sábado, 31 de octubre de 2020

33.- REINOS CRISTIANOS - CASTILLA Tercera parte

Alfonso XI que había nacido en 1311. Es cuando comenzaron nuevamente las disputas por la regencia. La asumió su madre, que murió a los dos años y luego su abuela, María de Molina. Alfonso XI asumió el trono en 1325, obtuvo la victoria en la Batalla del Salado, contra los Benimerines en 1340 y conquistó el reino de Algeciras en 1344. Sofocó una revuelta que le hicieron Alfonso IV de Portugal y el noble Juan Manuel, pero perdió Gibraltar, que había conquistado su padre. Se alió con Francia en la Guerra de los Cien Años, y puso sitio a Gibraltar. Falleció durante el asedio víctima de la peste negra, que asolaba la región y muchas zonas de Europa, en marzo de 1350. En 1329 doña Leonor de Castilla, se casó con el rey Alfonso IV de Aragón. Se procuraba mejorar las relaciones de ambas coronas. Tuvieron dos hijos, Fernando y Juan. Por influencia de su esposa el rey de Aragón en 1333 donó a su hijo Fernando los señoríos y villas de Játiva, Alcira, Morvedre, Sagunto, Alicante, Morella, Castellón y Burriana, infringiendo las promesas hechas ante las Cortes. Esto fraccionaba el reino a lo que opusieron los valencianos y el heredero, Pedro, con lo cual los nobles se dividieron en dos bandos. Uno a favor de Leonor y otro a favor de Pedro. Pedro era hijo del primer matrimonio de su padre, y por tanto el heredero legal. Pero posteriormente los jurados de Valencia amonestaron al rey y finalmente cedió ya que esa donaciones eran contrarias a los fueros. Con lo cual aceptó la orden que su padre había dictado donde declaraba que el reino no sería dividido.
------------PINTURA DE ENRIQUE II DE CASTILLA -------------- Al morir Alfonso XI de Castilla, le sucede su hijo, el famoso Pedro I de Castilla, apodado por unos el Cruel y por otros el Justiciero. Al principio de su reinado hubo luchas entre facciones que se disputaban el trono la del rey Pedro, y su hermanastro, el conde Enrique de Trastamara, hijo también de Alfonso XI y de Leonor de Guzmán. A su vez, Pedro I de Castilla se encontraba en guerra contra Aragón, cuyo rey Pedro IV el Ceremonioso apoyaba a Enrique de Trastamara. Y por si fuera poco este conflicto era también un frente de la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, ya que a Pedro el Cruel le apoyaba Inglaterra y a Enrique de Trastamara le apoyaba Francia. Inglaterra y Francia enviaron ejércitos a Castilla para apoyar a sus respectivos candidatos. Aragón se jugaba la hegemonía en el Mediterráneo compitiendo con Génova, que a su vez tenía intereses comunes con Castilla. Las alianzas que obtuvieron en la contienda con Inglaterra, Francia y Marruecos, uno y otro, hizo que la nobleza enfrentada a Pedro I se envalentonara.
------- ESTATUA DE PEDRO I DE CASTILLA ------------- En 1357, Pedro entró en tierras de Aragón, y luego entró en Castilla en 1359. Enrique reunía en Francia a las Compañías Blancas (mercenarios franceses), al mando de Beltrán de Duguesclin. Pedro I venció en Nájera y años después en Valencia consiguiendo un pacto de paz con Pedro IV de Aragón. Pero no cumplió el pacto de paz y reinició la guerra. En 1360, viendo Enrique que aumentaban sus partidarios, no dudó del buen éxito de una invasión en Castilla. Renovando las hostilidades contra Aragón, en 1361 Pedro I ganó varias fortalezas. Ajustó la paz con Pedro IV de Aragón obligándose ambos reyes a restituirse los castillos y lugares conquistados. Pedro I de Castilla se apoderó en 1362 de varias plazas musulmanas. Este conflicto era, pues, al mismo tiempo guerra civil en Castilla por el dominio de España entre Castilla y Aragón y un campo de batalla de la Guerra de los Cien Años. En este contexto, en un determinado momento del conflicto, en 1366-1367, el rey Pedro el Cruel, que había perdido el dominio de la mayor parte de Castilla. Pidió ayuda a Eduardo, príncipe de Gales, heredero de Inglaterra (llamado “el príncipe negro”) y a cambio prometió entregarle el Señorío de Vizcaya, incluyendo la villa de Castro Urdiales. Al principio pareció que esta alianza funcionaba. El ejército castellano-francés de Enrique fue derrotado por fuerzas inglesas en la batalla de Nájera,(abril de 1367). Pedro recuperó el trono castellano y el príncipe inglés pidió su recompensa. Pero entonces el rey Pedro le dijo que muy pronto todos los castillos y villas de Vizcaya le reconocerían como soberano pero en privado envió cartas a los caballeros de Vizcaya para que no reconocieran al inglés. La decisión quedó en manos de los linajes señoriales de Vizcaya. Si éstos hubiesen pensado que Vizcaya estaba oprimida por las armas por Castilla y no se hubiesen sentido castellanos tenían una oportunidad de oro para separarse de Castilla y de España para siempre. Pero hicieron todo lo contrario. Como indica el célebre historiador vizcaíno del siglo XIX Labayru, los caballeros vascos les dijeron claramente a los enviados ingleses que “Vizcaya nunca aceptaría como Señor a un príncipe extranjero”. El famoso cronista contemporáneo y futuro Canciller de Castilla, el alavés Pedro López de Ayala afirma en su célebre “Crónica sobre este periodo de la historia de España: “el príncipe de Gales no ovo la tierra de Vizcaya por cuanto los naturales de la tierra sabían non placía al rey fuese aquella tierra del príncipe”. Es decir, los vizcaínos optaron por la lealtad a Castilla. Quedó bien clara de nuevo la hispanidad vasca y vizcaína, quienes, junto a alaveses y guipuzcoanos llenarían las filas del ejército castellano del rey Enrique unos años más tarde en la guerra contra Navarra. Además la muerte del último señor de Vizcaya, don Tello, vasallo del rey de Castilla, propiciaría la unión definitiva entre Vizcaya y la Corona de Castilla, en 1369. Los reyes de Castilla (y luego de España) pasarían a ser señores perpetuos de Vizcaya. Así pues, si los linajes de Vizcaya lo hubiesen querido, Vizcaya se hubiera unido a Inglaterra en 1367 y quién sabe si hoy Vizcaya sería todavía británica. Por lo tanto, decepcionado, el príncipe de Gales abandonó España con sus tropas Esto facilitó las cosas a Enrique. La guerra civil se extendió de nuevo por toda la corona de Castilla. Pedro pidió ayuda de los moros de Granada y se defendió en Andalucía. En el camino halló a su hermano Enrique, a quien acompañaban Beltrán Duguesclín y sus Compañías Blancas, (los mercenarios franceses), y trabaron combate cerca del castillo de Montiel, llamado de la estrella. Pero sus tropas fueron derrotadas, entonces Pedro se encerró en la fortaleza. Y durante un intento de fuga, donde fue engañado por Bertrand du Guesclin, el Rey de Castilla acabó frente a la tienda de Enrique. Los hermanos iniciaron una lucha personal a espadas y habiendo desarmado Pedro a Enrique, Bertrand du Guesclin intervino sujetando al Rey Pedro por la pierna y haciéndolo girar, momento que aprovechó el Enrique para asestarle una estocada mortal. Con la muerte de Pedro I (1369) terminó el reinado de la Casa de Borgoña en Castilla.

32.- REINOS CRISTIANOS- CASTILLA (2)

