domingo, 28 de febrero de 2021

108.- ESPAÑA SIGLO XIX (7) CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1812

 El rey Fernando VII vuelve al terminar la guerra en 1814. Pero tenemos que decir que los hechos se solapan, y mientras que el rey estaba en manos de Napoleón y se desarrollaba la guerra, en España los liberales se organizaron además de en lo militar también en lo político. De forma que hemos de retroceder un poco.

La España patriota, disgregada en un movimiento acéfalo de Juntas, entre levantamientos, sitios y guerrillas se unió finalmente en una Junta Central Suprema, y después en una Regencia de cinco miembros, cuyos cometidos principales fueron la dirección de la guerra y la reconstrucción del Estado. La designación de los Diputados a las mismas se realizó de manera anómala, explicable por la situación del país, y su aportación fundamental fue la Constitución de 1812. La obra de las Cortes de Cádiz combinó las tendencias constitucionales netamente españolas y la afrancesada

PROCLAMACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN 

Las tensiones surgidas y el desarrollo de la guerra permitió que en septiembre de 1810 los liberales de Cádiz se convirtieron en Cortes Constitucionales. Se declararon legalmente constituidos y que representaban a la Nación Española, y en esas Cortes reside la Soberanía Nacional. Y así es como llevando las reformas necesarias se consigue la sustitución de las estructuras sociales económicas y políticas del Antiguo Régimen, (Régimen absolutista imperante en Europa) por la de un Estado Liberal. Un proceso largo y escalonado que desemboca en la redacción de una Constitución en 1812

Popularmente llamada La Pepa, fue promulgada el día de San José, el 19 de marzo de 1812, por las Cortes Generales Españolas en Cádiz. Se trata de la primera Constitución promulgada en España, además de ser una de las más liberales de su tiempo.

Sin embargo, apenas si entró en vigor, puesto que buena parte de España se encontraba en manos del gobierno de José I Bonaparte, y otra en poder Juntas opuestas a José I. Oficialmente en la zona liberal estuvo en vigor solo dos años, desde su promulgación hasta su derogación en Valencia el 4 de mayo de 1814, tras el regreso a España del borbón Fernando VII. Posteriormente se volvió a aplicar durante el Trienio Liberal (1820-1823), así como durante un breve período en 1836-1837, bajo el gobierno progresista que preparaba la Constitución de 1837.

MONUMENTO EN CÁDIZ A LA CONSTITUCIÓN

En efecto, la constitución enlazaba con las Leyes tradicionales de la Monarquía española pero, al mismo tiempo, incorporaba principios del liberalismo democráticos. La separación de poderes, la más rígida de nuestra historia, siguió el modelo de la constitución francesa de 1791 y la de los Estados Unidos, inspirada en el pensamiento de Montesquieu.

Las Cortes se organizaban en una Cámara única, pues se temía que el clero y la nobleza consiguieran apoderarse de una Asamblea de Próceres, obstaculizando la renovación política, social y económica que se pretendía operar.

Los diputados a Cortes eran elegidos mediante sufragio indirecto, siendo necesario para ser candidato poseer una renta anual procedente de bienes propios, con lo cual, el Parlamento quedaba en manos de las clases acomodadas.

En lo que a los poderes del Rey se refiere, se introdujeron modificaciones sustanciales. Si en el Antiguo Régimen el Rey había ostentado su condición en virtud de un título divino, ahora lo hacía por la gracia de Dios y la Constitución. Su poder se vio limitado, conservando una participación en el Poder legislativo, con una tímida iniciativa y un veto suspensivo así como la titularidad del Poder ejecutivo, aunque sus actos debían ser refrendados por los Secretarios de despacho.

El resto de los territorios de la Corona Española, los virreinatos, se hallaban en un estado de confusión y vacío de poder causado por la guerra contra el invasor.

La Constitución establecía la soberanía en la Nación, que residía en el pueblo, ya no en el rey, se establecía una monarquía constitucional, la separación de poderes, la limitación de los poderes del rey, el sufragio universal masculino indirecto, la libertad de imprenta, la libertad de industria, el derecho de propiedad o la fundamental abolición de los señoríos, entre otras cuestiones. Además, incorporaba la ciudadanía española para todos los nacidos en territorios americanos, prácticamente fundando un solo país junto a las colonias americanas.

Por el contrario, el texto consagraba a España como Estado confesional católico, prohibiendo expresamente en su artículo duodécimo cualquier otra confesión, y el rey lo seguía siendo “por la gracia de Dios y la Constitución”. No contempló derechos para la mujer, ni siquiera la ciudadanía, aunque hoy sería impensable este hecho, por entonces esto sucedía en los usos y costumbres de toda Europa. No obstante fue la Constitución más liberal de las existentes. Pensemos que solo eran anteriores a esta la de Estados Unidos de 1787 y la de la Revolución Francesa de 1789.

A llegar Fernando VII a España derogó ésta Constitución que no volvió a estar vigente hasta 1820. Hubo varios pronunciamiento militares pero fue el encabezado por Riego en 1820, cuando el rey se vio obligado y juró esta Constitución de 1812, iniciándose así el Trienio liberal. “Me habéis hecho entender vuestro anhelo de que restableciese aquella Constitución que entre el estruendo de las armas hostiles fue promulgada en Cádiz el año de 1812. He jurado esa Constitución por la que suspirabais y seré siempre su más firme apoyo. Marchemos francamente, y Yo el primero, por la senda constitucional”. Manifiesto del Rey el 10 de marzo de 1820.

El pronunciamiento de Riego dio inicio al llamado “Trienio Liberal”, durante el cual se restablecieron la Constitución y los decretos de Cádiz, produciéndose una nueva desamortización. A medida que los liberales moderados eran desplazados por los exaltados, el rey, que aparentaba acatar el régimen constitucional, conspiraba para restablecer el absolutismo, lo que se logró tras la intervención de los “Cien Mil Hijos de San Luis” en 1823, que fueron un contingente francés con voluntarios españoles que combatió en 1823 en defensa de Fernando VII de España, poniendo fin a la Guerra Realista y al Trienio Liberal, de lo que hablaremos más adelante.

Con ello terminó la vigencia de la Constitución de Cádiz, pero no su influjo, que gravitó sobre la política nacional, directamente hasta 1868, e indirectamente, durante el resto del ciclo liberal. Tuvo además una gran influencia fuera de España, tanto en América, en las constituciones de las viejas colonias españolas al independizarse, como en Europa, en la que durante años operó como un auténtico mito, influyendo en las ideas constitucionales portuguesas, en el surgimiento del Estado italiano e incluso en la Rusia zarista.

107.- ESPAÑA SIGLO XIX (6) GUERRA DE INDEPENDENCIA -4-

 FIN DE LA GUERRA - La guerra se desarrolló en varias fases en las que ambos bandos tomaron sucesivamente la iniciativa, y se destacó por el surgimiento del fenómeno guerrillero. Los franceses decían que eso no era una guerra, sino una “guerrilla”, pues en los pueblos y en los caminos. Destacamento francés que se localizara, les atacaban por la retaguardia, por los flancos, escondidos en los montes, y como podían. Eso los campesinos, esa era la “guerrilla”. Y así quedó el nombre hasta nuestros días. - Después de obtener un éxito contra Austria el emperador decidió poner fin a la guerra con España. Mandó repartir el ejército en ocho divisiones

En España se creó un ejército de 70.000 hombres soldados regulares, algunos y portugueses. Ingenieros británicos  construyeron una colosal barrera de obstáculos naturales y fortificaciones, cerca del mar, de 47 km. Que consistía en tres líneas de defensa.

