lunes, 18 de mayo de 2020

HISTORIA DE LOS CABALLEROS TEMPLARIOS

Fue fundada en Jerusalén en 1118 por Hugo de Payns y otros ocho caballeros franceses, con el nombre de pobres caballeros de Cristo. Nacieron con la finalidad de proteger a los peregrinos que visitaban Tierra Santa, pero pronto su influencia se extendió por todo el mundo cristiano. A diferencia de lo que ocurrió en otros reinos europeos los caballeros del Temple encontraron en la península Ibérica un escenario no muy distinto al de las lejanas tierras de Ultramar. Las peregrinaciones a Roma empiezan a ser sustituidas por las peregrinaciones a Jerusalén y Santiago de Compostela. Crean la una Guía Turística del Camino de Santiago de Ida y Vuelta, (que es el Juego de la Oca) Los peregrinos estaban sometidos a la voluntad de los saltadores, al cobro de los Portazgos, de los distintos reinos y los ataques de las alimañas. La toma de Jerusalén por los turcos provoca la reacción del Papa Urbano II, que proclama el Concilio de Clermont (1095), donde expone las vejaciones a las que son sometidos los peregrinos y los peligros que amenazan a los Cristianos occidentales. Urbano II, inicia el discurso con la frase "Deus Vult" (Dios lo quiere). Los Príncipes y Reyes de Europa, se adhieren al llamamiento y queda convocada la I Cruzada.
La I Cruzada se dirige a Jerusalén y lo toman en 1099. En 1100, se proclama como Rey de Jerusalén a Balduino I. Pedro el Ermitaño, arrastró a la lucha por la liberación de los Santos Lugares a gente sin preparación. Sólo la intervención del ejército Cruzado, formado por los franceses y flamencos bajo el mando de Godofredo de Bouillon y su hermano Balduino, consiguieron pasar por Constantinopla, cruzar Asia Menor y tomar Jerusalén en julio de 1099. El Rey Balduino I, había asentado su palacio en una Mezquita, que se había construido sobre la ruinas del Templo de Salomón. Luego cambia su residencia a la Torre de David y los Pobres Compañeros de Cristo, pasan a ocupar toda la mezquita que se levantaba sobre las Ruinas del templo de Salomón, pasando a denominarse, del Templo y a sus caballeros Templarios. Mediante solemnes votos pronunciados ante el Patriarca de Jerusalén, se comprometieron a defender a los peregrinos. Observaron la pobreza, la castidad y la obediencia, según la regla de los canónigos regulares. Sus jefes eran dos hombre venerables: Hugo de Payns y Godofredo de Saint-Omer. En un principio, quienes tomaron tan santa decisión eran solamente nueve y durante 9 años sirvieron con ropas de seglar y se vistieron con lo que los fieles les dieron en limosna. En 1128, Hugo de Payns, obtiene el permiso del Rey de Jerusalén, Balduino II, para oficializar la Orden. Los Templarios, venían con las cabalgaduras disponibles, a los puertos de Haifa y Tolomeida, a recoger a los Peregrinos que dirigían a Jerusalén. Los Caballeros Templarios, renunciaban a todo tipo de bienes personales, siendo la Orden la Propietaria de todos los Bienes. Las Reglas de la Orden eran una adaptación de las de San Benito, adaptadas a la versión reformada por los Cistercienses Se adopta el hábito blanco, y posteriormente se le añade la cruz roja. La llegada de los templarios a los reinos peninsulares se produjo en fechas muy tempranas. De hecho, en marzo de 1128, la reina de Portugal, doña Teresa, hace una donación, el castillo en Braga. La orden llegó a tener más de veinte mil miembros repartidos entre sus propiedades en Tierra Santa, y las extendidas por gran parte de Europa, producto de donaciones. Gracias a una buena gestión, su riqueza creció hasta límites insospechados llegando a convertirse en importantísimos banqueros capaces, incluso, de conceder préstamos a reyes y nobles. Posibilitaron la circulación de una gran cantidad de plata por Europa. La orden dispuso de suficientes recursos como para financiar la construcción de setenta iglesias y casi ochenta catedrales durante la Edad Media. Sus crecientes desplazamientos de