En 1217 Fernando III el Santo recibe de su madre Berenguela (en 1217) el reino de Castilla y de su padre Alfonso IX (en 1230) el de León. Y las Taifas y señoríos conquistados a los árabes, Córdoba Jaén Murcia y Sevilla. A partir de Fernando el Santo rey de Castilla y de León, se considera el nacimiento de la Corona de Castilla-León. Conquistó para la cristiandad el Reino de Jaén, el Reino de Córdoba, el Reino de Sevilla y Extremadura, obligando con ello a retroceder a los reinos musulmanes. Al finalizar el reinado de Fernando III, únicamente poseían en la Andalucía el Reino de Niebla, Tejada y el Reino de Granada, este último como feudo castellano. Su hijo, el futuro Alfonso X, el sabio, fue enviado por Fernando a la conquista del Reino de Murcia, venciendo a los moros, dejando la región como un señorío castellano, tras lo cual Alfonso conquistó las plazas de Mula y Cartagena. Le sucedió su hijo Alfonso X que fue titular de la Corona de Castilla y León entre 1252 y 1284. Había nacido en 1221. Fue un rey diferente, que sin abandonar su trabajo de gobernante y militar es muy reconocida su obra literaria y su trabajo en pos de la ciencia, historia y judicatura. Patrocinó y supervisó e incluso compuso y colaboró personalmente en diferentes trabajos, muchas veces acompañados por un amplio conjunto de intelectuales de amplia procedencia. Considerado como el fundador de la prosa castellana, en la que es posible datarse el hecho en su época de la adopción del castellano como lengua oficial.
-------- -------------ALFONSO X, El sabio----------- El Fuero real de Castilla en 1254, preparó la redacción de la que sería su gran obra, el “Código de las siete partidas”, seguramente de 1263, donde se recoge lo mejor del Derecho Romano para unirlo a las más vivas tradiciones de Castilla. Este código, de larga influencia en el ordenamiento castellano y español, supuso la recepción del derecho romano en Castilla y su incorporación por lo tanto a la corriente europea. En el terreno militar, la muerte de su padre había reanudado la ofensiva contra los musulmanes. Tomó Jerez, Medina-Sidonia, Lebrija, Niebla y Cádiz. Hay historiadores que aseguran que fue en el sitio de Niebla donde se utilizó la pólvora por primera vez con fines militares, (1262). A los reyes de Granada y Túnez que se habían sublevados les hizo frente. Sofocó la sublevación mudéjar de la Baja Andalucía con facilidad. En Murcia lo consiguió con la ayuda de Jaime I de Aragón, pero tuvo la consecuencia de la huida de los mudéjares andaluces, con el consiguiente despoblamiento de muchos territorios de la campiña del Guadalquivir. En 1275, murió su hijo primogénito el infante Fernando de la Cerda. El Rey Alfonso provocó un conflicto sucesorio. Muerto el heredero según el derecho castellano debía corresponderle a su segundo hijo la herencia, a Sancho, pero según el derecho romano les correspondía a los hijos de fallecido, es decir a Alfonso de la Cerda y luego en un intento posterior de hacer al infante Alfonso de la Cerda rey de Jaén provocó la rebeldía de Sancho, quien buscó apoyo en Aragón y Portugal (mientras que Francia apoyaba a los de la Cerda) y se hizo reconocer por unas Cortes reunidas en Valladolid, que depusieron a Alfonso X, en 1282. Quedó el viejo rey confinado en Sevilla. Sólo Sevilla, Murcia y Badajoz permanecieron fieles al viejo monarca. Alfonso maldijo a su hijo, a quien desheredó en su testamento, y ayudado por sus antiguos enemigos los benimerines empezó a recuperar su posición. Cuando cada vez más nobles y ciudades rebeldes iban abandonando la facción de Sancho, murió el rey en Sevilla, el 4 de abril de 1284. Sancho, a pesar de haber sido desheredado, fue coronado en Toledo el 30 de abril de 1284. Realmente la nobleza nunca vio con buenos ojos la política de su padre en su admiración por las culturas árabe y judía. Las luchas internas por alcanzar el poder fueron constantes al principio. Su hermano el infante don Juan se unió al señor de Vizcaya, y Sancho mató al de Vizcaya y encarceló a su hermano. Y también mandó matar a 400 seguidores del infante de la Cerda, (el hijo del hermano de Sancho), aunque lo perdonó al poco tiempo volvió a sublevarse apoyándose en los Benimerines, ocasionando el conflicto en la plaza de Tarifa, sitiando el lugar, pero fue defendida y los atacantes abandonaron el sitio. Sancho IV murió en 1295 y dejó como heredero a su hijo de nueve años, Fernando, sin terminar de resolver las disputas con los Infantes de la Cerda. Fernando IV de Castilla nació en 1285 y durante su minoría de edad, su crianza y la custodia de su persona fueron encomendadas a su madre María de Molina que ya viuda, era una mujer fuerte, procuró aplacar a la nobleza, e impidió en varias ocasiones que su hijo Fernando IV fuese destronado. La peste que, en forma de terrible epidemia, atacó al ejército de sus enemigos e invasores. Esto salvó a Fernando. La mayoría se retiró, y María de Molina triunfó. Entre 1301 y 1302 María de Molina perdió el control de su hijo. Se vio además desairada por su él, quien, influido sin duda por sus nuevos consejeros, le pidió cuentas de su tutoría en las Cortes de Medina del Campo. Fernando en 1309 prosiguió la lucha contra los musulmanes, fracasó en su intento de tomar Algeciras pero se apoderó de Gibraltar y más adelante en 1312 la ciudad jienense de Alcaudete. El Maestre de la Orden del Temple en el reino de Castilla y León, se dispuso a entregar a María de Molina las fortalezas de la Orden en el reino, más la reina no aceptó tomarlas sin el consentimiento de su hijo el rey. María de Molina estaba ya descansando de sus funciones cuando muere su hijo Fernando, dejando un heredero, el futuro Alfonso XI que había nacido en 1311.

martes, 27 de octubre de 2020

EDAD MEDIA EN ESPAÑA

Independientemente de que en otros países o culturas se barajen otras fechas o periodos de la historia, en nuestro país tenemos unos periodos históricos diferenciados unos de otros, que nos permiten establecer con cierta precisión las divisiones que se hacen entre Alta y Baja Edad Media. En el año 415 se realiza el pacto (Foedus), entre el emperador romano Honoria y el rey visigodo Walia. Éstos se asentaron en la Galia, al sur, y tras la derrota de la batalla de Vouillé en el 507 emigran a Hispania. En el año 476 cae definitivamente el Imperio Romano de Occidente, y por supuesto se inicia un nuevo periodo histórico. Así llegaron los visigodos. El pacto aquél establecía que recibían los germanos tierras para establecerse y por el contrario debían defender al Imperio de sus enemigos en esas tierras. Las “bagaudae”, guerreros asaltantes, y otros pueblos germánicos Léase suevos, alanos y vándalos. Los visigodos entraron en Hispania con intención de establecerse definitivamente, no como usurpadores ni invasores. Por lo que en la Península Ibérica, la Alta Edad Media, su inicio lo podemos establecer con la llegada de los visigodos, o con la caída de Roma. Las fechas son próximas. En el 456 es cuando entran las tropas visigodas en la península.
----------Alfonso X el sabio: Estatua delante de la Biblioteca Nacional en Madrid ---- Y este periodo en que los habitantes de la península, los hispano-romanos, son cristianos, y los visigodos arrianos, también católicos pero con diferencias, un siglo después abrazan la religión romana y aunque gobiernan la península con un solo rey, todavía quedaban los bizantinos que también son expulsados finalmente, este periodo viene a ser convulsionado por la invasión musulmana, de gran poder militar, que derrotan y desaparecen los visigodos. Pero aunque los musulmanes dominan casi todo el territorio al principio, sufren las embestidas de unos nuevos reinos cristianos que van naciendo con gran esfuerzo durante años, como herederos de los visigodos. Esta Alta Edad Media la podemos llevar hasta el siglo XIII. Para los musulmanes ya en el 1031 desaparece el califato de Córdoba apareciendo unos pequeños reinos, llamados Taifas, que han de luchar por su permanencia o ser vasallos de los reinos cristianos, que progresivamente van recuperando para la cristiandad los territorios. En el año 1212 son vencidos en la Batalla de Las Navas de Tolosa, por tres reinos cristianos, lo que marca indeleblemente el principio del fin de los musulmanes en la península. Para entonces el poder musulmán quedó reducido al reino de Granada que fue fundado en el 1238. Debemos recordar que los 200 años que median entre la toma de Tarifa (1292), y la caída de Granada,(1492), durante ese tiempo el reino Nazarí de Granada era tributario y vasallo de Castilla, por lo que enviaba representantes a las Cortes y pagaba anualmente una elevada suma en oro a Castilla. Los siglos XIV y XV se les ha considerado como el “otoño de la Edad Media”, en otras palabras, es la Baja Edad Media para España. El matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, marcará un punto de inflexión de consecuencias incalculables. En la península como dijo Menéndez Pelayo, era la época de los cinco reinos, Portugal, Granada, Aragón, Castilla y Navarra. La gran expansión territorial desarrollada en los siglos anteriores no se detendrá en los siglos posteriores. Las luchas entre los nobles y los reyes acarrearon no pocas guerras civiles, cambios dinásticos y el afianzamiento del centralismo real, a la vez que el fortalecimiento de la alta nobleza, estrechamente vinculada a la nobleza por los cargos y prebendas y hasta por parentescos. También ha habido hambrunas retroceso demográfico, epidemias y crisis de subsistencias, algo común también en el resto de Europa. A partir de mediados del siglo XV se inicia un proceso de recuperación, producto de una mayor estabilidad derivada de un manifiesto crecimiento económico. Podemos decir que la Baja Edad Media termina para España con la toma de Granada, último bastión musulmán, o con el Descubrimiento de América, es el mismo año. Esta gran epopeya marca en todo el planeta el inicio de la puesta en la modernidad a todo un enorme continente que se hallaba prácticamente, según zonas, en la Edad de Piedra. Cuando Isabel y Fernando toman Granada , el historiador presente, les recuerda el escrito firmado, el “Foedus”, aquel acuerdo en que Roma entrega Hispania a los visigodos para su defensa en el territorio, conjuntamente con la religión romana, por lo que los cristianos son herederos de aquellos visigodos y de los romanos. La Edad siguiente será la Edad Moderna. Pero eso es otra historia.