LUCHA CUERPO A CUERPO 

Contuvo al ejército francés. Tuvieron gran número de bajas y sufrieron las inclemencias del invierno con pocos recursos y en marzo de 1811 los franceses se retiran a Salamanca. Se les persiguió acosando con el ejército y con las guerrillas. Entretanto Napoleón decretó el Estado de Sitio a espaldas de su hermano, el rey. José I abdicó y se lo comunicó a su hermano en París, pero éste le obligó a que regresara, cosa que hizo en julio de 1811. En mayo los franceses son derrotados en La Albuera. La ruptura entre el Imperio francés y el Imperio ruso obligaron a Napoleón a disminuir las fuerzas en España. Wellington reconquista Ciudad Rodrigo y Badajoz. Los franceses abandonan Salamanca y son derrotados en Arapiles en julio de 1812. Wellington entró en Valladolid y en agosto en Madrid, de donde José se había marchado a Valencia. Los franceses dejan el asedio a Cádiz. Tropas imperiales se dirigieron a Burgos y luego a Madrid. Wellington abandonó las plazas que había conquistado y Madrid cayó en noviembre de 1812, volviendo José I.

Pero esto valió de poco. La ofensiva  en Rusia había disminuido potencialmente a las tropas. La prolongación de la güera española alentó rebeliones en el centro de Europa que debilitaron aún más las fuerzas imperiales, a tal punto que es España eran mayores las fuerzas aliadas.

Ante el panorama desalentador Napoleón trasladó la corte a Valladolid en marzo de 1813. Wellington lanzó sus tropas y los franceses iniciaron la retirada evitando entrar en combate. Por lo tanto, durante 1813 el ejército francés fue retirándose y perdiendo territorio. Los franceses abandonaron casi todas sus plazas, y el 21 de junio de 1813, fueron expulsados de España. Llegaron a Vitoria donde fueron estrepitosamente derrotados  y José I tuvo que abandonar el enorme botín que se llevaba a Francia. Con la caída de Pamplona y la de San Sebastián culminaba la expulsión de los franceses.

WELLINGTON EN SALAMANCA

Napoleón que necesitaba sus tropas decidió hablar con Fernando VII y se concretó El tratado de Valençay (11 de diciembre de 1813) que restauró a Fernando VII y dejaba a España libre de la presencia extranjera. - Pero Wellington quería más y los persiguió hasta Bayona, donde los derrotó en febrero de 1814. Se les persiguió hasta Touluse siendo derrotados en abril. Al día siguiente, enterado de la entrada de las tropas aliadas centroeuropeas, y de la abdicación de Napoleón el 6 de abril, se firmó el armisticio. A todo esto Fernando VII ya había regresado a España en marzo después de haber pasado toda la guerra fuera del país.

Un millón de muertos en total. La economía española destrozada, expolios, y una situación desoladora dejaron al país exhausto. Tendría que pasar mucho tiempo para reparar los destrozos materiales causados en los seis largos años que duró la confrontación.

Refiriéndose a esta guerra Napoleón I, en su exilio, declaró: “Esta maldita guerra de España fue la causa primera de todas las desgracias de Francia. Todas las circunstancias de mis desastres se relacionan con este nudo fatal: destruyó mi autoridad moral en Europa, complicó mis dificultades, abrió una escuela a los soldados ingleses... esta maldita guerra me ha perdido”

Para terminar, decir que el otrora Emperador y gran megalómano, Napoleón, fue perseguido por Wellington, que invadió Francia con tropas inglesas y portuguesas, y fue derrotado en Toulouse. Poco después de esta batalla, Napoleón fue desterrado a Elba en 1814. En febrero de 1815, Napoleón abandonó su exilio en Elba y regresa a Francia, consigue retomar el control del país. Wellington dejó Viena para comandar las fuerzas aliadas en la campaña de Waterloo, situándose en Bélgica junto con las tropas prusianas para volver cuatro días más tarde a enfrentarse a Napoleón en la famosa batalla de Waterloo, donde este fue definitivamente derrotado. Abdica nuevamente en junio y es deportado a la isla de Santa Elena, donde moriría encerrado seis años después.

CABALLERIA INGLESA

Volviendo al panorama español, Fernando VII había pasado todo el tiempo que duró la guerra fuera del país. Un millón de vidas españolas entre civiles y militares se llevó la contienda. Lucharon por su rey, para que volviera y echar del país al invasor Napoleón. Algo que seis años antes era poco menos que un suicidio.

Nuestra guerra en el marco europeo sirvió de modelo y estímulo para las poblaciones alemanas y rusas, que también terminaron rechazando la dominación francesa.  - Demográficamente la guerra supuso un saldo desastroso, además de las vidas entregadas, económicamente España quedó destrozada. El carácter de la contienda, con las depredaciones realizadas para la subsistencia de las tropas, las talas sistemáticas para la defensa y el paso una y otra vez de los ejércitos tuvo unas consecuencias terribles. Madrid, por ejemplo, cambió seis veces de dueño.

TROPAS DE NAPOLEÓN SON RECHAZADAS 

Casi imposible enfrentarse con posibilidades en las batallas que los criollos en América provocaron, aprovechando la situación española, con el consiguiente pérdida de control de los territorios españoles de ultramar.

Tendrían que pasar muchos años para reparar los destrozos que dejó la guerra en todos los sentidos.

sábado, 27 de febrero de 2021

106.- ESPAÑA SIGLO XIX (5) GUERRA DE INDEPENDENCIA -3-

 Como dijimos en el capítulo anterior en el ataque a Zaragoza los franceses fueron incapaces de tomar casa por casa.  La participación de paisanos españoles, de toda clase y condición en defensa de la ciudad convirtió esta batalla en algo desconocido para los franceses. - El 15 de junio de 1808 salió el general francés de Pamplona y cosechó victorias en Tudela, en Mallén, y en Alagón, consiguiendo llegar ante los muros de Zaragoza el 15 de julio. Se replegó el Capitán General de Aragón, José de Palafox, al interior de la ciudad y rechazó todos los ataques franceses. - Las baterías francesas sometieron a la ciudad a intenso bombardeo durante los días 30 de junio y 1 de julio. El 2 de julio se produjo un nuevo asalto general francés, al que se opuso la misma resistencia, señalándose entonces por su heroísmo Agustina de Aragón.

AGUSTINA DE ARAGÓN 

Desde aquel instante empezaron los franceses a ceder terreno, y sus retrocesos se acentuaron el 11 de agosto, en que se introdujo en la exhausta ciudad un convoy de víveres, coincidiendo con la llegada de la noticia de que el rey José había evacuado Madrid a consecuencia de la derrota en Bailén. El 14 de agosto decidieron los franceses levantar el sitio, replegándose a Vitoria. El asedio causó más de 4.000 bajas, mientras los sitiados sufrieron unas 2.000.

Napoleón decide tomar revancha por la derrota de Bailén y se instala en Vitoria organizando la campaña. Luego se dirigió a Burgos, ciudad que fue objeto de un cruel saqueo, y con golpes fulminantes asaltó Somosierra llegando a las puertas de Madrid. - Tras un continuo cañoneo la Junta de Defensa de la ciudad aceptó la rendición y Napoleón entró en la ciudad el 4 de diciembre de 1808. - Antes de  entrar en la ciudad dictó cuatro decretos por lo que abolía los derechos feudales, suprimía la Inquisición, reducía el número de conventos nacionalizando sus bienes y trasladaba las aduanas interiores, que sería provechoso para los comerciantes. Estos decretos corresponden a una mentalidad de la Ilustración, pero no consiguieron aumentar los adeptos a el rey, su hermano José I, ya que se consideró una injerencia extranjera en asuntos nacionales. José I nuevamente pudo establecerse en Madrid, no sin un ejército importante.

