parte de la sociedad. Autorizó la libertad de reunión, indultó a los periodicos suspendidos, estableció la libertad de prensa suprimiendo la censura previa. Inició una nueva política educativa. Otorgó el título de Princesa de Asturias a la infanta María de las Mercedes,(hija del rey) título desierto a la espera de un hijo varón.
Es claro que siempre hay gente que nace para tocarlos. Y hete aquí, que el anarquismo, muy activo en Andalucía rechazaba todo tipo de participación electoral, todo lo contrario que los socialistas. Y en 1883 los sucesos de “La mano negra”, personajes de presunta filiación anarquista, se le atribuyeron asesinatos y diferentes acciones violentas y delitos. Fueron juzgados y ejecutados siete hombres. Lo cierto es que el campo andaluz atravesaba momentos de verdadero estancamiento. Pero el gobierno abligado por las circunstancias fue girando de centro liberal a la izquierda para que en enero de 1884 Cánovas formara su segundo gobierno, claramente de derechas. Para el verano el gobierno estaba en crisis, para colmo un conflicto naval casi nos provoca una guerra con Alemania, que gracias al papa León XIII se pudo solucionar por vía diplomática. En la primavera de 1884 Alfonso XII enfermó de tuberculosis. Moriría en noviembre de 1885. La restauración estaba en peligro. Los partidos Liberal y Conservador acordaron la regencia de María Cristina, que había quedado viuda estando embarazada. Pero no presintieron el futuro. La España cainita, desde Viriato para aquí, se iba a hacer notar. Por ejemplo a la Iglesia todo lo que oliera a reforma y progreso le producía ampollas. La educación pública, el sufragio universal, la libertad de culto, el divorcio, etc. Y, cosa de este país, en cierta forma estaban de acuerdo con las izquierdas que tampoco estaban conformes con tibiezas. Querían aún más. Por un lado se consiguió un feroz anticlericalismo que con el tiempo se saldaría trágicamente. Hoy nos parecerá una barbaridad estos datos, por ejemplo la esperanza de vida era en aquellos tiempos de 29 años, las jornadas de trabajo de 12 horas. El 50% de los niños morían antes de los 5 años. El jornal en la industria era entre 3 y 5 pesetas, y en el campo de 1 peseta. En la familian tenían que trabajar todos losmiembros, incluso los niños, pues un jornal no llegaba para sostenerlos. El 70% de la población era analfabeta. En la política existía la oligarquía, es decir el gobierno de unos pocos, generalmente pactado para distribuirse el poder. También se recurría a los “caciques” en los pueblos y comarcas, que eran los que conseguían manejar las votaciones y las inclinaciones necesarias para ello en el pueblo. Las elecciones estaban manipuladas, votaban los fallecidos, se ponían trabas a los electores contrarios y se les facilitaba a los adeptos. Los pucherazos eran algo corriente. Así las cosas la emigración comenzó hacia las ciudades y hacia América por parte de la gente joven. Tenemos todavía pendiente hablar de la Revolución Industrial, la condición de la mujer, de la evolución del pensamiento, la pérdida de Cuba, de Filipinas y Puerto Rico. En fin, que hay para rato. Un siglo desastroso.