miércoles, 21 de octubre de 2020

31.- REINOS CRISTIANOS - CONDADOS CATALANES - Tercera parte

La batalla de Almenar se produjo en 1082 entre las tropas del rey Al-Mutamán de la Taifa de Zaragoza, comandadas por Rodrigo Díaz de Vivar, contra las tropas del rey de la Taifa de Lérida, que contó con el apoyo del rey de Aragón, Sancho Ramírez, el conde de Barcelona, Berenguer Ramón II y el conde de Cerdaña y Berga, Guillermo Ramón I. El resultado fue favorable al Cid Campeador, que hizo prisionero al conde de Barcelona. Luego lo liberó a cambio de un importante rescate. En el año 1096 el conde participó en la I Cruzada a Tierra Santa dejando a su sobrino Ramón Berenguer III. Éste supo consolidar y ampliar los límites del condado. Conquistó parte del condado de Ampurias y, al frente de una amplia coalición, emprendió también la conquista de Mallorca, narrada en el documento pisano llamado “Liber maiolichinus” (1117), en el que se llama a Ramón Berenguer III “Dux Catalanensis” y catalanicus heros, mientras que sus súbditos son denominados “Christicolas catalanenses”, en lo que se considera la referencia documental más antigua a Cataluña. Se trata de un libro sobre las luchas para liberar a los esclavos cristianos y vencer a los corsarios musulmanes que, con base en las Baleares, sembraban el terror por todo el Mediterráneo “desde Hispania hasta Grecia”. Sin embargo, el conde tuvo que abandonar sus conquistas ante el avance de las tropas almorávides en la península. Recibió asimismo mediante herencia los condados de Besalú y Cerdaña, formando progresivamente un espacio territorial muy similar al de la llamada Cataluña Vieja, además de avanzar hacia Lérida y repoblar territorios fronterizos como la ciudad de Tarragona, restaurándola efectivamente como sede episcopal. Éste se casó con la hija del Cid, María, y acudió en ayuda de Valencia en el 1099, ciudad que estaba gobernada por Jimena, viuda ya del Cid. Murió su esposa y se casó con la condesa Dulce, de forma que pudo ampliar sus dominios transpirenaicos al incorporar el condado de Provenza gracias a su matrimonio. Éste conde legó a su hijo, que sería Ramón Berenguer IV los condados de Vic, Barcelona, Gerona, Cerdaña y Besalú. Sería Ramón Berenguer IV el que se casara con Petronila, la heredera del rey de Aragón, Ramiro II. En noviembre de 1137, Ramiro ofreció a su hija (de un año), en matrimonio. La boda se celebró en Lérida en agosto de 1150. Ramiro II depositó en su yerno el gobierno del reino, pero no la dignidad real, firmando este al casarse como Conde de Barcelona y fue nombrado “Princeps de Aragón” que en la época significaba primus inter pares. Un documento del rey hacia el conde termina diciendo: “Tú, en cambio, convienes conmigo, en palabra de verdad, y pones tus manos entre mis manos, que no enajenes, ni hagas enajenar, este reino que te doy, durante la vida de los hijos de mi hija. [...] Y que durante toda mi vida me tengas como padre y señor. [...] Aunque te entregue el reino, sin embargo, no renuncio a mi dignidad”. Luego renunció al gobierno (aunque no a su título de 'Señor Mayor de la Casa de Aragón'). Petronila y Ramón Berrenguer IV ------------
Es esta cuestión muy discutida, pero existen documentos escritos por el rey. El papel de Ramón Berenguer IV a partir de los esponsales de 1137 fue el de administrador de la Casa de Aragón como regente y en la documentación se intituló “Princeps”, como dijimos, pero nunca rey. Fue Ramiro II quien siguió siendo “señor, padre y rey” como reza la documentación aducida. “Y yo predicho Ramiro sea rey, señor y padre en el citado reino y en todos tus condados mientras me plazca” (se refiere a los condados de Sobrarbe y Ribagorza) e “In tota vita mea teneas me sicut patrem et dominum” (en toda mi vi vida me tengas como padre y señor), y ostentando el título de Rey de Aragón hasta su muerte en 1157, con lo que Ramón Berenguer IV se integraba en la Casa de Aragón al ser pactadas sus capitulaciones matrimoniales de acuerdo a las instituciones jurídicas del derecho aragonés, y dando lugar, tras el reinado de Ramiro II, a que la reina fuera su hija Petronila, hasta que el 18 de junio de 1164 esta abdica en favor de Alfonso II, transcurridos dos años desde la muerte de su marido. En 1157 nacía en Huesca el primogénito de la pareja, llamado Alfonso. Tras la muerte de su esposo, Petronila abdicó en su hijo Alfonso II el Reino de Aragón y el condado de Barcelona. A partir de esto, se retiró y vivió privadamente el resto de su vida. El abuelo, Ramiro II, después de su muerte, cumplió su sueño de salvar la monarquía y además unir el Reino de Aragón con el Condado de Barcelona en un heredero suyo. Petronila y Ramón se habían casado conforme al derecho aragonés, es decir, en un tipo de matrimonio donde el marido se integraba a la casa principal como un miembro de pleno derecho. El acuerdo supuso, como dijimos, la unión del condado de Barcelona y del Reino de Aragón en la forma de lo que más adelante fue conocido como Corona de Aragón. En un contexto de alianzas medievales, la asociación de ambos territorios no fue, pues, el fruto de una fusión ni de una conquista, sino el resultado de una unión dinástica pactada entre la Casa de Aragón y la poseedora del condado de Barcelona. De hecho, originalmente los territorios que formaron la Corona mantuvieron por separado sus leyes, costumbres e instituciones. Así es que con el hijo de estos, Alfonso II, quedaron asentados Aragón y el condado bajo las cuatro barras de la monarquía aragonesa. Hay que aclarar que los términos Catalania y catalanenses no se encuentran escritos hasta 1117 en los Usatges de Barcelona, (condiciones de los usos y costumbres). Y la denominación Principado de Cataluña (Principatus Cathaloniae) no la encontramos escrita hasta 1350. Se trataba de una denominación jurídica, no exactamente un título de casa real. En esa época de la unión se hablaba del condado de Barcelona, que no abarcaba todo lo que hoy es Cataluña. El término jurídico se utiliza a partir del siglo XIV para nombrar al territorio bajo jurisdicción de las Cortes Catalanas, cuyo soberano era el conde de Barcelona, título que coincidió con el de soberano de la Corona de Aragón en Alfonso II y posteriormente de la Corona de España hasta los Decretos de Nueva Planta de 1707 promulgados en tiempos de Felipe V.

lunes, 19 de octubre de 2020

30.- REINOS CRISTIANOS - CONDADOS CATALANES - segunda parte

CATALUÑA - (Parte 2) El rey franco, Luis el tartamudo, repartió sus condados en el año 878 y los de Barcelona y Gerona correspondieron a Wifredo el Velloso, considerado el primer gobernante autónomo de la región, y que a su muerte dejará sus tierras a sus hijos: Urgel a Sunifredo; a su hijo Mirón II, Cerdaña y Besalú; y a sus hijos Borrell y Suñer, Barcelona y Gerona. Una vez conseguido el poder civil los condes se aplican a construir una Iglesia propia. En el año 888, crean un arzobispado en Urgel. El conde barcelonés Suñer I, (890- 950), firmó la paz con el califa Abderramán III a cambio de someterse a su autoridad. Su hijo y sucesor, Borrell II, renovó su relación de vasallaje. El conde Borrell II era un auténtico político, más que militar, y procuró unas buenas relaciones tanto con los francos como con el Califato Cordobés. En 970 viajó a Roma con el propósito de reorganizar la administración religiosa y restaurar el arzobispado de Tarragona. Pero con el califato de Córdoba, a la llegada de Hisham II (976-1009), y el ascenso de Almanzor, el famoso caudillo musulmán, sanguinario y ambicioso, las relaciones se rompieron. A pesar de los esfuerzos diplomáticos del conde de Barcelona, los condados no se libraron de Almanzor. El 5 de mayo de 985 un ejército partió de Córdoba. Almanzor avanzó a sangre y fuego hacia Barcelona. Los monasterios de Barcelona fueron incendiados, y sus habitantes asesinados. Al-Mansur (Almanzor) atacó y destruyó la ciudad haciendo muchos prisioneros que los trasladó a Córdoba exigiendo un fuerte rescate. La política de paz con el califato había fracasado. Fue necesario abandonar Tarragona y no volvió a ser ocupada hasta mucho después, en 1118. El conde Borrell II trató de retomar las relaciones con los reyes francos, pero el Imperio Carolingio estaba en una franca crisis. La dinastía de los Capetos defendió la corona franca de las revueltas internas y no atendió a las peticiones de Borrell. Esto hizo a que en el 987, cuando el rey Hugo Capeto exigió los pagos correspondientes a los vínculos, la respuesta de Borrell fue no responder nada absolutamente. Eso fue el último contacto entre los condes de la Marca Hispánica y los monarcas francos. Borrel negó obediencia y le siguieron los demás condes de la Marca, consiguiendo la independencia de los condados (posteriormente catalanes) de los reyes francos. A la muerte de Borrell II le sucede su hijo Ramón Borrell que repobló los territorios. Se abstuvo de jurar lealtad a los reyes francos aunque fue requerido para ello. Esto el nacionalismo lo interpreta como el comienzo de la independencia de hecho y se reconoce “de iure” en 1258 mediante la firma del Tratado de Corbeil con Jaime I de Aragón. Pero en realidad se trata de un acuerdo por el cual el rey de Francia renuncia a sus pretensiones sobre los condados catalanes y el rey de Aragón renuncia, por su parte, a sus pretensiones sobre parte del Languedoc, excepto Montpellier. Pero esto sucedió doscientos años después de la abstención de Borrell II a los francos. El siguiente conde de Barcelona es Berenguer Ramón I, nacido en 1005. Desde la muerte de su padre, en los condados de Barcelona, Gerona y Osona, gobernaba su viuda Ermesenda, y su hijo, Berenguer Ramón I (1017-1035). Se casó con la hija de Sancho García, conde de Castilla, con la que tuvo dos hijos. Fue un hombre de paz. Promulgó un decreto que liberaba a los propietarios de tierras de cualquier vinculación jurisdiccional que no fuera la del condado y los liberó de los impuestos. Le sucedió su hijo Ramón Berenguer I llamado el viejo, (1035-1076) y también “Hispaniae subjugator”, (Apoderador de España).
---------Almanzor, pintado por Zurbarán, y Hugo Capeto, quien negó ayuda a Borrell II. ------------- Legó a sus hijos más territorio reconquistado. Impuso el pago de parias, (tributos), a los reinos musulmanes de Zaragoza, Lérida y Tortosa con lo cual se enriqueció el condado y pudo formar un ejército. En 1068 sancionó un código regulando las relaciones y reafirmando la primacía del conde de Barcelona. Hemos de tener en cuenta que en el año 1017 estaba ya muy avanzada la guerra civil cordobesa que desmembró el califato de Córdoba en decenas de reinos de taifas y que provocó su caída en el 1031. Incluso ya existía un reino taifa independiente, el de Tortosa. Este reino dominaba prácticamente toda la actual provincia de Tarragona y continuaba hacia el sur, seguramente hasta Sagunto, donde lindaba con la taifa de Valencia. El resto de la zona andalusí de la actual Cataluña, con Lérida y Balaguer como centros más importantes, se integrará luego en la Taifa de Zaragoza aunque, en ese momento, pertenecía teóricamente al califato de Córdoba. Esa era la situación de la actual Cataluña hace 1000 años: un mosaico de condados de origen franco, aún lejos de estar unidos, que estaban tratando de expandirse hacia el sur aprovechando la debilidad del poder musulmán. A Berenguer Ramón I le sucedieron sus hijos Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II, (no confundir). El primero murió asesinado y su hermano fue acusado por lo que se le llamó “el fratricida”. Éste conde fue el que inició una campaña contra Zaragoza, aliado de Aragón, Navarra y los los reinos musulmanes de Lérida y Tortosa, y acabó fracasando en Almenar en el 1082. Lucharon las tropas del rey musulmán de la Taifa de Zaragoza al mando del Cid Díaz de Vivar, contra las tropas del rey de las Taifa de Lérida, apoyado por el rey de Aragón y el conde de Barcelona Berenguer Ramón II. El resultado fue favorable al Cid Campeador, que hizo prisionero al conde. Luego lo liberó a cambio de un importante rescate. Almanzor, pintado por Zurbarán, y Hugo Capeto, quien negó ayuda a Borrell II.