Es cuando comienza en Zaragoza el segundo sitio el 21 de diciembre de 1808. Volvieron con numerosas tropas del mariscal Lannes. La ciudad estaba ahora más preparada. Aunque no dio tiempo a acabar las fortificaciones, se pudo disponer de hasta 160 cañones gracias a los capturados en el sitio anterior y se pudo reunir la cosecha antes del asedio. - La resistencia casa por casa obligaba a los franceses a volar los edificios uno a uno, retrasando su avance y sufriendo numerosas bajas. Las mujeres se meten bajo los caballos de los franceses, les abren el vientre con el cuchillo y hacen caer al jinete. - Los cadáveres se apilan en las calles. Por la noche, mujeres y niños los arrastran hasta el Ebro.

LUCHA EN ZARAGOZA

El comandante francés escribió al emperador que el sitio llegó a expresar en una carta al emperador: “Jamás he visto encarnizamiento igual al que muestran nuestros enemigos en la defensa de esta plaza. Las mujeres se dejan matar delante de la brecha. Es preciso organizar un asalto por cada casa. El sitio de Zaragoza no se parece en nada a nuestras anteriores guerras. Es una guerra que horroriza. La ciudad arde en estos momentos por cuatro puntos distintos, y llueven sobre ella las bombas a centenares, pero nada basta para intimidar a sus defensores ... ¡Qué guerra! ¡Qué hombres! Un asedio en cada calle, una mina bajo cada casa. ¡Verse obligado a matar a tantos valientes, o mejor a tantos furiosos! Esto es terrible. La victoria da pena, Sire.(Mariscal Jean Lannes).

A principios de enero de 1809 empezó a ser más penosa la situación de los sitiados: falta de víveres, aumento del número de enfermos, bombardeo casi ininterrumpido sobre diversas posiciones que caían en manos francesas.

La Junta de Zaragoza, sin la aprobación de Palafox, decidió pedir el 20 de febrero la capitulación, con honores militares, a lo que accedió Lannes. Salieron los defensores de Zaragoza de entre las ruinas de la ciudad y desfilaron ante el mariscal francés, dejando sus armas en la Aljafería. El segundo sitio de Zaragoza había durado sesenta y dos días, perdiendo los franceses 8.000 hombres. - Según datos, murieron de los españoles en ambos sitios 53.873 personas. Los términos de la capitulación fue violada por los franceses, entregados al saqueo de la ciudad.

SITIO DE ZARAGOZA

Mientras un ejército inglés había entrado por Portugal a Salamanca e iba a Valladolid. Napoleón se dirigió hacia allí en pleno invierno, a marchas forzadas a través de la sierra de Guadarrama para sorprender al inglés Moore. Pero recibió noticias de que el ejército de Austria se había rearmado y temía una conspiración urdida en París. Abandonó España en enero de 1809.
Después de obtener un éxito contra Austria el emperador trató de poner fin a la guerra con España. Mandó repartir el ejército en ocho divisiones. Disponía entonces de un ejército de 300.000 hombres, lo que da una idea de la importancia que significó para él la guera con España. Entró en Bayona, se instaló en Vitoria, se trasladó a Burgos, saqueando cruelmente a la ciudad, y llegó a Somosierra, a las puertas de Madrid, arrasando a su paso, y tras intimidar a la población son un fuerte cañoneo, entró en Madrid el 4 de diciembre de 1808. por otra parte su ejército consiguió hacerse con Barcelona. La presencia de un ejército inglés mandado por John Moore había penetrado desde Portugal a Salamanca. Allí se dirigió Napoleón dispuesto a presentar batalla al inglés pero recibió noticias de París que Austria se había rearmado y existía una conspiración en la capital francesa, lo que hizo que abandonara España confiando el ejército a sus generales.

JOSÉ I EN LA COSTA DE CÁDIZ 

José I ordenó la invasión de Andalucía ya que era muy codiciada por ser una región rica. También estaba dispuesto a impedir que se celebrasen en Cádiz las cortes de las que se hablaba. Ante el arrollador avance francés la Junta se auto-disolvió, y se refugiaron en Cádiz. Rechazaron la propuesta de rendición enviada por los franceses en febrero de 1810 por lo que éstos asediaron la ciudad. Pero Cádiz resistió, sin embargo el resto de Andalucía había caído.

Desde ese momento la estrategia aliada era eminentemente defensiva, se utilizó la táctica de arrasar amplias regiones quemando los recursos alimenticios y medios de transporte y evacuando a la población, la táctica de la “tierra quemada”. 

jueves, 25 de febrero de 2021

105.- ESPAÑA SIGLO XIX (4) GUERRA DE INDEPENDENCIA -2-

Y como sabemos, el pueblo español no se quedó quieto. En la guerra organizaron colectas, suprimieron impuestos, enviaron comisionados a Inglaterra solicitando ayuda económica y militar que aceptaron los ingleses, porque ganas, lo que se dice ganas, si le tenían, y muchas al Emperador.

Las autoridades habían recibido precisamente del rey antes de su marcha la orden de obediencia y fidelidad a los franceses, lo que provocaba una disyuntiva complicada. Estar del lado del rey era a la vez estar a favor de los franceses y en contra de tus propios compatriotas, que lo que querían era que volviera su rey. Y para ello había que desobedecerle. Una guerra contra el aliado del rey.

GENERAL CASTAÑOS

Dado que las autoridades provinciales no respondían se formaron Juntas Supremas, que lo primero que hicieron fue crear un ejército al mando del General Castaños. El Consejo de Regencia, que se constituyó para oponerse al rey francés, reunió a las Cortes en Cádiz el año 1810, declarando “Único y legítimo Rey de la Nación Española a Don Fernando VII de Borbón”. Ello explica que en sus años de ausencia de nuestro territorio fuera llamado por el pueblo con el sobrenombre de "El Deseado".

Tanto Fernando, como su hermano Carlos y su tío Antonio partieron al cautiverio del castillo de Valençay, pasando allí casi 6 años, dando continuas muestras de adhesión a Napoleón.

Fernando VII, su hermano y su tío dedicaban sus ociosas existencias en Valençay a bordar, jugar al billar y a la lotería, fiestas y lujos. Mientras nuestros compatriotas se batían con los franceses. Pero numerosos ilustrados que eran admiradores de la cultura gala, los llamados "afrancesados", aceptaron al hermano de Napoleón como rey, permaneciendo en el trono hasta 1814, siendo designado por nuestros compatriotas como "Pepe Botella".

Sirva como prueba de la felonía de Fernando el contenido de esta carta dirigida a Napoleón, elogiando la decisión de aquél de haber colocado a su hermano en el trono de España:

“Señor: Doy muy sinceramente, en mi nombre y de mi hermano y tío, a V.M.I. y R., la enhorabuena de la satisfacción de ver instalado a su querido hermano el rey José en el trono de España. Habiendo sido objeto de todos nuestros deseos la felicidad de la generosa nación que habita en tan dilatado terreno, no podemos ver a la cabeza de ella a un monarca más digno ni más propio por sus virtudes para asegurársela, ni dejar de participar al mismo tiempo el grande consuelo que nos da esta circunstancia” Pero aún cabe más ignominia, pues cuando el pueblo español estaba en plena lucha con el enemigo galo, Fernando le dirigía a Napoleón esta otra misiva: “Señor: El placer que he tenido viendo en los papeles públicos las victorias que la Providencia corona sucesivamente la augusta frente de V.M.I. y R., y el grande interés que tomamos mi hermano, mi tío y yo en la satisfacción de V.M.I y R. nos estimulan a felicitarle con el respeto, el amor, la sinceridad y reconocimiento en que vivimos bajo la protección de V.M.I. y R.” Es decir que le felicitaba por los éxitos militares de Napoleón contra el pueblo español.

FERNANDO VII EN FRANCIA

Además era tal el grado de adulación de Bonaparte por parte de Fernando, que llegó a pedirle a aquél la mano de su sobrina Lolotte, hija de Luciano Bonaparte y de Catalina Boyer, y también en caso contrario de Zenaida Bonaparte, hija del rey intruso José I y de Julia Clary.

