lunes, 16 de enero de 2017

ORDENES DEL CLUNY Y DEL CISTER EN ESPAÑA

LA ORDEN DEL CLUNY La reforma de la Orden de San benito, iniciada por los monjes franceses de la abadía de Cluny, había de tener consecuencias muy importantes para el arte. En 909 d. C. surge una restauración de las reglas de Benito de Nursia detallando como ha de ser la vida monacal. La abadía de Cluny se impone agrupando un gran número de conventos y llega a ser la orden más importante de aquellos tiempos, con gran cantidad de monasterios en Europa. La orden se apoyaba en la alta aristocracia, el emperador, el rey de Borgoña, los condes y los obispos. La Orden se extendió por España, Italia e Inglaterra, contando con 10.000 monjes. El señor del monasterio era el abad y cada monje en el momento de la profesión rendía homenaje al abad. Había sido Sancho III el Mayor de Navarra (990-1004-1035) el que a principios del siglo XI comenzó a apoyar decididamente la reforma de Cluny en sus territorios, que entonces comprendían prácticamente toda la España cristiana. Sus descendientes, Fernando I y Alfonso VI (en Castilla) continuan la obra.
Catedral de Santiago Hicieron venir monjes de la abadía central de Cluny desde Borgoña a España (concretamente a Sahagún), que conseguirán cambiar el rito mozárabe o de San Isidoro por el rito latino o romano. Con la religiosidad de los monarcas, la expansión de la orden en España y el establecimiento del Camino de Santiago, la difusión del estilo arquitectónico románico fue muy rápida. La abadía cluniacense se autoinvistió como difusora del cristianismo, sobre todo a lo largo del Camino que era donde se fraguaban la Reconquista y la cristianización del mundo musulmán. La Orden de Cluny alzó monasterios, puentes, iglesias y hospitales y recibió edificios, tierras, prioratos y villas a través de decretos reales para conseguir sus fines. La influencia de Cluny con el apoyo de Roma fue determinante en la España cristiana del siglo XI para la abolición del rito mozárabe.
Claustro del Monasterio de Santo Domingo de Silos La ordenación de nuevos miembros, que había atraído gran numero de nobles, más por el prestigio y privilegios que por una verdadera vocación monacal había llevado a una relajación de costumbres alejadas  de la vida espiritual.  El abad intentó medidas tendentes a detener la creciente mundanización, pero llegaron demasiado tarde y no se hicieron efectivas. Si Cluny había adoptado la Regla de San Benito que incluía la pobreza como precepto, el caso es que sus monasterios eran, en ocasiones, verdaderos palacios repletos de lujos y los abades, señores feudales con la máxima relevancia en la política mundana. Desde comienzos del siglo XII el gran atractivo especialmente en la nobleza europea son las Ordenes Militares de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, losTemplarios y otras. Ejemplos de las construcciones son Santa María de Ripoll- San Vicente de Cardona-Catedral de Santiago entre otras muchas. LA ORDEN DEL CISTER La Orden cisterciense es una orden monástica católica reformada, cuyo origen fue la fundación de la Abadía de Císter por Roberto de Molesmes en 1098. En la región de Borgoña, Roberto se retiró con sus seguidores para hacer vida monacal a un lugar aislado llamado Cîteaux (Císter), que cederá posteriormente su nombre a la orden. El sucesor de Roberto sería Alberico que obtuvo la protección papal. Luego, Bernardo de Claraval fue una de las primeras personalidades de la Europa del siglo XII y principal protagonista en el desarrollo de la Orden del Císter.
Monasterio de Poblet Consiguió llevar a la Orden del Císter a su máxima expansión, con un total de 343 monasterios fundados en toda Europa. Los monasterios del Císter se situaban en zonas yermas o inhóspitas pero con abundancia de agua. Normalmente el sitio elegido era un lugar boscoso y aislado por montañas. Eran los propios monjes o laicos que trabajaban para ellos quienes roturaban y cultivaban estas tierras. Esta gran cualidad colonizadora y "civilizadora" de los cistercienses será especialmente útil en el solar hispano del siglo XII y comienzos del XIII, en el contexto de la secular pugna entre cristianos y musulmanes. Hay que tener en cuenta que más allá de los hechos de armas, la verdadera "victoria" y presión sobre el rival musulmán se llevaba a cabo mediante la repoblación de amplios territorios yermos. En ese empeño trabajaron pertinazmente los reyes cristianos durante los primeros siglos de la reconquista. Esta tarea de repoblación se desarrollaba en zonas no muy alejadas del enemigo y contaba con el riesgo de acabar con la propia vida de los repobladores. Por eso, Alfonso VII y Alfonso VIII emplearon a los sacrificados monjes blancos del Císter como avanzadilla durante décadas ocupando espacios de difícil defensa. Como hecho ilustrativo, la histórica Orden de Calatrava nació a partir de unos pocos monjes cistercienses que fueron los únicos que se arriesgaron en defender la fortaleza de Calatrava la Vieja ante la amenaza de los almohades que había, incluso, amedrentado a los caballeros templarios que decidieron abandonarla. En esta misma línea, las órdenes militares españolas, vanguardia de su cruzada contra los almohades, se acogieron a la regla cisterciense.
Monasterio de Veruela La principal razón del mal estado -incluso la ruina avanzada- en que se encuentran bastantes conjuntos monásticos cistercienses es, precisamente, su alejada ubicación de núcleos urbanos. Tras la desamortización de Mendizábal del siglo XIX estos monasterios quedaron abandonados o acabaron en manos particulares que rara vez pudieron o quisieron mantenerlos. La arquitectura cisterciense se consideraba un estilo propiamente dicho, está a caballo entre el románico y el gótico. Incorporan como novedad, la bóveda de crucería sencilla y también frecuentemente el arco apuntado. A diferencia de iglesias parroquiales o monásticas de Cluny, las iglesias del Císter se pintaban de blanco, no empleándose pinturas murales figuradas y las ventanas sólo podían tener cristales blancos. Ello daba a la iglesia una gran luminosidad (a pesar de que en el templo cisterciense no disponía de grandes ventanales ni se tendió a la desmaterialización del muro, como en el gótico). Las construcciones del Cister eran costosas de levantar. Solían tener grandes dimensiones, estaban completamente abovedadas y se edificaban con perfecta sillería. Por ejemplo, en la España cristiana del siglo XII, salvo algunas pocas catedrales, los edificios de mayor porte, sin duda, fueron los conjuntos monásticos del Císter. Los más reconocidos son los monasterios de Poblet, Santes Creus, Vallbona de les Monges, Valldigna, Rueda, Veruela y Piedra, en la antigua Corona de Aragón, el Monasterio de Oliva en el Reino de Navarra, así como el Monasterio de las Huelgas de Burgos o el de Huerta en el Reino de Castilla.

LA CONTRA ARMADA INGLESA

Hace ahora 435 años, en 1589, un año después del desastre de la Gran Armada de Felipe II, Inglaterra reunió una flota aún mayor que la españ...