martes, 13 de diciembre de 2016

COLON- EL DESEMBARCO EN LAS INDIAS

5.4- COLÓN- EL DESEMBARCO Colón nunca supo que habían descubierto un nuevo continente. Murió sin saberlo, creían que estaban en las Indias. Realmente estaban en lo que hoy llamamos Las Bahamas. Eran gentes que andaban desnudos, les pareció pobres y humildes y los convertiría a la fe por convencimiento y no a la fuerza. Cambiaban sus cosas por bagatelas que les sorprendían, Colón pensaba que esa sería la manera de conseguir oro y riquezas. Siempre pensando que estaba en Oriente, envió una expedición tierra adentro con un intérprete que hablaba latín, hebreo caldeo y árabe y también llevaba una carta de los Reyes, era un judío converso. Llegaron a una aldea donde fueron bien recibidos.  El día 22 de noviembre de 1492 Martín A. Pinzón se marchó solo en busca de mejor fortuna a bordo de La Pinta. Navegando entonces con dos naves llegó a otro lugar mejor aprovechado, Baracoa. Extender el cristianismo era la principal misión aparte de encontrar riquezas. Pensó que ese lugar era bueno para instalarse, solo para los buenos cristianos. Colón en realidad aún no había encontrado algo de auténtico valor que presentar en Europa. A un día de navegación estaba en la isla que la llamó La Española, ahora Haití y Repub. Dominicana. Quedó maravillado de la hermosura de aquellas playas y tierras. Fueron recibidos por unas 100 barcazas y los indígenas subieron a los navíos, hombres y mujeres. Iban desnudos, no tenían complejos ni vergüenza, tampoco eran celosos los hombres. El jefe máximo de aquellas gentes, que estaban organizados en varios grupos con jefes de menor importancia, se llamaba Guacanagarí. Fue el primer aliado de Colón, le regaló pepitas de oro. Por fin lograba lo que había soñado. Colón no encontró luego nunca minas de oro en Haití. Perdido un buque encallado, mandó construir un fuerte que llamó Navidad y dejó allí 40 hombres y se marchó con la esperanza de que a su regreso encontrase los tesoros ansiados. Solo le quedaba La Niña y ya no podía demorar mucho su regreso a España. Colón pensaba en el regreso y además en que Pinzón iba por delante y podía legar antes, falsear las cosas y llevarse la gloria. Otra sorpresa esperaba todavía. Avista a La Pinta y Pinzón subió a saludar a Colón, éste creía que la codicia de Pinzón le habría llevado a buscar el oro. Llevaba una buena cantidad pero arreglaron sus diferencias porque ambos sabían que era muy arriesgado cruzar el mar solos. Colón capturó varios indígenas para ser llevados a España, donde los reyes católicos ordenarían primero venderlos como esclavos y luego liberarlos. El 16 de enero de 1493, con las dos naves restantes, La Pinta y La Niña, emprendieron el viaje de retorno. Durante la travesía las dos naves se separaron por culpa de una fuerte tempestad, en la que los tripulantes de La Niña al verse a punto de naufragar, realizaron el denominado voto colombino, que según un manuscrito posterior de Bartolomé de las Casas, Colón decidió echar en suerte entre los tripulantes el ir en peregrinación a dos centros religiosos. Finalmente Colón, con La Niña, consigue arribar a duras penas en Lisboa, Martín Alonso Pinzón hace lo propio en el puerto de Bayona. Las naves, por fin, llegaron a Palos el 15 de marzo con pocas horas de diferencia, y Colón marchó a Barcelona para informar a los reyes de su descubrimiento, mientras que Martín Alonso Pinzón falleció a los pocos días, siendo enterrado seguramente en el monasterio de La Rábida según era su voluntad.  En su paso por las tierras de España, reconquistadas a los musulmanes, muchos hombres se le ofrecían para enrolarse en un nuevo viaje. Gentes jóvenes que habían sentido la guerra y eran hijos de soldados de reyes que habían luchado contra los árabes. Entre esos muchachos estarían los grandes conquistadores que luego fueron, Francisco Pizarro y Hernán Cortés. En la ceremonia de presentación ofreció los tesoros que trajo con él. Los indios que llevaba estaban llenos de temor y admiración. Para Isabel era la oportunidad de ampliar el cristianismo y para Fernando era la gran demostración del poder de España en Europa y estaba dispuesto a la conquista completa de aquellas tierras. Los acontecimientos que sobrevinieron después sobrepasaron a Colón. Desde Roma se dirigió una bula para los reyes y también nombra en ella a Colón. El Papa bendecía la gesta y aprobaba la conquista que se organizaba, a cambio de que se difundiera la cristiandad por el nuevo mundo y también controlaría las riquezas. Comenzaría entonces la explotación de las nuevas tierras.  Hubo después tres viajes más de Colón. En 1493, 1498 y 1502. En el segundo viaje iban unos 1.200 hombres. Llevaban caballos y ganado bovino, también semillas de trigo y otras. Al llegar a la isla La Española, para buscar a los hombres que allí dejó asentados no vio a nadie que se acercara a recibirles. ¿Dónde estaban aquellos indios que se habían mostrado tan amigablemente con él? ¿Y los marinos españoles, por qué no aparecían? Pasado unas horas se acercó un indígena y les informó. Estos se habían sentidos engañados por Colón sobre las riquezas que encontrarían y pasado un tiempo cometieron desmanes de toda índole con los indios. Saqueos, violaciones, asesinatos y demás barbaridades, que al final terminaron con la rebelión de un cacique y sus hombres dando muerte a los españoles. Sus amigos indios ya no vendrían a saludarles.  