Técnicamente la guerra suele dividirse en varias fases. La primera se frena la ocupación gracias al levantamiento popular y termina con la victoria de Bailén. La segunda fase es la división de la península con los franceses confinados en el norte del Ebro. Y la tercera es la gran ofensiva francesa de los años 1810 y 1811 que terminaron en fracaso. La cuarta corresponde a la guerra de guerrillas y la quinta con la respuesta aliada de ingleses y españoles en 1813 aprovechando la situación europea adversa a Napoleón.

La Guerra, a priori era claramente un fracaso para las fuerzas españolas. Combatirían contra el mejor ejército del mundo en aquel momento, con unas tropas mal preparadas militarmente, con una masa muy patriótica pero no disciplinadas militarmente. Algunos batallones estaban formados por seminaristas y estudiantes. Pero Napoleón había subestimado la capacidad de la reacción de los españoles. Había enviado unos 100.000 hombres, cifra más que suficiente, pero integradas en su mayor parte por adolescentes, lo que dice claramente la importancia que le dio al asunto. España contaba con unos 85.000 hombres de muy variada procedencia, mercenarios, extranjeros de campañas anteriores y estaban también mal equipados. La incorporación inglesa fue por el oeste, aprovechando su alianza con Portugal. El sur era cosa de la resistencia española y la meseta central la dominaba el francés.

Los franceses fueron venciendo en diferentes plazas pero al llegar a Zaragoza no la consiguieron tomar. Las prácticas militares no servían contra una población arriesgada, hombres mujeres y niños que no actuaban como ejército profesional. Levantaron el cerco y se marcharon. Tampoco consiguieron tomar Tarragona ni en Gerona. Recordar a Agustina de Aragón, una catalana defensora del sitio de Zaragoza.

Pero lo que fue determinante para la victoria española fue la batalla de Bailén.

La derrota francesa de Bailen tuvo numerosas consecuencias, primero originó un enorme entusiasmo en la sociedad española sobre todo por el heroísmo de la población en Zaragoza y Gerona. Este entusiasmo se propagó por Europa. Fue la primera derrota en campo abierto de un ejército napoleónico. Y la pérdida de 20.000 soldados imperiales.

Napoleón estaba decidido a vengar la afrenta y se puso al frente de su Grand Armeé.

NAPOLEÓN AL FRENTE DE LA GRAND ARMEÉ

A todo esto, el rey José I, huyó de Madrid tras la derrota de las tropas francesas en Bailén en el mes de julio de 1808.

 

miércoles, 24 de febrero de 2021

104.- ESPAÑA SIGLO XIX (3) GUERRA DE INDEPENDENCIA

 En la historia hay derrotas momentáneas que sirven de guía y son el germen de la victoria final. La gente pacífica dejó de serlo porque las cosas no pintaban bien para su país. Lógicamente el clero se opone a los franceses, libertinos conocidos. Con lo cual el pueblo español se alza en armas, pero con un desparrame brutal de entrada.

JOAQUIN MURAT - LUGARTENIENTE FRANCÉS EN MADRID 

Algunos que habían esperado de Francia que ayudara a España a entrar en la modernidad y trajeran los avances, y el progreso de las ideas nuevas de Europa, pues resulta que son los enemigos de país, y por el contrario los que defienden a España y están dispuestos a dar su vida por la patria, combaten defendiendo a un rey que no le importa su país ni su pueblo, solo quiere emparentar precisamente con su invasor, porque vive en un exilio dorado a costa de Bonaparte. Ahí viene el dilema. Elegir entre ser patriota o ser afrancesado. Y así toda España se vuelve una trampa inmensa, tanto para los franceses como para quienes, y esto es lo más triste de todo, creyeron que con ellos llegaban, por fin, la libertad y las luces. Cartagena, Zamora, Oviedo, La Coruña, Badajoz, Sevilla, Murcia, Valencia, etc. fueron alzándose contra el francés.

Los franceses a los que muchos esperaban con sus nuevas ideas, resulta que nos invaden y atropellan despiadadamente. Mientras que los que defienden a España son en gran parte el rancio pasado y el estancamiento.

Se delegó en instituciones ancestrales como las Cortes del Reino de Aragón, que no se habían reunido desde la derogación de los fueron a comienzos del siglo anterior. Donde no existían esas instituciones se crearon nuevas llamadas Juntas supremas. Lo primero que hicieron las Juntas es declarar la guerra a Napoleón. Y crear un ejército al mando de un general de prestigio, Marcenado, Blake, Castaños o González de la Llama. Se contaba con los cuerpos regulares y la presencia de voluntario alistados en todos los lugares. Se organizaron colectas, se suprimieron impuestos e incluso se llegó a acuñar moneda en el exterior.

RENDICIÓN FRANCESA EN BAILEN 

Las Juntas Supremas habían conseguido la ayuda de los ingleses, que se la tenían jurada a Napoleón, y mandaron al general Wellington al frente de sus tropas y del ejército español. También recibieron ayuda económica y militar.

El alzamiento de Zaragoza fue fundamental ya que se extendió por Cataluña, Navarra y Castilla la Vieja.

La primera revuelta popular fue en Asturias. Se publicaron los sucesos de Madrid del 2 de mayo. Los representantes de las autoridades y cabildos se reunieron en la Junta General del Principado y decidieron mantener la monarquía de Fernando a la vez que defender la nación. Se comunicó a las capitales vecinas, Santander, León, y las Juntas de Galicia los acuerdo adoptados, propagando la sublevación. La Junta General Asturiana se desvinculó de la autoridad central, el Consejo de Castilla y le sustituyó en el poder. Se extendió por todo el país. En Barcelona, que estaba ocupada por los franceses, la sublevación comenzó en la provincia. Fijaron la Junta General en Lérida.

En el sentido administrativo de la rebelión se aplicó el fundamento jurídico utilizado en el Compromiso de Caspe. Al rey se le consideraba secuestrado por Napoleón, lo órganos de la monarquía estaban incapacitados por encontrarse la Corte ocupada por un enemigo. Y esa autoridad, la soberanía, volvía a recaer en el pueblo, quien la había transmitido a las Juntas Supremas Provinciales. Hay realmente un sentimiento de unidad que a mediados de julio se robusteció por la victoria de Bailén y por la insistencia británica de tener un interlocutor válido que canalizara las ayudas económicas y militares aprobadas en aquel país. Por lo que las Juntas con representantes se reunieron y declararon constituida la Junta Central Suprema y Gubernativa del reino. No obstante no lo tuvieron fácil ya que había instituciones provenientes del antiguo orden que no querían cambios, por lo que la Junta Central acabó por traspasar a las Cortes de Cádiz la misión de la transformación administrativa.

En una primera fase de la guerra las fuerzas españolas cosechan derrotas una detrás de otra. Los primeros enfrentamientos fueron derrotas en Cabezón de la Sal y en Medina de Rioseco. Los prisioneros fueron ejecutados y el pueblo saqueado. Esto hizo pensar que el asunto estaba prácticamente resuelto para Napoleón. Ocuparon Logroño y en el ataque a Zaragoza los franceses fueron incapaces de tomar casa por casa.  La participación de paisanos españoles, de toda clase y condición en defensa de la ciudad convirtió esta batalla en algo desconocido para los franceses. Es cuando se enteran de su derrota en Bailén, lo que hace que desistan de Zaragoza replegándose a Vitoria.

El general Castaños estaba destinado en el Campo de Gibraltar, y desde el mes de abril mantenía contactos secretos con el gobernador británico de Gibraltar, sir Hew Dalrymple. El 26 de mayo recibió un mensaje de la Junta de Sevilla para unirse al alzamiento, cosa que hizo inmediatamente poniéndose él y a sus 9.000 hombres a la órdenes de esta la misma.