mercancías, tropas y caballos y llegó el momento en que la magnitud del volumen de transporte les inclinó a construir sus propios barcos. Surgieron por lo tanto astilleros, además de buenos puertos y muelles en sus territorios. De hecho, se calcula que el Temple transportaba unos seis mil peregrinos al año a Tierra Santa desde diversos puertos de Europa, y es comprensible que prefiriesen viajar en estos barcos ya que iban escoltados por galeras armadas que les protegían de la presencia de piratas sarracenos en el Mediterráneo. Autorizados y exentos de impuestos aduaneros por bulas papales, también se dedicaban al comercio de especias, tinturas, tejidos, porcelanas, cristales y lana. Esta importante flota operaba mayoritariamente en el Mediterráneo, la ida y vuelta a Tierra Santa. En el Atlántico mantenían un importante tráfico con Inglaterra. A lo largo del Sena dispusieron de una pequeña flota fluvial que conectaba sus casas convento. Sus barcos no estaban sujetos al pago de peaje y ni eran registrados. En el Occidente europeo, la función militar fue sustituida por la económica, aunque en la península Ibérica la función fue doble; por una parte, intervinieron en las campañas de los reyes cristianos contra los musulmanes y, por otra, llevaron a cabo una serie de actividades económicas destinadas a sufragar la guerra en Tierra Santa. La Orden creció rápidamente en los primeros tiempos gracias a las donaciones de todo tipo: tierras, castillos, molinos, ciudades, iglesias, rentas, permisos de explotación. Con frecuencia, los bienes iban acompañados de personas, que ingresaban en la orden como frailes o como donados. Se constituyeron en explotadores modélicos de sus propiedades. El sistema de administración se basaba en las encomiendas. A menudo, sólo trabajaban directamente una parte de sus tierras, las más cercanas y sobre todo las más productivas. El resto lo cedían con diferentes tipos de contratos
Pero la primera participación de la Orden del Temple en una Guerra se realizó en la Península Ibérica. En Tierra Santa habían participado en diferentes escaramuzas. Por entonces la mayoría de la Península Ibérica, se hallaba en gran parte en manos de los Sarracenos. La Orden del Temple, se constituyó como el principal baluarte del Reino de Aragón y el Condado de Barcelona. Ramón Berenguer III, Conde de Barcelona, entra en la orden en 1131.La entrada de los Templarios en la Península, coincide con el reinado de Alfonso I de Aragón y Navarra, el "Batallador ". Para establecerse de forma definitiva en la Península, la Orden recibió del Conde de Barcelona el Castillo Grañena. Fue un gran admirador de la Orden del Temple y decidió crear un Orden similar a la que denominó Orden de Montjoy, que luego se incorporó a la del Temple aportando las inmensas posesiones que tenía en el Sur de Aragón. Alfonso I el Batallador, murió en 1134, durante el asedio de Fraga, dejando el reino sin descendencia legal, pero con testamento de la Corona a las Órdenes del Temple, Hospital y Santo Sepulcro. En 1132, la Orden del Temple era la única Orden reconocida. Los Nobles aragoneses, se oponen al Testamento y buscan una solución con las Órdenes, para que el trono de Aragón no recaiga en Alfonso VII de Castilla, que pretendía la corona ya que era tataranieto de Sancho III el Mayor rey de Pamplona. Se llegó al acuerdo que sucediera el hermano Ramiro, Ramiro II el Monje) y en Navarra fue para García Ramírez, "el Restaurador". Separando de esta forma las coronas de Navarra y Aragón después de cincuenta años, quedando fijadas las fronteras definitivas entre Navarra y Aragón. Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona y príncipe de Aragón, pronto alcanzaría un acuerdo con los templarios para que colaboraran en la Reconquista: la concordia de Gerona, en 1143. Por ella recibieron los castillos de Monzón, Mongay, Barberá, Remolins, junto con la Orden militar de Belchite de Lope Sanz. También otorga donaciones de tierras y derechos sobre las conquistas. Según estas condiciones, cualquier paz o tregua tendría que ser consentida por los templarios, y no solo por el rey. Ramiro, hermano de Alfonso tiene una hija que se llama Petronila y es considerada como la legítima sucesora al Reino. Ramón Berenguer IV, Conde de Barcelona y señor de Provenza se casa con Petronila, pasando a ser Príncipe de Aragón siendo la reina su mujer, Petronila. La legitimación del reinado exigía la renuncia expresa de las Órdenes que habían sido testamentarias de Alfonso I. La influencia y buena relación de Ramón Berenguer IV con la Orden del Temple, de la que su padre era caballero, allanó la resolución del conflicto. Como en toda Europa, la orden se enriqueció con numerosas donaciones de padres que no podían dar un título nobiliario más que al hijo mayor, y buscaban cargos eclesiásticos, militares, cortesanos o en órdenes religiosas. Por entonces la vieja fortaleza de Calatrava había sido encomendada por el rey castellano Alfonso VII a los caballeros templarios. Al morir el monarca a mediados del siglo XII los templarios abandonaron la fortaleza, aduciendo que aquel promontorio fortificado era indefendible en medio de la estepa castellana si no se contaba con fuerzas suficientes. Como era de esperar, los almohades atacaron la fortaleza toledana, pero el abad Raimundo, del monasterio cisterciense de Fitero, organizó su defensa auxiliado por un monje que había sido caballero, Diego Velázquez. Entre los dos aguerridos clérigos convocaron una cruzada, logrando formar un pequeño ejército que resistió heroicamente el ataque. En recompensa, el rey castellano Sancho III otorgó la plaza de Calatrava a los que llamó la Gran Orden Militar de Calatrava. Los reinos cristianos, eran conscientes del peligro almohade y después de varios choques, Alfonso VIII, firma una tregua, que rompe cinco años más tarde, cuando Alfonso VIII de Castilla y León, se propone tomar Sevilla. Aquí es cuando se produce el famoso Combate de Alarcos, el 18 de Julio de 1195, próximo a Ciudad Real, con una evidente inferioridad numérica del ejercito Cristiano. Fue una humillante derrota, que confirmo las estrategias militares que llevo a la Orden del Temple, a retirarse de la Fortaleza de Calatrava. La orden de Calatrava, perdió el enigmático castillo de Calatrava y numerosas posesiones. Años después,1212, la venganza se consumaba con la victoria de la batalla de Las Navas de Tolosa, el principio del fin del reino musulmán. La Batalla de las Navas de Tolosa, que enfrentó a un ejército aliado cristiano formado en gran parte por las tropas castellanas, las aragonesas y las navarras, contra el ejército Almohade, numéricamente superior. Entre los cristianos estaban varios ordenes entre ellas las del Temple. Un años después se sufre la importante derrota de la batalla de Muret, 1213, donde el Temple perdió para Aragón el imperio tras los Pirineos. Esta batalla marcó el final de la expansión de la Corona de Aragón en la región, y, el final de la posible formación de un poderoso reino aragonés-catalán-occitano que hubiera cambiado el curso de la historia de España. El papa, en una bula obligó al Comandante de las tropas del rey francés, ganador de la batalla, Montfort, a ceder la tutela del infante Jaime, que al morir su padre en la batalla quedó huérfano, a los caballeros templarios de la Corona de Aragón. Los templarios se convirtieron en custodios de Jaime I, (luego el Conquistador), en el Castillo de Monzón. Recibieron un tercio de la ciudad en Mallorca por sus campañas y también en Valencia. En 1265, colaboraron en la conquista de Murcia. En recompensa, recibieron diferentes propiedades. En 1248, Luis IX de Francia, decide convocar y liderar la Séptima Cruzada, pero su objetivo ya no es Tierra Santa, sino Egipto. El propio rey fue capturado. Fueron los templarios, quienes negociaron la paz y prestaron al monarca la fabulosa suma que componía el rescate. Cuando cae