domingo, 1 de enero de 2017

CARLOS I DE ESPAÑA - (1)

(Primera parte) En el año 1500 nació en Gantes el 24 de febrero, Carlos de Habsburgo. Sus padres eran Felipe de Habsburgo, conocido como El Hermoso, archiduque de Austria, y doña Juana de Castilla, heredera de la corona castellana y de la aragonesa. Sus abuelos maternos eran nada menos que los Reyes Católicos y los paternos el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Maximiliano I de Habsburgo y doña María de Borgoña. Este niño sería heredero de todos ellos al ser el primogénito, y por lo tanto Carlos obtendrá el mayor imperio hasta entonces conocido ya que se distribuía por los cinco continentes, cosa que nunca se había alcanzado. Tomó la religión católica como el instrumento unificador.  Su tía Margarita, hermana de Felipe, se encargó de su educación, por indicación de sus abuelos españoles, para que sea educado a la manera castellana, ya que era la viuda de su hijo Juan. El preceptor fue el cardenal Adriano de Utrecht, futuro papa Adriano VI. Guillermo de Croy, señor de Chievres, hombre de gran codicia que se ganó la confianza del príncipe, lo que le convertirá en un hombre de estado. Cuando muere en 1516 don Fernando el Católico, dejando vacante la corona de Aragón, y la corona castellana en manos de doña Juana, recluida en Tordesillas debido a su enajenación mental, convertía a Carlos en regente del reino de Castilla aunque en realidad todo el poder quedaba en sus manos. Aunque existía un regente de Castilla, el Cardenal Cisneros, hombre de confianza que había sido de los Reyes Católicos. Cuando Carlos llegó a Asturias, en 1517, el cardenal acudió al encuentro con el nuevo rey, pero falleció en Roa antes de que se produjera. El día 19 de septiembre de 1517, casi 500 años hace, llega Carlos I de España. Desembarcó en Asturias, en el pequeño pueblo de Tazones para hacerse cargo del reino de España. Quería haberlo hecho en Cantabria pero por un temporal cambiaron los planes. Lueg se dirigió a Tordesillas. Llegó al trono con 17 años y se enfrentó a una fuerte oposición castellana, leonesa, aragonesa y catalana. Carlos estaba rodeado de una gran cantidad de flamencos y no hablaba castellano, solo tenía 17 años y sin experiencia lo que hizo que el pueblo lo considerase como extranjero, pero si amaba a su hermano, Fernando, que se había criado junto a su abuelo Fernando el Católico, y que tenía partidarios que deseaban coronarle. Los flamencos se hicieron rápidamente todos los puestos de confianza, haciéndose con los caudales del reino para financiar los Países Bajos. Carlos visitó a su madre, encerrada en Tordesillas desde hacía más de siete años, le acompañaba su hermana Leonor, futura esposa de Manuel I de Portugal. Allí se trató de la legitimación de coronarse rey, y para solucionar esto se aprobó la idea que había dejado el Cardenal Cisneros, todos los documentos oficiales figurarán el nombre de ambos soberanos, siempre el de la reina en primer lugar. Chievres decidió enviar a don Fernando a Bruselas para detener la posibilidad de Fernando. Las Cortes reunidas en Valladolid se opusieron a dicha medida, exigiendo que Fernando permaneciera en España al menos hasta que Carlos tuviera descendencia. Pero Chievres consiguió su objetivo y envió al infante a Bruselas. El ambiente estaba encendido y se realizaron una serie de exigencias al rey, el respeto a las leyes de Castilla, el inmediato despido de los extranjeros que tuviera a su servicio, el aprendizaje del castellano y la ubicación de castellanos en los cargos más importantes. El 9 de febrero de 1518, las  Cortes de Castilla reunidas en Valladolid, juraron como rey a Carlos junto con su madre Juana y Carlos juró respeto a las leyes castellanas y consiguió un crédito de 600.000 ducados. En las Cortes aragonesas existía un amplio grupo que quería nombrar príncipe-heredero a Fernando. Tras meses de duros debates, las Cortes reconocieron a Carlos como rey y le otorgaron un empréstito de 200.000 ducados. Después pondría rumbo a Cataluña donde los tratos también se prolongaron en el tiempo. Un año tuvo que estar el rey entre sus súbditos catalanes. En Barcelona recibe la noticia de su elección como Emperador, el 28 de junio de 1519.  