CUADRO "LOS DESASTRES DE LA GUERRA" GOYA

La Junta le nombró general en jefe de un improvisado ejército que se encuadró e instruyó en pocas semanas con tropas regulares y voluntarias. Con este ejército logró derrotar al general Dupont en la batalla de Bailén el 19 de julio de 1808.

Realmente la batalla se produjo en unas condiciones climáticas duras. Un extremo calor que asfixiaba a las tropas recibió ayuda de la población cercana. Hubo encuentros muy sangrientos y finalmente el francés general Dupont, sin recibir los refuerzos previstos y ante el temor que Castaños llegara por la retaguardia ayudando a las tropas del General español Redding, fue derrotado. Esperando la llegada de Castaños para negociar las capitulaciones de su victoria Redding cesa las hostilidades. Unos 18000 soldados franceses depusieron sus armas. La batalla de Bailén será la primera victoria sobre un cuerpo de ejército de Napoleón en toda Europa. Aunque la historiografía señala al general Castaños como el vencedor de Bailén, ya que era el comandante supremo y el estratega organizador, llevándose los honores, lo cierto es que en la batalla propiamente dicha no intervino en la misma, sino que fue Redding el artífice de la victoria española.

En la batalla de Bailén participó como ayudante de campo de Coupigny en la 2ª división, José de San Martín, futuro libertador de lo que hoy es Argentina. Estaba asignado al escuadrón de Caballería Borbón. Su valiente y brillante comportamiento le valió el ascenso a teniente coronel y la Medalla de Oro de Bailén.

 

martes, 23 de febrero de 2021

103.- ESPAÑA SIGLO XIX (2) GUERRA DE INDEPENDENCIA

Como dijimos en el capítulo anterior, el pueblo de Madrid se levantó contra la ocupación de Madrid por los franceses y desde Móstoles se le declaró la guerra a Francia. En el levantamiento del día 2 de mayo la represión del lugarteniente francés Murat, fue cruel ya que se trataba de gente del pueblo, civiles casi sin armas de fuego, mujeres, hombres, viejos, etc. Al día siguiente se realizaron los fusilamientos de los rebeldes prisioneros.


DECLARACIÓN DE GUERRA A NAPOLEÓN

4 de mayo.-  Cuando el infante Antonio Pascual dejó la presidencia de la Junta el 4 de mayo, el francés Murat se presentó en la Junta Suprema del reino para pedir formar parte de ella, siendo rechazado en primera instancia y luego aceptado para evitar males mayores.

6 de mayo.-  La Junta en Madrid recibe un decreto fechado el día 4 por el que Carlos IV nombraba a Murat como Lugarteniente del Reino para que gobernase en su propio nombre. También recibió el día 6 de mayo la renuncia de Fernando VII, que revertía sus derechos en su padre Carlos.

La Junta Suprema publicó la renuncia de Fernando. Sin embargo, dado que Carlos IV ya había renunciado, de nuevo, se daba la paradoja de que existía un reino sin rey, con lo cual Murat ostentaba el grado de Lugarteniente del emperador hasta el nombramiento de un nuevo rey. Murat en Madrid mandó quitar el nombre de Fernando de todos los actos públicos. El pueblo y la aristocracia se las vieron venir. Llegaban noticias de Bayona por emisarios ocultos de Fernando.

10 de mayo.-  Dado que Carlos IV había abdicado por presión en su hijo Fernando en Aranjuez, éste siguiendo las indicaciones de Napoleón, en Bayona, Fernando abdicó en su padre, que a su vez traspasó la corona a Napoleón para que fuera depositario de los derechos del Trono y los dispusiera en favor de alguna persona de su familia, cosa que fue aprobada junto con algunos pequeños cambios en un texto constitucional. La Constitución de Bayona, de la que nadie habla. “Su Majestad el rey Carlos IV ha resuelto ceder, como cede por el presente, todos sus derechos sobre el trono de España y de las Indias a Su Majestad el emperador Napoleón Bonaparte”. Con estas palabras fue con las que, en 1808, Carlos IV, rey hasta entonces de España y por lo tanto de una considerable extensión de América, otorgó a Napoleón el trono de nuestro país.  - Mientras tanto Napoleón, el dominador de Europa, se convirtió finalmente en dueño de los destinos de España. La familia real española estaba en su poder, los documentos de abdicación de uno y otro monarca, las tropas ocupaban puestos estratégicos y la insurrección de Madrid había sido sofocada. Los órganos de la administración, La Junta de Gobierno y el Consejo de Castilla, le eran sumisos. Tenía en sus manos la fuerza y los resortes de España entera. - Todos en Bayona estaban felices porque al fin y al cabo la corona española no era la primera vez que la ceñía un extranjero. El proceso se había realizado con formalidad. Fernando que soñaba con emparentar con Napoleón veía el camino preparado. Carlos tenía su vejez asegurada y a Godoy lo enviarían a vivir cerca de Paris. La Junta Suprema conjuntamente con los asesores de Napoleón habían redactado la Constitución de Bayona dando al hecho un carácter formal quedando libres por tanto de responsabilidades. ¡Que chupi! Todos contentos! Por dinero, tierra y un exilio dorado habían vendido el trono de España al francés, que sería el mandamás en estas tierras.

GUERRA DEL PUEBLO ESPAÑOL CONTRA FRANCIA

Pero el corso no calculó un aspecto de la jugada. Vio que todos esos eran unos felones y cobardes, pero no contó con las pelotas que le echaría al asunto el pueblo español. Y lo pagó muy caro al final.

22 de Mayo.- Un rosario de sublevaciones contra los franceses fue surgiendo. Al principio en los territorios no controlados militarmente por los franceses. Oviedo, La Coruña, Badajoz, Sevilla, Murcia, Valencia, Zaragoza, etc.

25 de mayo.- Napoleón anuncia al pueblo español que no reinaría él en España confirmando la Junta de Gobierno Presidida por Murat.

6 de Junio de 1808.-  Es proclamado rey de España José Bonaparte, el hermano mayor de Napoleón, como José I de España el 6 de junio. El 15 de junio Napoleón reunió una Junta de Notables que a modo de Cortes y en nombre del pueblo español aprobaban el traspaso de la corona basándose en las abdicaciones y sancionaron una Constitución decretada por José como Ley Fundamental del Reino. Obtuvo el apoyo de las instituciones con lo cual todo tenía las formalidades legales. La inmensa mayor parte de los españoles ni se enteraron, (ni siquiera ahora) de la existencia de dicha Constitución, aunque salió publicada entre el 27 y 30 de junio de 1808 y el 29 de marzo de 1909.

Vamos resumiendo. El rey José I no obtuvo la confianza de la mayoría del pueblo y no pudo detener el conflicto armado que ya se estaba desarrollando. José I fue rechazado por el Consejo de Castilla, La Junta Suprema Central y en su momento por las Cortes de Cádiz.

JOSE BONAPARTE REY DE ESPAÑA 

La Constitución de Bayona pudo haber sido un camino hacia una España más liberal y moderna, pese a su carácter conservador y autoritario. Sólo se aplicó a intervalos debido a las circunstancia de la guerra que se había iniciado en el país. - José nunca tuvo apoyo popular ni supo ganárselo. Apenas pudo mantener una precaria administración y evitar la desmembración del país. Realmente poco pudo hacer, ya que el 1 de agosto de 1808 el rey y su gobierno abandonaron apresuradamente Madrid, presos del pánico producido por la derrota de las tropas napoleónicas en Bailén.