Acre, en 1291 ya luchan los últimos templarios. Cambiaron su cuartel general a Chipre, pero la abandonaron por la oposición de sus habitantes. La orden había participado en una revuelta que destronó al monarca Chipriota, en favor de su hermano, esto permitió que la Orden prolongase su existencia unos años más. Fue Felipe IV el Hermoso, rey de Francia, (no confundir con el marido de Juana de Castilla), quien destruyó la Orden del Temple, pero antes de acceder al trono de Francia en 1285, Felipe ya era rey de Navarra tras casarse en 1274 con la reina Juana I de Navarra. Con lo que nos queda Felipe I de Navarra y IV de Francia, aunque lo de Navarra se lo suelen saltar cuando lo nombran. La historia nos dice que Felipe junto con el Papa Clemente V, tras acusarlos de herejía, el viernes 13 de octubre de 1307, salió a la caza del templario, y encarceló a más de 15000, a los que torturó buscando confesiones, muriendo muchos de ellos en dichas torturas o en la hoguera. De paso, al acabar con el Temple, Felipe se ahorró tener que pagarles la enorme deuda que tenía contraída con ellos. La tradición cuenta que cuando el último gran maestre del Temple, Jaques de Molay estaba siendo quemado a fuego lento, este lazó una maldición; “Clemente V, yo os emplazo ante el tribunal de Dios antes de 40 días, y a vos rey Felipe, antes de un año”. 33 días después de la ejecución, el Papa Clemente V fallecía enfermo, y a los nueve meses, Felipe IV el hermoso, moría por las heridas producidas tras caerse del caballo.

domingo, 17 de mayo de 2020

LOS TERCIOS Y EL CAMINO ESPAÑOL

Los Tercios estaban formados no solo por soldados españoles, sino también reclutados en diversas partes de Europa (alemanes, italianos, valones, borgoñones, flamencos, ingleses, irlandeses...). Los españoles, aunque solo representaban entre un 30 y un 50% del total de los efectivos, estaban considerados el núcleo combatiente selecto que daba solidez al conjunto y aportaba la gran mayoría de los mandos. Ellos constituían la fuerza esencial que hacía del tercio el soporte seguro y siempre fiel de los intereses hispanos. Son famosos por su extrema valentía y arrojo, una fe inquebrantable y preferir morir antes que rendirse. Pero para llegar al centro de Europa, donde se disputaban las batallas en cuestión, era necesario un camino seguro. El llamado “Camino Español” fue ideado en 1563 por el cardenal Granvela cuando Felipe II todavía pensaba visitar los Países Bajos. Ofrecía la ventaja de que se extendía por territorios propio o aliados. Fue utilizada la primera vez en 1567 por el duque de Alba para convertirse en el nuevo gobernador de los Países Bajos, y el último ejército que recorrió el Camino Español original lo hizo en 1620. La geografía del camino era un serio problema, pero no el único. También había que prever cómo alimentar y alojar cada día a un cuerpo de varios miles de hombres. En un primer momento esto se resolvió mediante el establecimiento de almacenes en los principales puntos de concentración de tropas, pero asumir un coste permanente para un viaje que se realizaba una vez al año como mucho era económicamente inviable, y aun así era obligado recurrir a menudo a la requisa por la fuerza de comida y otros recursos en las poblaciones de paso, forzando a los habitantes a alojar a la tropa, un procedimiento común en las guerras europeas del momento que si no acarreaba altercados, dejaba arrasados territorios propios o de los aliados. En 1551, se creó en Saboya el llamado sistema de etapas. En aquellos mercados locales por donde se preveía que iban a confluir las tropas en un momento dado, se contrataba el suministro de alimentos con antelación. Así, cuando llegaban los soldados, la comida y el alojamiento ya estaban preparados. Luego todo desaparecía cuando los soldados se iban y el mercado seguía funcionando. Esto no solo evitaba empobrecer la región, sino que la enriquecía, y además mejoraba el mantenimiento de los ejércitos.