Colón se marchó de allí y se fueron a “La Isabela”, nueva isla donde su suerte cambiaría para siempre.  Las relaciones con los indígenas fueron cambiando tratando siempre de conquistarlos al ver su superioridad militar y el bajo nivel cultural que aquellas gentes tenían. Estos estaban obligados a trabajar y dar tributo. Los que se resistían estaban condenados a la esclavitud o se les daba muerte. El oro no aparecía en la cantidad que pretendían y la relación entre Colón y los colonos y entre éstos y los indígenas se fue deteriorando y empeorando cada vez más.  Hubo sublevaciones y hasta batallas y Colón no lograba ni riquezas ni siquiera el orden necesario entre las gentes. Tratando de impartir justicia mandó colgar a algunos colonos que se habían excedido en sus exigencias con los indios. Todo esto lo comunicó a los monarcas, enviando un navío con algunos hombres con noticias y alguna riqueza conseguida. Pero los reyes entendieron que desobedeció las ordenes de la corona al enfrentarse agrediendo a los indígenas rebeldes que no querían trabajar en las condiciones que impuso, y vender a algunos como esclavos, cosa que Isabel había dejado claro en su voluntad de que se tratara a los indios como súbditos de Castilla. Algunos de los hombres que habían retornado acusaron a Colón de mal gobernante.  En 1499 los monarcas deciden poner fin al monopolio que tenía Colón sobre las navegaciones a las Indias. Mandaron a un administrador real en el 1.500, el cual detuvo a Colón y a sus hermanos. Todo su trabajo y sus anhelos terminaron. Fue encerrado en una torre y encadenado, y con grilletes llegó a España, pues no quiso que se los quitaran durante el viaje. En la travesía escribió una extensa carta a los reyes. Al llegar recuperó su libertad pero ya había perdido todo su prestigio. Los monarcas ya no confiaban en Colón nada más que como navegante y éste no tuvo más remedio que capitular sus condiciones. A partir de ahora su objetivo sería el de descubrir tierras desconocidas pero no colonizarlas. Y ofrece el negocio a otros navegantes y empresarios para nuevas expediciones. Estos viajes se desarrollaron entre 1499 y 1519. Alonso Ojeda y Américo Vespucio fueron algunos de ellos, éste último es a quién se le considera el primer europeo en comprender realmente que las tierras descubiertas por Colón conformaban un nuevo continente. Llegó hasta Venezuela y tuvieron noticias sobre las riquezas que luego fueron investigadas después por Vicente Yáñez Pinzón que se convirtió en el primer europeo en llegar al río Amazonas y, según diversos historiadores, se le debe considerar el verdadero descubridor del Brasil. Mientras el nuevo gobernador de las indias estableció un sistema de trabajo, las “encomiendas”, los indios debían lavar el oro o sacarlos de la mina y estaban al cargo de un español que debía cristianizarlos. Pero eso no se cumplía con justicia. Los indios trabajaban hasta la extenuación y muchos morían. 
Los frailes que habían ido solo a evangelizar, los “Dominicos”, no soportaban la injusticia con que se trataba a los indios. En 1508 fundaron la primera iglesia y poco después se rebelaron contra los españoles que extorsionaban con su trabajo a los indígenas. Su rebelión llegó a España y a Europa entera y se planteó una disputa. ¿Eran los indios hermanos o eran bestias similares a los bárbaros medievales? Finalmente se dictaminó que si abrazaban la fe cristiana y sucumbían como súbditos de la corona serían libres. Pero si se negaban o huían serían vendidos como esclavos o encarcelados. Esto se les comunicaba a los indios con toque de tambor y a voz en grito acompañados por soldados, era el sistema militar en uso con lo cual se asustaban y huían despavoridos. Como quiera que fuese los indios estaban siendo diezmados. Además las enfermedades que los españoles traían como la gripe, el sarampión, etc., desconocidas en esas tierras redujeron la población indígena con una gran mortandad. Muchos incluso se suicidaban. En La Española había al principio seguramente unos 500.000 indios y 27 años después quedaban solo 500. Las conductas de abusos a los indios fueron denunciadas por varios personajes, entre los cuales destaca como gran luchador Fray Bartolomé de las Casas. Seguramente exagerado en su exposición pero con el objetivo claro de protección cristina a los indios y justicia para los culpables. Sus escritos circularon por Europa y comenzó la llamada “Leyenda negra”.  Para Colón su objetivo había sido cumplido, había logrado lo que pensaba desde hacía años.  La verdad es que estaba equivocado, Colón nunca supo que en realidad había descubierto un continente nuevo, murió creyendo que había llegado a Oriente.  Sin embargo una vez más el destino quiso estar a favor del hombre que marcaría con su gesta un punto épico de la humanidad: que él nunca supiera la verdad, que muriese con su deseo cumplido.  Aunque los hechos eran todavía más inconmensurables, más grandiosos que lo previsto, realmente había llegado a un nuevo mundo.

HERMANOS DE CRISTOBAL COLÓN

Bartolomé Colón en 1479 se inició como cartógrafo en Portugal con su hermano Cristóbal, de lo que vivía en Lisboa en 1480. También era conoc...