viernes, 16 de octubre de 2020

29.- REINOS CRISTIANOS- CONDADOS CATALANES (primera parte)

La Cataluña actual antes de la llegada de los musulmanes, estaba habitada, como el resto de la península, por los visigodos, que discurría por los carriles del Código de Recesvinto (654), dando soporte a la estratificación sociopolítica de los “seniores”, “nobiles” y “potentiores”. Eran reminiscencias de la antigua aristocracia romana de los que sería testimonio el Belascot o Belascut ribagorzano en los días de la invasión sarracena.  

CARLOMAGNO

Carlos Martel fue el fundador de la dinastía Carolingia, militar franco, en la batalla de Poitiers en el 732 salió victorioso derrotando a las tropas musulmanas frenando definitivamente el avance musulmán en la actual Francia. Su hijo Pipino el breve, ya el primer rey de los Francos logró expulsar definitivamente a los árabes de la Septimania, tras la toma de Narbona en el 759. Se trata de la provincia del reino franco, que correspondería con la región actual de Languedoc-Rosellón, una región costera en el sur de Francia, que se extiende desde Provenza hasta los Pirineos y la frontera con España. En la batalla el ejército musulmán a cuyo frente iba Abderramán, se lanzó al ataque. Los francos derrotaron al ejército islámico y el emir murió. Tras la muerte de Abderramán, surgieron los conflictos entre los musulmanes y emprendieron el retorno. A la muerte de Pipino le sucede en esa zona su hijo, Carlomagno, que se convierte en la fuerza militar única capaz de hacer sombra a Córdoba. Los musulmanes habían conquistado las guarniciones visigodas de Barcelona, Gerona y Lérida. En la Septimania se establecieron los visigodos, los “hispanis”. Dado el avance peninsular de los musulmanes y su rechazo como hemos contado del reino franco, Carlomagno fundó en territorio de su protección que le servía de escudo. A principios del siglo IX creó la Marca Hispánica (de la que ya hemos publicado un capítulo). Denominación geográfica de una serie de condados vinculados a los monarcas carolingios, con amplia autonomía, desigual desarrollo y problemática existencia. Hacia el año 785 Gerona se incorporó voluntariamente al reino franco, que ocupó Urgel, Cerdaña, Pallars y Ribagorza.

Wifredo el Velloso

En los tiempos visigodos, los obispos, reunidos en concilios toledanos, han sido casi un Estado. Carlomagno en el 792 obliga a retractarse al gran apoyo de Elipando, el obispo Félix de Urgel. Siete años después lo condenará a permanecer en Lyon hasta su muerte. Este movimiento permite el control total por parte de los clérigos carolingios de la sede de Urgel, elemento fundamental para la consolidación del poder franco en la Marca Hispánica. Y, lo que es más importante, sella la alianza entre los monarcas asturianos y el imperio carolingio, una alianza que marcará el destino de España. El destino, en primer lugar, de la sede compostelana, pues el entendimiento entre Oviedo y Aquisgrán supondrá el apoyo incondicional del imperio carolingio hacia el mito jacobeo; Carlomagno enviará mucho dinero a la sede compostelana, y Santiago se convertirá en la gran luz de la cristiandad medieval, construyendo un cordón umbilical entre la España y la Europa cristianas. Más a largo plazo, esta alianza, unida a la empresa de la Reconquista, convertirá a España en el principal baluarte del proyecto imperial romano y del catolicismo en el mundo. Sin embargo es en los condados pirenaicos donde termina el imperialismo carolingio en España. Carlomagno sólo conseguirá el control de algunos condados y el impulso de la ruta jacobea. Su gran fracaso será controlar a la Iglesia local. Todos estos elementos son de extraordinaria importancia para la Historia de España, y es por ello por lo que la etapa carolingia es tan importante. La peregrinación jacobea será fundamental para España y para Europa. El control de la Marca Hispánica como único territorio hispano de influencia carolingia tenderá a hacerlo distinto: Carlomagno es, sin duda, el primer plantador del hecho diferencial catalán.  Más adelante su hijo Ludovico Pío en el 802 conquistó Barcelona, plaza fundamental para consolidar la Marca fronteriza. Puso al mando al conde Borrel, de Vic. Firmó una tregua con el califato de Córdoba a no traspasar el río Llobregat. A partir del año 820 se sucedieron varios condes de origen franco. Con el título de marqués, que controlaban la Marca. La guerra civil por derechos dinásticos hizo que los condes en las sucesivas políticas de alianzas van teniendo cada vez más poder. Aquisgrán dejará de confiar en los nobles locales y nombrará gobernadores francos, como Bernardo de Septimania. El tratado de Verdún creaba el territorio occidental para Carlos el Calvo, y supuso su cese inmediato y su sustitución por los hermanos Sunifredo y Suñer. Ambos conseguirán que sus hijos les sucedan en el cargo condal, creando con ello el germen de un poder catalán hereditario por sí mismo. Con la muerte de Carlos el Calvo en 877, los condes locales, gobiernan sobre el territorio prácticamente sin oposición. Se rompe la línea dinástica carolingia en París lo que generará toda una serie de rebeliones de nobles que, a lo largo de todo el territorio franco, entenderán que dicha ruptura les otorga fuerza moral a ellos para independizarse. Flandes, Borgoña o Aquitania inician estos procesos, como lo inician los condados. El rey franco, Luis el tartamudo, repartió sus condados en el año 878 y los de Barcelona y Gerona correspondieron a Wifredo el Velloso, considerado el primer gobernante autónomo de la región, y que a su muerte dejará sus tierras a sus hijos: a Sunifredo Urgel; a su hijo voyeur, Mirón II, Cerdaña y Besalú; y a sus hijos Borrell y Suñer, Barcelona y Gerona. Una vez conseguido el poder civil los condes se aplican a construir una Iglesia propia. En el año 888, crean un arzobispado en Urgel; su arzobispado propio, lo que explica que sea tan importante la Seo para el catalanismo.