Para la década de 1620 el estallido de la Guerra de los Treinta Años pondría a prueba la estabilidad del corredor militar. Francia se había dedicado a envenenar las relaciones entre España y los cantones suizos logrando interrumpir el flujo de soldados en repetidas ocasiones. Se daba en esta zona un inoportuno choque de intereses, ya no es solo que amenazar el Camino Español fuese una estrategia más para debilitar el poder de los Habsburgo, es que Francia misma tenía su propio Camino Francés que atravesaba el sur de Alemania. Los tercios de españoles e italianos encontraron otra forma de llegar hasta Flandes, nada menos que a través del canal de la Mancha. La nueva paz con Inglaterra garantizaba la seguridad de los navíos españoles que circulasen por el Mar del Norte. Pero los holandeses no tenían razones para mostrarse tan amigables. En 1.639 tiene lugar la batalla de las Dunas, en la que una flota comercial inglesa que transportaba tropas españolas se encontró de lleno con los buques de guerra del almirante holandés Troomp. Los marinos ingleses se negaron a combatir contra quienes en definitiva eran aliados suyos, resultando en la captura de un millar de españoles. La ficticia seguridad que el canal de la Mancha ofrecía quedaba ahora en evidencia y España hubo de limitarse a reclutar a su soldadesca en tierra hasta el colapso final en 1.648. Unos años antes, Francia que había entrado en la Guerra de los 30 años de parte de los protestantes, aun siendo un país católico, porque veía el poder del Sacro Imperio y el de España. En 1635 declaró la Guerra a España y la situación de Cataluña era clave dado su posición fronteriza. Dejando a un lado las batallas habidas, recordamos que quiso invadir España por Navarra, y Francia fue derrotada en Fuenterrabía. Los catalanes no quisieron acudir a esa asedio francés. Después de su derrota, casi habían cortado el camino a Flandes, que usaban los Tercios para abastecerse. De ahí viene lo difícil que es poner una pica en Flandes. Se pensó abrir un segundo frente en los Pirineos, que permitiría un rápido abastecimiento a las tropas. Este frente se abriría en Cataluña, lo que posibilitaría una aportación del Principado. La presencia del ejército no era agradable para las poblaciones fronterizas. El pueblo despreciaba al ejército, los nobles no querían aportar y la situación económica que era grave, influía negativamente para que Cataluña, al igual que el resto de España, entrara en guerra. Los ecos de la protesta llegaron a Barcelona y en mayo de 1640, campesinos gerundenses atacaron a los tercios que acogían. A finales de ese mismo mes, los campesinos llegaban a Barcelona, y a ellos se unieron los segadores en junio que se dirigían a su manifestación. En Cataluña, “El Corpus de Sangre” fue una rebelión en Barcelona, del 7 de junio de 1640 por un numeroso grupo de segadores, con la connivencia de una buena parte de la población local. Un pequeño incidente entre un grupo de segadores y algunos soldados castellanos, en el cual un segador quedó malherido, precipitó la revuelta. Pero esto es otra historia. El campo de batalla entre Francia y España que era Cataluña, los catalanes querían evitar al comienzo de la guerra y por no querer costear algo su defensa en favor de España, ahora lo hacían en favor de Francia, para colmo cediendo parcialmente su administración a un extranjero. Francia además quería atacar Aragón y Valencia. Un llamamiento general de Olivares y de Felipe IV en 1643 a todos los estamentos para la formación de un ejército de unidad, grande pero irregular, acabó en derrota en el intento de la toma de Lérida, incrementada en su repliegue anárquico hacia Zaragoza. Este fue el punto final de la carrera del duque de Olivares. El fracaso de su política centralista en un conglomerado de regiones poco dispuestas a ceder autonomía. Olivares se retiró y murió dos años después abatido e ignorado por todos. Para colmo todavía pudo ver como los mejores Tercios que le quedaban a España, el 19 de Mayo de 1643, eran derrotados los Tercios en Rocroi , de lo que tanto se ha hablado. Pero la derrota no fue tan abrumadora como la propaganda francesa ha hecho creer, ya que los tercios recuperaron Rocroi y siguieron combatiendo en Flandes durante la segunda mitad del siglo XVII. Sin embargo seis meses después el 25 de Noviembre del mismo año 1643 los franceses fueron derrotados y tuvieron su propio Rocroi en Tuttlingen, batalla de la que nadie habla. Además un año antes de esta batalla, el 26 de mayo de 1642, prácticamente las mismas tropas que se enviaron a Rocroi habían derrotado al ejército francés en la Batalla de Honnecourt, de la que tampoco se habla.Y tampoco se habla de la casi desaparición del Camino de los Tercios Españoles, y el porqué de su desaparición, que era por el que se abastecía a los Tercios, que es la consecuencia de varios problemas de logística y desabastecimiento.
