domingo, 12 de julio de 2020

REINAS QUE GOBERNARON EN ESPAÑA

En Castilla regía el artículo segundo de “Las Siete Partidas” de Alfonso X, que se proclamó por el siglo XIII, según la cual las mujeres, en Castilla, podían reinar si no tenían hermanos varones ya que tenían preferencia sobre los varones de parentesco más lejano. Esto no regía en la Corona de Aragón. El rey Felipe V, el primer Borbón, en 1713, intentó, sin éxito, establecer la “Lex Sálica” que imperaba en Francia. Con lo cual hubo de promulgar la “Ley de Sucesión Fundamental”, la ley de la Agnación Rigorosa, que solo priva a las mujeres de la sucesión cuando haya legítimos descendientes varones. Según las condiciones de la nueva norma, las mujeres podrían heredar el trono aunque únicamente de no haber herederos varones en la línea principal, hijos, o lateral, hermanos y sobrinos. Cuando llegó al trono su nieto, Carlos IV se aprobaron en las Cortes en 1789 una disposición para derogar la ley y volver a las normas de sucesión establecidas por el código de las Partidas. Pero esta Sanción llamada Pragmática no llegó a ser publicada hasta que su hijo Fernando VII de España la promulgó en 1830. Es por esto último se cree que Fernando VII volvió a establecer la Ley Sálica, cuando lo que hizo es poner en marcha lo que su padre, Carlos IV había sancionado “La Pragmática”, es decir volver a “Las siete partidas”. Esta distinción significante entre la Lex Sálica y la Ley de Sucesión es fundamental para comprender la pretensión jurídica del hermano de Fernando VII, el infante D. Carlos, al trono de España al cual tendría legítimamente derecho en función de la Ley de Sucesión Fundamental promulgada por Felipe V , mientras que con la restauración del compendio de Alfonso X, llamado de las Siete Partidas, lo tendría su sobrina Isabel, la que fue Isabel II. De esta pretensión fue como Carlos se autoproclamó rey de España, con el título de Carlos V, y comenzaron lo que se llamó “Las Guerras Carlistas” en el siglo XIX. REINAS QUE GOBERNARON EN ESPAÑA
LA REINA URRACA DE LEÓN Y CASTILLA (1081-1126) Fue la primera mujer que ejerció de forma efectiva el papel de reina “propietaria”, y se trata de un personaje verdaderamente insólito en la Historia del medioevo hispánico, por su condición femenina y por la incidencia que tuvo en los hechos históricos de su época como por las controversias que su persona ha generado después. Sufrió el maltrato físico y psíquico de su marido e incluso de sus súbditos, pero demostró también una fuerza y una determinación indomable que la llevo a ser de nuevo maltratada por la Historia. Hija primogénita de Alfonso VI de Castilla y de Constanza de Borgoña. Contrajo matrimonio en primeras nupcias con el conde Raimundo de Borgoña de quien nacería el futuro Alfonso VII en 1105. Urraca se convierte en la única heredera a los tronos de León y de Castilla tras la muerte de su hermanastro Sancho. Urraca enviudó y su padre la casó con el monarca aragonés Alfonso el Batallador, intentando evitar disputas ente leoneses y castellanos y garantizar la defensa de sus reinos de la amenaza almorávide. Sufrió la oposición de parte de la nobleza y tuvo tres etapas de reinado diferenciadas por las luchas militares. Fue anulado su segundo matrimonio por consanguinidad.
BERENGUELA DE CASTILLA (1179 - 1246) El tercer y definitivo intento de unificar León y Castilla está relacionado con la llegada al poder de otra reina titular: Berenguela de Castilla. Había sido reina consorte de León entre 1197 y 1204 por su matrimonio con Alfonso IX pero el Papa declaró nulo su matrimonio por motivos políticos alegando parentesco (eran parientes en tercer grado). Tras esto volvió a Castilla con sus padres pero sus hijos siguieron siendo legítimos. A la muerte de su hermano Enrique I de Castilla sin herederos, le sucede Berenguela como reina en 1217. En aquel momento, Berenguela era la única heredera del trono de Castilla. Sin embargo, nada más ser nombrada reina, abdicó en favor de su hijo Fernando. Berenguela permaneció en el trono brevemente, tan solo un mes, cedió sus derechos a su hijo, Fernando III, que había tenido con Alfonso IX de León. A la muerte de éste en 1230, Fernando III heredó también León y ambos reinos se unificaron definitivamente bajo una misma corona. Defendió los derechos de su hijo, fue una reina en la sombra. Fue la madre de Fernando III el Santo y la abuela de Alfonso X el Sabio
MARIA DE MOLINA (1264-1321) Sancho IV estaba casado con María de Molina, que llegó a reinar Castilla hasta en tres ocasiones. Una mujer de una pieza, defensora de la corona contra los buitres que rondaban. Primero reinó junto a su esposo Sancho IV, pero el matrimonio fue considerado nulo al principio y, por tanto, todos los hijos nacidos fueron considerados ilegítimos. Debe luchar junto a su marido por el trono contra los hijos de su hermano fallecido. María de Molina ya viuda, era una mujer fuerte, procuró aplacar a la nobleza, e impidió en varias ocasiones que su hijo Fernando IV fuese destronado. La peste que, en forma de terrible epidemia, atacó al ejército de sus enemigos e invasores. Esto salvó a Fernando. La mayoría se retiró, y María de Molina triunfó. Entre 1301 y 1302 María de Molina perdió el control de su hijo. Se vio además desairada por su propio hijo, quien, influido sin duda por sus nuevos consejeros, le pidió cuentas de su tutoría en las Cortes de Medina del Campo. El Maestre de la Orden del Temple en el reino de Castilla y León, se dispuso a entregar a María de Molina las fortalezas de la Orden en el reino, más la reina no aceptó tomarlas sin el consentimiento de su hijo el rey. María de Molina estaba ya descansado de sus funciones cuando muere su hijo Fernando, dejando un heredero, el futuro Alfonso XI. Las Cortes, convocadas en Palencia, decidieron que fuese de nuevo María de Molina quien se encargase de su tutoría. Por ello la reina es llamada por el Consejo de Regencia, lo que acentuó la guerra civil entre las facciones castellanas. El testamento que la reina dictó, detallaba numerosos legados piadosos. Dispuso el pago de sus deudas y distribuyó numerosas rentas, legados y propiedades. Una reina comparable en decisión y determinación a la gran Isabel I.