jueves, 15 de octubre de 2020

28.- REINOS CRISTIANOS - LA MARCA HISPANA

Dado la expansión musulmana, Carlomagno pacta con los musulmanes la creación de unos límites territoriales, que llamó la Marca Hispánica. Territorios del sur de Francia y del norte de la península ibérica y derivó en la formación de un conjunto de pequeños condados vinculados a los monarcas francos. Los condados que hoy llamamos catalanes, por entonces eran: Condado de Barcelona, de Berga, de Cerdaña, de Conflent, Besalú, de Ampurias, de Gerona, de Manresa, de Osona, de Pallars, el Rosellón y el de Urgel. Los condados de Ribagorza y Sobrarbe son los que formarían más adelante el reino de Aragón. El control de la Marca Hispánica como único territorio hispano de influencia carolingia, es sin duda la circunstancia del hecho diferencial catalán, zona dependiente de los reyes francos. Y aunque los musulmanes consiguieron penetrar en los Pirineos occidentales, no fue por mucho tiempo dejando aislada por ejemplo Navarra, no entrando de esta forma en la Marca Hispánica que había establecido el Imperio Carolingio. Los montes cantábricos y pirenaicos quedarían libres del efectivo dominio musulmán y en ellos se formarían prontamente dos reinos, Asturias y Navarra, resultado del pacto alcanzado entre las gentes autóctonas y los refugiados godos. En lo que hoy conocemos como Navarra el norte de la comunidad permaneció poco tiempo bajo dominio musulmán y pronto se organizó en un núcleo cristiano de fugaz sometimiento al Imperio carolingio y con centro en la ciudad de Pamplona. Su primer soberano conocido fue Íñigo Arista, hacia el 810, cabeza de la primera dinastía navarra. De este modo se conformó el Reino de Pamplona, más tarde llamado Reino de Navarra. Íñigo Arista, señor de Pamplona, se le considera como el fundador del reino de Navarra (810-840).
El primer conde de Barcelona fue Bera (801-820) personaje de origen franco-visigodo. Esta autoridad era favorable a la paz con los musulmanes, por lo que fue acusado de traición. Fue destituido y el gobierno pasó totalmente a manos de los francos. Se establecieron regiones administrativas, (los condados), y los más importantes fueron Pamplona, Aragón que se haría condado independiente en el 809 con el conde Aznar, Urgel, condado con dinastía propia desde el 815 y el condado de Barcelona dinástico desde el 878, que se convirtió en hegemónico sobre otros como Gerona. La Marca Hispánica, de hecho, se conformó como una débil unión de condados independientes, coordinados por una asamblea anual, en los cuales todos los nobles al frente soñaban con consolidar un poder vitalicio a su favor. La realeza astur-leonesa, la aragonesa y también los Condes de Barcelona, reivindicarán su estirpe visigoda como factor de legitimación histórica de los nuevos poderes resultantes de la articulación territorial de la resistencia hispánica frente al invasor islámico. Entramos aquí, lentamente, en otro periodo histórico, sucesivo de la Monarquía gótica, la llamada Reconquista, denominado así por la pretensión de los nuevos poderes autóctonos de recuperar el territorio peninsular ocupado por los musulmanes. La Península Ibérica es para Carlomagno una de las joyas de la corona imperial. A él no le vale sólo con defender la cruz; defiende, además, determinada cruz, esto es, la unidad eclesial total, pues Roma teme, y hace bien, las tendencias centrífugas entre los cristianos; que son tan fuertes que en Constantinopla generarán incluso crueles masacres en los siguientes 500 años. Poco después de la invasión peninsular, un grupo de musulmanes se entrevista con Carlomagno. Le ofrecen su apoyo si entra en la península y le prometen la entrega de Zaragoza. Hacemos un aparte para recordar que estos condados que formaron la “Marca Hispánica” franco-carolingia, fue gobernada por Carlomagno y sus descendientes en la corona francesa desde el año 801 hasta que el rey de Francia Luis IX y el rey de Aragón Jaime I el Conquistador firmaran el Tratado de Corbeil en 1258, con el fin de llegar a un acuerdo de paz y establecer unas fronteras estables entre Francia y Aragón, renunciando Luis IX a los condados (actualmente catalanes), que pasan a ser feudatarios del Rey de Aragón y Jaime I renuncia a su parte de Lanquedoc, salvo Montpellier. Queda claro entonces que en dicho tratado ambos reyes cedieron derechos sobre territorios, Jaime I de Aragón sobre territorios Occitanos y el francés sobre los condados, que pasaron a depender únicamente del monarca de la Corona de Aragón. Pero habíamos dejado a Carlomagno reunido con los musulmanes. Con la palabra de apoyo ofrecida por los musulmanes, las fuerzas de Carlomagno se atreven a entrar en territorio español para tomar Zaragoza. Serán rechazadas en la ciudad y en su retirada son emboscados en Roncesvalles por vascos, o tal vez gascones, esto posiblemente en el 778. Carlomagno, que de todas formas controla los Pirineos, pone sus ojos en la iglesia hispana. Este movimiento permite el control total por parte de los clérigos carolingios de la sede de Urgel, elemento fundamental para la consolidación del poder franco en la Marca Hispánica. Y, lo que es más importante, sella la alianza entre los monarcas asturianos y el Imperio Carolingio, una alianza que marcará el destino de España. Carlomagno enviará mucho dinero a la sede compostelana, y Santiago se convertirá en la gran luz de la cristiandad medieval, construyendo un cordón umbilical entre la España y la Europa cristianas. En la Historia, Santiago se le aparece en sueños a Carlomagno y lo anima a ir a España, mostrándole el camino de estrellas que desde Frisia (Países Bajos) le llevará a Galicia, donde se encuentra su cuerpo y donde también, tras la liberación del sepulcro de manos musulmanas por el propio Carlomagno, gentes de todos los países irán en peregrinación por los siglos. Sin embargo en los condados pirenaicos termina el imperialismo carolingio en España. Carlomagno sólo conseguirá el control y el impulso de la ruta jacobea. Su gran fracaso será controlar a la Iglesia de los condados. La peregrinación jacobea será fundamental para España y para Europa. Se rompe la línea dinástica carolingia en París lo que generará toda una serie de rebeliones de nobles que, a lo largo de todo el territorio franco, entenderán que dicha ruptura les otorga fuerza moral a ellos para independizarse. Flandes, Borgoña o Aquitania inician estos procesos, como lo inicia Cataluña de la mano de Vilfredo el Velloso, considerado el primer gobernante autónomo de la región, y que a su muerte dejará sus tierras a sus hijos. No se puede decir, por lo tanto, que la huella carolingia en España sea ni débil ni despreciable.

miércoles, 14 de octubre de 2020

27.- REINOS CRISTIANOS - REINO DE NAVARRA (segunda parte)

Muerto Sancho III en el 1035, el reino de Navarra se desmembró. Como dejó entre sus hijos la herencia repartida. A García le correspondió Navarra, Castilla fue para Fernando, que desde entonces fue con la categoría de reino, y Aragón, también como reino a Ramiro. Los condados de Sobrarbe y Ribagorza fueron para Gonzalo. El último rey de Nájera, Sancho Garcés IV es asesinado por su hermano, con lo cual ya no existen los reyes de Nájera. Se divide el reino y la parte navarra quedó anexionada al Reino de Aragón, poniendo fin al "Reino de Nájera", pasando a denominarse Señorío de Nájera y Ducado de Nájera. Del reino de Pamplona surge, tras unos primeros años de expansión y la posterior merma territorial a manos de Castilla y Aragón, el Reino de Navarra que se estabilizó con dos territorios diferenciados: la Alta Navarra, al sur de los Pirineos y la Baja Navarra o Navarra Continental, al norte de la cordillera pirenaica, (actual Francia). Se fundan Vitoria y San Sebastián, hacia el 1200 con una labor repobladora. Pero Castilla después de un largo sitio se hizo con Guipúzcoa y Álava. Pese a todo Navarra participará en la batalla de las Navas de Tolosa (1212), en la que destacó el monarca navarro Sancho VII el Fuerte. La muerte sin descendencia de Sancho VII, supone la entronización en Navarra durante casi dos siglos de dinastías francesas, la de Champaña, la Capeta y la de Évreux. BANDERA DE NAVARRA. (siglo XIV)-------
En la ciudad de Pamplona es arrasado el barrio de la Navarrería por tropas francesas en 1276 y extendiéndose la confrontación por toda Navarra, venciendo éstos a los aliados castellanos e implantando el acercamiento de Navarra a Francia. Se produce la instauración de la Casa de Trastámara en Aragón a mediados del siglo XV con Fernando de Antequera. Con los años se llevaría a una guerra civil en 1441, cuando Juan II de Aragón (rey consorte de Navarra, Trastámara)) se quedó para sí el trono, en vez cederlo a su hijo Carlos, Príncipe de Viana, al que le correspondía. La guerra civil persistió tras la muerte de Carlos, Príncipe de Viana en 1461 y a la de Juan II en 1479. A finales del siglo XV el rey de Aragón Fernando el Católico realizaba continuas injerencias en la guerra civil de Navarra en apoyo a los Beamonteses, (partidarios del antiguo bando nobiliario de los Beaumont). Éstos eran contrarios a los agramonteses (partidarios del antiguo bando nobiliario de los Agramont). En 1512 el rey de Navarra se vio obligado a firmar el Tratado de Blois, por el cual conseguía apoyo del reino de Francia ante una posible agresión. Esto fue considerado por Castilla y Aragón como una beligerancia, ya que Francisco I de Francia estaba enfrentado al aragonés Fernando. Hemos de saber que la llamada Baja Navarra es una actual región del País Vasco Francés. Fernando el Católico, que era hijo de Juan II y su primer matrimonio con la reina Blanca de Navarra, inició la invasión, y entonces una ciudad de 8.000 almas y mal fortificada, firmó la rendición. En 1513, las Cortes de Navarra, convocadas en Pamplona por el virrey castellano y sólo con la asistencia de beamonteses, nombraron a Fernando el Católico rey de Navarra. El 7 de julio de 1515 las Cortes de Castilla en Burgos, anexionan el Reino de Navarra al de Castilla. El nuevo rey se comprometió a respetar los fueros del reino. La conquista de la Alta Navarra no finalizó aquí, ya que Catalina de Foix y Juan III de Albret, y posteriormente Enrique II, apoyados por los monarcas franceses, hicieron hasta tres intentos militares de recobrar el reino. En 1516, aprovechando la muerte de Fernando el Católico realizaron uno de los intentos. El ejército fue derrotado en el Roncal. Sin éxito la vía militar, se intentó la diplomática-ca. Así tuvieron lugar dos encuentros entre las partes que no arrojaron ningún éxito, por lo que los reyes navarros, apoyados por Francia, realizaron un último intento bélico. En 1521, aprovechando la Guerra de las Comunidades que asolaba Castilla, deseosos de debilitar a toda costa al rey (ya entonces Carlos I), tuvo lugar un alzamiento generalizado en toda Navarra que después de tres años de batallas hubieron de rendirse obteniendo un perdón. En 1530, el rey de Navarra Enrique II, mantuvo la independencia del reino de la baja Navarra. Los reyes posteriores continuaron jurando las leyes propias navarras. En esta parte del reino de Navarra continuó la dinastía Albret-Foix que entroncaría con la de Borbón, quienes llegaron a reinar en Francia y estos territorios navarros les conferían la dignidad real, y muy celosamente sus sucesores la conservaron separada, aún después de acceder al trono de Francia llevaron la titulación de reyes de Francia y Navarra. Luis XIII aceptó una reconciliación en 1611. En 1620 publicó el edicto de incorporación del Reino de Navarra a la Corona de Francia, conservando a sus habitantes en sus fueros, franquezas, libertades y derechos. Durante la Guerra de Sucesión Española, (1701) Navarra (a pesar del fiero sentimiento antifrancés del pueblo) se posicionará a favor del duque de Anjou (futuro Felipe V) en lugar de por el archiduque Carlos de Austria. Es por ello por lo que tanto Tudela como Sangüesa fueron ocupadas por las tropas austracistas. A la finalización del conflicto, Navarra, al igual que las provincias vascas, conservaron sus fueros a diferencia de la Corona de Aragón