“No se puede dudar, escribía el cardenal Richelieu a Luis XIII, de que los españoles aspiran al dominio universal, y que los únicos obstáculos que hasta el presente han encontrado son la distancia entre sus dominios y su escasez de hombres”. Según el historiador británico Geoffrey Parker, la ruina de España y de sus tercios radicó en no saber adaptarse a los cambios sociales, políticos y religiosos que se estaban produciendo en Europa. Una rigidez que para muchos explica el hundimiento de la política de los Austrias. La idea de un imperio multinacional y católico dejó paso a la fragmentación nacional y religiosa que todavía perdura en Europa. Al factor demográfico, con la despoblación de gran parte de España, se añade la menguante economía y la escasez de dinero. El tercio era una tropa profesional muy cara. Otro factor del declive militar español viene dado por la deficiente organización administrativa, política y fiscal de los diferentes reinos y territorios que componían la monarquía hispana. Falló la excesiva descentralización, contraria a la tendencia general unificadora, tanto en política como en recursos, de las potencias europeas del momento. En última instancia, la derrota militar de España y sus tercios es consecuencia del fracaso político y el deterioro del Estado. Los tercios, como la maquinaria imperial, se van oxidando hasta que, a partir de la guerra de Sucesión, con la llegada al trono español de los Borbones, se produce la reorganización de las fuerzas terrestres. Serán sustituidos por regimientos al mando de coroneles, según los modelos francés y alemán. Felipe V no mostró ninguna querencia por ellos, los cortesanos y militares a su servicio la tuvieron aún menos, buscando un sitio en el nuevo orden que nacía. Por tanto, es fácil entender que en un abrir y cerrar de ojos los servicios prestados por los Tercios a la Casa de Austria , criticada sin cesar por la nueva dinastía y sus partidarios para legitimar con mayor vehemencia su instauración en el trono de la Monarquía, cayeran en el más terrible de los castigos de la Historia, el olvido. En definitiva, la complejidad del gran reto político y militar que fue mantener abierto el Camino Español bien pudo ser el origen del dicho castellano «poner una pica en Flandes», es decir, conseguir algo extremadamente difícil.

viernes, 8 de mayo de 2020

MUJERES DE LA GENERACIÓN DEL 27

Coincidieron con una generación de grandes poetas y escritores y también con una época de cambios revolucionarios. El reconocimiento no fue por igual, pero no es cuestión de buscar culpables, la época en que vivieron era la que era. Ellas tienen el mérito de que siendo mujeres supieron abrirse paso y haber roto moldes en una época muy difícil Solo una pequeña semblanza de estas personalidades. Maruja Mallo, Marga Gil-Roësset, María Zambrano, María Teresa León, Josefina de la Torre, Rosa Chacel, Ernestina de Champourcín, Concha Méndez, Zenobia Camprubí, Cristina de Arteaga, Margarita Manso.
MARÍA ZAMBRANO ALARCÓN, Málaga, 22 de abril de 1904, murió en Madrid, en febrero de 1991. Filósofa y ensayista fue discípula de Xavier Zubiri y colega de José Ortega y Gasset. Su extensa obra, entre el compromiso cívico y el pensamiento poético, no fue reconocida en España hasta el último cuarto del siglo XX, tras un largo exilio. Recibió los galardones literarios, el Premio Príncipe de Asturias en 1981, y el Premio Cervantes en 1988.
