viernes, 1 de marzo de 2019

ESPAÑA EDAD MODERNA -20-

La larga sombra del Duque de Olivares (2)-- A mitad del siglo XVII con Felipe IV, empezó la cuesta abajo, aunque con las arcas vacías que había dejado Felipe III la cosa no era rara. Y el caso es que todo había empezado bien para España, con la guerra contra Francia yéndonos de maravilla y los tercios que atacaban desde Flandes, dándoles a los gabachos la enésima mano de hostias; de manera que las tropas españolas, detalle que ahora se recuerda poco, llegaron casi hasta París, no tomándola porque a Felipe II no le interesó dejando pasmáo a su padre, Carlos I, que ya estaba para sopitas y buen vino. Todo aquello no iba mal, pero por aquí las cosas eran diferentes. Felipe IV llegó al trono al morir su padre en 1621 y en 1622 ya tenía al conde de Olivares como valido de mucha confianza. Olivares, estuvo como valido desde 1622 hasta 1642 y le tocó lidiar con la siguiente retahíla de conflictos; La continuación de la guerra de los 80 años, que había empezado en 1568 y llegó hasta 1648. La continuación de la Guerra de los Treinta Años que había empezado en 1618 y duró hasta 1648. La Guerra Anglo-Española de 1625 hasta 1630 aunque el conflicto forma parte de la guerra de los Ochenta Años y la guerra de los Treinta Años, es una cuestión ya casi personal. La Guerra franco-española de 1635 a 1659, Francia se siente amenazada e intentó la invasión a España por Navarra. La Sublevación de Cataluña desde 1640 y duró hasta 1659 que ayudó a tocar las narices más aún y a que Portugal se independizara. La Guerra de Restauración portuguesa desde 1640 hasta 1668. Lograron la Independencia. Sublevación de Nápoles y Sicilia desde 1647 hasta 1648 Guerra anglo-española de 1655 desde 1660, por la rivalidad comercial entre ambos países en las Indias Occidentales. Mientras por la Europa de arriba esto iba bien, abajo iba fatal. Los excesos de los soldados en parte catalanes, al vivir sobre el terreno, la poca gana de contribuir a la cosa bélica, y sobre todo la mucha torpeza con que el ministro Olivares, demasiado moderno para su tiempo, se topó ante los privilegios y fueros locales, y en suelo español, se acabó liando, otra vez. Olivares era algo extravagante, desconfiado, lleno de espías por todo el reino. No rendía cuentas a nadie, salvo el rey y Felipe se dejaba hacer, por lo que Olivares fue casi un dictador. Admiraba a Fernando el Católico, y la gloria y triunfos de Carlos I, y la prudencia y dedicación de Felipe II. Veamos su pensamiento escrito en 1624, dando consejo al rey: “Tenga vuestra Majestad por el negocio más importante de su monarquía el hacerse rey de España, quiero decir señor, que no se contente con ser rey de Portugal, de Aragón, de Valencia, conde de Barcelona, sino que trabaje y piense con consejo mudado y secreto, por reducir estos reinos de que se compone España al estilo y leyes de Castilla, sin ninguna diferencia, que si su majestad lo alcanza será el Príncipe más poderoso del mundo”.
CASÓN DEL BUEN RETIRO - Estaba claro que él pensaba en la unificación completa de la Nación para vigorizar la política exterior del reino, y aconsejaba al rey visitar las capitales de los reinos y territorios y congraciarse con sus gentes. “Multa regna, sed una lex”, ese era su lema (muchos reinos, una sola ley). El casi inabarcable poder que consiguió le hizo acumular gran riqueza y tuvo la fama de corrupto que le acompaña desde entonces, llegando a nuestros días. Los casos de corrupción, algunos resultan discutibles o exagerados. Por ejemplo creó la Junta Grande de Reformación, que tomaba cartas en el asunto contra el lujo desmedido por algunos nobles. Aunque él había hecho en Sevilla ostentación de su riqueza, posteriormente adoptó una austeridad espartana, acorde con el sentimiento piadoso de la corte, acentuado por la muerte de su hija en 1629. También trató, no se si lo consiguió, de reducir en dos tercios el número de funcionarios de la Administración. Desde 1640 con la sublevación catalana, la sublevación y posterior pérdida del reino de Portugal, fue el declive absoluto de Olivares. Un llamamiento general de Olivares y de Felipe IV a todos los estamentos para la formación de un ejército de unidad, grande pero irregular, acabó en derrota en el intento de la toma de Lérida, incrementada en su repliegue anárquico hacia Zaragoza. Este fue el punto final de la carrera del duque de Olivares. El fracaso de su política centralista en un conglomerado de regiones poco dispuestas a ceder autonomía. Olivares abatido se retiró, con sus recuerdos de éxitos como la toma de Breda por Ambrosio de Spinola al frente de los bravos Tercios de Flanes. Pero para colmo todavía pudo ver como los mejores Tercios que le quedaban a España, eran derrotados en Rocroi por el nuevo ejército francés. Olivares murió procesado por la Inquisición y sus ideas y autoritarismo nunca fueron entendidas. Intentó la recuperación del prestigio internacional y la unión de todos los reinos dee la Corona. No consiguió ni uno ni lo otro. La decadencia continuaba. Fracasados sus proyectos fue expulsado de la Corte, perseguido por la Inquisición y murió dos años después abatido, desterrado en Toro en 1645. Pero no seríamos justos si olvidamos su labor, sobre todo en Sevilla, de mecenazgo, como también junto al rey Felipe IV de que supieron reunir para los palacios de la Corona centenares de cuadros, muchos en la actualidad en el Museo del Prado. Entre la Colección Real figuran Rubens, el pintor más prestigioso de Europa en su época,Rafael,Mantegna, Durero, pintores venecianos como Tiziano, Veronese y Tintoretto, pintores barrocos españoles, flamencos, italianos y franceses, Ribera, Zurbarán, Van Dyck, Reni, etc. Y el pintor español más importante del mundo, Velázquez. Sin el apoyo de este rey, el pintor sevillano no hubiese desarrollado una carrera tan brillante. Fue el Casón de Buen retiro, regalo del Conde Duque de Olivares al rey, de lo que realmente nos ha llegado solo la mitad de la construcción, uno de los edificios que conforman el Museo del Prado

HERMANOS DE CRISTOBAL COLÓN

Bartolomé Colón en 1479 se inició como cartógrafo en Portugal con su hermano Cristóbal, de lo que vivía en Lisboa en 1480. También era conoc...