viernes, 16 de octubre de 2020

29.- REINOS CRISTIANOS- CONDADOS CATALANES (primera parte)

La Cataluña actual antes de la llegada de los musulmanes, estaba habitada, como el resto de la península, por los visigodos, que discurría por los carriles del Código de Recesvinto (654), dando soporte a la estratificación sociopolítica de los “seniores”, “nobiles” y “potentiores”. Eran reminiscencias de la antigua aristocracia romana de los que sería testimonio el Belascot o Belascut ribagorzano en los días de la invasión sarracena.  

CARLOMAGNO

Carlos Martel fue el fundador de la dinastía Carolingia, militar franco, en la batalla de Poitiers en el 732 salió victorioso derrotando a las tropas musulmanas frenando definitivamente el avance musulmán en la actual Francia. Su hijo Pipino el breve, ya el primer rey de los Francos logró expulsar definitivamente a los árabes de la Septimania, tras la toma de Narbona en el 759. Se trata de la provincia del reino franco, que correspondería con la región actual de Languedoc-Rosellón, una región costera en el sur de Francia, que se extiende desde Provenza hasta los Pirineos y la frontera con España. En la batalla el ejército musulmán a cuyo frente iba Abderramán, se lanzó al ataque. Los francos derrotaron al ejército islámico y el emir murió. Tras la muerte de Abderramán, surgieron los conflictos entre los musulmanes y emprendieron el retorno. A la muerte de Pipino le sucede en esa zona su hijo, Carlomagno, que se convierte en la fuerza militar única capaz de hacer sombra a Córdoba. Los musulmanes habían conquistado las guarniciones visigodas de Barcelona, Gerona y Lérida. En la Septimania se establecieron los visigodos, los “hispanis”. Dado el avance peninsular de los musulmanes y su rechazo como hemos contado del reino franco, Carlomagno fundó en territorio de su protección que le servía de escudo. A principios del siglo IX creó la Marca Hispánica (de la que ya hemos publicado un capítulo). Denominación geográfica de una serie de condados vinculados a los monarcas carolingios, con amplia autonomía, desigual desarrollo y problemática existencia. Hacia el año 785 Gerona se incorporó voluntariamente al reino franco, que ocupó Urgel, Cerdaña, Pallars y Ribagorza.

Wifredo el Velloso

En los tiempos visigodos, los obispos, reunidos en concilios toledanos, han sido casi un Estado. Carlomagno en el 792 obliga a retractarse al gran apoyo de Elipando, el obispo Félix de Urgel. Siete años después lo condenará a permanecer en Lyon hasta su muerte. Este movimiento permite el control total por parte de los clérigos carolingios de la sede de Urgel, elemento fundamental para la consolidación del poder franco en la Marca Hispánica. Y, lo que es más importante, sella la alianza entre los monarcas asturianos y el imperio carolingio, una alianza que marcará el destino de España. El destino, en primer lugar, de la sede compostelana, pues el entendimiento entre Oviedo y Aquisgrán supondrá el apoyo incondicional del imperio carolingio hacia el mito jacobeo; Carlomagno enviará mucho dinero a la sede compostelana, y Santiago se convertirá en la gran luz de la cristiandad medieval, construyendo un cordón umbilical entre la España y la Europa cristianas. Más a largo plazo, esta alianza, unida a la empresa de la Reconquista, convertirá a España en el principal baluarte del proyecto imperial romano y del catolicismo en el mundo. Sin embargo es en los condados pirenaicos donde termina el imperialismo carolingio en España. Carlomagno sólo conseguirá el control de algunos condados y el impulso de la ruta jacobea. Su gran fracaso será controlar a la Iglesia local. Todos estos elementos son de extraordinaria importancia para la Historia de España, y es por ello por lo que la etapa carolingia es tan importante. La peregrinación jacobea será fundamental para España y para Europa. El control de la Marca Hispánica como único territorio hispano de influencia carolingia tenderá a hacerlo distinto: Carlomagno es, sin duda, el primer plantador del hecho diferencial catalán.  Más adelante su hijo Ludovico Pío en el 802 conquistó Barcelona, plaza fundamental para consolidar la Marca fronteriza. Puso al mando al conde Borrel, de Vic. Firmó una tregua con el califato de Córdoba a no traspasar el río Llobregat. A partir del año 820 se sucedieron varios condes de origen franco. Con el título de marqués, que controlaban la Marca. La guerra civil por derechos dinásticos hizo que los condes en las sucesivas políticas de alianzas van teniendo cada vez más poder. Aquisgrán dejará de confiar en los nobles locales y nombrará gobernadores francos, como Bernardo de Septimania. El tratado de Verdún creaba el territorio occidental para Carlos el Calvo, y supuso su cese inmediato y su sustitución por los hermanos Sunifredo y Suñer. Ambos conseguirán que sus hijos les sucedan en el cargo condal, creando con ello el germen de un poder catalán hereditario por sí mismo. Con la muerte de Carlos el Calvo en 877, los condes locales, gobiernan sobre el territorio prácticamente sin oposición. Se rompe la línea dinástica carolingia en París lo que generará toda una serie de rebeliones de nobles que, a lo largo de todo el territorio franco, entenderán que dicha ruptura les otorga fuerza moral a ellos para independizarse. Flandes, Borgoña o Aquitania inician estos procesos, como lo inician los condados. El rey franco, Luis el tartamudo, repartió sus condados en el año 878 y los de Barcelona y Gerona correspondieron a Wifredo el Velloso, considerado el primer gobernante autónomo de la región, y que a su muerte dejará sus tierras a sus hijos: a Sunifredo Urgel; a su hijo voyeur, Mirón II, Cerdaña y Besalú; y a sus hijos Borrell y Suñer, Barcelona y Gerona. Una vez conseguido el poder civil los condes se aplican a construir una Iglesia propia. En el año 888, crean un arzobispado en Urgel; su arzobispado propio, lo que explica que sea tan importante la Seo para el catalanismo.

HERMANOS DE CRISTOBAL COLÓN

Bartolomé Colón en 1479 se inició como cartógrafo en Portugal con su hermano Cristóbal, de lo que vivía en Lisboa en 1480. También era conoc...