martes, 13 de octubre de 2020

26.- REINOS CRISTIANOS - REINO DE NAVARRA (primera parte)

Los vascones, antiguo pueblo autóctono, posiblemente una de las tribus íberas, ocupaban la actual Navarra y parte de Aragón. Con la llegada de los romanos el territorio formó parte de la provincia romana Tarraconensis. Luego a la caída de los romanos los vascones fueron sometidos por los visigodos pero se sublevaron en tiempos de Leovigildo, en el 581, invadiendo y conquistando la Aquitania, que por ello se llamó Gascigne, (Gascuña), en el 587. Hubo entonces una Vasconia francesa (Aquitania), y otra propia o española. Frente a ambos se alzaban los pueblos Visigodos al sur y los Francos al norte. Con la invasión de los árabes en el 711, la época musulmana para los vascones fue una continuación de las luchas para defender su independencia de cualquier invasor, ya fuesen romanos, visigodos o musulmanes. No obstante, con los musulmanes, su aristocracia se convirtió y respetaron las posesiones y ascendencia social.
----La Península durante el reinado de Sancho III el mayor---- Destacó una estirpe la de los Banu Qasi, convertidos al Islam. Y se aliaron a la familia de los Arista de Pamplona cuyo representante Ínigo Arista fue elegido rey. La dinastía de los Arista gobernó Navarra, sujetos a los emires cordobeses hasta comienzos del siglo X. De este linaje surgió Ben Muza, que fue el valí de Zaragoza. Al desaparecer los reinos visigodos, Vasconia quedó sometida a la influencia franca por un lado y por el otro al poder de las monarquías asturleonesa primero y al Condado de Castilla más adelante. Aunque los musulmanes consiguieron penetrar en los Pirineos occidentales, nunca la ocuparon por mucho tiempo, dejando zonas aisladas, entre ellas Navarra, lo que impidió asimismo que se convirtiera en parte de la Marca Hispánica de Carlomagno, quien aprovechando la rebelión del gobernador de Zaragoza para intervenir en la Península, atravesó en el año 778, con un ejército franco el territorio vascón y destruyó y redujo a ruinas a Pamplona, capital de los vascones que eran aliados. Abandonó el proyecto de tomar Zaragoza dada su dificultad. Pero, en agosto de 778 con un poderoso ejército se dirigió al norte, por Roncesvalles. Allí fueron objeto de una hábil emboscada por los vascones (o árabes, posiblemente), que ocasionaron una gran pérdida en la retaguardia del ejército de Carlomagno que estaba dirigida por un familiar, Roldán, Se hizo famosa, incluso hoy en día se conoce La Chanson de Roland, que inmortalizó el evento. En lo que hoy conocemos como Navarra, el norte de la comunidad permaneció poco tiempo bajo dominio musulmán y pronto se organizó en un núcleo cristiano de fugaz sometimiento al Imperio carolingio y con centro en la ciudad de Pamplona, población fundada en época romana por Pompeyo sobre un asentamiento vascón preexistente denominado “Iruña”. Su primer soberano como dijimos fue Íñigo Arista, hacia el 810, cabeza conocida de la primera dinastía navarra. De este modo se conformó el Reino de Pamplona. Íñigo Arista, señor de Pamplona, se le considera como el fundador del reino y patriarca de la dinastía. En el año 923 el rey pamplonés Sancho Garcés I junto a Ordoño II de León recuperan Nájera y La Rioja del dominio musulmán. Estos territorios quedan en manos de García Sánchez, hijo del anterior, denominándose Reino de Nájera. También se convierte en rey de Pamplona, estableciéndose en Nájera, con lo cual el reino pasa a llamarse Reino de Nájera-Pamplona. La desaparición del Califato de Córdoba liberó a los navarros de enemigos por el flanco sur, lo que permitió a su rey Sancho III el mayor, (1000-1035), concentrarse en sus ambiciones expansivas. El rey Sancho III el mayor, impulsó el reino, lo amplió, fomentó el camino de Santiago, acuñó moneda y celebró Cortes, originando una legislación. Estaba casado con la hermana del conde de Castilla, García Sánchez, y al morir éste asesinado, Sancho el mayor incorporó a su reino el condado castellano como protectorado y también otros condados como el de Gascuña y el de Barcelona que le rindieron vasallaje. Al casarse su hermana Urraca con el rey leonés Alfonso V, el rey navarro pretendió afianzar la unión de los reinos, pero al morir el leonés se avivaron las diferencias entre los reinos. Vermudo III rey de León, se casó con una hija de Sancho, Jimena, lo que animó a defender la causa de Vermudo contra los levantiscos nobles asturianos. Sancho III el mayor fue el primer monarca moderno, el que siguió las prácticas europeas de feudalismo. Guarda para sí el título de Emperador hasta entonces reservado a los reyes de León. Facilitó la entrada de la orden del Cluny y abrió la ruta hacia Santiago a los peregrinos europeos. Muerto Sancho III el reino se desmembró. Como dejó entre sus hijos la herencia repartida. A García le correspondió Navarra, Castilla fue para Fernando, que desde entonces fue con la categoría de reino, y Aragón, también como reino a Ramiro. Los condados de Sobrarbe y Ribagorza fueron para Gonzalo. Estamos en el año 1035.

