miércoles, 6 de septiembre de 2023

BIZANTINOS

En el año 409 d.C., los suevos, los vándalos y los alanos se asentaron en la península Ibérica. Son las invasiones germanas. Los visigodos, tenían un Pacto con Roma, para llegar a Hispania y echar o controlar a estos invasores, sobre el año 415.

Al Imperio Bizantino se le llamó el Imperio Romano de Oriente. En esa zona estaba establecida la lengua griega, por lo que se considera un imperio griego aliado de Roma.

Justiniano I fue emperador del Imperio Romano de Oriente desde agosto del 527 hasta su muerte en agosto del 565.

El Imperio Bizantino fue la parte oriental del Imperio Romano. Bizancio era el nombre antiguo de su capital, Constantinopla, actual Estambul. Ciudad fundada por los Tracios en el siglo V a.C. Los bizantinos llamaron Spania a su provincia, territorio incluía una zona de la península ibérica arrebatada al reino visigodo, que había formado parte del desaparecido reino vándalo. La ciudad de Septem (actual Ceuta), fue incluida en la provincia de Mauretania. El sureste peninsular era su nueva provincia conocida como Spania.

No sabemos el año pero con Justiniano las tropas bizantinas desembarcaron en Carthago Nova (Cartagena), ocupando otras importantes ciudades costeras y continuando su avance hacia el interior. La ocupación se vio favorecida por la debilidad política y económica de los visigodos en las antiguas provincias romanas Cartaginense y Bética, que estaban dominadas mayoritariamente por terratenientes hispanorromanos hostiles a la dominación visigoda existente, y con una población fuertemente romanizada, siendo la ciudad de Corduba (Córdoba) un importante bastión de rebeldía.

JUSTINIANO Y TEODORA 

La falta de informaciones precisas sobre los bizantinos en la península Ibérica es grande. Las tropas bizantinas en Spania no eran muy numerosas, debido a las guerras que mantenía el Imperio bizantino en otras regiones. Esto hizo que los bizantinos se fortificaran en las ciudades que habían ocupado, dejando el terreno abierto a los visigodos y comenzando así un período de esporádicas luchas, sin resultados para ambos bandos.

Pero en el año 549 d.C. los hispano-romanos partidarios de Bizancio se sublevaron contra los visigodos, siendo rey de éstos Ágila, que se negaron a reconocerle. Los bizantinos acudieron en su ayuda bajo el mando de su jefe militar, Liberio, no sabemos si ante la llamada de Atanagildo (reconocido como rey por los rebeldes), rival de Agila. La cuestión es que Agila es derrotado y retirado a Mérida, donde los propios visigodos le asesinaron, y reconocieron a su jefe Atanagildo como su soberano. Éste hubo de aceptar que los bizantinos, a cambio de la ayuda prestada, se instalaran en el sur. Las zonas que eran romanizadas eran más prósperas y ricas, quedando en poder de Bizancio, creando además una cabeza de puente sobre todo el territorio español además Baleares y amenaza continua para los puertos catalanes y el sur de Francia.

Al visigodo Atanagildo le sucede Liuva I en el 568 durante cuatro años, y deja el reino a su hermano Levigildo. En el 572 queda Leovigildo como rey de los visigodos. Con él se inició el fin de la provincia de Spania. El reinado de este monarca estuvo lleno de conflictos militares, políticos y religiosos, que con gran habilidad logró superar, logrando además conquistar una buena parte de la provincia de Spania.

La idea era volver a reconstruir el antiguo Imperio Romano, y para ello se conquistaron territorios en Grecia, el Norte de África, Italia o España. Los bizantinos controlaron una zona de la península entre 552 y 624 d.C., aunque quedan escasos restos de esta zona llamada Spania. Poco tiempo como se ve. Además los romanos hispanos seguían hablando latín, tal vez ya algo deformado por el tiempo, pero era latín, el idioma de la civilización, y los visigodos tenían su propia lengua gutural, primitiva y germana, con lo cual había otro motivo para que las dos naciones no se integraran.

El cristianismo levantó de las cenizas a las ciudades creando una nueva forma de vida, donde el circo, el baño público, etc. ya no tendrían cabida. Los templos paganos que podían albergar mucha gente se habían convertido en iglesias.

Los motivos porque la población hispano-romanos de la Spania bizantina rechazaban a los visigodos, y es que los godos eran herejes arrianos (una forma distinta del cristianismo romano), mientras que los romanos eran católicos como los romanos orientales o bizantinos. Ya Leovigildo había dado varios pasos a favor de un acercamiento entre los arrianos y los católicos.

Pero los visigodos tuvieron un rey que supo ser más inteligente y ver el futuro, con lo cual se dio cuenta de las ventajas que le reportaría la conversión al catolicismo de toda la élite visigoda: Recaredo I, hijo de Leovigildo, fue mucho más allá que su padre: convocó un Concilio en Toledo, logrando que en él los arrianos visigodos de la casta dirigente se convirtieran al catolicismo. Año 589. No obstante se considera al Rey Ataúlfo, primer Rey visigodo, en 415 en la provincia romana Tarraconense, según se señala hoy en la casa del rey actual.

Concilio de Toledo del 589 

No propugna una unión de las iglesias. Se trata de la conversión del alto mando y elite militar y gobernante visigoda que se bautizan como cristianos católicos abandonando el arrianismo (por supuesto seguidos de todo el resto del pueblo godo, como marca la buena costumbre y usanza medieval), en lo que es a la vez un acto profundo de humildad y un acto político que le dará el apoyo de gran parte de la población romana. De este hecho surge que la presencia bizantina ya no tenía la gran importancia del principio, estaban perdiendo algunos territorios y ahora perdían un excelente motivo de su permanencia en Spania, el religioso.

Pocos fueron los años de permanencia de los Bizantinos en España. Fueron años de intercambio cultural, y también los últimos años del imperio romano en España, donde por un siglo más perduraría el reino visigodo hasta su caída en muy poco tiempo ante los árabes (los visigodos probaban así el mismo dolor que los bizantinos experimentarían en 639-645.

No existen demasiadas fuentes que nos acerquen luz a todos los acontecimientos ocurridos en Spania durante estos setenta años.

Sin embargo la civilización de las ciudades, la cultura romana, la forma de vivir de los ciudadanos tiene una larga persistencia, hay una continuidad evidente que no se quiebra ni con la caída de Roma. Pero tenía que llegar el unificador de Iberia y fue el rey visigodo Suintila. Era hijo de Recaredo I. Reinó entre el 621 y 631. Pocos años pero muy bien aprovechados. Fue elegido rey ese mismo año, tras el fallecimiento de Recaredo II.
La verdad es que hoy es casi desconocido cuando fue el primer rey visigodo que consiguió unificar la Península Ibérica. Los bizantinos seguían en Spania, con lo cual Suintila se ocupó de ellos. Estaban en las costas mediterráneas desde Valencia hasta Cádiz. Aquí los derrotó y expulsó. Y así completó la unidad del territorio de la península ibérica, que había sido el sueño de todos los reyes visigodos anteriores y sigue siéndolo en muchas gentes. Isidoro de Sevilla habla de él como el primer monarca que llegó a reinar sobre toda la península, una sola autoridad y religión.

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