Pero la Guerra de la Independencia Española ya estaba en marcha con derrotas y victorias. - La masa popular era controlada por un líder a menudo espontáneo que se dirigía a las autoridades principales para que declarasen la guerra en nombre de “La Religión, La patria, Las Leyes y el Rey”. Dado que Fernando VII a su marcha había ordenado al Consejo de Castilla que los franceses fueran tratados como amigos y aliados, se presentaba para esa autoridad que solía ser el capitán general que ejercía de presidente de la Audiencia. Por otro lado resultaba ilógico para un militar de carrera unir el ejército español a una masa de voluntarios movidos por el patriotismo, con unidades formadas por seminaristas y estudiantes, en fin, todo hacía prever una lógica derrota de los españoles, visto el desequilibrio de fuerzas entre un ejército profesional, bien pertrechado, que pasaba por ser el mejor del mundo contra un ejército mal dirigido, mal preparado militarmente.

Al no responder positivamente a los deseos del pueblo muchos fueron destituidos, encarcelados o asesinados. Se delegó en instituciones ancestrales como las Cortes del Reino de Aragón, que no se habían reunido desde la derogación de los fueron a comienzos del siglo anterior. Donde no existían esas instituciones se crearon nuevas llamadas Juntas supremas. Lo primero que hicieron las Juntas es declarar la guerra a Napoleón

sábado, 20 de febrero de 2021

102.- ESPAÑA SIGLO XIX (1) GUERRA DE INDEPENDENCIA

 2 DE MAYO 1808 -  

A partir de ahora los hechos son tan importantes y tantos que se solapan en las fechas, por lo que iremos señalando día por día cada uno de ellos.

20 de abril de 1808.-  En Madrid, Toledo y Burgos crecía el descontento contra los franceses, ante los rumores de que iba a restaurarse en el trono a Carlos IV. En Madrid, Murat hacía ostentación de sus fuerzas, lo cual causaba animadversión en el pueblo madrileño. Se sabía que Napoleón tenía medio secuestrados a Carlos IV y Fernando VII. Y eso jodía, claro. Además las tropas napoleónicas se comportaban con chulería propia de un invasor. Ni la corte ni el ejército pensaban en la resistencia frente al francés en aquél momento. Nadie iba a suponer que Fernando VII, después de proclamarse rey en el motín de Aranjuez, con el apoyo popular, iba a ser el mayor traidor que hubo en España. Solo estaba interesado en lamerle las botas a Napoleón. Deseaba ser nombrado rey por Napoleón y emparentar con él. Pero estas no eran las ideas del emperador. Quería desterrar definitivamente a los Borbones.

25 de abril.-  La Junta en Madrid recibe un decreto por el que Carlos IV nombraba al francés Murat como Lugarteniente del Reino para que gobernase en su propio nombre.

Se daba la paradoja de que existía un reino sin rey, con lo cual Murat ostentaba el grado de Lugarteniente del emperador hasta el nombramiento de un nuevo rey.

29 de abril de 1808.-  Murat recibe la orden de enviar a los restantes miembros de la familia Borbón a Bayona, pero el infante don Francisco de Paula se negaba a salir de España, tenía 12 años, y más cabeza que toda su familia.

1 de mayo.-  Sabidas estas cosas, en la noche del 1 al 2 de mayo de 1808, el letrado Juan Villamil es nombrado miembro de una nueva Junta Suprema de Gobierno (clandestina), para reemplazar a la que ya los franceses dominaban.

2 de mayo.-  El jurista Juan Villamil se encontraba en su casa de Móstoles y recibió la comunicación de que el pueblo se había revelado cuando las tropas francesas sacaban del Palacio Real al infante Francisco de Paula para llevarlo a Francia ese mismo día. - El levantamiento del 2 de mayo no fue realizado por el Estado Español, ni por el ejército, sino por las clases populares de Madrid contra el ocupante tolerado (por indiferencia, miedo o interés) por gran cantidad de miembros de la administración. - 

A la madrugada del día 2 de mayo el pueblo veía como se llevaban a la reina María Luisa con los dos infantes. Alguien dio el aviso voz en grito y “mueras” a los franceses y se fue creando una multitud, que llevaron a las armas para evitar que se llevaran a los infantes. Apareció entonces el infante don Antonio, emocionado por el acto del pueblo. Su aparición provocó un estallido de entusiasmo en la gente. El alboroto hizo llegar a los franceses que dispararon contra la muchedumbre. Lo que causó que se extendiera la rebelión. Se trató de un acto espontáneo, carente de preparación y medios. Murat, el francés, disponía de 50 mil hombres armados. Los militares españoles no eran más de 5 mil y estaban a las afueras, no obstante fueron avisados. Se acuartelaron pero el pueblo no se retiró. Hasta soltaron a los presos que pidieron sumarse a la lucha.

LA CARGA DE LOS MAMELUCOS DEL 2 DE MAYO (PINTURA DE GOYA)

El pueblo madrileño se alzó en armas, es un decir, ya que apenas si tenían. El ejército español tenía orden de su rey de amistad con los franceses, por lo que además de estar en clara diferencia numérica, era una desobediencia militar al rey. Pero el pueblo recibió la ayuda de algunos destacamentos del ejército y los capitanes del parque de artillería Daoíz y Velarde, que proveyeron de armas y ante los hechos, fueron atacados por los franceses muriendo en la refriega. Los madrileños armados con palos, agujas, barras de hierro, cuchillos y poco más, cargaron contra un destacamento francés y le robaron el cañón. - En fin, que los españoles hicieron lo que pudieron frente a un ejército profesional. Al final fueron conducidos a una emboscada donde los “mamelucos”, soldados musulmanes del ejército francés, se despacharon a gusto con sus cimitarras. Quedó en la memoria gracias al gran reportero gráfico que teníamos, Goya, con “La carga de los Mamelucos”. Se dice que el pintor pudo ver desde una ventana la matanza. - Reprimida la protesta, la sangre derramada no hizo sino inflamar los ánimos de los españoles y dar la señal de comienzo de la lucha en toda España contra las tropas invasoras. - El mismo 2 de mayo por la tarde, en la villa de Móstoles, ante las noticias horribles traídas por los fugitivos de la represión en la capital, Juan Villamil, jurista, redactó un oficio que fue firmado por el alcalde de Móstoles, Andrés Torrejón y Simón Hernández, y que sería distribuido por todo el país. Se trataba de una declaración de guerra a Napoleón. Un pueblo, que no un gobierno, el alcalde de un pueblo que prácticamente sin armas, le declaran la guerra al Emperador europeo, al mejor ejército del mundo en aquellos años. ¡Con un par de huevos! Encendida estaba la llama de la lucha por la libertad del sometimiento. Comenzaba así la guerra de la independencia. Puede decirse que la reacción del pueblo español representó lo mismo que había representado la Revolución Francesa unos años antes.

LOS FUSILAMIENTOS DEL 3 DE MAYO - CUADRO DE GOYA 

3 de mayo.-  Comenzó una represión cruel. Los franceses, no conformes con haber aplacado el levantamiento, se plantearon tres objetivos: controlar la administración y el ejército español, aplicar un riguroso castigo a los rebeldes para escarmiento de todos los españoles y afirmar que ellos gobernarían España. Reprimida la protesta por las fuerzas napoleónicas presentes en la ciudad. Sin embargo, la sangre derramada no hizo sino inflamar los ánimos de los españoles y dar la señal de comienzo de la lucha en toda España contra las tropas invasoras. Comenzará así la noticia de que la Guerra de la Independencia se está preparando.

viernes, 19 de febrero de 2021

101.- ESPAÑA SIGLO XVIII (8) CARLOS IV (3)

En 1807 Napoleón ordenó un bloqueo a Inglaterra y ésta se alió con Portugal. El francés maduró el plan. Hacer de España otro reinado satélite como los que ya tenía en Holanda y Alemania. Napoleón pensó, no sin razón que si conseguía conquistar Portugal, para la lucha para conquistar Inglaterra, era necesario ocupar España, y esto era pan comido, dado los enfrentamientos entre Godoy, el rey, éste con su hijo Fernando y el pueblo contra todos ellos. - Se firmó el Tratado de Fontainebleau el 27 de octubre de 1807 en el que previsiblemente se repartirían Portugal. Para ello era necesario ocupar militarmente el territorio español. Napoleón contaba con el rechazo que el pueblo tenía por sus gobernantes e incluso contaba con el beneplácito de los liberales españoles.