sábado, 10 de octubre de 2020

25.- REINOS CRISTIANOS . CONDADO Y REINO DE CASTILLA

Entre el 739-757- Alfonso I de Asturias, fue obligado a defenderse del Califato cordobés en la zona fronteriza del reino Astur. Para ello construyó varias fortalezas. Ya aparece el nombre de Castilla a un condado mencionado en un documento del año 800 y que señalaba desde el sur de la cordillera cantábrica hasta La Rioja. Los condados eran territorios concretos que era gobernados por unos jueces, llamados condes, nombrados por el rey astur al que debían obediencia. La región castellana fue colonizada por cántabros y vascos poco romanizados, que se regían por códigos y que hablaban una lengua romance derivada del latín vulgar. Ni lo nobles ni el clero se aventuraban mucho en zonas tan peligrosas por lo que apenas se produjeron divisiones de clase y no hubo latifundios. Esto marcó un grado de libertad, muy diferente al servil leonés, que fue la semilla del elemento diferenciador del hombre castellano de la época. Rodrigo, hijo posiblemente de Rodrigo I de Asturias, se convirtió en el primer conde de Castilla hacia el 860 aprox. En el 884 Se intensificó la repoblación y se fundó Burgos.-CONDADO DE CASTILLA---------
En los años 930-970, Fernán González el conde de Castilla, entró en la leyenda medieval inmortalizada en romances. Aprovechó las tensiones de los reinos limítrofes de León y Navarra, para engrandecer Castilla a la que solo le faltaba la corona para ser un reino. Consiguió agrupar su autoridad sobre los condados de Burgos y Castilla en el 931. Luchas de poder con el rey leonés Ramiro II, se saldan con la boda de Ordoño III (el leonés) con hija del conde González, doña Urraca. A partir de él fue hereditario el título de conde. En el 951 muere Ramiro II de León y se considera como el momento de la independencia de Castilla. Le sucede su hijo que concedió títulos de nobleza a militares a caballo, importante papel para el predominio de Castilla sobre León. Su hijo amplió las fronteras hasta Guadalajara y Madrid por el sur y Soria y Segovia por el norte. Heredó Castilla doña Mayor, que estaba casada con Sancho el Mayor de Navarra y se nombró a su hijo Fernando heredero del condado. En (1029-1065) Fernando I, conde de Castilla y rey consorte de León. Se le solía designar el primer rey de Castilla, pero actualmente se considera que este reino se inicia a la muerte de este monarca. El conde Fernando de Castilla y rey I de León, dejó en herencia la división de los territorios entre sus hijos. A Sancho le correspondió el Condado de Castilla, elevado a la categoría de Reino, y las parias (tributos) del reino Taifa de Zaragoza. A su hermano Alfonso el favorito de su padre, le correspondió el Reino de León, que tenía derechos sobre la Taifa de Toledo. A su hermano García le dio Galicia, para lo que creó nuevos derechos sobre las taifas de Sevilla y Badajoz. A Urraca, de dio Zamora, con título y rentas. A su otra hija Elvira, le dio la ciudad de Toro. REINO DE CASTILLA -----
Con la ayuda del famoso Cid Campeador, Sancho de Castilla en 1072 atacó a su hermano con lo que se produjo unión entre los reinos de Castilla y León. Gracias a Urraca, en Zamora se refugió el grueso del ejército leonés, al que Sancho puso cerco y donde el rey castellano fue asesinado. De este modo Alfonso VI se hizo con todo el territorio de su padre, gobernó como rey de León, Castilla y Galicia entre 1072-1109, manteniendo la unión de los reinos de León y Castilla efectuada por su hermano Sancho. Sin embargo, siguieron existiendo dos reinos diferenciados en administración, lenguas romances y leyes. Tras la muerte de Sancho IV de Navarra en 1076, pasaron a formar parte del reino de Castilla, entonces unido al reino de León bajo el reinado de Alfonso VI, territorios anteriormente pertenecientes al reino de Navarra: La Rioja, Álava, Vizcaya y parte de Guipúzcoa; parte de estos territorios fueron recuperados por Sancho VI de Navarra en la segunda mitad del siglo XII y no retornaron a dominio castellano hasta su conquista definitiva por Alfonso VIII a finales del siglo XII. En 1109 Alfonso VI de Castilla, ya viejo opta, al no tener varones que le suceda, decidió casar a su hija Urraca con el famoso guerrero Alfonso I de Aragón el Batallador, (1105-1157) Después, Alfonso VII de León y Castilla consigue anexionarse tierras de los reinos de Navarra y Aragón y renuncia a su derecho a la conquista de la costa mediterránea en favor de la nueva unión de Aragón con el condado de Barcelona por matrimonio, (doña Petronila de Aragón y Ramón Berenguer IV conde de Barcelona). Alfonso VII se intitula en 1135 “Imperator Legionensis et Hispaniae” en León, (Emperador de España). Este rey, Alfonso VII otra vez divide Castilla de León entre sus hijos, aunque parte de Castilla fue ocupada por León. A la muerte de Alfonso en 1157, reina Sancho III de Castilla pero muere un año después de coronado. En 1158 se corona Alfonso VIII de Castilla que reinó hasta 1214. La batalla de Alarcos en 1195 contra los Almohades fue una seria derrota y hubo un importante retroceso en la expansión castellana. Ocurrió cerca de Ciudad Real, el 19 de julio de 1195, entre las tropas cristianas de Alfonso VIII de Castilla y las almohades, saldándose con la derrota para las tropas cristianas, lo que desestabilizó por completo al Reino de Castilla y frenó todo intento de reconquista hasta la batalla de Las Navas de Tolosa. Pudo tomar la revancha años después en la famosa Batalla de las Navas de Tolosa en 1212. Se unieron las tropas de Alfonso VIII de Castilla, las aragonesas de Pedro II de Aragón, las navarras de Sancho VII de Navarra y por voluntarios del reino de León y del reino de Portugal contra el ejército numéricamente superior del califa almohade Muhammad an-Nasir en las inmediaciones de la localidad jienense de Santa Elena. Esta victoria fue fundamental, de tal forma que se señala como el verdadero inicio del declive del poder musulmán en la península. Le sucedió su hijo Alfonso IX que falleció a los dos años de reinar. Le sucede su hijo en 1217 Fernando II, el santo recibe de su madre, Berenguela, el reino de Castilla y de su padre Alfonso IX (en 1230) el reino de León, por lo que se unieron definitivamente ambos reinos. La Corona de Castilla se considera que surge en unión de las Cortes de ambos reinos, así como las Taifas y señoríos conquistados a los árabes, Córdoba, Jaén, Murcia y Sevilla. Entre 1221 y 1284 reina Alfonso X el sabio. Un rey diferente, que sin abandonar su trabajo de gobernante y militar es muy reconocida su obra literaria y su trabajo en pos de la ciencia, historia y judicatura. Patrocinó y supervisó e incluso compuso y colaboró personalmente en diferentes trabajos, muchas veces acompañados por un amplio conjunto de intelectuales de amplia procedencia.

jueves, 8 de octubre de 2020

24.- REINOS CRISTIANOS - ARAGÓN (tercera parte)

Murió don Ramón Berenguer IV en Lombardía en 1162. Fue un gran político y hombre de gran virtud. Uno de sus mayores aciertos, la unión del condado de Barcelona con Aragón. Ramón Berenguer vio que una región marítima, aislada de las interiores, de territorio escaso y fuera de toda comunicación, había de ser o una república al modo de las italianas, la más similar Génova, país de aventureros y piratas y a la larga presa de los interiores, o una región fraccionada en pequeños condados en pugna perpetua. La unión con los aragoneses daba un hinterland a los condados para que alimentara su comercio; ella le daba un poderío militar que por sí sola no tenía; ella, en fin, fusionándola políticamente con un reino interior, que casi tocaba con el Atlántico, aseguraba el progreso y la posición militar. El reino de Aragón era entonces un conglomerado de comarcas independientes entre sí, con solo el vínculo político que creaba obedecer a un soberano único y el mismo para todas. Cataluña era un conglomerado de comarcas gobernadas directamente por condes, que reconocían la soberanía del de Barcelona; ni siquiera era conocido el nombre con el que luego fue y es conocida la región; ni sus habitantes se llamaban catalanes. El condado de Urgel era, de hecho, independiente y fluctuaba entre las dos influencias, la de Aragón y la de Cataluña. Pro volvamos a los hechos posteriores. En 1164 la reina Petronila había hecho donación del Reino de Aragón a su hijo Alfonso, completando la unión de los dos territorios en la persona del hijo mayor de Berenguer, el futuro rey de Aragón y conde de Barcelona, Alfonso II. De modo que el reino lo heredó de su madre y el poder de gobernar le provino de su padre, que a su vez lo había recibido de Ramiro II. Por el nuevo Tratado de Cazorla, en 1179, entre Castilla y Aragón, el reino de Murcia, cuya conquista correspondía a Aragón, pasaba a Castilla y a cambio el rey aragonés Alfonso II se vio libre del vasallaje que debía al castellano Alfonso VIII. Es por esto por lo que en Murcia se habla castellano y no catalán. Alfonso II Incorporó El Rosellón y recuperó Provenza de la monarquía francesa. El castellano Alfonso VIII en virtud del acuerdo con el reino de León le permite romper la tregua que mantenía con los almohades desde 1190 e inicia incursiones hasta Sevilla. Provoca de esta forma que se vaya a la batalla de Alarcos, donde a pesar de las indicciones de los demás reinados, luchó contra los musulmanes sufriendo una seria derrota en julio de 1195. En esto ningún otro reino tuvo culpa, ya que el castellano ni esperó las ayudas convenidas para combatir. El hijo de Alfonso II, Pedro II (1196-1213) participó en la importante batalla de Las Navas de Tolosa, en 1212, junto con las tropas de Alfonso VIII de Castilla, y las de Sancho VII de Navarra. El rey leonés no acudió ya que el castellano no había devuelto los territorios leoneses conquistados.
ALFONSO II DE ARAGÓN Preocupado el rey aragonés por Occitania, ya que por iniciativa del papa Inocencio III se desarrolló la Cruzada Albigense contra los cátaros. Esto puso en aprietos a Pedro II ya que debía defender a sus súbditos y por otro se arriesgaba a la excomunión. No olvidemos que la política matrimonial de los condes y después los reyes de Aragón estuvo siempre encaminada a fortalecer las relaciones de los distintos condados occitanos con Aragón. Así pues, en las grandes empresas aragonesas hubo participación destacada de los aliados occitanos, por ejemplo, en la conquista de Barbastro en 1.064 por Sancho Ramírez. El año anterior, su antecesor Ramiro I había muerto peleando, intentando conquistarla contra musulmanes y castellanos entre los que se encontraba el Cid. Finalmente se desarrolló la Cruzada también conocida como cruzada contra los cátaros. El conflicto armado que tuvo lugar entre 1209 y 1244, con el apoyo de la dinastía de los Capetos (reyes de Francia en la época), con el fin de reducir por la fuerza el catarismo, un movimiento religioso calificado como herejía por la Iglesia.
PEDRO II DE ARAGON ---- La guerra se inició con el enfrentamiento entre los ejércitos de cruzados súbditos del rey Felipe Augusto de Francia con las fuerzas de los condes de Toulouse (Tolosa en español), que es una ciudad del sur de Francia, de la región Occitania, así como la capital histórica de la provincia del Languedoc, y otros vasallos entre los cuales figuraba el rey Pedro II de Aragón. En la Batalla de Muret, acaecida en septiembre del año 1213, significó el final de la Edad de Oro de la cultura occitana con la muerte del Rey de Aragón Pedro II, por una parte y, sobre todo, por la derrota de las tropas occitano-aragonesas, frenando la expansión de la Corona de Aragón en la zona del Mediodía francés. El Languedoc pasaba así a ser una dependencia de la corona de Francia. Desde mediados del siglo XIII casi todos los territorios de los señores occitanos fueron incorporados al Reino de Francia.