En Castilla, al considerar que los gastos de Carlos aumentarían considerablemente se extendió las protestas desde Toledo y se exigió que no se marchara del país. En las cortes de La Coruña finalmente se concedió el ansiado subsidio con el que Carlos se trasladaba a Alemania. El cardenal Adriano de Utrecht quedaba como regente del país. Carlos se marchó a Alemania en mayo de 1520 y regreso a Castilla en julio de 1522. Dos hechos importantes se sucederán en España, la revuelta de las Comunidades en Castilla y la rebelión de las Germanías en Valencia.  Sería coronado Rey de Romanos en octubre de 1520, condición para poder ser proclamado Emperador. Impera en Carlos una idea supranacional de estados unidos por la religión cristiana. Por ello se le considera el primer impulsor de la Unión Europea. Aconsejado por gentes que traía de Flandes que fueron situándose en puestos de relieve, en la península le veían como un extranjero que no estaban seguros de que mantuviese las tradiciones ni respetase los fueros, además de no hablar el idioma local. Ante la sucesión, en Castilla, se había formado un importante bando a favor del príncipe Fernando y en contra de Carlos; el primero había sido educado en Castilla, mientras que el segundo era considerado un extranjero. A esta situación se añade el desprecio de Chievres, consejero del nuevo rey, hacia los españoles, el reparto de favores y el nombramiento de borgoñones para los cargos de control del poder, así como las fuertes sumas de dinero embarcadas por Chievres hacia los Países Bajos. Finalmente, ante la inminente coronación de Carlos como emperador, el nombramiento de Alejandro de Utrech como regente colma la paciencia. En todos estos hechos los castellanos entendían que el nuevo rey sacrificaría la hegemonía castellana por una política imperial y dinástica.
Castilla es un territorio dividido y con intereses opuestos, situación que había sido controlada solo superficialmente por los Reyes Católicos. Fuertes ciudades, como Burgos y Segovia, veían amenazadas sus libertades y su prosperidad económica. Esto ocasionaría la llamada Guerra de las Comunidades. Movimiento revolucionario que se desarrolla en Castilla entre el año 1520 a 1522. En 1519 Carlos I es elegido emperador del Sacro Imperio. En 1520 se vuelven a reunir las Cortes castellanas en Santiago: el emperador quiere obtener de ellas un nuevo impuesto que le es negado. Ese mismo año en las Cortes de la Coruña presenta su programa imperial. Carlos se marcha sin conseguir el nuevo impuesto y para entonces ya habían empezado las revueltas. Se forma en Toledo una Junta revolucionaria. Los comuneros moderados fueron replegándose. Madrid se une también al movimiento junto a los capitanes comuneros.  Carlos antes de partir asoció al nuevo al gobierno del regente Adriano de Utrech, al Almirante de Castilla y al Condestable de Castilla, asegurándose con ello el apoyo de la alta nobleza a la causa real. En la comunidad castellana se desarrolla un movimiento antisocial. Tras prácticamente un año de rebelión, se habían reorganizado los partidarios del emperador, la alta nobleza y las tropas imperiales asestaron un golpe casi definitivo a las comuneras en la batalla de Villalar, el 23 de abril de 1521. Allí mismo, al día siguiente, tras un simulacro de juicio, se decapitó a los líderes comuneros, Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado. El ejército comunero quedaba descompuesto. Solamente Toledo mantuvo viva su rebeldía, hasta su rendición definitiva en febrero de 1522.

TRATADOS CON PORTUGAL A RAÍZ DEL DESCUBRIMIENTO

Para entender los acuerdos entre el reino de Portugal y el de Castilla-León, hemos de remontarnos a la Guerra de Sucesión Castellana entre a...