jueves, 23 de febrero de 2017

PRIMERA REPÚBLICA ESPAÑOLA

Desde el 11 de febrero de 1873 hasta el 29 de diciembre de 1874. En los ventidos meses que duró, tuvo cinco ejecutivos. Por esas fechas en el pueblo español había un 60 por ciento de analfabetos. Nuestra querida España estaba sometida a generales, obispos y especuladores financieros, la política en manos de jefes de partidos sin programa, y las elecciones una comedia. La educación pública no interesaba un carajo a la clase política. 6.000 pueblos carecían de escuela, y de los 12.000 maestros censados, la mitad se clasificaba oficialmente como de escasa instrucción. En cuanto a la industrialización que otros países europeos encaraban con eficacia y entusiasmo, en España se limitaba a Cataluña, el País Vasco y zonas periféricas como Málaga, Alcoy y Sevilla. Talleres y fábricas, a juicio de la clase dirigente española, eran peligroso territorio obrero. De ahí que el atraso industrial y la sujeción del pueblo al medio agrícola. Y se proclamó la República, por 258 votos a favor y 38 en contra, curiosamente sólo había 77 diputados republicanos. Unos la querían unitaria y otros federal. Sin haber aprobado una nueva Constitución, para unos la federación era un pacto nacional, para otros la autonomía regional, para otros una descentralización absoluta.
Se sucedieron cuatro presidentes. Estanislao Figueras, un abogado catalán. ¡El primer gobierno duró quince días! Crecida la anarquía por todas partes, Figueras se marchó en secreto a Francia, (¿Dónde si no?) Sin presentar la dimisión. Le sucedió Pi y Margal. Gobernó 37 días. Luego vino Nicolás Salmerón, persona moral y federalista. Comenzó a poner sitio a Cartagena donde los cantoneses (insurrección cantonal) se habían apoderado de la escuadra. Como no quiso firmar penas de muerte dimitió duró 51 días. Luego Emilio Castelar, uno de los pocos que nunca había cambiado de partido. Para evitar la inestabilidad del Parlamento lo suspendió hasta enero de 1874, gobernando por decreto. Entretanto en Cuba había estallado la insurrección independentista. Y los carlistas, viendo amenazados los valores cristianos y la cuestión foral, volvían a echarse al monte, empezando su tercera guerra. El ejército era un descojone total, de forma que sólo había un general que no se había sublevado nunca, y al que los compañeros tachaban de maricón. Así que no es de extrañar que un montón de lugares empezaran a proclamarse federales e incluso independientes por su cuenta. Fue lo que se llamó insurrección cantonal. A este desatino, llamado República solo la reconoció EE UU y Suiza. Tal era la confianza que generaba. Se redactó una Constitución que nunca entró en vigor, en la que se proclamaba una España federal de “diecisiete estados y cinco territorios”, pero una treintena de provincias y ciudades se proclamaron independientes unas de otras, llegaron a enfrentarse entre sí y hasta a hacer su propia política internacional, como Granada, que abrió hostilidades contra Jaén, o Cartagena, que declaró la guerra a Madrid y a Prusia, con dos cojones. Eso se llamó Insurrección Cantonal. Se mezclaban federalismo, cantonalismo, socialismo, anarquismo, anticapitalismo y democracia. Un caos peligroso, lleno de quimeras y proyectos irrealizables. Julián Marías escribió acerca del Parlamento aquel, «allí podía decirse cualquier cosa, con tal de que no tuviera sentido ni contacto con la realidad». Se legalizó el divorcio, se confirmó la libertad de culto, para cabreo de la Iglesia, y se suprimió la pena de muerte. Pero en lo administrativo era un desastre. Una España fragmentada e imposible todo eran fronteras interiores, milicias populares, banderas, demagogia y disparate, y los militares estaban mal vistos y además no los obedecía nadie. La guerra cantonal se prolongó en Cafrtagena y en Andalucía durante cierto tiempo, hasta que el gobierno envió a los generales Martínez Campos y Pavía para liquidar el asunto por las bravas, cosa que hicieron a cañonazo limpio. Mientras tanto, como las Cortes no servían para nada, a los diputados, que ya ni iban a las sesiones, les dieron vacaciones desde septiembre de 1873 a enero de 1874. Y el 29 de diciembre de 1873, cuando se reunieron de nuevo, el general Pavía, respaldado por la derecha conservadora, sus tropas y la Guardia Civil, rodeó el edificio.
Los republicanos decidieron morir defendiendo a la patria y la República, y ¡bla bla blá!. Pero en cuanto oyeron el primer tiro al aire cambiaron su forma de pensar. Se marcharon sin saludar estos también, corriendo o arrojándose por las ventanas, (¡auténtico!). Y, cual comedia de Arniches, de esta forma grotesca y burda acabó lo que nunca fue Republica Española, sino un quilombo insensato, pero con muertos, hambre y caos. Todo el siglo XIX había sido un desastre. Repasando vemos que hemos tenido, un rey cornudo,que abdicó dos veces, otro traidor y corrupto, otro francés impuesto, otro italiano elegido por votación, una guerra sangrienta guerra en la que el pueblo solito se levantó y luego mandó al carajo al mismísimo Napoleón. Luego una república que no llegó a dos años. La pérdida de casi todas las posesiones americanas tras una guerra sin cuartel, una primera insurrección en Cuba, una guerra cantonal. Todo el siglo XIX fue de los peores de nuestra historia. Y la peña, es decir la gente del pueblo estaba hasta los escrotos. Se necesitaba ya estabilidad, seriedad, trabajo, normalidad, justicia y que hubiera sanidad, educación y dejarse de salvadores de todo tipo. Lo de siempre. Así que algunos políticos, tomando el pulso al ambiente, empezaron a plantearse la posibilidad de restaurar la monarquía y así, en diciembre de 1874, después del golpe de Pavía, el general Martínez Campos proclamó rey a Alfonso XII, porque le pareció lo más apropiado. Es decir por sus huevos