REINA JUANA ENRÍQUEZ (1425-1468) Defendió los intereses de su hijo, Fernando el Católico, y por ello ejerció el poder como lugarteniente general de los reinos de la Corona de Aragón, cuando su esposo se ausentaba, y en Cataluña, de forma permanente. Nació en Medina de Rioseco y murió por complicaciones de cáncer de mama. Reina consorte de Navarra (1447 - 1468) y de Aragón (1458 - 1468), V Señora de Casarrubios del Monte, perteneció al importante linaje de los Enríquez, rama ilegítima de los reyes de Castilla. Mujer ambiciosa e imperante, fue la segunda esposa de Juan II de Aragón y de Navarra (con el mismo ordinal para ambos territorios), viudo desde 1441, con quien contrajo matrimonio en abril de 1444, contando diecinueve años. Uno de los más grandes deseos de Juana Enríquez, hacia el que tendió hábilmente su política, fue el matrimonio (en octubre de 1469) de su hijo Fernando, de dieciséis años, con Isabel de Castilla, de unos diecisiete. No pudo verlo realizado pues murió antes.
ISABEL I DE CASTILLA (1451-1504) Está claro que la reina Isabel ocupa un lugar de primer plano en los anales, es por el protagonismo que le tocó ejercer en varios frentes. La unificación de los reinos de Castilla y de Aragón, por su matrimonio con Fernando II, la Conquista de Granada, el logro de la epopeya del Descubrimiento del continente americano y conjuntamente con Fernando dejar la nación en la primera línea de las potencias europeas de la época, modelo político que recogerán y ampliarán los Austrias y que se mantendrá por lo menos hasta la extinción de aquella dinastía, a finales del siglo XVII. Isabel I de Castilla siempre manifestó y abrigaba el deseo de un poder compartido con su esposo, ejerciendo como una función, no una propiedad. Se elaboró un documento determinando la forma y circunstancia en que se llevaría el ejercicio compartido del poder real. Se firmó el 15 de enero de 1475 anteponiendo las armas de Castilla a las de Aragón. El 28 de abril Isabel entregó a su marido un documento delegando en él sus propios poderes, sin renunciar a ninguno, de tal forma que encontrándose ella presente o ausente pudiera Fernando ejercer las funciones reales. A su vez Fernando el 14 de abril de 1481, cuando entró en posesión de la Corona de Aragón, entregaría a Isabel un documento similar. Este documento figura en los Registros de aquel Archivo con esa fecha. De esta forma se completaba un proceso iniciado en 1369 con la revolución que derribó al rey Pedro I comenzando la dinastía Trastámara. La Monarquía Hispana surgía como primera forma de organización de un Estado, muy diferente a la concepción que hoy tenemos de esa Institución.
JUANA I DE CASTILLA (1479-1555) Fue la hija sucesora de los RR CC. Persona conflictiva por su salud psíquica que le hizo enfrentarse a su esposo, a su madre y a no querer gobernar, estableciéndose así lo señalado en el testamento de Isabel I. En Castilla y Aragón se empezaron a preocupar por la salud mental de su heredera. Sobre todo cuando Juana y Felipe están de nuevo en los Países Bajos y se acerca el momento de la muerte de Isabel. Ahí se plantean qué puede suceder en el futuro. Dudaban y les preocupaba la política de Felipe y, ya no la capacidad de Juana para regir, sino su capacidad para impedir que Felipe hiciese algo contra los intereses hispanos. Preocupaba que ella tuviera interés por regir los reinos. Según las leyes castellanas, él iba a ser rey. Muy diferente era el asunto en Aragón. Allí ella no iba a ser reina. El que iba a suceder en todo caso, y aun así las cortes tenían sus dudas, era Felipe. Al morir Felipe el Hermoso, en 1506, Juana enfermó tremendamente y los hechos fueron trágicos. Juana no deseaba el gobierno del reino. Su problemas mentales aumentaban y Fernando la encerró y ella acordó con su padre para que se hiciera cargo de los asuntos de Estado como regente de Castilla, cosa que Fernando dejó en manos del Cardenal Cisneros. Posteriormente después de la muerte de Fernando, el hijo de Juana, Carlos I, mantuvo a su madre encerrada pero no hizo más que ella firmara poderes suficientes para gobernar Castilla en su nombre. Y así fue, ella murió reina. El 12 de abril de 1555 fallecía doña Juana, tras 46 años de reclusión.
