sábado, 11 de junio de 2022

ESPAÑA Y LA REVOLUCION FRANCESA

Estalla la Revolución Francesa, y lógicamente las noticias que van llegando hacen que se vayan adoptando medidas en España, como la de cerrar Las Cortes, que estaban en manos del Marqués de Floridablanca, un ministro capaz e inteligente. Se trata de aislar a España de las recetas revolucionarias. Se apoyó al rey francés y se puso fin a los proyectos reformistas. Y la Inquisición de la Iglesia empieza otra vez a destacar, desterrando a Jovellanos, un ilustrado de importante trabajos y realizaciones. El rey apartó de la vida pública a la mayoría de los pensadores avanzados. El fracaso de las medidas de Floridablanca supuso su sustitución por el Conde de Aranda, Pedro de Abarca, un ilustrado, que concertó una Alianza con Prusia y Austria para ayudar al rey francés, forma de proteger al español. Se preparaba una guerra en Europa que Aranda no apoyaba, ya que  el conde vio la formación de los ejércitos revolucionarios y su respaldo popular en el país vecino, lo que hizo ser partidario de no intervenir, dado el fracaso casi seguro y las pocas ganancias que se podrían obtener.

Cuando la República ejecuta al rey francés Luis XVI en enero de 1793, motivó en España la sustitución por Manuel Godoy en 1792, que ya era duque y Teniente General, hombre fuerte del gobierno de España, y firmó con el Reino de Gran Bretaña su adhesión a la Primera Coalición contra Francia.

 
Por otra parte los nobles franceses huidos de su país habían conseguido que Federico Guillermo II rey de Prusia, y de Francisco II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y luego de Austria, firmaran su alianza con el “Manifiesto de Brunswick” donde apoyaban al rey francés y fue una amenaza de invasión militar y política dirigida al pueblo francés republicano. Pero el pueblo francés ejecuta a su rey en enero de 1793. Se redactó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, y una nueva Constitución. El Comité de Salvación Pública cayó bajo el mando de Maximilien Robespierre y los jacobinos desataron lo que se denominó el Reinado del Terror (1793-1794).
La República Francesa declaró la guerra a España en marzo de 1793 y pronto se apoderó del valle de Arán. Comienza la guerra del Rosellón, un conflicto que enfrentó a España y a la República Francesa entre 1793 y 1795.
El Consejo de Estado preparó la ofensiva, el mayor al mando del general Ricardos. También se establecieron puntos militares en Navarra, Guipúzcoa y en la zona central aragonés.  La Corona portuguesa se unió a la ofensiva contra los franceses. El capitán general de Cataluña, Ricardos, invadió el Rosellón En tanto que una flota anglo-española operaba en Tolón en apoyo de los realistas. Tras ocupar diversas localidades de la frontera, en mayo de 1793 derrotó al ejército francés. Los triunfos del general Ricardos culminaron con la batalla de Truillás, librada en septiembre. Sin embargo, el general Ricardos, falto de suministros, tuvo que retirarse.
REY CARLOS  IV 
 
El general Ricardos, de regreso en Madrid, murió en marzo de 1794. Durante las campañas de 1794 y 1795 las tropas francesas consiguieron arrojar a los españoles del Rosellón y penetraron en Cataluña, las provincias vascas y Navarra, llegando a ocupar Miranda de Ebro.  Las ideas revolucionarias en España en mano de Guipúzcoa que fueron quienes facilitaron la entrada en Irún, Fuenterrabía, Pasajes y San Sebastián. En Madrid se descubrió una conspiración republicana denominada del "Cerrillo de San Blas". En otros puntos de España se detectaron células republicanas donde se discutía si la futura República Ibérica debía ser federada o unitaria.
Se unía la escasez de recursos humanos y materiales para continuar la guerra. Por ello, Godoy decidió entablar negociaciones de paz con los franceses, que las aceptaron de buen grado, pues también deseaban la paz tras la caída de Robespierre y el fin del Terror. Godoy firmó con Francia la Paz de Basilea (1795), que también firma Francia con Prusia y Austria. En esos entonces gobernaba en Francia el Directorio. A cambio de terminar la guerra, se reconocía a la República Francesa, y a cambio de los territorios españoles ocupados se cedía a Francia la parte española de la isla de La Española y se normalizaban las relaciones comerciales. Por su parte, Portugal no participó porque no tuvo conocimiento del tratado.
Para España las alianzas con la Francia del Directorio no trajeron más que desdichas. Después tras diversas revueltas, en diciembre de 1799 se produce un golpe de Estado y toma el poder total, Napoleón, supuestamente para salvar la república de una posible restauración monárquica. Un militar ególatra que traería muchas desgracias en España
Las comunicaciones con América fueron muy complicadas y difíciles, y esto empobreció aún más a la población. Lo cual hizo impopular a Godoy y al rey.
 
GODOY  Y  MA. LUISA DE PARMA
 
En abril de 1801, Napoleón pide a Portugal que rompa su alianza con Inglaterra y cerrara sus puertos a los barcos ingleses.  Mediante el Tratado de Madrid en 1801, firmado por Godoy España se comprometía a declarar la guerra a Portugal si la nación vecina mantenía su apoyo a los ingleses y en caso de negativa, invadir el país mediante un ejército conjunto. La negativa portuguesa a las condiciones impuestas en el tratado provocó el comienzo de la “Guerra de las Naranjas”, en la que el ejército español invadió el Alentejo con el apoyo de las tropas auxiliares francesas, que llegaron a Portugal reforzadas por las españolas.  Godoy  necesitaba recobrar su prestigio, así que organizó un cuerpo expedicionario a cuyo frente se puso él mismo. Así fue como España se vio envuelta en medio de esta guerra, que tan solo duró 18 días. Godoy se hizo con la plaza portuguesa de Elbas, he hizo llegar a su amante, María Luisa de Parma, esposa del rey de España, Carlos IV unas cuanta naranjas. La fama de una y otros quedó al descubierto. Sirvió para bautizar éste conflicto bélico. Napoleón no consiguió conquistar Portugal, pero sí consiguió que, al menos cerrase sus puertos a Inglaterra.
Tal conflicto bélico dio como resultado el Tratado de Badajoz, un acuerdo de paz entre España y Portugal, poniendo fin a la Guerra. En septiembre del mismo año, Francia y Portugal firmaron el tratado de Madrid con el mismo fin. En ambos se incluía la obligación de cerrar los puertos portugueses a sus aliados británicos y permitir el paso franco a los franceses. España y Portugal firmaron la paz mediante el Tratado de Badajoz, el 6 de junio de 1801,  que consistía en líneas generales la pérdida de territorio portugués, en particular Olivenza y Táliga y sentó las bases para la invasión total de la Península Ibérica por las fuerzas francesas.
El franchute estaba empecinado en derrotar a Inglaterra, que era muy superior en el mar.
Carlos IV de España y Napoleón I de Francia, merced los tratados firmados con la anterior República Francesa y por el interés de la recuperación de Gibraltar, obligaban a España a contribuir económicamente a las guerras de Napoleón, y también a poner a disposición de éste la Armada para combatir a la flota británica. Con lo cual nos hicimos aliados de Francia para invadir a Inglaterra comenzando la guerra con Inglaterra con la pérdida de Menorca y la derrota naval en el Cabo San Vicente.
Dejamos Trafalgar para la próxima.

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