CONCHA MÉNDEZ nació en Madrid en 1898. Amiga de Luis Buñuel, de García Lorca y Rafael Alberti, frecuentó reuniones, lecturas poéticas y exposiciones con la joven generación artística de los años treinta. En 1926 publicó su primer libro, "Inquietudes". En 1932 se casa con el también poeta Manuel Altolaguirre, en cuyos proyectos intervendría.
MARÍA TERESA LEÓN fue compañera y amiga durante más de cuarenta años del poeta Rafael Alberti. Ella fue una gran escritora, novelista, ensayista, dramaturga y traductora. Escribió libros tan emotivos como su libro de memorias, Memoria de la melancolía.
ERNESTINA DE CHAMPOURCÍN fue la mujer de otro poeta Juan José Domenchina secretario durante la guerra de Manuel Azaña. Gerardo Diego sufrió presiones para no incluirla en la obra antológica “Poesía española contemporánea”. Pero él la incluyó como miembro de su propia generación
ZENOBIA CAMPRUBÍ AYMAR una catalana que se casó con , que no es un poeta considerado de la generación del 27, sí tuvo mucha influencia en esa generación en sus inicios. Ella se convirtió desde el primer momento y hasta su fallecimiento, 40 años más tarde, en compañera inseparable y decisiva colaboradora del poeta. Ya de joven escribía cuentos en castellano y en inglés, y a desarrollar sus dotes literarias. Interesada por la obra del poeta y pensador indio Rabindranath Tagore, lo traduce al castellano partiendo de las prosificaciones en inglés que de su obra hiciera el propio Tagore.
ROSA CHACEL nació el 3 de junio de 1898 en Valladolid. En 1915 se matricula en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando para estudiar escultura, materia que abandona en 1918. Comienza a frecuentar el café Granja del Henar y el Ateneo, donde dará su primera conferencia polémica sobre "La mujer y sus posibilidades". En abril de 1921 se casa con el pintor Timoteo Pérez Rubio. En 1922 se trasladan a vivir a Italia. En 1930 publica su primera novela, Estación. Ida y vuelta. Tres años después viaja a Berlín por seis meses. En estos años formativos recibe la influencia de Proust y del Joyce de Retrato de un artista adolescente, pero también de Freud y Nietzsche. Entra en el círculo de Ortega y Gasset. Publica en la Revista de Occidente dos relatos, y también en La Gaceta Literaria. Con la llegada de la Guerra Civil Pérez Rubio se alista y Chacel firma el Manifiesto de los intelectuales antifascistas. En febrero de 1937 se trasladan a París hasta que en marzo 1939 se mudan a Sudamérica a vivir entre Río de Janeiro y Buenos Aires.
CRISTINA DE ARTEAGA era hija del XVII Duque del Infantado, Joaquín de Arteaga y Echagüe Silva y Méndez de Vigo Nació en Zarauz, Guipúzcoa, en septiembre de 1902. A los 24 años era doctora en Ciencias Históricas. Escribió poesías, libros y artículos de temas históricos y religiosos. Entró en el Monasterio de la Concepción Jerónima de Madrid en 1934, donde profesó en 1936. Fue una gran historiadora y entre otras obras escribió la biografía de su familia “La Casa del Infantado" así como "Una mitra sobre dos mundos" la del Venerable Don Juan de Palafox y Mendoza. La obra ocupó toda la vida de Sor Cristina de la Cruz Orteaga: desde los 15 años, en que descubrió en su propia casa los legajos inéditos del archivo personal del Venerable, lejano pariente suyo; a la tesis doctoral de 1925, premio extraordinario de la Universidad Central de Madrid.