sábado, 3 de octubre de 2020

23.- REINOS CRSTIANOS -ARAGÓN - (segunda parte)

Alfonso I, el batallador, es derrotado en la batalla de Fraga (provincia de Huesca) que tuvo lugar el 7 de julio de 1134, entre las tropas cristianas del rey de Aragón, y varias fuerzas almorávides, dado que Fraga había sido sitiada por Alfonso. Herido se retiró a una aldea de Huesca, y murió en el mes de septiembre. Pero nos interesa su testamento. Lo redactó en 1131, y dejaba herederos al Sepulcro del Señor, al Hospital de los Pobres de Jerusalén y al Templo de Salomón. Además de órdenes religiosas militares, dejando así el reino sin rey. No sin razón los nobles se vieron obligados a aplicar la ley navarra, que impedía testar sobre otra cosa con no fuese los territorios conquistados, cuya posesión sería decidida por los nobles. El patrimonio heredado anteriormente pasaría al pariente más próximo que era su hermano Ramiro, que se llamó Ramiro II, rey de Aragón, quien de esta forma reunía el patrimonio a excepción de Navarra. Ramiro se casó con Inés de Poitou y tuvieron una hija a la que llamaron Petronila a la que se le buscó marido que fuera de linaje soberano, para evitar descontentos entre la nobleza. Ramiro reinó solo tres años y se retiró ese mismo año a un monasterio de Huesca, prometiendo a su hija, Petronila con Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona. ------------
Un matrimonio de conveniencia, habitual en aquella época. Aquí es donde se une el condado de Barcelona al reino de Aragón. El gobierno del reino quedaba en manos de Ramón Berenguer IV, aunque sólo Petronila llevaría el título de reina a partir de la muerte de Ramiro, en 1157. Los acuerdos matrimoniales por los que se rigió el enlace se establecieron según el derecho aragonés bajo la forma de” Matrimonio en Casa”. Esto supone que, al no haber heredero varón, el esposo cumple la función de gobierno, pero no la de cabeza de la casa, que solo se otorgará al heredero. Según estudiosos Ramón Berenguer pudo haber adoptado el título de rey, pero no lo hizo, inicialmente por respeto a la Iglesia, pues aún no se había resuelto el problema de la liquidación del testamento de Alfonso el Batallador, pero también porque sólo le interesaba el poder efectivo y no quería ofender la sensibilidad de sus nuevos súbditos, por lo que prefirió mantener la ficción de que el rey monje sería sucedido por su hija y que la dignidad real no pasaría a la nueva dinastía hasta la siguiente generación. El matrimonio fue el nacimiento de una nueva unidad política que más adelante se llamó la Corona de Aragón. Ello significaba que, aunque cada territorio mantuviese leyes y fueros propios, quedaban bajo el dominio de un único poder, el del Rey de Aragón. El predominio teórico que Aragón ejerció en estos primeros momentos de la Corona se contrarrestó con la hegemonía eclesiástica que, desde la sede episcopal de Tarragona, ejerció el condado, a lo que sumará la superioridad económica y el predominio político que alcanzó en los siglos posteriores. Sin embargo, el título de "Rey de Aragón" siempre precedió al de "Conde de Barcelona". En realidad recibió Berenguer el título de Príncipe de Aragón, pero gobernaba según las leyes aragonesas. Negoció con la Orden del Temple y con el patriarca de Jerusalén y para conseguir el reconocimiento de su título por parte de Castilla, se declaró vasallo de Alfonso VII de Castilla en el Tratado de Tudellén en 1151, por el cual los dos reinos se dividían el territorio musulmán por conquistar. Además de Navarra. En el reparto a Aragón le correspondió Levante y Murcia, mientras que para Castilla el resto de la península. Fruto de este acuerdo tomó Almería, Tortosa, Fraga y Lérida. Y en 1153 ocupó los últimos reductos musulmanes en Cataluña, situados en el interior de Tarragona e hizo tributario al rey de Valencia de Cataluña y Aragón. Cuando en agosto de 1162 falleció Ramón Berenguer IV, en su testamento confirió a su hijo primogénito Alfonso II, llamado El Casto, la capacidad de reinar y ejercer el mando en Aragón y Barcelona. De esta forma se cumplía la ley aragonesa de que el primogénito será el heredero de la casa

jueves, 1 de octubre de 2020

22 REINOS CRISTIANOS -ARAGÓN (primera parte)

Al hundirse el estado visigodo ante el Islam en el siglo VIII, surgen algunas resistencias cristianas, y entre ellas lo que en el futuro fue Aragón. Cuando el Imperio Carolingio gana terreno a los musulmanes establece una zona denominada Marca Hispánica, dependiente de los reyes francos. Se establecieron regiones administrativas, condados, y los más importantes fueron Pamplona, que se convertiría en reino en el siglo IX, Aragón que se haría condado independiente en el 809 con el conde Aznar, Urgel condado con dinastía propia desde el 815 y el condado de Barcelona dinástico desde el 878, que se convirtió en hegemónico sobre otros como Gerona. Pero la Marca Superior o Extrema la ocupaba el actual Aragón, estaba en la zona fronteriza. Cuando era zona musulmana existía un jefe de la marca, nombrado por el Califato de Córdoba, que residía en Zaragoza, esto hasta el siglo X. Luego en el siglo XI se produjo el derrumbamiento de la dinastía Omeya y se constituyeron reinados musulmanes independientes llamados Taifas. Por matrimonio se unieron el condado de Aragón y el reino de Pamplona. A mediados del siglo XI surge Ramiro I al que se le considera el primer rey de Aragón. Recibió en herencia los condados de Sobrarbe y Ribagorza y con el Reino de Aragón se establecen una sólida alianza, y la unión de sus fuerzas permitió a Ramiro conquistar los castillos con lo que impedía a Ramón Berenguer I, que había comprado castillos en la zona, en tierras que los condes catalanes reconocieron pertenecer al condado de Ribagorza como parte del reino de Aragón. Escudo del Reino de Aragón----
Esto hizo asaltar a la poderosa fortaleza de Graus, que el rey de Zaragoza Al-Muqtadir fue a defender en persona al frente de un ejército que incluía un contingente de tropas castellanas al mando de Sancho, el futuro Sancho II de Castilla, que pudo contar en su mesnada con el joven caballero Rodrigo Díaz de Vivar. Los castellanos socorrían al emir zaragozano en virtud del vasallaje que este había prestado al rey leonés. Al-Muqtadir primeramente perdió plazas al norte de Barbastro, pero consiguió rechazar a los aragoneses que perdieron en esta batalla a su rey Ramiro I en mayo de 1063. No pudo apoderarse de Navarra, pero consiguió reforzar las fronteras. Posteriormente, en el año 1104 ascendió al trono Alfonso I el Batallador y amplió radicalmente el reino. Fue rey de Aragón y Pamplona. Ascendió al trono al morir su hermanastro Pedro I de Aragón. Luchó contra los musulmanes y duplicó el territorio con la conquista fundamental de Zaragoza, además de Tarazona y Calatayud. Por su matrimonio con Urraca I de León, gobernó sobre León, Castilla y Toledo y se hizo llamar entre 1109-1114 “Emperador de León y rey de toda España” hasta la anulación del matrimonio. Sus campañas militares lo llevaron hasta Córdoba, Granada y Valencia y a infligir a los musulmanes severas derrotas. - ALFONSO I El Batallador ---
“Imperator totius Hispaniae”, traducido del latín “Emperador de toda España” fue un título que nació de los monarcas de León. Según los reyes de la Iberia cristiana luchaban por la supremacía y por el imperiale culmen. Durante la Edad Media, el topónimo latino Hispania, sus deformaciones (como «Yspania» o «Spania») o cualquiera de sus versiones romances (como “España”) se usaba, en singular o en plural, para referirse al total de la península ibérica. Expresión de una idea hispánica unitaria, que implicaba la supremacía política de León frente a los demás reinos peninsulares que se estaban formando. Según algunos autores los reyes leoneses aspiraron a restaurar el estado hispano-godo, pues defendían ser los herederos directos del último monarca visigodo. Alfonso I es el prototipo de rey medieval, dedicado a la lucha contra el infiel. Derrotado en la batalla de Fraga, herido y enfermo se retiró a una aldea de Huesca, y murió en 1134. Pero nos interesa su testamento. Lo redactó en 1131, y dejaba herederos al Sepulcro del Señor, al Hospital de los Pobres de Jerusalén y al Templo de Salomón. Además de órdenes religiosas militares, dejando así el reino sin rey. No sin razón los nobles se vieron obligados a aplicar la ley navarra, que impedía testar sobre otra cosa con no fuese los territorios conquistados, cuya posesión sería decidida por los nobles.

TRATADOS CON PORTUGAL A RAÍZ DEL DESCUBRIMIENTO

Para entender los acuerdos entre el reino de Portugal y el de Castilla-León, hemos de remontarnos a la Guerra de Sucesión Castellana entre a...