En Inglaterra, reina Jacobo I y su hijo Carlos pretende a la hija del Rey español. El Príncipe de Gales en marzo de 1623 viaja a Madrid, para organizar los detalles de su boda con María Ana de España, pero las negociaciones fracasaron: los españoles pedían la conversión al catolicismo del príncipe y heredero de la corona inglesa, algo que no fue aceptado por los ingleses. Al regresar a Inglaterra, el Príncipe de Gales solicitó que se declarara la guerra a España. En marzo de 1.624 Jacobo I, que hasta entonces había seguido una política pacifista, declaró la guerra a España con el apoyo de la Cámara de los Comunes, con el fin de impedir que los Países Bajos cayeran en poder español. El rey inglés Jacobo I muere en marzo de 1625 y le sucede su hijo Carlos I y su valido el duque de Buckingham, y con el apoyo de las Provincias Unidas de los Países Bajos, organizaron una gran flota angloholandesa con el objetivo de atacar algún puerto español importante y capturar la flota de Indias proveniente de América.
Mientras los avances del duque de Espínola eran totales y culminan con la conquista de la ciudad de Breda en 1.625 y el éxito de la guerra comercial contra las Provincias Unidas, hizo que los holandeses fueran lentamente recuperándose.
El duque de Buckingham, encargado de la organización nombró a Edward Cecil como almirante de la flota. Robert Devereux, III conde de Essex era vicealmirante. Ninguno de los dos tenía experiencia naval.
La planificación fue un desastre, de las tres semanas que se había pensado, se hizo todo en una sola. Las tropas de leva no habían recibido instrucción, y su disciplina era escasa; los marinos fueron reclutados a la fuerza. la temporada del año era propicia a peligrosas tormentas en el Atlántico.
Las armas que deberían usar, días después de zarpar se descubrió que algunos de los mosquetes no tenían ánima, y que la munición era de un calibre equivocado. Algunas de las naves tenían los mástiles sueltos, las velas y los cabos estaban podridos y las quillas agujereadas; la carga venía mal estibada, la flota no tenía cartas de navegación adecuadas ni inteligencia de los puertos españoles, las provisiones eran escasas y tuvieron que ser racionadas pocos días después de zarpar.
Parten de Plymouth el 15 de Octubre de 1625 nueve galeones de la armada británica más una gran cantidad de buques de transportes de tropas. Unas 90 naves en total. A estos se le une 15 barcos holandeses bajo el mando de Guillermo de Nassau. Ciento cinco barcos Y diez mil soldados. Les sorprende una tormenta lo que los devuelve a puerto . Vuelven a zarpar. Y otra tormenta le sobreviene a la altura de Oporto causándoles cuantiosas bajas. Navegaban con avanzadillas a 50 kilómetros de la costa para no ser vistos. El golpe a Cádiz debía ser mortal.
No tenían planes claros. Se trataba de tomar alguna ciudad de importancia y esperar a la flota de Indias. De camino concretaron en Cádiz y en desembarcar en el Puerto de Santa María, para conquistar Sanlúcar y de ahí saquear.
En Cádiz se avista la flota el 1 de noviembre y al principio se pensó que era la flota de indias, pero al verse el error cundió el pánico en los habitantes. El duque de Medina Sidonia fue avisado y alertó al resto de la provincia. En la Bahía solo había entre 8 y 15 galeones que resguardaron el puente de Suazo, única conexión por tierra con la Península. En la Bahía los invasores tuvieron conocimiento por un comerciante inglés, de la poca guarnición de la ciudad, lo que decidió el ataque contra Cádiz. De nuevo como en 1596 intentan desembarcar en el Puntal. Pero resultó un desastre. Los angloholandeses se disparaban entre ellos. Al final toman la torre del Puntal, que estaba en construcción, dejando con vida por su valentía en combate a las tropas capturadas, y quedando la mayoría de tropas inglesas atrincheradas en Torregorda.
En España esto se sumó a otras operaciones militares contra Inglaterra desde 1585, igualmente exitosas. Pero la guerra continuaría hasta 1630.