MARUJA MALLO gallega de nacimiento nació en 1902 y murió en 1995. Fue una pintura surrealista muy comprometida con la República. Considerada de vanguardia interior española. En la década de los 20 trabaja para varias publicaciones como La Gaceta Literaria, El Almanaque Literario o la Revista de Occidente y realiza portadas de varios libros. Frecuenta a Ortega y Gasset. Colaboró con Alberti, conoció a Miguel Hernández. Colaboró intensamente con Alberti hasta 1931, quedando constancia de este trabajo conjunto los decorados del drama "Santa Casilda" Al estallar el conflicto bélico del 36, Maruja Mallo huye a Portugal, donde la recibe Gabriela Mistral, quien en aquel momento era embajadora de Chile en Portugal. Gabriela Mistral, le ayudó a trasladarse a Buenos Aires, recibiendo una invitación de la Asociación de Amigos del Arte, a dar una serie de conferencias sobre la temática popular en la plástica española, "Proceso histórico de la forma en las artes plásticas", en Montevideo y luego en Buenos Aires, iniciando así su exilio en Argentina que desde 1937, duraría 25 años. Allí siguió pintando, dando clases y cultivando amistades, entre ellas, Pablo Neruda.
MARGARITA GIL ROËSSET Nació en Madrid en 1908 y murió en 1932 Fue escultora, ilustradora, poetisa española, fue una niña prodigio. A los siete años ya mostraba una extraordinaria capacidad para el dibujo. Gracias a su escultura, Marga Gil, quien se instruyó por sus propios medios, fue aceptada en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1930 y de 1932. Su mejor escultura fue el busto de la esposa de Juan Ramón Jiménez, Zenobia Camprubí. En el ámbito de la ilustración, combinaba modernismo y simbolismo e ilustraba los cuentos que escribió Consuelo Gil Roësset de Franco, su hermana. Es probablemente uno de los ejemplos más duros y singulares del expresionismo español. Margarita era admiradora de Zenobia Camprubí, conocida por ser traductora del poeta bengalí Rabindranath Tagore y esposa de Juan Ramón Jiménez. En 1932, en un recital de ópera Margarita y el matrimonio fueron presentados. La escultora quedó enamorada de él. Marga decidió de inmediato hacer un busto de Zenobia. Como era imposible el amor con un hombre casado y Margarita era muy religiosa, decidió suicidarse.
MARGARITA MANSO Después de morir su padres cuando aún ella era muy joven, su familia se instaló poco después en Madrid. Acudió a la Academia San Fernando, donde Julio Romero de Torres fue su profesor más destacado. En dicho recinto educativo la pintora hizo enorme amistad con Maruja Mallo y Alfonso Ponce León (con quien se casó en 1933), sirviendo de fuente inspiradora constante en sus pinturas destacadas. Quedó así conformada la Generación del 27. El relato de la visita del grupo de amigos al monasterio de Santo Domingo de Silos es muy famoso: como el ingreso era exclusivo para hombres, Maruja Mallo y Margarita Manso decidieron disfrazarse de hombres y así pudieron visitar el cenobio. “Las Sin Sombrero”. Este ensayo “surrealista” lo ejecutaron Dalí, García Lorca, Manso y Mallo como forma de plantarse ante ciertas normas absurdas. En esa época era impensable acudir a espacios públicos con la cabeza descubierta, pero eso fue exactamente lo ocurrido en La Puerta del Sol de Madrid a principios de 1920. El sangriento conflicto armado desatado en el año 1933 significó la desaparición pública de las obras de Margarita Manso. En diciembre de ese mismo año se casó con Alfonso Ponce de León, quien era un falangista militante. Este fue secuestrado en la puerta de su domicilio por los franquistas. Durante el año 1936, la dictadura le quitó todo a Margarita Manso. Su esposo apareció muerto en una cuneta el 9 de octubre. La musa de la Generación del 27 comenzó a desaparecer. A tal punto, que sus hijos desconocieron las vivencias de su madre adolescente.

TRATADOS CON PORTUGAL A RAÍZ DEL DESCUBRIMIENTO

Para entender los acuerdos entre el reino de Portugal y el de Castilla-León, hemos de remontarnos a la Guerra de Sucesión Castellana entre a...