FIRMA DEL TRATADO CON NAPOLEÓN

Por lo tanto, llegó la ocupación militar de España. A comienzos de 1808 llega a Madrid un ejército francés a las órdenes de J. Murat. Barcelona, Pamplona y San Sebastián ya acogían fuerzas francesas. Godoy no se fiaba un carajo y aconsejó al rey marchar al sur de la península o a  América. En marzo de 1808, temiéndose lo peor, la familia real se retiró a Aranjuez para, en caso de necesidad, seguir hacia Sevilla y embarcarse para América, como ya había hecho Juan VI de Portugal. Godoy recomendó romper la alianza con Napoleón y preparó la marcha de la familia real y de la corte a Andalucía. - La primera esposa del príncipe Fernando había fallecido en Aranjuez el 21 de enero de 1806, a consecuencia de una tuberculosis. Tras la muerte de la reina se contactó secretamente con Napoleón, solicitando como nueva esposa a una princesa de la familia Bonaparte. - Estas conspiraciones que se sucedieron dieron lugar al llamado "Proceso de El Escorial", entre octubre de 1807 y enero de 1808. Fernando lideró un partido de oposición al de Manuel Godoy. Fernando aspiraba a la corona como fuera y Godoy molestaba, por eso tramó con apoyos la conspiración de El Escorial. Fue descubierta con leves medidas de condena, el príncipe, dando su primera muestra de traición, delató a los conspiradores y luego los perdonó. Cuando Fernando supo del traslado a Andalucía se negó culpando a Godoy de traición. Una noche el pueblo tomó las calles de Aranjuez y quemaron la casa de Godoy. Es el llamado “Motín de Aranjuez”, que en realidad parece que estaba pensado por Napoleón con el apoyo del partido fernandino. El 17 de marzo de 1808, tras correr por las calles de Aranjuez el rumor del viaje de los reyes a Andalucía, una pequeña multitud (compuesta por empleados de los nobles llegados al efecto, puesto que, al ser sitio Real y no Villa, Aranjuez no tenía una población villana que pudiera alzarse por sí sola), dirigida por miembros del partido fernandino, nobles cercanos a Fernando, se agolpa frente al Palacio Real y asalta el palacio de Godoy. El motín perseguía la destitución de Godoy y la abdicación de Carlos IV en Fernando. El día 19, por la mañana, Godoy es encontrado escondido entre esteras de su palacio y trasladado hasta el Cuartel de Guardias de Corps, en medio de una lluvia de golpes. Ante esta situación y el temor de un linchamiento, interviene el príncipe Fernando, verdadero dueño de la situación, consiguiendo la abdicación de su propio padre ese mismo día, convirtiéndose en Fernando VII.

MOTÍN DE ARANJUEZ

Los acontecimientos de Aranjuez fueron el principio de la agonía del Antiguo Régimen en España. El pueblo había sido manipulado, pero consiguió la renuncia de Godoy, la abdicación forzada del Rey Carlos IV y el acceso de Fernando legitimado por la voluntad del pueblo. Pero el precio a pagar vendría después, la invasión de Francia, la Guerra de la Independencia, La Primera Guerra Carlista, el trono para el hermano de Napoleón, el sentimiento liberal, etc.

Pero ahora estamos en 1808, y lo peor estaba por llegar.

Comienza a reinar Fernando VII el 19 de marzo de 1808, apresando a Godoy. Tendremos que recordar que hubo un gran saqueo del palacio de Godoy, ya que fue arrasado y todas las pertenencias que no pudieron ser saqueadas fueron incendiadas. Pocos días después Napoleón manda llamar a toda la familia a Bayona. Y a partir de aquí la historia es apasionante y desgraciada para España por la vergonzosa y cobarde actitud de los personajes ante el enano francés. - Antes de partir, Carlos había pedido a Murat, el lugarteniente de Napoleón, que liberase a Godoy. No sin dificultades éste lo consiguió y lo envió también a Bayona, donde se encontraron todos. Carlos había mandado hacía semanas una carta a Napoleón indicando que había abdicado en su hijo obligado por las circunstancias, pero que en realidad no lo reconocía como rey, y que por tanto esperaba su apoyo.

Fernando VII abandonó Madrid el 10 de abril de 1808 para ir al encuentro del emperador que lo reclamaba. Llegó hasta Burgos entre vítores de las poblaciones. Allí no estaba Napoleón como le habían dicho. Esta vez le anunciaron que le esperaba en Vitoria. Tampoco estaba allí, ni siquiera había cruzado la frontera. Indignado y con el consejo de sus asesores, permaneció en territorio español. El general francés que acompañaba al rey, viendo que se le podía escapar su presa, se dirigió a galope a Bayona donde encontró al emperador. Éste ordenó que arrestara a Fernando si fuera necesario. No hizo falta pues en Vitoria, Fernando supo que su hermana, su padre, su madre y Godoy se dirigían a Bayona al encuentro con Napoleón, para conseguir su apoyo, cosa que no le favorecía. Pese a los consejos del marqués de Urquijo, Fernando marchó a Bayona para defender sus intereses frente a su padre y conseguir el apoyo de Napoleón. - Fernando al marchar de Madrid también había dispuesto que las instituciones cooperaran con las autoridades francesas y había dejado una Junta Suprema de Gobierno. Órgano de regencia para dirigir los asuntos del reino en su ausencia, y nombró al incompetente de su tío el infante Antonio Pascual como presidente. Este permaneció en el cargo y en Madrid, unos días y se despidió a la francesa, es decir, dejando una carta como peineta.

CARLOS IV-FERNANDO VII-NAPOLEÓN-JOSÉ I

Pero habíamos dejado a Fernando yendo solito a la jaula que le tendía Napoleón. Para empezar, al entrar en suelo francés no fue recibido por comisión alguna, ni escolta siquiera. Pero al llegar al castillo de Marracq, Napoleón lo recibió con halagos. Pero lo trató como Príncipe de Asturias, no como rey. - Al día siguiente el emperador puso las cartas boca arriba y le dijo a la familia que la Providencia le había indicado que debía hacerse con Inglaterra, y crear un gran imperio más grande aún, y para ello había tenido en cuenta, dado que en el pasado España había combatido contra Francia (la guerra por el Rosellón), no podría dejar el reino español en manos de un Borbón, y que no entregaría la corona, ni al padre ni al hijo. Pero que elegiría a un miembro de su propia familia y además se ocuparía de ofrecer unas comodidades a los Borbones, de acuerdo con sus rangos.

Con la propuesta de Napoleón, prácticamente una orden, Carlos IV la pensó y no lo vio del todo mal, ya que le aseguraba una vejez tranquila y de paso tomaba venganza contra su hijo por lo de Aranjuez. En todo esto Godoy le apoyaba.

