martes, 31 de julio de 2018

1868 - REVOLUCIÓN "LA GLORIOSA" - CAE ISABEL II

Isabel II era una reina casi analfabeta. Militares ambiciosos metidos a políticos. Políticos corruptos. Jefes de gobierno sobornados por banqueros extranjeros. Farsas electorales. Votos comprados y si no, represión, o sea destierros al norte de África, Canarias o Filipinas. Mientras y de paso la oligarquía catalana se forró el riñón de oro con la industria textil. Las burguesías y las oligarquías vasca y catalana, igual que las de Murcia o de Cuenca, estaban integradas en la parte rentable de aquella España que, aunque renqueante, iba hacia la modernidad. Surgían ferrocarriles, minas y bancos, la clase alta terrateniente, financiera y especuladora cortaba el bacalao, la burguesía creciente daba el punto a las clases medias, y, esto era lo jodido, los obreros y campesinos analfabetos fueron manipulados y explotados a gusto por los caciques locales, quedándose fuera de toda fiesta pero entregando a sus hijos para guerras coloniales, para arar o para llevar un mísero sueldo a casa. Esto producía una mala leche muy justificada, que era frenada por la intervención policial y por jueces corruptos, por políticos demagogos. Nada nuevo bajo el sol. Esto hizo que sea tan evidente la inutilidad de una reina que lo único que hacía bien, por lo visto.... Bueno, la llamaban "La reina ninfómana". La gentuza instalada en las Cortes se había convertido en forajidos políticos. Se consiguió una farsa de administración y Justicia. Nadie escuchaba la voz de los desfavorecidos que a base de palos y demagogia iban a la guerra a veces cobrando para que no fuera el hijo del rico. Creciente conflictividad obrera, como la primera huelga general de nuestra historia, que se extendió por Cataluña ondeando banderas rojas con el lema Pan y trabajo, anuncio de lo que se venía. Las represiones en el campo y la ciudad fueron brutales, y si a eso le sumamos la injusticia que imperaba, hizo que, muchos se echaran al monte. La monarquía era un desastre, y los burgueses veían que esto se les estaba yendo de las manos. Isabel, sobraba desde hace rato, y bueno pues a grandes males grandes remedios Cualquier revolución importante necesita de tres aspectos que lo desencadenan. El político, el económico y el social. Cuando estos factores coinciden es probable el estallido revolucionario ya que la crisis económica provoca una crisis política y esto desemboca en una agitación social. Manifestación en la Puerta de Sol y entrada de los generales de la Gloriosa
En mayo de 1866 debido en parte al incremento de la especulación, al abuso del crédito y a la escasez de dinero real, una fuerte crisis económica, con quiebras de empresas, restricción de créditos y vertiginosa caída de la bolsa, arruinando a muchos ahorradores. produjo el crac bancario y trajo como consecuencia la falta de empleos y si añadimos malas cosechas de 1867 y 68, consideradas las peores del siglo, pues tenemos todas las condiciones dadas para un grave problema social. El gobierno se vio impotente y se ganó la desconfianza general al emitir un empréstito forzoso que obligaba a todos los contribuyentes y decretar una rebaja de sueldos de los funcionarios públicos civiles, pero no los militares. A su vez existía una falta de participación en la política de las clases medias y el empeoramiento de las condiciones de vida de las clases humildes. El almirante Topet en el puerto de Cádiz realiza un pronunciamiento militar que fue el detonant de la revolución, conocida como "La Gloriosa". Se marca el comienzo de un periodo febril llamado el "Sexenio Revolucionario" en el que s sucedieron vertiginosamente numerosas fórmulas de gobierno y que desembocarían en la restauración de la monarquía. En septiembre de 1868, en Cádiz, los generales Prim, Dulce, Serrano y Topete firmaron el bando de la proclama revolucionaria. El prsidente del gobierno Ramó M. Narváz y su primer ministro, González Bravo abandonaron a la reina, y gran parte del ejercito desertó para pasarse al bando revolucionario. Surgieron Juntas Provisionales Revolucionarias que excitaban al pueblo a la revuelta con consignas radicales. A todo esto, la reina Isabel II, que veraneaba en Lequeitio s marchó exiliada a Francia, pero no renunció a la corona. Apenas hubo sucesos violentos. Existía una confianza en la nueva situación. La Junta de Madrid nombró a Serrano para constituir un gobierno provisional. De entrada tuvo que enfrentarse con la insurrección cubana, que dio inicio a la "Guerra de los Diez Años". Pero al mismo tiempo se definió el propósito de mantener la monarquía como institución, sobre una base democrática, expresada en unas Cortes Constituyentes que debían ser elegidas por sufragio universal.
Se elaboró una Constitución en 1869 que establecía la monarquía dinástica y la base de la soberanía residiendo en el pueblo español. Es decir, s acababa con el absolutismo definitivamente y teníamos otra Constitución de caracter liberal. Quedaba el problema de la abdicación de la reina, que Cánovas se esforzaba en conseguir. Era el gran obstáculo para la dinastía borbónica en España y su renuncia resultaba imprescindible. Finalmente en 1870 firmó su testamento de abdicación en su hijo Alfonso. No obstante la reina se dedicó a criticar a los políticos que la llevaron a esa situación. Años después y con la monarquía asentada la reina fue a Madrid a ver a su hijo cuando éste se encontraba al borde de la muerte. Preguntó que ocurriría a continuación. Era una pregunta con deseo incorporado. Pero existía una heredera y la reina consorte estaba embarazada, por lo que la regencia y la sucesión al trono estaban garantizados.

HERMANOS DE CRISTOBAL COLÓN

Bartolomé Colón en 1479 se inició como cartógrafo en Portugal con su hermano Cristóbal, de lo que vivía en Lisboa en 1480. También era conoc...