martes, 21 de febrero de 2017

AMADEO I REY DE ESPAÑA

Te habrás preguntado, querido amigo lector, por qué le doy tantos capítulos al siglo XIX. Fijaros que sumando reyes, regentes, reinas, novios de la reina, novios del rey, presidentes de república y generales que pasaban por allí, incluidas guerras carlistas y coloniales, tuvimos dieciocho formas de gobierno diferentes, solapadas, mixtas, opuestas y combinadas. La ambición de poder, los desgobiernos y la mala leche, que nos legaron ya los celtas, estaba organizada para que el país se fuera yendo al carajo. Las desamortizaciones, que en principio la cosa sonaba bien en realidad solo valieron para los que era de la Iglesia, pasara a manos de ricos hacendados. Se reforzó el papel de la oligarquía y para colmo las propiedades que no interesaban, monasterios, conventos y otras haciendas se olvidaban, se abandonaban y así han llegado hasta nosotros. Hechas un asco muchas de ellas. Pero los campesinos vivían igual o peor, se crearon proletariados por causa de una mala industrialización en grandes núcleos urbanos, obreros mal pagados y hambrientos que rumiaban un justificado rencor. La reina ya sabemos lo que fue e hizo, elegante definición del papa Pio Nono: «Es puta, pero piadosa» De todas formas, el virus del ruido de sables ya estaba allí. Los generales protagonistas empezaron a participar activamente en política, y entre ellos destacaron tres, Espartero, O'Donnell y Narváez, los de las calles de Madrid. En 1848 la crisis económica era terrible y hubo pánico en la Bolsa de Madrid al conocerse la oleada revolucionaria de París, en marzo hubo intentos más o menos serios de revolución que fueron sofocados. La verdad que fue un fracaso. También el 7 de mayo cuando se sublevó el ejército en Madrid con ramificaciones en Sevilla, Barcelona y Valencia. Se disolvieron las Cortes, se detuvo a unos cuantos, consejos de guerra, conmutaciones y pelillos a la mar. En cambio en 1854 hubo un pronunciamiento liberal que desencadenó una disputa entre rebeldes y leales, sin muertos y sin victorias. Pero hubo un manifiesto, lo presentó la Unión Liberal que era un grupo político nacido en la época moderada, (la regencia de María Cristina). Proponían moralidad pública, (¡já!), desaparición de las camarillas en palacio, (¡jajá!), y creación de Juntas en toda España. La reina se vio obligada a llamar al que fuera su regente, el General Esparteros, ya convertido en héroe nacional. Por otro lado Marruecos tocaba las pelotas. Las relaciones entre Marruecos y España siempre fueron tensas. Una partida de moros atacó la guarnición de Ceuta. Y basta que nos toquen el orgullo y un par de cosas para que se despertara el sentimiento patriótico popular. España recibió el apoyo de las cancillerías de Europa, y casi es esto lo que obligó a iniciar una guerra que fue declarada en octubre de 1859. Y aquí estimado amigo lector encontramos como en Cataluña y Las Vascongadas (se llamaban así), se crearon oficinas de reclutamiento voluntario en las que se alistaron un cuantioso número de carlistas de Navarra. Ese patriotismo no se veía desde la invasión napoleónica. En Barcelona se organizó un desfile para despedir a los voluntarios, con bendición del capellán de Monserrat y toda la pesca. RETRATO DE PRIM