La Junta Suprema de Gobierno en Madrid, aceptó la petición de enviar a Bayona una comisión para formar una Asamblea de Notables españoles. Fueron elegidos 150 individuos del clero, la nobleza, las ciudades, instituciones militares y económicas, y las universidades. Sólo acudieron a Bayona 65. Se ventilaba la abdicación de Carlos dándole formalidad. 

jueves, 18 de febrero de 2021

100.- ESPAÑA SIGLO XVIII (7) CARLOS IV (2)

Pues nada, como dijimos en el capítulo anterior, comienza la guerra del Rosellón,  un conflicto que enfrentó a la monarquía de Carlos IV de España y a la Primera República Francesa entre 1793 y 1795. La República Francesa declaró la guerra a España el 7 de marzo de 1793 y pronto se apoderó del valle de Arán. El Consejo de Estado preparó la ofensiva española en los tres frentes pirenaicos, el mayor al mando del general Ricardos. También se establecieron puntos militares en Navarra, Guipúzcoa y en la zona central aragonés.  La Corona portuguesa se unió a la ofensiva contra los franceses.  El capitán general de Cataluña, Ricardos, al mando del ejército que se había preparado para invadir el Rosellón, perdido en tiempos de Felipe IV,  invadió el Rosellón En tanto que una flota anglo-española operaba en Tolón en apoyo de los realistas. Tras ocupar diversas localidades de la frontera, el 18 de mayo de 1793 derrotó al ejército francés.

SAN MARTIN EN LA GUERRA DEL ROSELLÓN (1793)

Traemos ahora a la memoria un hecho que ha pasado desapercibido en América. José de San Martín era militar de carrera español, había estado en las operaciones de Orán, y en Mayo de 1793, y a contando con 15 años, estuvo en la guerra del Rosellón. Se le ordenó a su batallón pasar a reforzar al Ejército de Cataluña, encargado de llevar adelante el ataque español al territorio francés. Durante junio de 1793 José ascendió a segundo subteniente por Orden Real, luciendo los galones de subteniente, tomó la espada correspondiente a su nuevo rango. Desde ahora empezaría a lucir un premonitorio uniforme celeste y blanco. Luego de atravesar los Pirineos, participó, agregado, a una compañía de Cazadores, en varias acciones arriesgadas y heroicas en suelo francés, que quedaron destacadas en su hoja de servicios.  Los triunfos del general Ricardos culminaron con la batalla de Truillás, librada el 22 de septiembre. Sin embargo, el general Ricardos, falto de suministros, tuvo que retirarse.  El general Ricardos, de regreso en Madrid, murió el 13 de marzo de 1794, víctima de una pulmonía. Durante las campañas de 1794 y 1795 las tropas francesas consiguieron arrojar a los españoles del Rosellón y penetraron en Cataluña, las provincias vascas y Navarra, llegando a ocupar Miranda de Ebro.  Godoy firmó por separado con Francia la Paz de Basilea (1795). A cambio de terminar la guerra, se reconocía a la República Francesa, y a cambio de los territorios españoles ocupados se cedía a Francia la parte española de la isla de La Española y se normalizaban las relaciones comerciales. A raíz de este tratado Godoy obtuvo el título de Príncipe de la Paz. Por su parte, Portugal no participó en las negociaciones de paz ya que tuvo conocimiento del tratado una vez había sido ratificado.

MANUEL GODOY - MINISTRO DE CARLOS IV

Para España las alianzas con la Francia del Directorio y después con Napoleón, no trajeron más que desdichas. Las comunicaciones con América fueron muy complicadas y difíciles, y esto empobreció aún más a la población. Lo cual hizo impopular a Godoy y al rey. La llegada de Napoleón al poder fue como una patada en el estómago para España.

En abril de 1801, Napoleón pide a Portugal que rompa su alianza con Inglaterra y cerrara sus puertos a los barcos ingleses.  Mediante el Tratado de Madrid, firmado por Godoy meses antes, España se comprometía a declarar la guerra a Portugal si la nación vecina mantenía su apoyo a los ingleses. Las tropas francesas llegan a Portugal reforzadas por las españolas.

Godoy  necesitaba recobrar su prestigio, así que organizó un cuerpo expedicionario a cuyo frente se puso él mismo. Así fue como España se vio envuelta en medio de esta guerra, que tan solo duró 18 días. Cuando Godoy se hizo con la plaza portuguesa de Elvas, los soldados recogieron una cuantas ramas de naranjas que Godoy hizo llegar a su amante, María Luisa de Parma, esposa del rey de España, Carlos IV.  La oposición utilizó este hecho para hacer bromas sobre las relaciones entre la reina María Luisa de Parma y el primer ministro. La anécdota fue utilizada por parte de la oposición sirvió para bautizar éste conflicto bélico. Napoleón no consiguió conquistar Portugal, pero sí consiguió que, al menos, el país luso cerrase sus puertos a Inglaterra.  Tal conflicto bélico dio como resultado el Tratado de Badajoz, la pérdida de territorio portugués, en particular Olivenza, y finalmente sentó las bases para la invasión total de la Península Ibérica por las fuerzas francesas. La paz se firmó en Badajoz, el 6 de junio de 1801.  El franchute estaba empecinado en derrotar a Inglaterra, y ésta era muy superior en el mar.

DIORAMA DEL SANTÍSIMA TRINIDAD EN TRAFALGAR 

Carlos IV de España y Napoleón I de Francia, merced los tratados firmados con la anterior República Francesa y por el interés de la recuperación de Gibraltar, obligaban a España a contribuir económicamente a las guerras de Napoleón, y también a poner a disposición de éste la Armada para combatir a la flota británica. Con lo cual nos hicimos aliados de Francia para invadir a Inglaterra comenzando por la famosa y desastrosa batalla de Trafalgar. Tuvo lugar el 21 de octubre de 1805.

Un comentario para aclarar algo. Tenemos en la memoria de España que perdimos la batalla naval de Trafalgar, cuando en realidad la perdió Francia, porque el que estaba al mando era el vicealmirante francés Pierre Villeneuve, impuesto así por Napoleón. Por parte española estaba el teniente general del mar Federico Gravina. La armada británica al mando del famoso vicealmirante Horatio Nelson. Para que la invasión tuviera éxito, Napoleón quiso que la Marina Real británica hubiera sido atraída lejos del canal de la Mancha. El colega de Nelson, el almirante sir Robert Calder se tropezó con la flota franco-española. En un día de vientos flojos, la flota combinada navegaba a sotavento, lo que también daba la ventaja a los británicos y, para colmo de desdichas, Villeneuve dio la orden de virar hacia el noreste para poner rumbo a Cádiz en cuanto tuvo constancia de la presencia de la flota británica. El cuerpo español no estaba de acuerdo en esto. Al parecer,  el Brigadier español Cosme Damián Churruca, que había hundido seis naves inglesas, mientras leía las señales con el anteojo, manifestó: “el almirante no sabe lo que hace, la flota está perdida”.

COSME CHURRUCA

Churruca se distinguió en la batalla al mando del navío de línea San Juan Nepomuceno, a bordo del cual encontró la muerte el 21 de octubre de 1805.  En el espacio de dos horas, la mayoría de los navíos más importantes de la flota franco-española ya se habían rendido o ya no disparaban sus cañones. En este tiempo, Gravina había sido herido y más tarde encontró la muerte, y también el valeroso Alcalá Galiano.

La derrota de Trafalgar supuso la supremacía naval de Inglaterra durante todo el siglo XIX en el mar. Napoleón desistió en su intento de invadir Inglaterra y supuso también un duro golpe en su carrera. España sufrió a partir de entonces que Inglaterra controlara a través de Gibraltar por sus buques, ocasionando un estancamiento en el comercio español por mar. Napoleón ordenó un bloqueo a Inglaterra y ésta se alió con Portugal. El francés maduró el plan. Hacer de España otro reinado satélite como los que ya tenía en Holanda y Alemania.

COLUMNA DE NELSON EN TRAFALGAR SQUARE- LONDRES

El 21 de octubre de 1805 murió un héroe inglés. Nelson fue herido y murió pocas horas después, ya conocedor de la victoria.

TRATADOS CON PORTUGAL A RAÍZ DEL DESCUBRIMIENTO

Para entender los acuerdos entre el reino de Portugal y el de Castilla-León, hemos de remontarnos a la Guerra de Sucesión Castellana entre a...