ISABEL DE PORTUGAL (1503-1539) Realmente era reina consorte. Merece ser citada ya que como esposa del Emperador Carlos, además de ser su prima, volvió a demostrar que las mujeres también eran capaces de gobernar. En ausencia de su marido, quien pasó larguísimas temporadas alejado de España, Isabel dirigió los designios de nuestro país con gran diligencia y sabiduría.
MARÍA CRISTINA DE BORBÓN-DOS SICILIAS (1806 -1878) Fue reina regente de su hija Isabel, la futura Isabel II. Fallecido Fernando VII en septiembre de 1833, su viuda se presentó de forma inmediata a sí misma como Reina Gobernadora. Esta fórmula fue la utilizada en la documentación oficial de la regencia por la minoría de edad de su hija, Isabel. María Cristina, a pesar de sus tendencias absolutistas, las dificultades generadas por la guerra carlista en el frente, las provocaciones de los antiguos voluntarios realistas y la presión ejercida por algunos militares llevaron a la regente a aceptar la existencia de un régimen representativo basado en el muy moderado Estatuto Real, siendo poyada por los liberales. Más adelante, los estallidos revolucionarios que se produjeron entre 1834 y 1836 hicieron posible la transición desde la fórmula del Estatuto Real a la Constitución de 1837. El Estatuto reconocía a la Corona prerrogativas muy amplias, pero la nueva Constitución imponía ciertas limitaciones al rey, en este caso la reina regente. El fin de la guerra carlista dio alas a la reina gobernadora y a sus más fieles seguidores, los liberales más moderados. La actuación de los progresistas en las ciudades más importantes del país y el escaso apoyo del Ejército para acabar con el movimiento revolucionario urbano de 1840, decidieron a la regente a renunciar a su cargo en Valencia el 12 de octubre de 1840 En el tiempo de su regencia se consumó la crisis definitiva del Antiguo Régimen: desapareció de forma definitiva el régimen señorial, se llevó a cabo la desamortización de las tierras de la Iglesia, se decretó la liberalización de la industria y el comercio, se empezó a racionalizar la Administración, se derrotó al carlismo y, a pesar de la resistencia de la Corona, se consolidó un régimen constitucional con la Constitución de 1837.
ISABEL II (1830-1904) Fue la primera reina de España, Isabel II y lo hizo por derecho y no como consorte. Pero así como la primera, nombrada La Reina Católica, con un comportamiento conyugal impecable, la segunda Isabel tuvo una larga lista de amantes que no se preocupaba en ocultar. Su reinado fue uno de los más convulsos de nuestra historia. El reinado de Isabel II ha sido, junto con el de su padre, Fernando VII, el peor que ha tenido este país. Uno de los más corruptos. Manipulada por su camarilla de ministros, cortesanos y religiosos, ella buscaría intervenir en la política del país, (llegó a postularse para presidenta de gobierno) y acabó por llegar la revolución de 1868, abdicando en su hijo, Alfonso XII dos años después.
MARÍA CRISTINA DE HABSBURGO (1858-1929). María Cristina tuvo que asumir la regencia de Alfonso XIII, hijo póstumo de Alfonso XII, desde 1885 hasta 1902. La reina, inexperta en los negocios de la política se guio por la sensatez y el equilibrio en sus diecisiete años de regencia. El papel de Cristina en el sistema de gobierno fue más bien anecdótico, ya que no participó en los enfrentamientos entre los partidos. Durante la regencia de María Cristina de Habsburgo podría hablarse de dos tiempos en el desarrollo de la práctica política de los grandes partidos que se alternaban en el poder. En sus últimos años de regencia se agravó el problema marroquí y se agudizó la conflictividad social. También surgen los inicios del catalanismo político. Además, la pérdida de las tres últimas colonias hispanoamericanas en 1898 sumió al país en una grave crisis, que evidenció de manera clara la inoperancia del régimen de la Restauración. Su más ferviente deseo era traspasar la Corona a su hijo, deseo que vio cumplido en 1902, cuando Alfonso XIII alcanzó la mayoría de edad y fue proclamado rey de España.

HERMANOS DE CRISTOBAL COLÓN

Bartolomé Colón en 1479 se inició como cartógrafo en Portugal con su hermano Cristóbal, de lo que vivía en Lisboa en 1480. También era conoc...