La guerra de África fue algo corta, la dirigió O´Donnell, y en Castillejos el general Prim, que orientó a la toma de Tetuán como paso previo a las condiciones de negociación. Se firmó lo que se llamó el Tratado de Wad-Ras. En otro orden de cosas en 1866 una fuerte crisis económica, con quiebras empresariales, restricción de créditos, caída de las bolsas, una desocupación laboral, malas cosechas, para colmo, y como no, la especulación y la corrupción, (¿te suena?), es decir los tres factores importantes, la economía, la política y la sociedad, crearon un escenario que produjo la desintegración del régimen isabelino. Un pronunciamiento militar en Cádiz en septiembre de 1868 fue el detonante de la revolución llamado “La Gloriosa”, y comienza aquí el sexenio revolucionario. El apoyo popular fue inmenso. La reina que veraneaba en Lequeitio, con el ambiente calentito que se respiraba, se piró a la francesa, como Pepe Botella, es decir sin saludar, y se marchó sin renunciar a la corona y sin abdicar. Por supuesto se fue dónde van todos los desesperados, a Francia. Se negaba a abdicar, la muy burra, hasta que dos años después, en junio de 1870 firmó su abdicación. Lo hizo en su hijo Alfonso, que tenía 13 añitos. Y en vez de guardar las composturas, nunca lo había hecho, se dedicó a criticar todo lo que se le ponía por delante y que le recordara a los políticos que le habían llevado a esa situación. A la vez que teníamos la revolución de 1868 en Cuba se iniciaron unas insurrecciones que desencadenarían la Guerra de los Diez Años. Un poema de situación. El gobierno provisional organizó el asunto. Las Cortes promulgaron una nueva Constitución, que establecía la monarquía como forma de gobierno y una serie de medidas de carácter liberal, pero no mucho. Por lo que las Cortes, al abdicar la reina ninfómana, (así la llamaban), establecieron una regencia al general Serrano y éste encargó a Prim formar gobierno. Su tarea era encontrar un príncipe adecuado para la corona de España y lo encontró en la persona de Amadeo de Saboya, que sería elegido rey en el mes de noviembre de 1870. Solo puede pasar en España que sea elegido un rey por votación en un parlamento. Pero así fue. Y como siempre hasta en eso España es diferente, y el rey no tuvo apoyos de casi nadie, ni de la derecha ni de la izquierda ni de su padre. Bueno de éste sí, porque era el padre, políticamente hablando, era Prim, un héroe catalán de la guerra de África, que fue asesinado en Madrid al mes siguiente, y con él desaparecía el principal apoyo del rey. AMADEO I DE SABOYA
Amadeo tuvo serias dificultades debido a la inestabilidad política española. Hubo seis ministerios en dos años que duró su reinado, e intentaron asesinarle el 19 de julio de 1872. El pobre rey enloquecía ante las complicaciones de la política española. «Ah, per Bacco, non capisco niente!», solía exclamar. En realidad Amadeo era un tio majo, liberal. . Pero claro. En la España de envidia y mala leche de toda la vida, eso no podía funcionar nunca. Y encima, a Prim, que lo trajo, se lo habían cargado de un trabucazo antes de que el rey tomara posesión. Así que, hasta las pelotas de nosotros, Amadeo hizo las maletas y nos mandó a tomar por saco. Dejando, en su abdicación, un exacto diagnóstico del paisaje: «Si al menos fueran extranjeros los enemigos de España, todavía. Pero no. Todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra, agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles». Terminó hasta los pelos. Se marchó convencido de que los enemigos de España, eran los propios españoles. No estaba descaminado el hombre. Corto espacio estuvo en el trono. Tragedia de un hombre que fue llamado para ser rey de un país en el que ninguno de sus súbditos quiso concederle la menor oportunidad. El mismo día en que abdicó Amadeo I, el 11 de febrero de 1873, reunidos en la Asamblea Nacional, a pesar que la reunión no era constitucional, se declaró que la República era la forma de gobierno a partir de ese momento. La I República marcó, en su corta duración, la culminación de proceso revolucionario iniciado en 1868. Seguimos después de la publicidad

TRATADOS CON PORTUGAL A RAÍZ DEL DESCUBRIMIENTO

Para entender los acuerdos entre el reino de Portugal y el de Castilla-León, hemos de remontarnos a la Guerra de Sucesión Castellana entre a...